Todo es cuestión de perspectiva y habilidad para distinguir muchas cosas potenciales para cada situación.
En el caso de ésta, la vida callejera es pacífica y se viven tiempos de paz; y es ahí cuando mayores son las probabilidades de dar el mayor de los ataques sorpresas mientras quienes comen sin preocupaciones, siguen en la comodidad de sus sueños.
El dragón está ausente y el tigre sigue dormido.
La realidad se debe ver tal y como es.
Piraña: ¿Qué es lo que pides si llegase a volver a mi antiguo poder?.
Mikael: No quiero dinero, ni una buena posición, si no quiero estar en tu empresa como conecte de categoría baja y sin ningún mérito especial.
Piraña: ¿Qué mierda estás diciendo?.
Piraña: Suena como si pidieras muy poco para ser una simple oferta de humildad.
Mikael: ¿Es eso así?.
Piraña: No importa cómo lo veas, hay algo que estás tramando.
Mikael: Soy más simplista de lo que crees.
Piraña: Supongamos que estas de mi lado y pides estar en mi negocio libremente como alguien inexistente, ¿Qué me ofreces para que permanezcas a mi lado?.
Piraña: Únicamente los que considero útiles, son quienes caminan de mi lado.
Mikael: No creas que el incidente de la prisión y la caída de la mercancía de Ardilla fueron simples casualidades.
Mikael: Todo fue orquestado por una persona.
La antes desdeñosa expresión de Kyuto desapareció ante aquellas palabras.
Kyuto: ¿Cómo lo hiciste?.
Mikael: Tengo mis contactos y un fuerte sentido de la curiosidad.
Kyuto: Estás loco sin importar cómo lo mires: todo un plan riesgoso únicamente para sacarme de la prisión y darle un fatal golpe a un conecte como Ardilla.
Kyuto: Todo eso... ¿Es así de posible?.
Mikael: Puede ser, aunque hubieron algunos contratiempos.
Kyuto: ¿Cómo planeas proceder ahora?.
Mikael: Ya tengo una parte de la mercancía que fue supuestamente quitada por los federales a Ardilla, y está esperando a ser recogida por mí.
Mikael: Un cincuenta por ciento de la heroína.
Mikael: En conclusión, esa será tu capital y la iniciación a tu antiguo poder, la verdadera pregunta se dirige a tí, ¿Cómo planeas proceder?.
Él no respondió al instante y seguía un poco desconcertado, pero luego me miró mientras sonreía levemente.
Kyuto: No creas que al estar de mi lado estarás muy seguro, o que siempre te podré proteger si confías demasiado en mí.
Kyuto: Aveces suelo ser alguien de sangre fría.
Mikael: Soy consciente de los riesgos.
No lo estoy mirando por como tenga fama de ser conocido, si no como individuo y ser humano común.
Mikael: Creo que fue suficiente charla, me iré a la habitación.
Con aquellas palabras me levanté de la mesa y salí de aquel lugar sin continuar con el tema.
Eso debió haber sido suficiente para comprender la situación.
Mejor esperaré a lo que hará luego.
Una vez llegué a la habitación y cerré la puerta con llave, me senté en la cama y saqué un teléfono de mi bolsillo.
No llevé mi teléfono cuando fui a trabajar y menos cuando salí de la prisión, por lo que la razón es simple: ya estaba definido.
Desde que me estoy revitalizando de las heridas, salgo a trotar en la mañanas y luego vuelvo para descansar, en ese periodo, era solo cuestión de tiempo hasta que "Ese hombre" me localice y se me entregue un teléfono sin ser visto por terceros.
Como él tiene muchos contactos en muchos lugares, no sería difícil hacerme llegar la forma de contactarlo.
Al encender el teléfono, en la lista de contactos, el único número registrado era el de él y procedí a llamar.
El tono de espera sonó apenas dos veces y luego contesta naturalmente.
...: Maravillosa estrategia, como esperaba de tí.
Mikael: Tanto la suerte como la ayuda externa lo hicieron posible, por supuesto.
....: Creo que te faltó darme mas información al respecto, no pensé que estaba en tus planes hacer toda una revuelta en la cero siete.
...: No fuiste el único que salió, si no que muchos otros también.
...: ¿Qué tienes que decir ante eso?.
Mikael: No estoy seguro, talvez fue parte de los contratiempos inesperados.
...: Ten cuidado con lo que haces, no deberías hacer cosas innecesarias por mero capricho.
Quien dice cosas realmente innecesarias eres tú...
Tengo mis razones.
...: Tu parte de la mercancía fue dejada y custodiada en los almacenes del Norte, y así como pediste, la evidencia fue reemplazada y estás libre de ser buscado como fugitivo.
El plan debía hacerse en un día, antes de que mi caso fuese procesado por tribunales y declararme oficialmente un traficante y cómplice.
Normalmente el papeleo y la presentación oficial lleva tres días, por lo que todo fue planeado por mí y alterado por él, quien fue el ejecutante.
Yo planee desde el principio la supuesta revisión policial de mercancía y retrasé el trabajo hasta la cuarta semana; indiqué el momento para el supuesto descubrimiento; entré en la prisión y saqué a Kyuto Gaelia de ahí; dí el primer golpe a Ardilla y le entregaré la mercancía que estaba siendo costeada con el dinero de Kyuto a él mismo.
Todos esos fueron los preparativos necesarios para iniciar la primera fase de prueba.
Pero ciertamente, todo fue posible gracias a éste tipo quien es un agente federal de porquería y corrupto del cual tengo contacto.
El costo por haberle pedido ayuda para ejecutar aquel plan, era entregarle el cincuenta por ciento de la mercancía para dejar evidencia ante las noticias, y quedarse una parte para el venderla nuevamente y ganar dinero extra.
Mikael: Te contactaré luego, Gael.
Gael: Hasta pronto.
Con aquella breve despedida, la comunicación terminó y rompí el teléfono desechable para no dejar evidencias.
Ahora es cuando empieza la verdadera tormenta.
Pero era inevitable.
Creo que mejor descansaré mientras observo la gran luna que ilumina el cielo nocturno.
Es temerosa...