"Bien, aquí es donde viviremos desde ahora" dijo Haru al llegar al jardín de su casa con Shukaku en su hombro.
Al mirar la casa los ojos de Shukaku inspeccionaron el entorno mientras mecía su cola levemente "Es una casa bastante llamativa si miras a los alrededores" dijo Shukaku intrigado
Dando zancadas rápidas Haru paso por el jardín y abrió la puerta con suma confianza "¡Haru...!" exclamó Miki al ver a su hijo abrir la puerta "¿cuando fue que saliste de la casa?"
"Sali hace un momento para ir a recoger un regalo" dijo Haru sonriendo levemente mientras Miki centraba su mirada en el bulto que está en el hombro de Haru, Shukaku miraba fijamente a Miki
"¿Qué es eso que tienes contigo hijo?"
"Ah" Haruta pronto se dio cuenta de a qué se refería Miki "¿Recuerdas que cuando era un niño querías que tuviera un perro como mascota? bien, este es Shukaku" al terminar su frase, Haru tomo a Shukaku en sus manos y lo acercó hasta donde estaba Miki.
Miki se acerco y acaricio la cabeza de Shukaku levemente "Este no es un perro Haru, además su pelaje es bastante raro..."
"Ah bueno, se trata de una rara especie de Tanuki, hicieron algunos experimentos con él y ahora su piel parece hecha de arena, decidí adoptarlo como reconocimiento a la tenacidad de este amiguito" dijo Haru creando una excusa para explicar la apariencia del shukaku.
Al escuchar la historia de Haru, la expresión en la cara de Miki cambio a una que reflejaba un poco de lastima hacia Shukaku, intercambio la mirada entre Haru y Shukaku levemente "Sigh" el largo suspiro de Miki solo pudo significar una cosa en los ojos de Haru "Bien, puede quedarse, sabiendo un poco de su historia no podemos solo dejarlo en la calle. Pero tu tienes que hacerte responsable de el"
Haru solo pudo sonreír en respuesta a las palabras de Miki, obviamente ella no sabía que Shukaku era una de las nueve bestias con colas y por ende era una masa de chakra que no necesitaba comer o ir al baño.
Pronto siguió su camino, como ya había cenado Miki tuvo un problema menos ademas Cala ya se había retirado hace unos minutos.
Aun era temprano para que Issei y Asia volvieran a casa, Haru no tenía muchas preocupaciones ahora que los ángeles caídos en la ciudad estaban bajo su control no había muchos enemigos que pudieran hacerle frente.
"Si no tienes enemigos ¿por qué decidiste invocarme?" pregunto Shukaku revisando debajo de la cama de Haru solo encontrando algunos cuadernos viejos y otras cajas con videojuegos.
"Los ángeles caídos que están a mi mando solo son peones de otros ángeles caídos, fastidie algunos planes de otras entidades por lo que no tardaran en aparecer y mi fuerza por sí sola sería insuficiente" explicó Haru mientras recordaba a Diodora Astaroth y su resistencia.
Shukaku ahora estaba sobre el escritorio de Haru revisando todas las cosas que el pelirrojo tenía "Entonces decidiste confiar en el poderoso Shukaku para que te salvara el culo ¿verdad?"
"Ah sí, claro" respondió Haru intentando no hacer que el bijuu se enfadara "ahora mismo estamos unidos, es decir que puedo invocarte en el momento que sea necesario y hacer uso de tu chakra para los combates"
"Claro, puedo enseñarte algunos de mis jutsus especiales para que no te sientas tan débil pequeño brote de maíz" dijo Shukaku mientras reía con felicidad enciendo la televisión en el acto de presionar el botón del control "¡WOOOW! ¡¿Por que estan las personas dentro de esas cajas?!"
"Es una televisión, las personas están en otros lugares y envian las imagenes a estas cajas para que todos puedan verlas, es similar a un ninjutsu sensorial del clan yamanaka solo que esto funciona con electricidad y no con chakra" explicó Haru mientras escribía algunas cosas en su teléfono.
"¿Que es esta caja que tienes a este lado?"
"Es una estación de videojuegos, allí puedes bueno.... jugar videojuegos, es similar a tomar a un personaje de otro mundo y hacer que viva una aventura"
"Voy a utilizarla..."
"Haz lo que quieras, solo quédate dentro de la habitación, no quiero tener que dar más explicaciones..." dijo Haru girándose en su cama para tomar una siesta mientras Shukaku comenzaba a intentar aprender a jugar videojuegos.
El tiempo paso rápidamente para Haru quien seguía en sus propios sueños cuando sintió ruidos en su habitación.
"¿Qué sucede?" pregunto Haru levantándose de su cama, obviamente sabía que no se trataba del ataque de un enemigo ya que los cuervo no enviaron ninguna alerta en cambio Haru pudo ver una escena bastante irreal.
La monja rubia que ahora servía como alfil de Rias Gremory tenía en sus brazos a la pequeña figura de arena que se autoproclamaba como Tanuki.
Una de las nueve bestias con colas, poseedora del título de Ichibi ahora estaba siendo sentenciado al abrazo de la rubia "¡Es adorable!" exclamó la monja con Shukaku en sus brazos.
Ikki por otro lado solo estaba mirando desde la parte superior de un estante, totalmente separado de Asia.
"Haru, necesito tu ayuda ahora mismo" dijo Shukaku extendiendo uno de sus brazos esperando que Haru lo ayudara pero el pelirrojo solo se giró nuevamente y volvió a la cama "¿eh? espera.... ¡Alto, no me dejes aquí! ¡¡HARU!!"
La rubia se sentó al borde de la cama de Haru y se quedó con Shukaku en sus brazos, para Haru la escena ya se había hecho familiar, desde la llegada de Asia a la casa Hyodo todo se había vuelto más animado.
Issei por un lado siempre terminaba involucrado en algún tipo de evento cliché con Asia, los padres de Issei en un principio tenían dudas sobre la permanencia de Asia en casa debido a que tenían dos hijos y uno de ellos era pervertido pero gracias a Haru todo salió bien.