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Capítulo 14: ¡Segunda Guerra Santa contra Marte!

"¡El universo mismo me lo advirtió!" Anunció grandilocuentemente una dama elegante con una expresión divertida. Tenía ambas manos levantadas con pomposidad mientras su largo cabello celeste ondeaba con el viento.

"...vamos. Deberías de saber que no mentía." Murmura un joven de cabello negro y corto.

"¿Y entonces? ¿Qué tienes planeado?"

"¿Planes?" Zosen reflexionó. "Para ir a apoyar a los demás… ¿Cuándo aparezca Marte?"

"¡Hm!" Asiente Paradox. "¡Suerte!"

Sintiendo las palmadas que le da la bella mujer frente a él, Zosen no puede evitar sentir algunas dudas. "Sabes que estamos hablando de pelear contra alguien al nivel de un dios. ¿verdad? ¿No me convencerás de no involucrarme en esta lucha?"

"¿¡!?" La mirada de sorpresa que recibe de Paradox confunde aún más a Zosen. 

"¿Qué viste en el futuro?" Decide ir al punto correcto.

"Fufufufufu~~~. No demasiado. Además, si te lo dijera ahora, podría alterar el resultado final." Riendo con picardía, Paradox esquiva con habilidad todas las dudas de Zosen. 

"Ya veo…" El joven no insistió. 'Dado que ella no me lo quiere decir, significa que todo saldrá bien.'

"Eto~… Bueno, Marte no hará su movimiento hasta dentro de un par de horas… quisieras… quisieras estar conmigo hasta ese momento… ¿en mi casa?"

"..." Zosen pone una mirada neutra ante la petición de la encantadora dama. '¿No están las prioridades de esta mujer un poco desordenadas?... ¡Pero! ¡Yo, Zosen, debo conocer en dónde vive mi Paradox!'

Con ambos teniendo sus prioridades bastante desordenadas, una Guerra Santa está a punto de librarse en el Santuario de Athena.

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Ya es el anochecer, y nada parece estar fuera de lo normal. 

En un área sin identificar dentro de los dominios del Santuario, Athena mira hacia el cielo mientras murmura. "Las estrellas realmente están un poco extrañas hoy… tal vez, las reservas de Zosen…"

Sin completar este murmullo, Saori se prepara en su mente. 

Antes, cuando Zosen mencionó sus preocupaciones, Athena pudo decir que lo decía con sinceridad. Y tal como ella es, no ignoró esas palabras y les restó importancia. Ante la insistencia del joven candidato a heredar la voluntad dorada, Athena y los demás se comprometieron a estar en guardia al menos por esta noche.

Y en algún momento… sucedió.

El calmado entorno se atenuó con discreción. La tierra temblando con ligereza. 

"...Está pasando…" Preparándose para la batalla, Athena mira hacia el horizonte que lentamente se teñía de un carmesí intenso, como ondas dispersas en el aire. 

El ambiente se impregnó de un sentimiento opresivo. Las llamas de la guerra no tardarían en arder por todo el Santuario. 

En ese momento, la imagen difusa de una esfera gigantesca se gestaba poco a poco en los cielos con el mismo color carmesí del entorno. Alrededor de la esfera, un remolino de oscuridad se revela, creciendo en poder con rapidez. 

Desde el centro del remolino, un poderoso destello de oscuridad carmesí se dispara hacia la barrera del Santuario. Y esta se destruye con aparente facilidad.

"Athena… he venido por ti." De los restos de aquel destello de oscuridad, una masa amorfa mostraba dos siniestros ojos como la sangre. Y sin perder más tiempo, disparó un poderoso ataque dirigido hacia la diosa a quemarropa. 

En el canon de este mundo, este primer ataque habría rozado a Athena, conllevando a la primera desventaja para su bando. 

¡Esto se debe a que tal ataque estaba concentrado en el atributo de la oscuridad!

¡Una vez seas golpeado por el atributo de la oscuridad, usar tu cosmos al límite se vuelve una tarea imposible!

Al menos claro, que quieras morir.

Pero gracias a la advertencia de Zosen, esta vez los santos de Athena llegaron a tiempo.

"¡¡Cometa Pegaso!!"

"¡¡Athena!!"

Dos figuras aparecieron sin dudar frente a Athena. Son Seiya de Sagitario junto a Ikki de Fénix.

Mientras Seiya contrarresta el ataque dirigido hacia a Athena con su poderoso {Cometa Pegaso}, Ikki se coloca un poco detrás como respaldo. Después de todo, el caballero de fénix siente una presencia adicional.

"La fuerza que tienes es admirable, caballero dorado." Y en el mismo momento en que Seiya niega el ataque, se muestra al responsable detrás. "¡HAAHAHAAHA!" 

Pero, ¿es siquiera necesario mencionar de quién se trata?

