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Si, bueno... este no es un buen mundo

Nuestro protagonista, un joven hombre excitoso y casi sin conocimiento de animes o mangas, trasmigra a una realidad desde donde tendrá la tarea de viajar/Tomar control de diversos personajes pertenecientes diversos mundos de fantasía cumpliendo misiones propuestas por... ¿Él mismo? Este es un fanfic de cumplimiento de deseos, no esperes una obra maestra. Por favor, agradecería que leas las etiquetas y que no comentes tonterias sin sentido, pues serán eliminadas (^_^) Advertencia: No tengo los derechos de ninguno de los personajes que aparezcan en esta historia, solo de mi protagonista. Cronograma de publicación: 3 capítulos o más por semana Historias tomadas en cuenta: - Getsuyoubi no Tawawa (Tawawa No Monday) - Sono bisque doll wa koi wo suru (My Dress-Up Darling) - Miru Tights - Mieruko-chan - Dark Gathering Mundos relacionados a misiones: - Btooom! - Saimin Seishidou - Otome Dori - Kokujin No Tenkousei NTR Ru - Tachibana-San-Chi No Dansei Jijou - Henshin-Emergence ETIQUETAS: No Yuri, No NTR, Harem, Multiverso, R-18

Culture_Lover · Anime & Comics
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EVITANDO UNA DESGRACIA

[Estaré llegando en media hora, me demoré con un asunto muy importante] – la voz de nuestro de nuestro protagonista se escuchó al otro lado del teléfono.

"Okei jefe, entonces lo esperaré por el parque que está cerca" – Hiroki, quien estaba caminado por la calle con el celular en la mano, respondió.

[Listo, nos vemos]

*Beep*

"Ah… parece que las cosas se podrán un poco movidas por este lugar eh" – el muchacho resopló luego de cortar la llamada.

Hace unos instantes, mientras daba una caminata nocturna para despejar su mente, recibió la llamada de nuestro protagonista diciéndole que se aliste, pues tendría que realizar una nueva misión.

Esto hizo que el muchacho sintiera un poco de nerviosismo al imaginar qué clase de trabajo realizarían en esta oportunidad.

Y es que de solo imaginar todo lo que su jefe había hacho con los mafiosos y violadores hace casi dos noches hizo que se le pusiera la piel de gallina.

Si bien Hiroki había visto la fuerza sobrehumana que nuestro protagonista poseía, el enterarse que más de ciento cincuenta personas, ciento cincuenta mafiosos peligrosos y completamente armados, fueron asesinados brutalmente en menos de diez horas, le dio una imagen general de la terrible fuerza que su jefe tenía.

Eso, sumado a las cosas mágicas que podía hacer, como el haberle dado la capacidad para manejar una fuerza muy superior a la que había tenido, hacían que solo concluyera una cosa.

Ese tipo no era humano, para nada.

"Felizmente no es un desgraciado, porque si no… ni siquiera quiero imaginar que tipo mundo sería este" – Hiroki se estremeció con sol imaginar a alguien con ese poder haciendo cosas malvadas.

Pero, para su tranquilidad, hasta ahora podía decir que su jefe era una persona de confianza, por lo que estaba realmente agradecido con él.

Aunque todo había sido muy problemático para Hiroki en estos últimos días, las acciones y los consejos de nuestro protagonista habían salvado su vida de un cruel destino.

Esto de por sí parecía ser suficiente para que Hiroki se esfuerce en aprovechar esta segunda oportunidad, aprovecharía esto para hacer las cosas bien.

"Debo mantenerme sereno… no debo dejar que nada me afecte… ni siquiera ella"

Estirando su cuerpo, se dio palmaditas en la cara mientras reunía una gran convicción para hacer su trabajo.

Esto no era por que tuviera miedo de lo podría ocurrir con esta misión, pues tenía plena confianza en las acciones de su jefe, no creyendo que pondría su vida en peligro.

