Capítulo 89: Tres Lluvias

El Patriarca Confianza se sentó en su zona de meditación sellada, las llamas de su furia subieron al cielo. Maldijo continuamente en ira y dolor. Con respecto a Meng Hao, el Patriarca tenía un sentimiento algo confuso. Después de todo, él era el único heredero de la Secta Confianza...

—Ese pequeño bastardo es demasiado despiadado. ¡Soy su patriarca! Primero roba la mitad de mis tesoros y luego se lleva mi Jade de Sellado del Demonio. ¡Después de eso, me roba mi energía espiritual, y luego descaradamente roba una de mis lámparas demoníacas!

Estaba casi sin aliento por las maldiciones. Cuando pensó en la antigua lámpara demoníaca, de repente pareció preocupado.

—Está bien, así que no disipé el veneno, eso es cierto, ¡pero eso no significa que pueda actuar así! Una persona recta debe ser razonable. Cuando robé tesoros de personas, discutí las cosas con ellos razonablemente primero. Realmente alcanzó el decimotercer nivel de Condensación de Qi. Hace todos esos años esos bastardos dijeron que el Jade de Sellado del Demonio no podía ser usado por alguien que no había alcanzado el decimotercer nivel de Condensación de Qi. Originalmente pensé que solo estaban tratando de hacer que sonara misterioso, y estaba realmente feliz. Obviamente, esos viejos bastardos me engañaron. Si el Jade de Sellado del Demonio no se pudiera usar, incluso si mi plan funcionara, no podría romper el sello. Pero ¡guau! ¡En realidad llegó al decimotercer nivel! ¡Y el pequeño bastardo utilizó el Jade! Puedo sentir que ¡el sello se está debilitando!

Me podría estar perdiendo una de las lámparas demoníacas, lo que reduce las posibilidades de abrir el sello demoníaco, pero aún así, ha sido inestable durante años. Y ahora, muestra aún más signos de debilidad. Joder, ¿cómo es que los Cultivadores de la Secta del Sellado del Demonio siempre me engañan? Esos bastardos eran así hace años, y ahora el pequeño bastardo es igual.

El Patriarca Confianza apretó los dientes, pero al pensar en todo esto, recordó que Meng Hao le había devuelto sus palabras. Luego pensó en su terquedad al alcanzar el decimotercer nivel de Condensación de Qi, y no pudo evitar suspirar.

—Este chico realmente hace cosas en línea con mi estilo. No quería ponerme en una mala posición esa vez; me engañaste, te engañé. Los viejos bastardos de la Secta del Sellado del Demonio no dijeron la verdad. Pensaron que si huían, no podría alcanzarlos. Bueno, tal vez eso era cierto, pero al menos podría cambiar el nombre de la Secta del Sellado del Demonio a Secta Confianza. No podría engañarlos, pero podría engañar a sus descendientes. Maldita sea, si hubiera sabido que Meng Hao alcanzaría el decimotercer nivel de Condensación de Qi y luego obtenndría el talento latente requerido para usar el Jade de Sellado del Demonio, habría disipado su veneno y lo habría enviado en su camino lo más rápido posible. Entonces nunca habría tenido la oportunidad de alcanzar el nivel decimotercero. Pero si eso hubiese sucedido, entonces probablemente nunca tendría la oportunidad de abrir el sello, ¿verdad?

El Patriarca Confianza estaba algo perdido. Aunque estaba molesto, solo podía suspirar y sentirse viejo. Tenía una personalidad muy excéntrica y no era fácil llevarse bien con él. Meng Hao no sabía eso, por supuesto. De hecho, antes de que la Secta hubiera sido disuelta, nadie más lo había sabido. Solo las personas que eran de la misma generación que Patriarca Confianza podían saber de tales asuntos. Para ellos, la mera mención del Patriarca Confianza despertaba sentimientos de odio.

Pero no puedes usar métodos normales para analizar personas con personalidades excéntricas. Por ejemplo, a pesar de que Meng Hao le robó sus tesoros, le robó su energía espiritual, le quitó una de sus lámparas demoníacas y lo enojó hasta el punto de volverlo loco, realmente sentía admiración por él. Este tipo de cosas no es algo que la gente común pueda entender.

En realidad, si Meng Hao se hubiera marchado silenciosamente, entonces el Patriarca Confianza se habría olvidado de él por completo dentro de un par de años. Pero al actuar como lo hizo dejó una profunda impresión en Patriarca Confianza. Nunca podría olvidar los sentimientos complicados y desgarrados que estaba experimentando.

Fuera de la Secta Confianza, en el estado de Zhao, era un día cálido y soleado. Sin embargo, nubes de tormenta se estaban gestando en el horizonte. El rostro de Meng Hao estaba tranquilo mientras se sentaba con las piernas cruzadas sobre su atesorado abanico. Él se elevó hacia adelante a gran velocidad.

