Katsúo abre los ojos, aun de noche se lamenta haber dormido tan temprano, son tipo las 4 de la mañana, por lo que el sol todavía no ha salido y lo único que ilumina el bosque es la luz de la luna.
Katsúo tiene buenos hábitos nocturnos, por lo que no se siente cansado ni somnoliento, la única incomodidad que tiene es la de haber dormido en el árbol, le duele distintas partes del cuerpo así que se levanta y se estira.
"¡Agh! Mi.… brazo," adolorido.
Luego de estirarse toma algo de comida y agua de uno de sus bolsos.
"Nada de esto... fue un sueño," se dice a sí mismo, triste. "¿Dónde estoy? Sera, mamá, papá," perdido en la luna suelta una pequeña lagrima.
Termina de comer y se queda sentado esperando el amanecer, sabe que salir al bosque de noche puede ser peligroso y puede llegar a perderse por la falta de luz.
Luego de una hora de espera empieza a escuchar algunos sonidos cerca del árbol, sonidos de arbustos moviéndose y pequeños gruñidos, está siendo asechado, al parecer el rastro que dejo cuando exploro el bosque ha atraído algo, y no solo es uno, múltiples sonidos de arbustos y ramas rompiéndose son cada vez más frecuentes.
"N-no, no, no... No puede ser," nervioso y asustado mientras toma su cobija y la dobla. "Tengo un mal presentimiento, no es normal escuchar eso a estas horas."
Es torpe con sus movimientos por lo nervioso y asustado que esta. Al poco tiempo es rodeado por esas cosas, pero antes de ser rodeado ya había acomodado sus cosas en sus bolsos y estaba preparado para huir si fuese necesario.
Atraídos por el olor que desprende Katsúo, una especie de lobo con cuernos de cabra y extensiones puntiagudas sale de los arbustos de la izquierda de Katsúo, con su nariz rastrea a Katsúo en el árbol, Katsúo se asoma para verlo y es visto por el lobo el cual ruge.
"¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!," susurrando.
Katsúo se encuentra muy nervioso y asustado. Pronto demás lobos salen de los arbustos y miran a la sima del árbol, poco a poco se acercan para escalarlo.
"¡Mierda!, a ver, si no mal recuerdo de esta intersección hacia delante está pueblo... No, los lobos son más rápidos ¡Me alcanzarán! ¿¡Que hago!? ¿¡Que hago!? ¡Tarde o temprano van a subir el árbol!"
Asomándose para ver a los lobos grita.
"¡¡NO SE ACERQUEN, QUEDENSE ABAJO!!"
A regañadientes, piensa que es inútil y en una milésima de segundo su cuerpo reacciona saltando, con una cara desesperada y asustada atraviesa la cabeza de un lobo y cae soltando su lanza, por el impulso rueda un poco pero rápidamente se levanta y trata de sacar la lanza de la cabeza del lobo, sin embargo, queda paralizado y aterrorizado por lo grotesco de la escena, comienza a temblar y varios sentimientos lo invaden.
Un lobo salta hacia Katsúo, abriendo su boca, pero Katsúo se da cuenta y lo esquiva a duras penas, sacando la lanza del lobo y cayendo al piso por el impulso.
Temblando y con mucha adrenalina se levanta nuevamente para salir corriendo hacia el pueblo.
Con lágrimas en la cara, dolor en las piernas y un poco de arrepentimiento por haber matado a es lobo se tropieza y regresa la mirada para vislumbrar otros 5 lobos persiguiéndolo mientras se para.
"¡Mierda! Estos bolsos me están haciendo peso extra."
Tomando el bolso de la comida lo lanza hacia los lobos, estos se detienen durante un momento para olfatear, pero retoman rápidamente la persecución porque en la comida no había nada que les interesara, ellos tienen hambre. Mirando esta escena Katsúo piensa.
"¡Tal vez pueda ganar tiempo!"
