38 Capítulo 38 – Respuestas

Cuando Julia se calmó un poco todos se acercaron y me preguntaron como esta.

Leo: Estoy bien solo me siento algo cansado.

Julia: ¡HMPH!

Anciano: ¿Qué paso con esa cosa?

El anciano miro las cenizas y la mancha de quemado en la alfombra. Por lo que pude entender de lo que hablaba.

Leo: No hay de que preocuparse está completamente muerto no va volver.

Carnicero: ¿Qué hacemos ahora? ¿Deberíamos volver al hospital?

El carnicero hizo la pregunta que todos querían saber.

Leo: ¡No podemos! ¡Tenemos que continuar! ¡Todos dependen de nosotros!

Todos asintieron y nadie rechazo esta decisión.

Cristina alzo la mano como si estuviera pidiendo permiso para hablar.

Cristina: mmm… Tengo algo que contar.

Cristina conto todo lo que le dijo el orbe dorado incluso sobre lo que estaba pasando el mundo y la crisis en la que estábamos. Escuche atentamente todo ya que tenía algo que llamo mi atención el salón de los héroes caídos. Esto lo menciono el anciano por lo que debía ser algo importante.

Con nada más dicho todos volvieron a dormir. A excepción de Julia que le toco hacer guardias y yo que decidí hacerle compañía.

Julia: ¿Qué fue esa cosa?

Leo: ¿Qué cosa?

Julia: ¿No te hagas el tonto? Lo sentí a través del vínculo.

Leo: ¿?

Julia: Sentí a otra mujer y encima me contesto.

Leo: ¡Ah! Hablas de Leila.

Julia: ¿¡Quién es Leila!?

Le explique a Julia lo que sucedió en mi espacio mental y como mis padres sellaron a Leila dentro de mí, por lo que paso Leila y como terminamos unidos los tres.

Al principio Julia estaba enojada, luego paso a lo nerviosa y luego volvió a estar enojada. Parecía una montaña rusa de emociones.

Leila: No te enojes segunda esposa. Al fin y al cabo, tendremos que compartirlo incluso en otras vidas~

Estas palabras fue un detonante para Julia que empezó a pelear con Leila a través del vínculo.

Leo: ¿Leila puedes hablar y comunicarte con nosotros así?

Leila: Esta fue una función que desbloqueaste hace poco con la liberación del primer sello. Simplemente no lo hice antes porque no quería arruinar la sorpresa~

Leila: También descubrí algo interesante.

Julia: ¡Cállate no hables con Leo gata ladrona!

Leila: ¿Ese es el mejor insulto que te sabes? ¿Pensé que como vivías en Latinoamérica tendrías un vocabulario más grande de insultos?

Julia: Cállate que esas cosas no se pueden decir en voz alta.

Me reí entre la interacción entre ellas. Fue divertido hasta cierta medida.

Leo: ¿Qué fue lo que descubriste?

Leila: El anillo tiene 8 capas las cuales pueden ser desbloqueada profundizando nuestra relación entre nosotros o….

Leo: ¿o qué?

Leila: O metiendo a otros a la relación que compartimos…

Julia: ¡Imposible! ¡No! ¡Definitivamente no!

Leila: ¡Yo también me niego a compartir a Leo con otra! ¡No quiero que esa doctora p*ta que te beso se hacer a ti nuevamente!

Las palabras de Leila hicieron que la piel de Julia se erizara y su cabello empezara a flotar.

Julia: ¿Qué dijiste?

Leo: Julia… Yo… Puedo explicar…

Julia saco un cuchillo y dijo.

Julia: No hay nada que explicar… ¡Infiel!

Lagrimas caían por el rostro de Julia como si fuera una cascada.

Leo: Yo…

El cuchillo en la mano de Julia cayo y la voz de Leila resonó.

Leila: Solo te perdone por que tu no fuiste el que tomo la iniciativa~

Leila: No soy tan infantil como otras~

Escuchando las palabras de Leila hizo que ya llorosa Julia se pusiera a llorar aún más fuerte.

Me acerque a Julia y la abrace por detrás.

Julia: ¡No me toques!... Sob….

Aunque Julia estaba peleando por liberarse de mi abrazo le faltaba fuerza.

Leo: Julia te amo.

Mis palabras que susurre en su hizo hicieron que se petrificara en el acto.

Julia: No te creo… Sob… Eres un mentiroso.

Abrace más fuerte a Julia quien estaba temblando de la rabia y el miedo. Podía sentir esas emociones el miedo a perderme.

Leo: Te amo Julia y siempre te amare. Puedes sentir mis emociones.

Julia: ¡Si me amaras no tendrías otras mujeres!

Leo: Voltee a Julia quien dejo de resistirse a mí y nos quedamos cara a cara.

Julia: ¿¡Porque me haces esto!?

Leo: Siente y escucha mi corazón.

Abrace más fuerte a Julia quien empezó a derramar lágrimas una vez más.

Con tanto ruido ya todos estaban despiertos e incluso se fueron para dejarnos espacio. Lo cual aprecie mucho.

Julia: No es justo… Sob… No es justo… Sob

Julia: ¡Te odio! ¡Te odio!

Los puños de Julia golpeaban mi pecho, pero sin mucha fuerza. Solo estaba siendo caprichosa como siempre, pero si podía sentir todo el dolor que había en su corazón.

Julia: Se supone que cuando amas a alguien… Sob… La quieres, la respetas…. Sob… y la cuidas… Solo una… Sob… Las parejas son de dos personas…

Julia continuaba derramando lagrimas hasta que finalmente se calmó por completo.

Julia: Yo… No sé qué hacer…

Leo: Lo siento.

Julia:…

Leo: Lo siento por ser un idiota que te hizo llorar. Tu no mereces que te traten así. Yo…

Julia: ¡No!

Julia sello mis labios con los suyos. Esto me dejo perplejo por la situación fue literalmente un giro de ciento ochenta grados.

Julia: No te atrevas a decirlo. Te amo Leo… Y eso no va a cambiar… Sob… Aunque me niego a compartirte con otra mujer… Solo ella… Prométeme que solo será ella…

Leo:…

Julia:…

Julia: ¿Por qué no lo prometes?

Leo: Julia yo lo prometo…

Julia: Más te vale cumplirlo.

La triste y llorosa Julia se recostó a mi hasta que finalmente salió el sol por completo.

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