Bajó su base de Cultivo al noveno nivel de Condensación de Qi. No revelaría el gran círculo de Condensación de Qi a menos que lo necesitara. Aunque sus logros eran significativos, los venenos en su cuerpo no se habían disipado. Era como una espina atrapada en su garganta. Se sentó en silenciosa contemplación, tratando de descifrar cómo deshacerse del veneno.

—De los cuatro venenos, pude deshacerme de uno. Exceptuando el veneno de la píldora venenosa de tres colores, los otros serán fáciles de disipar. Necesito encontrar la forma más rápida de encontrar las píldoras que disipen el veneno.

En cuanto a todo lo que había pasado con el Patriarca Confianza, el odio y la ira de Meng Hao ya habían disminuido. Se deslizó a lo largo, y en poco tiempo truenos y relámpagos llenaron el cielo; grandes gotas de lluvia del tamaño de los frijoles cayeron. La tierra estaba cubierta de hojas de lluvia, haciendo que todo pareciera confuso y brumoso.

Estaba lloviendo ahora, pero la temperatura general era tan caliente como siempre. El calor era tan sofocante que dificultaba la respiración. Solo bajo la lluvia podría sentirse un poco de frescor.

En medio de la fuerte lluvia, Meng Hao dejó de deslizarse y se detuvo en la cima de una montaña. Mirando hacia la distancia, empujó la lluvia para que no cayera sobre él. Era como si estuviera parado en su propia tierra, separado del resto del mundo turbio.

Miró a la tierra que lo rodeaba y pensó en todas sus experiencias en los últimos años. Había completado el gran círculo de Condensación de Qi, que parecía algo de un sueño. Después de pensar en todo por un largo tiempo, suspiró.

—Me pregunto... me pregunto cómo le está yendo ahora la Hermana Mayor Xu —dijo en voz baja mientras su rostro aparecía en su mente.

Miró en la dirección que él suponía que era el centro del Dominio del Sur. Levantó su mano derecha y apareció un trozo de jade. Estaba tallado con montañas y ríos, y cubierto de grietas. Parecía que podría derrumbarse en cualquier momento.

Esto era lo que el Patriarca Confianza había llamado un amuleto de buena suerte, que había encontrado en el fondo de la montaña de piedras espirituales. Lo miró de cerca, luego le envió un poco de su energía espiritual. No hubo reacción.

Murmurando para sí mismo, devolvió el amuleto de la buena suerte y luego sacó la bandera negra del tamaño de una palma. Parecía haber una chispa de energía moviéndose dentro de ella. Murmurando para sí mismo otra vez, abrió la boca y expulsó algo de Qi de su base de Cultivo, enviándolo a la bandera.

—Este artículo no está sellado por el Patriarca Confianza, así que puedo usarlo. Tendré que refinarlo un poco antes de que pueda usar toda su potencia, sin embargo…

Lo infundió con un poco más de Qi antes de volver a guardarlo. A continuación, sacó con cuidado la lámpara de aceite en llamas, dentro de la cual había una pequeña figura sentada con las piernas cruzadas. Cuando Meng Hao sacó el Alma Naciente ardiente, las corrientes de energía espiritual nuevamente se dispersaron fuera.

Las llamas aparecieron frente a sus ojos, pero no sintió ningún calor. Sin embargo, sabía que era poderoso. Después de todo, la llama era la fuerza de la vida y el Alma Naciente era el combustible.

—Este artículo será extremadamente útil. ¡Puedo usarlo como un tesoro salva vidas!

Impaciente hasta el extremo, Meng Hao lo metió de nuevo en la Bolsa del Cosmos. Por último, sacó la pieza de jade antigua. Llevaba una sensación de profunda antigüedad, como si hubiera existido durante incontables eras.

Meng Hao lo miró, el corazón latía con fuerza. Él le envió un poco de energía espiritual, sobre la cual tres caracteres aparecieron en su cabeza. "Secta de Sellado del Demonio..."

Aparecieron algunas frases, que no pudo ver claramente. Solo los primeros tres caracteres fueron legibles.

Vertió una mayor cantidad de energía espiritual en él, con lo cual un rugido de sonido llenó su cabeza. Involuntariamente dio unos pasos hacia atrás e inmediatamente dejó de forzar la energía espiritual. Podía decir que alguien que no había completado el gran círculo de Condensación de Qi solo podría ver los tres caracteres y un poco más allá. A partir de ahora, solo podía leer la primera línea.

—Dao antiguo; Tenaz deseo de sellar los cielos; Beneficio para todos en las montañas. La tribulación de Dao debe venir a las nueve montañas y mares. Mi destino es el Eón.

El cuerpo de Meng Hao tembló y de repente su visión se aclaró. La lluvia caía sobre él, empapándolo. Una extraña luz llenó sus ojos. Volvió a mirar en silencio el trozo de jade. En su cabeza, aparecieron imágenes de la técnica demoníaca utilizada por Patriarca Confianza, y la magia demoníaca que Shangguan Xiu había usado para controlar el aura del Monte Daqing.