Tomando el bolso de la ropa, saca la cobija y la lanza en dirección opuesta a donde al pueblo, los lobos caen y van por la cobija, Katsúo aprovecha para correr lo más lejos posible pero luego de unos minutos los lobos ya estaban alcanzándolo, repite lo que hizo con su pijama y más ropa, ganando más tiempo, sin embargo, para cuando lo alcanzaron nuevamente no pudo replicar la estrategia con más ropa así que decide tirar el otro bolso.
"¡Ghu!¡Malditos!"
Mirando hacia el frente se topa con la cortina de flores naranjas y fugazmente una idea pasa por su cabeza.
El pasa la cortina y se queda esperando con su lanza detrás de esta, cuando el primer lobo pasa la cortina él lo atraviesa con su lanza en un ojo, matándolo al instante, los otros 2 lobos pasan de largo y por distraerse al ver a Katsúo se tropiezan con una raíz sobresaliente, rodando y terminando lejos de Katsúo.
Al mismo tiempo que Katsúo mata al segundo lobo, temblando y asustado por lo que acaba de hacer otro lobo cruza la cortina chocándose con el cuerpo del lobo muerto, rápidamente el lobo reacciona y salta a por el cuello de Katsúo, él rápidamente toma el largo de su lanza y lo coloca en la boca para que el lobo no lo mordiese, pero este logra tirarlo al suelo.
Katsúo con todas sus fuerzas trata de quitarlo de encima mientras que el lobo muerde repetidas veces el palo de la lanza mientras que rasguña con sus garras el pecho de Katsúo.
"¡AAAAH!," grita del dolor.
Otra idea pasa por su cabeza y con una rodilla golpea los testículos del animal, el lobo suelta el palo y con gemidos de dolor sale huyendo del lugar.
Katsúo se levanta rápidamente y una idea más pasa por su mente, toma su lanza y la levanta con ambas manos haciéndose más grande, por la adrenalina no siente mucho dolor, pero está sangrando.
"¡AAAH!¡AAAH!," grita para alejar a los 2 lobos que ya se estaban dirigiendo hacia el mientras se levantaba.
Logra mantener a los lobos lejos y trata de rodearlos por la izquierda, no obstante, había olvidado que originalmente eran 5 lobos que lo estaban persiguiendo. Al escuchar de repente un sonido gira su cabeza por la derecha para ver un lobo que iba a saltar a por él, sin correr la misma suerte, logra esquivarlo, pero recibiendo un rasguño profundo en su mejilla derecha mientras cae y el lobo pasa de largo.
"¡Ghu!"
Rápidamente se pará un poco y salta hacia enfrente evitando el salto de los 2 lobos anteriores, por suerte obtiene tiempo para pararse nuevamente y hacerse grande.
Mientras retrocede lentamente sin perder de vista a los 3 lobos otra idea pasa por su cabeza y luego de distanciarse de los lobos comienza a correr, estos luego de un tiempo retoman la persecución hasta estar cerca, pero Katsúo repite la acción.
Gracias a esta estrategia logra avanzar mucho.
Sonriendo. "¡Esa es la roca con musgo! ¡La aldea está cerca!... Solo una última vez."
Dándose la vuelta para repetir su estrategia, los lobos ya no se la creen y el más rápido de los 3 se abalanza sobre él, Katsúo trata de esquivarlo, pero su suerte ya se había acabado y el lobo logra alcanzar y morder su pierna izquierda. Katsúo cae al suelo y grita.
"¡¡AAAAAAAH!!"
El grito de dolor que suelta es tan fuerte que estremece a un hombre que logro escucharlo y que se encontraba en el pueblo.
Al ver esto patea al lobo con la otra pierna en la cara, logrando que este lo suelte, sin embargo, otro lobo lo muerde en la pierna derecha y el último se abalanza sobre él abriendo su boca, pero Katsúo sin tiempo para atravesarlo solo detiene su boca nuevamente con el palo de la lanza y en un instante lo sostiene con la mano izquierda y con la derecha revienta el ojo izquierdo del lobo, logrando que lo suelte.