El motivo por el cual su rostro mostraba una pequeña mueca de disgusto era debido al lugar en donde estaba. 

Actualmente estaba caminando por el barrio en donde vivía Nao, su ex amiga de la infancia.

Mentiría si dijera que podría manejar las cosas si es que se encontrar frente a frente, pues los sentimientos que tenía por ella no se podían esfumar de la noche a la mañana.

No obstante, no sería un imbécil para actuar como si nada hubiera sucedido. Hiroki no volvería a confiar en esa chica nunca más. Y si tenía que decirle sus verdades en su cara, lo haría, pues no quería que ella pensé que puede aprovecharse de él.

Es por ello que el muchacho no le había hablado ni escrito desde hace tres días, tratando de concentrarse en su propio crecimiento. Ya había liberado su furia y obtenido su venganza, por lo que ahora quedada trabajar en si mismo.

Para su buena suerte, Nao no lo había buscado ni lo había llamado, cosa que le facilitó tener la mente despejada. 

Quizás estaba asustada por no poder contactar con el estudiante transferido, quizás estaba asustada por las recientes noticias de asesinatos, al final eso ya no le importaba al muchacho.

Pero ahora, el venir a este barrio en donde Nao vivía, hizo que inicialmente se pusiera un poco ansioso de encontrársela.

¿Qué diablos le diría? ¿Qué es una puta? ¿Qué ya sabía lo que hacía con ese estudiante transferido?

¿Le diría que ya sabe todo acerca del plan para perjudicar a su familia?

O, en caso contrario ¿no le diría nada y actuaría con indiferencia?

Se puso a pensar en cual sería la mejor forma de afrontar esto, pero al final lo único que consiguió fue agobiarse más.

En ese instante, recordó las palabras que nuestro protagonista le había dicho.

… ¿Sabes? Lo que te pasa es una mierda, pero no es el fin del mundo, recuerda que es lo que te mantiene en pie, recuerda el motivo de tu lucha. Si, te duele, te rabia lo que te pasó, pero con el tiempo, cuando regreses a este momento, terminará dándote risa, asís se cierran las etapas. Tu harás grandes cosas, así que no sufras al perder a quien no supo valorarte…

Esas palabras hicieron mella en si mente, por lo que cada vez que se sentía inseguro, las recordaba, recobrando la confianza y el nuevo motivo por el cual trataría de ser fuerte.

Si, aun no sabía que le diría a Nao si se la llega a cruzar, pero algo si sabía, no dudaría

"Bueno, creo que iré y compraré algo mientras espero al jefe" – con un poco más de seguridad, el muchacho esbozó una sonrisa y entró a un tienda.

*Din don*

Una vez dentro, Hiroki llegó a la sección de helados y cogió uno, pues el calor de verano era un poco intenso esta noche. Esto le hizo acordar a lo sucedido al medio día con su hermana, haciéndolo sonrojar un poco, por lo que sacudió la cabeza y se giró rápidamente para ir a pagar.

*Tuck*

*Plop*

"Auch"

Sin embargo, al momento de girar rápidamente, chocó contra una persona, una chica específicamente, haciéndola caer hacia sobre su trasero.

"¿Te encuentras bien? ¿te lastimaste?" – Hiroki se agachó para recoger las cosas que se habían caído de la canasta de la chica y le estiró la mano para ayudarla.

"E-Estoy bien… no hay necesidad de ayudarme"

La chica, muy nerviosa, desvió la mirada, como si no quisiera hacer contacto con Hiroki.

Tenía el cabello pargo y atado en dos trenzas, así mismo llevaba puestos unos anteojos cuadrados un poco grandes. Y se le sumábamos su ropa oscura y sin combinar, tendríamos a una clásica nerd.

O eso es lo que Hiroki habría pensado si es que fuer el mismo de hace una semana.

