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CAPÍTULO 66: MI FAMILIA...

Aquí estoy una vez más, repitiendo la misma escena de años atrás… encontrándome de pie entre los dos féretros con una mano encima de cada uno, observando sus fotos que están a la cabecera porque los ataúdes están sellados por el estado en que han quedado los cuerpos. Estoy viviendo la peor de mis pesadillas de nuevo y mientras veo todo como si estuviera dentro de un túnel, un desfile de personas se acercan a mí a darme el pésame. Como un robot, solo doy las gracias y esas son mis únicas palabras. Desde que salí del estudio, no había vuelto a llorar, solo me limitaba a responder y a moverme lo necesario.

 

El tiempo transcurre lento y comienza a dolerme los pies por estar tanto tiempo de pie. A lo lejos escucho voces que me dicen que debo descansar un poco y cosas como esas, pero al parecer se me han pegado los pies junto con los zapatos al suelo, hasta que solo ella es capaz de hacerme mover del lugar.

 

- Ven Ale, necesitas descansar... pon un poco de tu parte que nos estas matando a todos de la preocupación, sobre todo a mi hermano. 

 

Salgo un poco del trance y me giro para ver a Lisa, quien me tiende la mano para que la acompañe y yo solo cojo la suya y dejo que me guíe. Me lleva a una pequeña sala privada que está un poco alejada de la sala de velación hasta una silla y luego me tiende un vaso desechable con algo que al parecer es un té, se lo recibo y con gran esfuerzo trato de medio sonreírle a mi muñeca, que cada día que pasa, se convierte más en una señorita.

 

- Gracias mi muñeca... – Le digo aun tratando de mantener la sonrisa, ella me la corresponde y se sienta a mi lado.

 

- Sé que estas muy triste y que ellos eran tu familia, que nada ni nadie los podrá reemplazar, pero ahora ellos están en el cielo con mis papas y los tuyos, haciéndose compañía y cuidándonos a todos desde allá, pero Ale... aún sigues teniendo una familia... una familia que está conformada por todos nosotros que te queremos... 

 

- Una familia que no sería la misma sin ti... porque tú nos has salvado a todos de alguna manera... 

 

Levanto un poco la cabeza y veo a Damián de pie frente a mí, terminando las palabras de Lisa y luego ella se levanta para darme un abrazo. Mientras Lisa me abraza y siento la mano de Damián acariciar mi cabello, solo puedo pensar en que han sido ellos los que me han salvado.

 

Cuando el entierro llega a su fin y prácticamente toda la gente ya se había marchado, me arrodillo para organizarles las flores.

 

- Ale... llevas media hora acariciando las flores, ya están más que organizadas amiga... necesitas descansar, han sido días difíciles y muy agotadores. – Me dice Kelly, por lo que me apresuro a levantarme y creo que lo hago tan rápido, que todo comienza a darme vueltas, pero Damián evita que me dé tremendo golpe con el asfalto. 

 

- Estás bien?... - Me pregunta mi esposo realmente preocupado.

 

- Lo lamento tanto Damián... - Le digo mientras él me lleva al auto.

 

- Por qué me estás diciendo eso?.

 

- Porque a mi lado no has encontrado nada de paz, mucho menos una vida algo más normal...

 

- Estás peor de lo que imaginaba, ya estás delirando... - Medio sonrío ante su comentario pero ya no puedo evitar que algunas lágrimas salgan de mis ojos en silencio mientras seguimos avanzando por el sendero del cementerio al auto.

 

Pasan algunos días, en los que me mantuve prácticamente acostada en mi cama todo el día, encerrada en mi habitación por horas y horas, totalmente deprimida. Pero después me levanto y decido empacar las pertenencias de mi tío y de Gisselle que aún hay en la casa para llevarlas a las fundaciones en donde sé que les servirán a muchas personas.

 

- Aquí estás... me alegra verte levantada. - Me dice a mis espaldas Damián, escuchando como viene él hacia mí, sentándose finalmente en la cama en la que estoy sentada atrás mío, rodeándome con sus brazos y colocando su mandíbula encima de uno de mis hombros. 

 

- Piensas donar sus cosas?...

 

- Si, sobre todo las cosas de Gisselle que muchas de ellas ni siquiera se las estrenó.

 

- Quieres que te ayude?.

 

- No, es algo que quiero hacer sola pero gracias. - Le respondo mientras sigo doblando la ropa de Gisselle y él como respuesta, me da un beso en una de mis mejillas. Tomo aire, me levanto de la cama y me dirijo al tocador aun dándole la espalda porque no puedo verle el rostro para lo que le voy a decir y que he estado analizado todos estos días.

