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DÍA DE COMPRAS

*¡Ding, ding, ding!*

[¡Logró una nueva pareja mi señor!]

[Arada Ayane = Amor 65%, Deseo sexual 50%]

Mientras caminaba por el parque Hibiya, Yuuma sonrió cuando vio la notificación en la pantalla.

"Pareces muy contento el día de hoy" – Harumi, quien caminaba a su lado, habló con un tono curioso – "¿Tan bien te fue en estos dos días?"

La pareja parecía que estaba dando un paseo, pero en realidad estaban caminado hacia un objetivo en específico. Ella tenía un hermoso vestido color perla, mientras que él vestía con un traje sport elegante.

"Puedes tenerlo por seguro" – Yuuma la tomó de la mano y le respondió satisfactoriamente – "Pronto dos de tus estudiantes te ayudaran con la pesada carga que llevas sobre tus caderas"

"Jajaja, eres un idiota" – Harumi se sonrojó un poco y sonrió.

Ella sabía que era a lo que Yuuma se refería. Él le había contado los pormenores sobre las citas que tuvo con Marin y con Ayane, sobre a donde fueron o de las cosas que conversaron.

Harumi ya había escuchado que Kitagawa-san de primer año y Arada-dan de segundo año eran una de más chicas con las que Yuuma tenía una especie de relación, él mismo se lo había confesado antes de su segundo viaje dimensional.

En su momento ella quedó sorprendida, pues no creía que un hombre como Yuuma tendría como objetivos amorosos a unas chicas menores de edad, pero su sorpresa solo le duró unos pocos segundos, pues su excitación la dominó luego de imaginar a su hombre estando al lado de otra mujer.

En verdad ella tenía un gusto muy retorcido.

Incluso si Harumi no tuviera esa fascinación por ser engañada, sabía que no habría podido hacer nada contra los deseos de su hombre e inevitablemente habría aceptado compartirlo como el resto de las mujeres con las que ya había establecido una relación formal.

Y es que, al igual que el resto de mujeres que habían compartido algo con él, Harumi sabía que Yuuma era alguien completamente fuera de serie. 

Por ello no tenía ningún problema con lo que Yuuma estaba diciendo, pues valgan verdades, esperaba poder recibir y convivir con sus futuras 'hermanas' de batalla.

"Bueno, soy tu idiota" – Yuuma la acercó y la tomó de la cintura, haciendo que la mujer se sonrojara un poco más, pero solo suspiró por la acción tan cercana y lo dejó seguir.

La gente a sus alrededores miraban a la cariñosa pareja y comenzaban a murmurar, pues en una sociedad tan conservadora como la japonesa, las muestras de afecto en público no eran muy bien vistas.

No obstante esto le importaba poco o nada a la pareja.

Hace tiempo que Harumi dejó de importarle lo que la gente podría decir de ellos, pues Yuuma no solo le había demostrado lo genial que puede ser como hombre, sino que le mostró todo un mundo más allá de su imaginación, uno que la gente común nunca entendería.

Ella estaba segura de que su hombre se convertiría en alguien que dominaría todo este mundo.

Y lo que pensaba Yuuma…pues, ni siquiera hay que preguntar ¿verdad?

Luego de unos minutos, cruzaron una concurrida avenida y llegaron a su destino.

"Vaya, yo había visto muchas veces este lugar cuando pasaba de largo en el taxi, nunca pensé que llegaría el día en el que entraría para comprar algo aquí" – Harumi murmuró luego de entrar.

"Bueno, este lugar no es muy simple, pero tampoco es lo más elegante que Tokio tiene para ofrecer. No obstante, es un buen punto de comienzo" – Yuuma sonrió ante la reacción de su mujer – "En el futuro te acostumbrarás a lugares más exclusivos que este"

Casi al instare, una mujer elegantemente vestida se acercó a la pareja con una sonrisa.

"Bienvenidos a Lotus Meets ¿En qué podría ayudarlos?" 

¡La pareja había llegado a la concesionaria principal de la marca japonesa de automóviles de lujo Lexus! 

Lexus es una marca de automóviles de lujo, creada como división del fabricante japonés Toyota para competir con las super marcas de lujo americanas y europeas, logrando codearse el podio de los mejores autos en sus versiones premium con marcas como Mercedes, Porche, Ferrari, entre otros.