Ahora, la visión del mundo que el muchacho tenía era completamente diferente. Ya no sería tan idiota y escandaloso al hacer las cosas, no sería un imbécil que se dejaría guiar solo por las apariencias.

'Mierda… creo que ella está realmente incómoda… ¿Qué debería hacer?' 

Hiroki hizo una mueca, pues no sabía qué hacer en estos momentos. 

A parte de hablar con Nao en la escuela, el era un cero a la izquierda en lo que respecta interaccionar con chicas, por lo que se sentía realmente inútil en estos momentos.

No obstante, una idea le vino a la cabeza.

"Ten, toma este helado como una disculpa… hace mucho calor afuera, así que espero que lo puedas aceptar"

La chica, quien tenía el rostro un poco rojo y algunas gotas de sudor, se sorprendió por esta oferta y miró fijamente al muchacho frente suyo.

'Ah diablos… creo que la empeoré' – pensó Hiroki.

"Si no lo quieres, entonces-"

"¡N-No es eso!"– Antes de que el muchacho dijera otra cosa, la chica habló con un poco de vergüenza, pero mirando fijamente el helado en la mano del muchacho – "¿E-En verdad me estas dando el helado?"

Hiroki no supo que estaba pensando esta chica, pero parecía que si estaba interesada en recibir el regalo.

"¿Eh? Si, claro, tómalo"

La chica, quien se veía un poco indecisa, después de unos segundos esturó la mano y lo tomó.

"Gracias" – la chica murmuró.

Hiroki solo asintió al escuchar la respuesta de la chica.

"Bueno, creo que es algo tarde para decirlo, pero mi nombre es Hiroki, perdón por conocerte en esta situación"

"N-No te preocupes, yo también tuve la culpa" – la chica tomó el helado con ambas manos – "Yo también te pido perdón por conocerte en esta situación Hiroki-kun, mi nombre es Saki"

.........….

Mientras caminaba hacia la tienda para comprar todas las cosas que su madre le había encargado, Saki Yoshida tenía la mente divagando con muchos pensamientos. 

Eran las vacaciones de verano de su último año de la secundaria, y hasta ahora, toda su vida escolar la había pasado sola, sin un amigo con quien conversar o compartir como lo hacen el resto de sus compañeros.

Y ni hablemos de algún novio.

Esto era algo que la hacía sentir mal, aunque siempre trataba de no mostrarlo.

Empezando por su apariencia para nada atractiva (en sus propias palabras), su pelo amarrado en dos trenzas, sus grandes anteojos y sus prendas de vestir muy holgadas la hacían ver como si fuera una completa nerd.

Y si a eso le sumaban su personalidad asustada y nerviosa, tenían un combo perfecto para ser catalogada como la chica rara del salón con la que nadie se quiere juntar.

Obviamente esto no fue así siempre, pues había algunas compañeras de su salón que a veces intentaban congeniar con ella, e incluso la invitaban a salir con el resto de chicas a pasear por las tiendas comerciales o ir a los karaokes, pero debido a su personalidad nerviosa siempre se negaba.

Ella creía que no encajaría en ese tipo de grupos, por lo que al final muy posiblemente sería despreciada y se convertiría en el centro de las burlas del resto.

Y debido a su aspecto, ninguno de los chicos, sean de su clase o de otros años, se interesaban a invitarla a salir o siquiera ser sus amigos.

Es por ello que Saki se acostumbró a estar sola con el tiempo, viendo como el resto de sus compañeros disfrutaban de la vida y se interrelacionaban unos con otros de manera divertida, haciendo que todo pareciera brillar a su alrededor.

No obstante, por más de que se dijera a sí misma que ella no quería a nadie a su lado por temor a ser objeto de burlas, muy en el fondo sabía que ella también anhelaba este tipo de interacción.

Ella en verdad quería ser una persona parte del mundo brillante y divertido en el que vivían el resto de sus compañeros de escuela.

