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CAPÍTULO 52: LA CULPA.

Después de compartir un tiempo más con Hunter y de beber café, Damián logra despertar. Hunter lo saluda y habla con él mientras yo salgo de la habitación para llamar a las enfermeras y para poder tranquilizarme un poco, así Damián no me ve llorar por el alivio que siento de verlo despierto y fuera de peligro porque no es lo mismo que te lo diga el médico, a verlo y comprobarlo por ti misma.

Mientras lo revisan, yo hago algunos trámites que no había hecho antes y cuando vuelvo a la habitación de Damián, me llevo una tremenda sorpresa... 

Tatiana está sentada en la cama tratando de darle el desayuno a Damián.

- Ya te dije que no es necesario que me des la comida Tatiana, yo puedo solo. - Escucho las protestas de Damián, lo que me provocan un pequeño alivio pero aún me molesta el atrevimiento de esa mujer con un hombre casado.

- Vamos Damián, déjame consentirte... mira que por tu descuido de salir como un loco a salvar a tu esposita, hizo que se te olvidara ponerte el chaleco antibalas y eso me preocupa porque nunca has cometido semejantes errores y descuidos. Pudieron haberte matado, estás perdiendo la cabeza por culpa de ella... - Cuando Damián va a responderle, yo intervengo.

- Creo que mi esposo puede comer por sí solo y en caso de que no pueda para eso estoy yo, así que te pido que salgas de la habitación... - Le digo con total seriedad, hasta creo que con un poco de odio y sin saludar.

Ella inmediatamente mira a Damián sorprendida y algo enojada, esperando a que Damián me fuera a regañar por ella.

- Es mejor que salgas Tatiana, mi esposa tiene toda la razón.

Tatiana lo mira con incredulidad porque no puede creer lo que está escuchando de su parte, al parecer la respuesta de Damián es como un insulto para ella.

- No lo puedo creer... - Dice finalmente furiosa, retirando la mesa con la comida para luego salir azotando la puerta.

- Amor a dónde vas?... - Escucho a Damián preguntarme antes de salir detrás de ella.

- Tatiana... - Digo en voz alta para obtener su atención.

Ella se detiene a la mitad del pasillo, se gira hacia mí observándome como si quisiera matarme, cruzándose de brazos.

- Qué quieres?... - Me pregunta con odio.

- Puedo entender que Damián quiera tenerte en su equipo porque eres una mujer muy capaz, pero quiero que te alejes de mi esposo y que dejes de coquetearle, está claro?.

- mmmm y quién me lo va impedir, tú?...

- Claro que yo, SU ESPOSA...

- Mire señora Lennox, no sé si usted conozca mi historia con Damián, lo que significó nuestra relación para los dos. Pero estoy completamente segura de que esos tres años que estuvimos juntos, no son nada fáciles de olvidar. Puede que en este momento, él sienta que la quiera y que quiera estar con usted, pero tarde o temprano estoy completamente segura de que él va a recapacitar y se va dar cuenta de que nunca ha dejado de amarme...

- No lo creo Tatiana. Yo no soy su amiga pero le voy a dar un consejo... no se humille más, tenga dignidad como mujer. Usted tiene que darse cuenta de que ya perdió a Damián y que no fui yo, ni nadie más quién se metió entre ustedes. Usted sola acabó con su relación por egoísmo, ni siquiera pensó en Damián y en lo que él quería... así que usted es la única culpable de que él ya no sienta nada por usted. Yo no soy la que tendrá que vivir con ese peso de haber perdido al amor de mi vida por mis acciones y soy muy sincera cuando le digo en este momento gracias.... gracias por haberlo dejado libre para mí, porque a diferencia suya, yo no pienso dejar al amor de mi vida, así que vuelvo a repetirle, aléjese de mi esposo, sólo debe tener contacto con él para cosas de trabajo, sino, tendré que pedirle a él que la despida. Que tenga buen día Tatiana. - Me giro dando por terminada la discusión pero ella sigue hablando por la rabia que acaba de aumentar en ella por mis palabras.