"Hola, me acabo de mudar a Tokio y pensaba en comprar un nuevo auto para poder estar sintonía con la ciudad, por ello quiero comprar un auto nuevo ¿podrías mostrarme lo mejor de tu línea premium?" – Yuuma habló con una sonrisa.

La mujer por un momento quedó cautivada por la presencia de Yuuma, pero al instante siguiente recobró la compostura. Ella era una profesional, y había visto a muchos jóvenes guapos no solo japoneses, sino también extranjeros, por lo que sabía como actuar con este tipo de clientes.

"Claro estimado cliente, venga por aquí, le mostraré lo mejor que tenemos~"

Con una sonrisa, la mujer hizo un gesto para que la pareja caminara delante de ellos. Normalmente, cualquier vendedor de una concesionara común y corriente caminaría delante de sus clientes para guiarlos hacia el lugar a donde irían.

Pero en este lugar las cosas eran diferentes por dos razones.

La primera era que la gente que veía a este lugar a comprar eran personas muy excéntricas y con bastante dinero, siendo algunas de ellas muy arrogantes, no queriendo que nadie caminara delante de ellos, por lo que se les dejaba que ellos vieran lo que quisieran y el vendedor solo estaría ahí para resolver alguna de sus dudas.

La segunda razón para hacer que el cliente pase primero era para que el vendedor pueda estudiarlo y saber si en verdad era alguien que podría comprar algo dentro de tiendas como estas.

Es por ello que la mujer miró de pies a cabeza a la pareja, sonriendo al darse cuenta que la ropa y las acciones de ambos estaban acorde con la de las personas con el estatus suficiente como para comprar algo aquí.

Yuuma sonrió secretamente al sentir la mirada de la vendedora, pues sabía que cosas sucedían en lugares como este, en donde eres juzgado no solo por la cantidad de dinero que tienes, sino como y en que lo gastas.

Por ello es que el vestido que llevaba puesto Harumi en este momento era un Dolce&Gabbana, y él llevaba puesto era un Dormeuil sport elegant.

Cuando te adentras en este mundo, ser juzgado por lo que tienes y vistes es el pan de cada día.

Como dicen por ahí, El rico hace lo que quiere; el pobre, lo que puede.

Para Yuuma esto no era nada nuevo, pues en su vida previa como 'Robert' había disfrutado de este tipo de mundo a mas no poder. 

Si bien podía conseguir sus cosas mediante rutas más fáciles (robo, extorción, hipnosis, etc) sería demasiado aburrido. Además, quería que sus mujeres experimentaran la crema y nata de la sociedad, por lo que empezaría a enseñarles sobre este tipo de vida.

No esperaba cambiarlas, pues le gustaba su forma sencilla de ser de todas ellas, pero quería que ellas supieran de todo un poco y que nunca sufrieran la falta de nada.

"Oh, ahí están, los de la serie LX"

Luego de un momento, la pareja llegó justo hasta el lugar en donde tres SUV 4x4 estaban estacionadas.

"Buena elección caballero, la serie LX es la serie insignia de Lexus en lo que respecta al modelo SUV que lidera no solo el mercado japones, sino a nivel de Asia del sur y Europa…" – La mujer comenzó a hablar.

Yuuma no le hizo caso y siguió mirando detenidamente los coches. Harumi, quien estaba a su lado todo el tiempo, miraba con asombro las grandes camionetas frete suyo.

Ella había visto una que otra camioneta de este modelo por las calles, pero estaba más acostumbrada a los famosos 'Kei Car' típicos de su pais. 

"Mmm ¿Tu que opinas Harumi? ¿Cuál de los tres te gusta más?"

"¿Eh? ¿Yo voy a escoger?" – Harumi fue tomada por sorpresa.

"Claro, en algún momento tú lo manejarás también. Recuerda que lo mío también será tuyo" – Yuuma le dio una sonrisa ligera – "Ahora, sino te gustan este modelo, en el futuro te compraré un modelo que te guste"

"¡¿Ah?! ¡N-No! ¡No será necesario!" – Harumi comenzó a negar con nerviosismo y una sonrisa un poco incomoda – "E-Ese auto de ahí está bien, me gusta su color"

¡Si bien ella era un poco desvergonzada, no estaba preparada para algo como esto!

Cuando llegaron a este lugar Harumi solo pensaba en acompañar a Yuuma y no decir nada, pues no tenía ni idea sobre autos de lujo. 