 

- Damián... he estado pensando... y creo que lo mejor para Lisa y para ti es que se alejen de mí...

 

- Qué estás tratando de decirme?...

 

- Lo mejor es que... nos divorciemos Damián y que se alejen de mí... - Con cada palabra que digo, siento un dolor en mi corazón, un nudo en la garganta y un vacío en mi estómago. 

 

- Escuche mal, verdad?. 

 

- No, no escuchaste mal...

 

- Porqué me estás diciendo esto?... acaso dejaste de amarme o es por lo que pasó con Ryan?. - Sé que está detrás de mí porque puedo escuchar su respiración y sentirla en mi cabello.

 

- Lo que pasó con Ryan?... - Le pregunto algo sorprendida por mencionarlo en este momento.

 

- Si, todo lo que viviste en esos días de secuestro fueron mi culpa... no te supe proteger, no estuve ahí para evitarte tantas cosas... y cuando veo tus heridas y las vendas... no puedo dejar de sentirme culpable... - Al escucharlo, me giro para quedar cara a cara con él.

 

- Es por eso que me evitabas cuando las veías... yo pensé que era porque te daba lástima o porque te daba asco verme las heridas y que debía verme horrible...

 

- Cómo puedes pensar que yo pueda sentir algo así por ti, aún dudas de mis sentimientos por ti?, acaso no te he demostrado lo mucho que te amo y lo que significas para mí?...

 

- Yo sé que me quieres Damián... pero... estar cerca de mí no es bueno para nadie. Desde que me conociste, solo te he traído problemas, tu vida ha estado en riesgo, la de Lisa con tantos ataques que he sufrido... incluso, no nos habíamos conocido y ya habías sufrido por mi culpa. Por mi causa y la de mi familia... destruyeron a la tuya.

 

- Pero todo lo que ha paso no es culpa tuya amor... - Damián coge mi rostro con sus manos pero yo se las bajo.

 

- Puede que no sea mi culpa directamente Damián, pero todo esto ha sucedido por ser hija de quien soy, por el apellido que tengo y es más que evidente que quienes estén cerca de mi van a pagar las consecuencias solo por conocerme y estar cerca.

 

- Eso no es cierto amor...

 

- Si es cierto Damián!!!, no puedo seguir tapando el sol con un dedo y pretender que no pasa nada, acabo de enterrar a mi tío y a mi prima Damián, a mi familia!!!... y aunque me muera de dolor, ustedes no pueden seguir estando cerca de mí... yo ya no poder soportar enterrar por tercera vez a mis seres amados y que los que estén dentro de un cajón sean Lisa y tú, ya no quiero pasar por todo esto de nuevo... - Lo miro a la cara sin poder evitar llorar.

 

- Por eso es mejor que nos divorciemos y que hagas tu vida lejos de mí, que Lisa y tú puedan tener una vida más normal, sin tantos problemas y tantas zozobras. No sé... tal vez puedas retomar tu vida al lado de Tatiana, continuar su historia en donde la dejaron o comenzar todo desde cero...

 

- Estás diciendo demasiadas tonterías... voy a llamar al médico.

 

- Sabes perfectamente que no necesito un médico y que tengo razón en todo lo que te estoy diciendo Damián. 

 

- No, es evidente que no sabes lo que estás diciendo Alexa. - Me dice mientras trata de acercarse a mí pero huyo de él hacia otra parte de la habitación.

 

- Prefiero mil veces estar sin ti, sufrir como una maldita condenada por no tenerte a mi lado el resto de mi vida... con tal de saber que estas vivo y fuera de peligro, que aún sigues en este mundo y que no te encuentras tres metros bajo tierra por mi causa. Simplemente con esa carga no podría vivir. - Le digo limpiándome un poco las lágrimas, aunque estás no dejan de salir.

 

- Mi destino es estar sola y lo voy aceptar sin protestar, si con eso yo te salvo la vida aunque no la vivas conmigo nunca más.

 

- Al parecer, usted ya ha tomado sus decisiones pero yo también acabo de tomar las mías y la más importante de todas... es que esta vez voy hacer egoísta con todos y voy a pensar solo en lo que yo quiero, y lo que yo quiero más que a nada en el mundo es a usted y ya le había dicho que no pensaba darle el divorcio, menos por esas razones que para mí, no son válidas. No me he enfrentado a todos los obstáculos por nada y si usted misma se vuelve un obstáculo más... créame que lo voy a vencer, así tenga que luchar contra usted misma, estoy dispuesto hacerlo.