"Te estaba esperando… ¡Seiya de Pegaso!" Anunció Marte. Un solo vistazo era suficiente para ver la enorme confianza que tenía. Incluso se atrevió a ignorar abiertamente a Ikki, otro santo legendario.

"Lo mismo digo" Menciona el antiguo santo de Pegaso, que ahora viste la armadura dorada de Sagitario. 

Con la capa de Marte ondeando rítmicamente con el viento, por un breve momento, hubo paz. 

"¡¡AHHA!!"

"¡¡AAHHH!!"

Y esta paz estuvo destinada a durar tan poco. 

Seiya arremete un puñetazo explosivo contra Marte, pero este último lo esquiva fácilmente. 

Al mismo tiempo que Marte esquiva, él lanza un contragolpe. Y de forma simultánea, Seiya esquiva para luego enviar una patada contra el dios de la guerra. 

"¡¡AHGAAA!!"

"¡¡HAAHH!!"

Después de un sin fin de movimientos, Marte atrapa uno de los golpes de Seiya con su mano. 

"¿Qué ocurre?" Marte se burla. "Tal vez te hayas convertido en un caballero dorado. Pero con ese Cosmos tan débil, jamás me podrás hacer frente."

Junto con estas palabras, Marte invoca un ataque con la mano que tiene libre. 

Frente a la lanza carmesí que se aproxima hacia él, Seiya la bloquea con su otra mano.

Sin embargo…

El poder detrás de este ataque es tan fuerte que, aunque logra retenerlo, el antebrazo de la armadura se destruye en cientos de pedazos.

Sin importarle demasiado este hecho, Seiya continúa. "¡Utilizaré todo mi poder para detenerte! ¡¡AAAGGHHH!!"

Tras una finta, Seiya logra conectar un golpe contra la cara de Marte. Y el poder destructivo es tal que… no le hace mucho daño a su adversario.

Marte aleja al caballero dorado mandándolo a volar.

"¡Vamos Seiya! ¡Demuéstrame el máximo poder de tu Cosmos!" Las auras que se desprenden de Marte obligan a Seiya e Ikki a contrarrestarlas con las suyas…apenas.

'¿Eh? Nani… ¿Qué rayos pasa aquí?' Se pregunta una figura oculta en las sombras. 'Ya sabía que esto iba a pasar…pero, ¿sólo qué rayos está pasando?'

'¿Es esto el resultado del poder de la trama? ¿O es culpa de la voluntad del mundo?... ¿sate?... Sintiendo bien el Cosmos de Marte… tal parece que ha llegado al nivel de una deidad media…' 

"¡¡¡Estrella Roja de Gugnir!!!"

"¡¡Meteoros de Pegaso!!"

"¡¡Seiya!!" "¡¡Seiya!!"

"*¡¡Explosión!!*"

De alguna manera; aún siendo ayudado por los Cosmos de Athena e Ikki, Seiya solo pudo llegar a una ligera ventaja contra Marte. Totalmente diferente de la batalla pasada hace un año en la que él solo pudo hacerle frente a Marte.

"Maravilloso… ¡Realmente sorprendente! ¡Seiya de Pegaso! ¡AAAHAHAHAAAHAA!"

"Es más fuerte que hace un año… por alguna razón, su Cosmos parece tener un efecto supresor contra mi poder…"

Antes de que Ikki o Athena pudieran agregar algo, alguien más se les adelantó. 

"Eso es porque Marte ha sido capaz de dominar el Cosmos de la oscuridad y aplicarlo junto a su Cosmos divino para crear una supresión natural contra sus oponentes… Sin embargo, esta es una acción bastante imprudente."

"¡¡¿Zosen?!!"

"¡¡Zosen!!"

Sorprendidos por su repentina intromisión, incluso Marte fija su mirada en el joven recién llegado. '¿Él no es…? …¡Sí! ¡Es aquel humano que absorbió la mayoría de los poderes de la oscuridad en ese entonces!'

"¡¡Zosen!! ¿¡¡Has venido incluso sin portar una armadura!!?¡¡Rápidamente vete de aquí!! ¡¡Este lugar ahora es demasiado peligroso!!"

Así es. 

Después de que Athena y los demás expresaran sus preocupaciones, Zosen todavía devolvió la armadura dorada de Géminis sin ninguna muestra de renuencia. 

Desde la perspectiva de todos los presentes, ahora no tiene una medida de seguridad externa para su cuerpo.

"Oye, tú. Él humano que acaba de llegar." Dijo la profunda voz de Marte. "Fuiste tú quién devoró esa enorme cantidad de energía oscura… te recuerdo. ¡HAHAAHAAHA! ¡Los cielos me deben estar ayudando! ¡Hace poco estaba pensando en cómo incrementar mis poderes oscuros! ¡Y sólo tenías que aparecer en el momento adecuado!"

 

"¿Incrementar, dices?" Menciona Zosen con indiferencia. "Lo siento, no tengo la intención de ceder los poderes que asimilé con tanto esfuerzo."