Por lo que se puso nerviosa no solo por tener que escoger uno de ellos, sino que le ofrecieron comprarle uno que a ella le gustara.

"Bien, me llevaré el LX 600 F Sport" – Yuuma sonrió, se dio media vuelta, sacó una tarjeta y se la entregó a la vendedora – "Estoy a punto de ir a cerrar un negocio importante, así que necesito el auto para ahora, no me importa sí eso tiene un costo. Si lo logras, te daré una buena comisión ¿crees que puedas hacerme ese favor?"

Los ojos de la vendedora se abrieron ligeramente por las palabras de Yuuma, haciendo que una mirada determinada se acentuara al escuchar la palabra 'comisión'

Normalmente se demoran de 1 a 2 días conseguir que un auto de estos salga del almacén y llegue a la concesionaria, así como para tramitar las placas, la tarjeta de propiedad y el seguro contra accidente. 

Incluso cuando el auto está en la misma tienda, pasan varias horas para agilizar el trámite.

Para que alguien esté dispuesto a pagar sin preocuparse por cuanto gastará, este sujeto debe ser alguien de gran peso en la sociedad, por lo que era imperioso hacerle un favor. Quién sabe si en el futuro ese gesto le ayudaría.

"No se preocupe distinguido caballero, lo hará posible"

.......

 

"Wow… en verdad, este tipo de auto es…. en verdad, gastar casi doscientos cincuenta mil dólares… es una locura completa"

Estando en el asiento del copiloto, Harumi estaba hablando y mirando con mucha curiosidad todo el auto.

"Jajaja, el dinero se hizo para gastarse" – Yuuma respondió con una sonrisa mientras conducía – "Además, esa cantidad no es nada en comparación a lo que gastaremos dentro de unos minutos"

"Eso también me preocupa, que hables tan a la ligera sobre cantidades de dinero tan exageradas" – Harumi hizo un puchero.

Ella estaba tan sorprendida no solo por la forma en como la mujer de la concesionara agilizó todos los papeles para que el auto esté listo para usarse en dos hora, sino que Yuuma había gastado una cantidad tan grande que ella jamás habría pensado tener en su vida.

¡Una cosa es que él le regalara un vestido de una marca reconocida internacionalmente, la cual valía cinco mil dólares, y otra era gastar en un solo momento medio millón de dólares!

Si, sabía que su hombre tenía mucho dinero, pero no dimensionaba esas cifras en la vida real, por lo que hablar de cientos de miles de dólares era algo que hacía temblar amargamente su corazón y su sueldo de maestra de preparatoria.

Y lo que estaba a punto de ocurrir era algo que haría temblar aún más su corazón.

Al instante siguiente llegaron al lado oeste del famoso parque Yoyogi, un parque que pertenecía al exclusivo barrio del mismo nombre, ubicado en el distrito de Shibuya.

"Wow… ¿Este edificio es una sola casa?" – Harumi preguntó sorprendida – "¡Es enorme!"

"Bueno, las cosas enormes siempre dan esa impresión, tú sabes bien eso" – Yuuma sonrió pícaramente y le guiñó el ojo.

Harumi se sonrojó al entender estas palabras.

"Pero siendo sinceros, si, es una casa grande, ideal para una familia muy numerosa. El terreno tiene casi ochocientos metros cuadrados, y el área construida es de setecientos metros cuadrados" – Yuuma habló despreocupadamente.

La boca de Harumi se quedó entreabierta por un momento.

¡Este lugar tenía más área que el propio edificio en donde se encontraba su pequeño departamento!

"¡Oh, bienvenido! ¿Eres Miyamoto Yuuma verdad? Soy Kotomatsu Futana, la agente de bienes raíces con la que conversó anteayer"

De repente, una mujer con traje de oficinista apareció por la entrada principal y saludó amenamente a la pareja.

"Hola Futana-san, un gusto en conocerte" – Yuuma sonrió – "Ella esa Harumi, mi novia, vino para ver cuál sería nuestra futura casa"

"Oh, oh, veo que eres un hombre muy directo Yuuma-san, eso me gusta" – la vendedora sonrió ante el trato directo que Yuuma hizo de su nombre – "UN gusto en conocerte Harumi-san. Vamos, veamos la casa" 

Al igual que lo ocurrido en la concesionaria Lexus, aquí la agente de bienes raíces también sabía que tipo de gente podría venir a ver una casa como esta, por lo que le era muy fácil de tratar con personas que son muy excéntricas.

