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Luz Menguante del Amanecer Parte 2

¿Acaso murió? ¿Se equivoco? Pues todavía no lo sabemos, la cortina de polvo no se disipa durante un rato, un rato pequeño, ¿15 segundos?, tal vez.

Luego de ese rato finalmente ¡lo vemos!, aun con miedo susurra.

"Sera... mamá... papá."

El esta tirado en el suelo, esta como si estuviera dormido boca abajo, sus brazos tapan su cara, cierra los ojos con fuerza y no esta sucio, uno creería que por lo menos algo sufriría, pero no, la ropa esta como estaba antes, su pelo esta limpio y se encuentra perfectamente sano, ¿Por qué? Quien sabe.

Pero hay algo extraño, el no esta sucio, pero una ligera capa de polvo se logra vislumbrar por todo su cuerpo, esta flotando y obviamente no lo esta tocando, aunque es algo de lo que él no se percata. 

Finalmente toma valor, abre los ojos y alza su cabeza, mira hacia los lados, temblando claramente, extiende sus brazos y los apoya en el suelo para levantarse, al hacerlo esa capa de polvo cae, aun sin que Katsúo se dé cuenta.

"Estoy... vivo." 

Mueve sus manos en frente de su cara para poder verlas y observa cómo están temblando, tiemblan mucho pero no tienen ni un solo rasguño, su corazón también late muy rápido y todo su cuerpo al igual que las manos está temblando.

Tal vez ese temblor no sea de miedo, y Katsúo quizá no lo sepa, pero ese temblor probablemente se trate de un temblor de felicidad, puesto que esta perplejo ¡Es un milagro! Tal vez su cuerpo se siente extasiado por sobrevivir a una caída de muerte segura sin un solo rasguño.

Lamentablemente Katsúo no tiene tiempo para celebrar porque rápidamente es asustado, recuerden que él no era el único que estaba cayendo, así es, las demás personas empiezan a caer junto a él, una por una, caen, mientras gritan claro.

Otra vez, es increíble, es una lluvia de personas técnicamente. Katsúo se exalta por esto así que se apresura a correr tratando de esquivar a las personas, pero rápidamente es aplastado por una.

Después de medio minuto de la lluvia de personas es que todas terminan de caer y entre todas lograron levantar una gran cortina de polvo, si, durante un minuto dentro de la cortina de humo hubo gritos, lloros, maldiciones y algunos dementes que habían perdido la cordura susurrando muchas cosas, claro que también algunas personas lograron tranquilizarse y trataron de comunicarse entre sí, el problema esta en que todos hablaban diferentes idiomas, nadie podía entenderse entre sí. 

Todos estaban conmocionados y nadie sabía que estaba pasando, naturalmente, entre todas estas personas se encontraba Katsúo, también conmocionado, seguía sin un rasguño luego de que varias personas le cayeran encima. 

Todas esas personas empezaron a levantarse, algunas se desatendían de Katsúo, simplemente se levantaban y miraban a sus alrededores con miedo, en cambio hubo una persona que, si se disculpó con Katsúo y lo ayudo a levantarse, algo sorprendente, pero que sin embargo Katsúo no logro comprender porque hablaba en un idioma desconocido para él. 

Luego de un momento la cortina de polvo se disipa por completo, dejando ver a las personas la planicie donde se encontraban y los arboles que se encontraban a la lejanía, todos estaban asustados, pero un pequeño grupo de tres personas por fin lograron comunicarse y no eran nada más ni nada menos que chinos, algo predecible pues al fin y al cabo el chino mandarín es el idioma más hablado del mundo.

Eran tres hombres, dos que parecían arriba de los treinta y el otro, más joven, arriba de los veinte, estas tres personas hablaban entre si sobre lo que creían que estaba pasando, algo que dejo sorprendidos a las personas que los rodeaban.

Katsúo miraba esta escena, considero unirse a la conversación de esos tres hombres después de todo había estudiado durante cuatro años el chino mandarín así que sabia hablarlo y entenderlo, sin embargo, no podía escribirlo puesto que incluso para él le resultaba complicado el complejo sistema de escritura chino. 

Considero unírseles, pero debido a su miedo de hablar con las personas, además del miedo que todavía sentía por la caída y como buen introvertido sin la capacidad de socializar, se echó para atrás y se le nota sombrío.

No eran el único grupo de personas, existían varias pero que no se trataban de personas que hablaran un mismo idioma, sino de personas que se juntaban al lado de algún famoso, si, había famosos entre este millar de gente, pero estos se sentían abrumados por la cantidad de gente que se reunía alrededor suyo, además de estar conmocionados también. 

Cuando se echa para atrás, ósea que da un paso hacia atrás, una luz aparece enfrente de cada una de las personas que se encontraban allí, esa luz sorprende a todos, pero poco a poco esa luz se va concentrando y formando una especie de roca, o tal vez un mineral, enfrente de cada uno, la cosa es que luego de un momento termina de formarse.

Es una roca blanca que desprende unos pequeños brillos de diferentes colores, la roca es muy bonita y deja atónitos a todos, todos la admiran por su belleza, pero algo les atrae de ella y poco a poco todas las personas, incluido Katsúo, mueven su mano para tocar la roca.

Todos tocan sus rocas y un gran brillo deslumbra a todos, la roca de cada uno se transforma en un arma, es una escena increíble, cada roca forma un arma única para cada persona como espadas, lanzas, ballestas, arcos, hachas de forma extraña, martillos gigantes, mandobles, e incluso armas más exóticas como guadañas, una especie de cadena con pinchos, y muchas cosas más, aunque para algunas personas no necesariamente es un arma, sino que un escudo, ¡unos audífonos!, unos espejos, entre otros.

El arma de Katsúo es una lanza completamente de metal que no pesa mucho, todos se quedan admirando su arma hasta que un grito los sorprende a todos.

Para algunas personas encontrase en una situación y extraña puede llevarlos al extremo de su cordura, y es así como se vuelven locos. 

Un hombre acaba de apuñalar a otra en un costado con una espada muy grotesca puesto que parece una sierra y que al jalar del cuerpo de la víctima desgarra su hígado y parte de su estómago causándole una herida de muerte, esta víctima, una mujer joven que parece africana se desploma en el suelo y se desangra mientras que antes de morir suelta algunas lágrimas y susurra algo.

La escena es cruda, la mujer muere desangrándose, queda con los ojos llorosos abiertos, ojos ahora sin vida.

Katsúo logra observar esta escena a una distancia prudente pero un escalofrió recorre su cuerpo, suda frio y comienza a temblar. La persona comienza a hablar, pero nadie lo comprende, lo que dice es.

"¡¡¡JAJAJAJA!!!, ¡Esto es un sueño...! ¡Un sueño! ¡Hare... Hare lo que quiera!," dice extasiado.

Mientras esa persona, un hombre con un tono de piel marrón dice eso, Katsúo rápidamente piensa.

"E-es peligroso quedarme aquí."

Antes de que ese hombre pueda correr tras más personas y que todas salgan despavoridas, Katsúo toma su lanza y es el primero en salir corriendo, dejando atrás el lugar, esquivando y empujando a toda la gente, con miedo, temblando, sudando, confundiendo a toda la gente es el primero en salir de toda la multitud, teniendo un buen sentido de la orientación se dirige al pueblo que había visto antes y ya sea por cualquier razón, algunas personas que lo vieron comienzan a seguirlo y más gente se les une al ver eso, pronto una gran cantidad de gente sigue el ímpetu deslumbrante de una estrella coruscus.