 

- Siempre tienes que hacer las cosas más difíciles, esto no se trata de una lucha entre nosotros porque ya es una decisión tomada. – Digo esas palabras y salgo de la habitación con mi corazón hecho pedazos, me doy un baño y cojo mi laptop cuando tocan la puerta de la habitación.

 

- Puedo pasar mi niña?.

 

- Si nana, entra.

 

- Mi niña, pasa algo?.

 

- Por qué me lo preguntas?. - Le contesto mientras enciendo la laptop.

 

- Por la cara de Damián, se ve muy triste y ya lleva mucho tiempo encerrado en el estudio y no ha querido abrirle a nadie.

 

- Todos necesitamos tiempo para aclarar muchas cosas nana y necesitamos la soledad para hacerlo, solo déjenlo en paz.

 

Al momento de que mi nana sale de la habitación totalmente vencida al no poderme sacar más información, comienzo a llorar pero después de algunos minutos, me limpio un poco las lágrimas y cojo mi celular de la mesa.

 

- Gracias por contestarme y más a estas horas, pero se trata de algo importante abogada Mariam...

 

Después de hablar un gran rato con mi abogada personal, busco en las aerolíneas un tiquete para irme a Santorini, Grecia. No quiero irme en el avión privado, quiero viajar tan solo por una vez en la vida como alguien normal y completamente sola, sin exponer a nadie a mi mala suerte y a mis problemas.

 

Una vez comprado el tiquete, hago una maleta y en caso de que me falte algo, lo comprare allá. Le aviso a Jake de que iré a verlo, observo la hora y me doy cuenta de que tengo como un par de horas para llegar al aeropuerto y tomar mi vuelo. Hago una pequeña carta para Damián y con mi llave entro al estudio, observando que está totalmente dormido en el sofá, le dejo la carta encima del escritorio y luego me acerco a él.

 

Lo miro mientras duerme y al hacerlo, me doy cuenta de que ha bebido un poco, por lo que sé que él al igual que yo, se encuentra muy afectado por todo lo que ha pasado y por la conversación que tuvimos hace algunas horas, ya que Damián rara vez bebe y si lo hace es solo un trago. Me siento con cuidado en el borde del sofá para acariciarle su hermoso rostro y su cabello sedoso, mientras que mentalmente me pregunto cómo voy hacer para tratar de sobrevivir sin él, ya que él lo es todo para mí. Mi vida, mi razón de existir, mi todo, mi familia... y como tal lo tengo que proteger de lo que soy, de quien soy... en contra de mi misma. Del deseo de estar con él por siempre, hasta de él mismo y la mejor manera es dándole su libertad.

 

- Te amo Damián, no sabes cuánto... no sé cómo voy a poder estar sin ti, pero tu vida y la de Lisa son prioridad para mí, así tenga que vivir en el infierno el resto de mi vida... 

 

Me acerco para darle un pequeño beso en los labios, el último beso... aunque no sea como el que yo hubiera querido, pero es mejor esto que nada. Cuando me voy a levantar, una mano va directo a mi cabeza y vuelve a empujarme hacia sus labios, los cuales están abiertos y en el preciso momento en que los míos tocan de nuevo los suyos, estos comienzan a moverse para abrir los míos y dar paso para que su lengua entre en mi boca. Es un beso desesperado pero a la vez apasionado, lleno de tantas cosas que aún no se habían dicho y yo solo me dejo besar, disfrutándolo al máximo porque desde hace mucho tiempo no nos habíamos besado y este es el beso del final, el beso de despedida que termina cuando nos quedamos sin respiración, dando paso al silencio al mismo tiempo en que nuestras miradas se cruzan, pero antes de que él me pueda decir algo, vuelve a caer en la inconsciencia por su borrachera.

 

- Siempre voy a ser tuya... - Es lo único que logro decir antes de que mis lágrimas empiecen a salir.

 

Me levanto, cojo mi maleta del suelo y salgo del estudio. No sé porque en el preciso momento en el que me subo en el taxi y comienzo a ver como desaparece la mansión a mis espaldas por el retrovisor del auto, las palabras que Tatiana me había dicho en el hospital aquella vez, se hacen presentes en este momento, retumbando en mi cabeza, por lo que medio me sonrío y susurro.

 

- Ella siempre tuvo toda la razón...