Para cualquier otro japones, el llamar a alguien que recién conoces por su nombre es algo poco respetuoso. No obstante, para la gente que está en lo alto de la sociedad, estas cosas no tienen nada que ver.

Ella lo sabía, por lo que no dijo nada y solo le siguió el juego. 

¡El ver el auto en el que llegó la pareja y la ropa que vestían era un buen indicador que muy posiblemente vendería esta casa hoy!

Una vez que pasaron el muro perimétrico entraron al verde jardín que rodeaba toda la fachada.

"Este lugar, construido en 2010 y remodelado completamente hace un año, no solo se encuentra en una exclusiva zona residencial, sino que está pensada para que toda una familia tenga acceso a toda la ciudad de manera rápida. Por ejemplo, caminando tan solo 7 minutos se puede llegar a la estación Sagubashi, y caminando 11 minutos se puede llegar a la estación Yoyogikoen…"

La mujer comenzó a hablar de la buena ubicación de la casa, su proceso de construcción, sus puntos de acceso y todas esas cosas que sirven para engatusar a los clientes.

A Yuuma no le interesaba mucho todo ello, pero al parecer a Harumi si, por lo que tuvo que quedarse a su lado mientras ella escuchaba lo que la agente de bienes raíces decía. 

"Ahora vayamos al interior"

Luego de un tiempo, la mujer los hizo ingresar, la atención de la pareja se centró inmediatamente en los techos altos y las ventanas de gran tamaño.

"Construida en concreto y acero reforzado, esta impresionante casa tiene tres pisos sobre el suelo y un espacioso sótano. Cuenta con diez habitaciones, dos en el primer piso, cuatro en el segundo y cuatro en el tercero. Cuenta con siete baños, una piscina en el jardín posterior, un garaje para 3 autos, dos cocinas, una terraza y…"

La agente de bienes raíces comenzó a hablar de todo lo que la casa tenía en su interior, como el tipo de piso enchapado, el mármol que adornaba la cocina, el tipo de madera con la cual estaban construidos los muebles empotrados en las paredes y todas esas cosas.

Nuevamente, Harumi fue la más impactada, pues sus ojos brillaban con todas las cosas que veía, lo que hizo sonreír de satisfacción a Yuuma.

Desde que vio la casa y el diseño en las páginas de diferentes inmobiliarias estaba dispuesto a comprarla, sin importarle el costo. Él quería darles a sus mujeres un lugar digno en el cual puedan vivir, por lo que no escatimaría en gastos para lograrlo.

Durante casi una hora, los tres recorrieron toda la casa, de arriba abajo, son dejar ni un solo rincón que explorar.

"Muy bien Yuuma-san ¿Qué te parece la casa?"

Finalmente, cuando habían terminado de ver toda la casa y habían regresado al jardín principal, la agente de bienes raíces hizo la pregunta que marcaría el inicio o el fin de las negociaciones.

Yuuma no dijo nada y solo miró a Harumi – "¿Qué te parece?"

Ella estuvo un poco nerviosa como cuando él hizo lo mismo en la concesionaria Lexus, pero a diferencia de ese lugar, ahora tenía un pequeño brillo en los ojos.

"Ejem… Bueno, me gusta esta casa" – Harumi respondió tratando de aclararse la garganta.

No podría negar que sentía una gran emoción al imaginarse vivir en un lugar como este, el cual solo había visto en revistas o películas. Ella nunca se imaginó que algún día tendría esta oportunidad, por lo que se sintió bendecida de haber conocido a un hombre como nuestro protagonista.

Yuuma, quien vio la creciente emoción en el rostro de su mujer solo sonrió y le tomó la mano.

"Estas de suerte Futana-san, hoy venderás esta casa" – Yuuma habló tranquilamente, haciendo que la mencionada mujer casi diera un grito de emoción.

Y no era para menos, pues ella estaba trabajando por comisión, siendo la ganancia de ellos el 0,5% del precio para su empresa inmobiliaria y 0,5% para ella.

¡La maldita casa costaba 23 millones de dólares americanos!

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Como dato adicional, la casa mencionada si existe, y tiene ese costo ( ͡~ ͜ʖ ͡°), la pueden ver en este enlance:

https://www.jamesedition.com/es/real_estate/shibuya-japan/yoyogi-5-cho-me-residence-13604372

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