*Din, don*

Mientras pensaba en estas cosas, entró de manera automática a la tienda, cogió su canasta y se dirigió hasta la sección de comestibles para tomar lo que su madre le había mandado a comprar.

No obstante, mientras llenaba su canasta, miraba de reojo hacia la sección de revistas, en específico a la sección de moda.

Una de las cosas que Saki quería cambiar en ella era su aspecto, quería verse más femenina. No obstante, ella tenía cero conocimiento sobre la moda o el maquillaje, por lo que nunca se propuso a hacer un cambio de look.

Aunque nunca lo dijera, ella quería que las personas la miraran, que la notaran. Ella quería que las chicas la aceptaran como una más de sus grupo… ella quería que los chicos la consideraran linda.

Pero siempre que venía a esta tienda se quedaba mirando la sección de revistas, pero le faltaba confianza en sí misma para tomar una de esas revistas y comprarla.

Y hoy parecía ser lo mismo, por lo que se resignó y se dio media vuelta para seguir con sus compras.

No obstante, la mente de Saki se llenó de las visiones del resto de sus compañeros disfrutando de su juventud, se imaginó a todos ellos disfrutando del verano entre playas y fuegos artificiales.

Esto la hizo sentir celosa, ya que en verdad quería ser una de esas personas.

Y como si fuera una respuesta a sus pensamientos, sintió el impulso que no había sentido antes, por lo que rápidamente se giró para ir por aquella revista de moda.

*Tuck*

*Plop*

"Auch"

Sin embargo, al momento de girar rápidamente, chocó contra una persona, haciendo que ella se cayera hacia a tras sobre su trasero.

"¿Te encuentras bien? ¿te lastimaste?" – La persona con la que Saki había chocado se agachó para recoger las cosas que se habían caído de su canasta y le estiró la mano, hablando con un tono de voz un poco preocupado.

"E-Estoy bien… no hay necesidad de ayudarme"

Saki respondió rápidamente, tratando de soltar lo más pronto posible la mano que la estaba ayudando a levantarse.

No es por que estuviera molesta o disgustada con la persona que tenía delante suyo, sino porque no quería incomodar al chico con el que había chochado.

¿¡Tonta, tonta, tonta! Siempre le causas problemas a los demás' – rápidamente la chica se criticó por haber actuado tan descuidadamente.

Mas aun, se sintió demasiado apenada y avergonzada al ver que frente suyo estaba un chico con el cabello rubio.

De lo poco que Saki había visto en su escuela, es que los chicos que tienen el cabello de este color son gente muy extrovertida, que siempre van a la moda y que están rodeados de amigos por todos lados.

Muy posiblemente sea alguien diametralmente opuesto a ella.

Sentía demasiada vergüenza al ver alguien a quien ella consideraba parte de esas personas que están en movimiento con el mundo, aquellas personas que pueden disfrutar de todo.

"Ten, toma este helado como una disculpa… hace mucho calor afuera, así que espero que lo puedas aceptar"

¡De repente, Saki se quedó congelada en su lugar, pues sucedió algo que nunca había sucedido!

¡Un chico le dio un regalo!

Esto hizo que la muchacha sufriera un cortocircuito mental al no saber cómo reaccionar en estos momentos.

"Si no lo quieres, entonces-"

"¡N-No es eso!"– Antes de que el muchacho dijera otra cosa, Saki habló con un poco de vergüenza, pero mirando fijamente el helado en la mano del muchacho – "¿E-En verdad me estas dando el helado?"

Al inicio, Saki pensó que este chico se molestaría con ella y le gritaría por haberlo chocado, pensando siempre lo peor. No obstante, muy lejos de molestarse, el chico parecía estar preocupado por ella, e incluso le estaba dando un regalo.

¿En verdad para este chico ella no le parecía ser alguien desagradable?

Es por ello que Saki respondió apresuradamente cuando el muchacho parecía que iba a cambiar de idea.