Después de contemplar por un largo tiempo, él todavía no entendía. Se sentó con las piernas cruzadas, nuevamente vertiendo algo de energía espiritual en el trozo de jade. Una vez más, contempló las palabras 'profundo significado'.

Pasó suficiente tiempo como para quemar un palo de incienso. La lluvia había llegado rápidamente, y pasó aún más rápida. Meng Hao de repente abrió los ojos. Incluso de niño, había sido muy inteligente. A pesar de que no había tenido éxito en su vida como escolar, una vez que ingresó en la Secta Confianza, había sido muy rápido para comprender las técnicas mágicas. No necesitó pasar mucho tiempo practicando. De hecho, esta era la primera vez que tenía problemas para utilizar un nemotécnico. Era como si el nemotécnico fuera algo que requiriera la iluminación para comprenderlo. Sin iluminación, solo podría observarse desde afuera, nunca entrar.

—Las palabras parecen extremadamente complicadas, su verdadero significado es oscuro. Es como intentar mirar flores en medio de la niebla, o la luna ondeando agua de mar.

Reflexionó silenciosamente por un momento, hasta que una brillante mirada apareció en sus ojos. Levantó la cabeza y miró hacia el cielo, parecía un poco vacilante. Más tiempo pasó. Finalmente, la determinación se elevó en sus ojos. Se levantó de un salto, y una espada voladora apareció bajo sus pies mientras se lanzaba a la distancia.

—Si puedo llegar al Establecimiento de Fundación, entonces podré volar por períodos largos. Eso será mucho mejor que esto.

El viento golpeó su rostro mientras se lanzaba hacia adelante. Después de un tiempo, el ímpetu de la espada voladora comenzó a desvanecerse. Meng Hao cayó al suelo y siguió corriendo.

El tiempo pasó lentamente. La primera vez que había dejado estas montañas, había estado en el sexto nivel de Condensación de Qi, y le había llevado dos días. Ahora, él era del gran círculo de Condensación de Qi, y solo le llevó alrededor de una hora. Pronto, había salido de las montañas y había llegado al Mar del Norte.

Se paró una vez más en la orilla, mirando hacia el lago. Respiró hondo, y luego, con la cara llena de sinceridad, juntó sus manos y se inclinó profundamente dos veces. La primera reverencia fue por la amabilidad del Mar del Norte al demostrar el Dao y ayudarlo a romper su cuello de botella.

La segunda reverencia fue por cuando el Mar del Norte lo había ayudado durante su batalla con Ding Xin, cuando le había salvado la vida y lo había hecho renacer.

—Ya hice mi promesa dos veces, así que no lo volveré a decir. Está impresa en mi corazón.

Levantó la cabeza, mirando hacia el centro del lago. Después de un tiempo, cerró los ojos y se sentó con las piernas cruzadas para meditar. En su mente, apareció el mnemónico del desliz de jade.

—Antiguo Dao. Tenaz deseo de sellar los cielos. Beneficio para todos en las montañas. La tribulación de Dao debe venir a las nueve montañas y mares. Mi destino es el Eón.

Pasó un largo tiempo y las palabras continuaron repercutiendo en su mente. Y, sin embargo, todavía no entendía lo que querían decir. Pasó más tiempo ya que Meng Hao continuó tratando de descifrar el significado de las palabras. De repente, una risa abundante resonó desde el otro lado del lago.

—Joven señor, ¿quieres cruzar el mar?"

Meng Hao levantó la cabeza y vio un barco que se acercaba. En el bote había un anciano que vestía una gabardina tejida. Dentro había una niña, de ocho o nueve años, con ojos grandes. Cuando miró a Meng Hao, una inocente sonrisa apareció en su rostro.

Meng Hao se rio, juntando manos e inclinándose ante el anciano y la niña. Luego saltó sobre una espada voladora y se lanzó hacia ellos. Él se dejó caer en el bote.

Al igual que antes, había una botella de alcohol calentada. La joven lo sacó y sirvió una taza para Meng Hao, pero no se la dio. Ella puso su barbilla en sus manos y lo miró.

—¿Por qué regresaste, Hermano mayor? —dijo, su voz pura y clara—. ¿Has venido a ver a Tres Lluvias?"

Meng Hao la miró inexpresivamente.

—Tres Lluvias es mi nombre. Pero no se lo puedes decir a nadie, ¿está bien, hermano mayor?

Ella se rio, encantadora, y le guiñó un ojo a Meng Hao. Este sonrió y ahuecó sus manos en una reverencia, luego aceptó la taza de alcohol. El viejo rio mientras el barco continuaba hacia el centro del lago. Miró a Meng Hao.

—No nos hemos visto por muchos días. Joven señor, su comportamiento es mucho más refinado que en el pasado. ¿Te diriges a la otra orilla esta vez?

—Yo de la generación joven no estoy aquí para cruzar el lago —dijo Meng Hao a la ligera, tomando un sorbo de alcohol—. Estoy aquí para aclarar algo de confusión.