A la mañana siguiente, después de desayunar, Aditya se dirigía fuera del Palacio del Dragón cuando Amelia lo detuvo en el pasillo.
Amelia, siendo una copia de Riya, lucía absolutamente deslumbrante como siempre.
El kimono que Amelia llevaba era de un color verde claro y suave. Presentaba delicadas flores en tonos de rosa y blanco dispuestas con gracia en la tela. Estas flores se esparcían por el kimono, apareciendo en las mangas y cerca del dobladillo. Un cinturón amarillo brillante con un diseño intrincado se envolvía alrededor de su cintura delgada.
Su Kimono era sencillo pero muy hermoso. Pero no era el Kimono el que la hacía hermosa; más bien, era ella quien resaltaba la belleza y elegancia del Kimono. No importaba lo que llevase puesto, ya fuera un atuendo simple como este Kimono o algo elegante, siempre se veía muy hermosa.
Aditya no podía evitar mirar su cabello plateado. Hoy, había recogido su cabello en un moño trenzado, dejando expuesta su hermosa nuca.
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