- Usted cree que él va a ser feliz a su lado y que él va a estar bien?. Se le olvida que el día de ayer él pudo haber muerto por su culpa. Si en verdad lo ama tanto como usted dice, creo que la que debería dejarlo libre es usted, porque a su lado sólo va a encontrar la muerte y eso es mucho peor de lo que yo pude haberle hecho. Si a Damián le llega a ocurrir algo, va a ser su culpa señora Lennox... no lo olvide!!!!. - Me grita mientras aún sigo avanzando por el pasillo.

- Creo que él es una persona adulta para decidir si quiere o no estar conmigo. - Le respondo aun dándole la espalda y caminando hasta llegar a la puerta de la habitación para encontrarme sorpresivamente con Damián en la entrada.

- Qué haces ahí Damián?!!!, no te puedes levantar, te vas a lastimar. - Le digo evadiendo su mirada y tratando de llevarlo nuevamente a su cama.

- Estabas discutiendo con ella, verdad?. - Me pregunta mientras lo llevo a su cama.

- No, sólo estábamos hablando de algunas diferencias, nada más. - Le digo mientras lo ayudo a sentarse en el borde de la cama.

- Sabes que eres muy mala mentirosa, verdad?. Ella solo necesita tiempo para asimilar la situación, nada más... mírame... - Me dice al levantar mi rostro hacia él para que lo mire.

- Estás dudando de mis sentimientos por ti de nuevo, cierto?. - Me pregunta preocupado.

- Por supuesto que no... yo sé que me quieres pero ella tiene un punto a su favor y algo de razón. - Le digo tratando de parecer tranquila y despreocupada.

- No entiendo... - Me dice sin dejar de mirarme mientras intento que se vuelva a acostar en la cama.

- Me refiero a que ella tiene razón en decir que pudiste haber muerto ayer por mi culpa y que siempre que estés cerca de mí, vas a estar en riesgo... - Le digo al mirarlo con una sonrisa, pero luego presiono el timbre de llamado para la enfermera.

- No digas eso... tú no tienes... - Se abre la puerta interrumpiendo la conversación.

- Buenos días, me llamaron?. - Pregunta una enfermera al entrar.

- Si, se le abrió la herida y está sangrando un poco. - Le contesto a la enfermera.

Veo que Damián se mira la herida, al parecer no se había dado cuenta de que se le había abierto y de que estaba sangrando.

- mmmm ya veo, puede salir un momento señora?, es para hacerle la curación de nuevo. - Me dice la enfermera mientras se coloca los guantes.

- Por supuesto... - Digo mientras me dirijo nuevamente hacia la puerta.

- Alexa... no te vayas, no hemos terminado de hablar... - Me dice Damián un poco desesperado.

- Solo voy a salir un momento para que te hagan la curación nada más, ya podremos continuar con la conversación. - Le contesto antes de salir.

- Señor... quédese quieto por favor... - Alcanzo a escuchar el regaño de la enfermera antes de salir.

Mientras espero afuera, comienzo a sentirme culpable por todo lo que ha ocurrido a mí alrededor, sobre todo por el estado de Damián, que sin importar que estuviera fuera de peligro, no puedo dejar de sentirme mal y muy responsable por lo ocurrido. Finalmente decido ir al baño y ahí ya no puedo evitar llorar por la culpa que siento, yo soy la única que coloco a la gente a mí alrededor en peligro, sea con culpa o sin culpa. Así que me invade nuevamente el miedo de perderlo y la culpa de que podría dejar a Lisa sin su hermano mayor y por ende sin familia. Esto tiene que acabar de una vez por todas, pero la pregunta es cómo lograrlo?, cómo lograr por fin la tranquilidad para todos?, y como lograr que la gente no siga muriendo?...