A todo esto, el primer lobo que lo había atacado se dirigía hacia Katsúo logrando morderlo en el torso cuando este recién se había quitado de encima al lobo ahora tuerto, pero antes de que pudiera hacer una herida más profunda o arrancarle un pedazo de carne logra lastimarlo en el cuello, no de muerte, pero lo suficiente para que lo suelte y se aleje, por último, trata de atravesar al lobo de su pierna, pero este al ver la lanza lo suelta y retrocede.
Katsúo se para con su lanza, por entrar en un estado de salvajismo puro se abalanza sobre el lobo con la herida en el cuello, este atrapa la lanza con sus fauces, los otros lobos se abalanzan sobre él y el tuerto lo muerde en el antebrazo mientras que el otro lo muerde en la pierna izquierda, con una fuerza adrenalínica y con la potencia de un orangután estampa al lobo de su antebrazo contra el suelo dejándolo incapacitado momentáneamente.
Al hacer esto toma su lanza y la empuja junto con el lobo de la herida del cuello para tomar al que le estaba mordiendo en la pierna, aplastando sus ojos hasta hacerlos reventar para luego tomarlo y lanzarlo lejos
El lobo de la lanza la suelta y mientras Katsúo acababa de lanzar al otro lobo se abalanza sobre él, Katsúo lo detiene con su brazo el cual es mordido con mucha fuerza por el lobo, mientras cae, el lobo tuerto ya se había levantado y se abalanza sobre Katsúo mordiendo su cabeza y jalando su cabello.
Katsúo con su mano izquierda trata de aplastar un ojo del lobo encima suyo, sin embargo, este se da cuenta, suelta su brazo rápidamente para morder la mano de Katsúo, sin más opciones golpea con su rodilla los testículos del animal, este lo suelta y retrocede.
El lobo que lo jalaba del cabello trata de morder la cara de Katsúo, pero una milésima antes Katsúo toma con ambas manos cada extremo de las fauces, deteniéndolo pero con su mano derecha siendo atravesada por un diente del lobo, con la fuerza que su adrenalina le proporcionaba lanza al animal y antes de que pudiera levantarse, Katsúo salta como puede del suelo para sostenerlo y reventarle el ojo que le quedaba, sin poder ver el lobo trata de morder pero Katsúo aprovecha para golpearlo repetidas veces, luego de un momento deja al lobo inconsciente.
Katsúo se levanta y corre tras su lanza, pero el ultimo lobo que ya se había recuperado salta sobre él, a la vez que Katsúo salta a por el arma, con una de sus garras lastima a Katsúo en la espalda, Katsúo sin embargo logra alcanzar su lanza, el animal salta por última vez a por él, inmediatamente se da la vuelta, levanta su lanza contra el animal, y este es atravesado.
Katsúo es empapado por la sangre del animal, ensangrentado y herido se levanta y comienza a cojear hacia el pueblo. Cojea hasta que está cerca del pueblo.
Con voz débil. "A-a.… yu... da…, ayu... denme."
El sol se vislumbra en el horizonte, y entre los primeros rayos de luz que sobresalen de los árboles, algunas personas vislumbran a Katsúo, maltrecho y ensangrentado, acercándose a pasos frágiles, con una mezcla de temor y esperanza.
Entre ellos, una mujer destaca por su optimismo y corre hacia él seguida de otros curiosos.
Katsúo deja un rastro escarlata tras de sí y con la adrenalina desvaneciéndose, su cuerpo agotado se desploma en el suelo.
Con la mirada perdida en el amanecer, apenas logra articular unas palabras antes de desvanecerse.
Sonriendo débilmente. "Sera... mamá... papá.... Qué bonito amanecer."1