"¿Eh? Si, claro, tómalo"

Saki se sintió un poco en conflicto ya que ella siempre se había mantenido alejada de este tipo de situaciones, tratando de evitar formarse falsas esperanzas y protegerse de las burlas de los demás.

No obstante, al parecer, este chico si tenía buenas intenciones, por lo que lentamente estiró su mano y tomó el empaque del helado.

"Gracias" – Saki murmuró.

A pesar de sentir el frío a través del empaque, este gesto hizo sentir una especie de calidez en el corazón de la chica

"Bueno, creo que es algo tarde para decirlo, pero mi nombre es Hiroki, perdón por conocerte en esta situación"

El muchacho llamado Hiroki se volvió a disculpar mientras se presentaba.

"N-No te preocupes, yo también tuve la culpa"

Inmediatamente Saki respondió, tratando de evitar que él se adjudicara toda la culpa, pues ella también fue imprudente al girar bruscamente. Tomó el helado con ambas manos e hizo una pequeña pose de disculpas mientras se presentaban también.

"Yo también te pido perdón por conocerte en esta situación Hiroki-kun, mi nombre es Saki"

......…..

"¿Eh? ¿Ese mocoso está hablando con la chica de la misión?"

Fuera de la tienda, nuestro protagonista había llegado para buscar a su quinto objetivo.

¡Pero grande fue su sorpresa al ver que Hiroki se había encontrado con ella dentro de una tienda y ambos estaban conversando sin problemas!

Como el sistema ya le había dado la ubicación de su última misión, la cual estaba en el mismo barrio en donde vivía la amiga de la infancia del mocoso de pelo amarillo, o ex amiga hablando correctamente.

Es por ello que Yuuma le había pedido a Hiroki que viniera a este lugar, pues conocía la zona ya que había venido aquí muchas veces en el pasado.

No obstante, no lo hizo para que lo ayudara como guía ni nada por el estilo, pues para nuestro protagonista esta misión sería demasiado simple. Lo hizo para ver la reacción del mocoso al estar por el barrio en donde vivía la chica que fue su interés amoroso.

¡No obstante, no esperaba encontrarse con este escenario!

Sin embargo, una pequeña sonrisa se formó en el rostro de Yuuma.

*Ding, ding, ding*

[Quinto objetivo: ¡Ayuda a que Saki Yoshida consiga amigos y asegúrate de que no sufra un terrible destino! Ella proviene del hentai 'Henshin-Emergence']

[Tiempo restante para poder ejecutar la Conquista: 3 horas]

[¡Misión parcialmente completada!]

"Je, sin querer queriendo, este mocoso indirectamente me ayudó con una parte de mi misión… bueno, al menos esa chica no tendrá problemas con él cerca"

Cuando Yuuma vio quien era la persona que era su objetivo y el mundo del cual venía, sintió un mal sabor de boca, pues de los pocos hentai que vio en su vida pasada, Henshin-Emergence fue uno de ellos.

Por ello es que, antes de venir a verla, se apresuró a buscar a todos los consumidores de drogas de esta zona, con el objetivo de encontrar al hijo de puta que le había arruinado la vida a la muchacha en la historia original.

Y luego de un par de horas, al fin lo encontró, no solo a él, sino a toda la red de narcotráfico y prostitución al cual pertenecía.

¿Qué les hizo? Solo cabría decir que los noticieros matutinos volverían a mostrar cuerpos desmembrados a primera hora de la mañana.

 Y para cuando llegó a este lugar, se llevó una gran sorpresa.

"Bien jugado mocoso, espero que puedas ayudar a esa chica… y de paso, que ella te ayude a sanar" – Yuuma se dio media vuelta y comenzó a caminar – "Ahora, tengo que ir a darle una pequeña visita al padre de la muchacha… je, con él sí que me tomaré mi tiempo"

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NA: ¡Te odio demasiado Shindol!... ella no merecía ese fin :'(