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Capitulo 30: El asalto al reino de los dioses parte 3

Ambos bandos están conmovidos, pues tanto los Titanes como los dioses han perdido a sus integrantes. Por su parte Neyel llega nuevamente al campo de batalla con una furia indescriptible, ella emplea su arco de luz y a punta a lo más alto del campo, con una mirada de determinación la chica arroja su flecha dorada a lo más alto , la veloz flecha recorre  el espacio y  alcanza la cima del campo de batalla, para luego explotar de manera estruendosa.

La explosión hace retumbar todo el reino de los dioses y conmueve a todos los presentes. De la gran explosión surge un gran red de luz que atrapa a todos los dioses que están dispersos por el campo, por su parte muchos de ellos son capaces de resistir el ataque, pero Nix hace uso de su poder para fortalecer la gran red. Aún con su poder los dioses se resisten pero entonces Jalber mezcla su energía con la red y esta se esparce por toda la misma, haciendo que los dioses queden paralizados, pero al ser tanto de ellos no logran mantenerlos quietos por mucho tiempo, es cuando Maydeth le ordena a los Sesoidatam que con su poder físico ayuden a sujetar a los dioses, Aken Delfos y Hermes también ponen de su parte, sin embargó todos y cada uno de los dioses comienza a usar el máximo de su poder haciendo que sea más difícil sujetarlos.

Feral también pone de su parte y toma la red y la cubre con su poder. Todos hacen un esfuerzo sobrenatural para dominar a los dioses, todo el reino tiembla a la vez que esté se comienza a quebrarse en forma de telaraña.

Feral con voz de determinación:

—¡Yo estoy aquí para derrotar al inquisidor y salvar a mi amada! ¡Yo no quiero destruirlos, pero si siguen peleando lo voy hacer sin ningún remordimiento!

Jalber:

—Hablas por ti mismo, nosotros si queremos destruirlos.

Nix:

—Ellos pagarán por lo que le hicieron a mi raza…

Maydeth:

—Un dios destruyó mi universo yo quiero que todos paguen por eso…

Habló Eufrates:

—Es por eso que yo lucho, tu quieres vencer al inquisidor, yo no sé si puedas, pero si quiero preguntar ¿Qué pasará con nosotros una vez que lo hagas?

Uno de los dioses hablo  el cuál es semejante a un gran dragón chino de color blanco brillante, es este Gihon dios del infinito:

—Es verdad que nosotros no queremos que el Inquisidor nos gobierne, pero si ustedes quieren vencerlo y tomar venganza por lo que hemos hecho, entonces que caso tiene que no luchemos.

Megadestrepanon por su parte se llenó de ira y con mucho esfuerzo logra zafarse de la red y a toda velocidad ataca a Feral gritando:

—¡Bastardooooo!

Feral en un rápido movimiento baña su mandoble con energía destructiva y de un solo tajo corta a Megadestrepanon en dos, causando que el cuerpo de esté se destruya y que su esencia divina se incorporé a Feral. La gran multitud de dioses se perturban, mientras Feral grita:

—¡Yo voy a traer un nuevo orden a la creación! ¡Los que quieran permanecer en el los dejaré vivir, pero los que no, verán el nuevo mundo que crearemos a través de mis ojos!

El díos del caos Estigia se siente humillado por las palabras de Feral y con todas sus fuerzas rompe la red que los oprime, el gran estallido hace estremecer a los presentes, mientras que Estigia grita:

—¡No volveré a arrodillarme ante un mortal! ¡¡Acaben con ellos!!

Pero Eufrates junto a otros dioses no lo siguen en su arremetida, a lo que Estigia pregunta:

—¿Pero que les pasa?

Eufrates:

—Hibrido, dices que quieres crear un nuevo mundo, dime qué es lo que pretendes.

En eso el dios de la entropia Hidekel pregunto:

—¿Qué te pasa Eufrates? ¡Vamos por ellos!

Eufrates:

—¡Lo sé solo quiero saber que tiene que decirme! Escoge tus palabras bien híbrido, puede que está sea tu última oportunidad.

Feral:

—Debo de reconocer que durante toda mi vida ignore muchas cosas, aún cuando Retza llegó a mi vida hasta hace poco solo me interesaba recuperarla, pero una vez que accedí a este nuevo nivel de poder fue que puede entender, fui capaz de ver el sufrimiento de los mortales, el sufrimiento de los Titanes incluso el de ustedes los dioses, es por eso que decidí entrar  abruptamente en el reino de los dioses.  Se que ninguno de ustedes quiere seguir al inquisidor, se también que luchan contra mi por qué no saben lo que yo haré con ustedes si derroto al inquisidor, así que les ofrezco esto, les doy libertad, pero una con responsabilidad, les daré reinos en los que puedan ejercer su autoridad sin nadie que les diga que hacer pero, todo esto con propósito y supervisado por mi…

Entonces hubo gran silencio entre todos los presentes, los dioses se vieron los unos a los otros y Estigia hablo:

—Creo que te juzgue mal híbrido, fuiste directo al grano y no  titubeaste en tus palabras, si vences al Inquisidor y cumples tu palabra entonces, solo entonces te abras ganado un aleado.

Eufrates:

—Usaste bien tus palabras, con cuerdo con Estigia, veremos si después de vencer al Inquisidor, si aún mantienes tus palabras.

Los dioses de la fe, la esperanza, la voluntad, el alma, el pensamiento, la muerte, el destino, el tiempo, la realidad, La energía oscura, la gravedad, el electromagnetismo, la materia oscura, el infinito, la eternidad, Justicia, voluntad, Deseo, desesperación, Sueño, conocimiento, la Paz. También estuvieron de acuerdo, pero el díos de la entropia Hidekel, se negó y dijo:

—¡Yo no pienso recibir órdenes de un híbrido y mucho menos de un mortal!

Así mismo los dioses del olvido, del desapego, duda y el vacío, la verdad decidieron atacar a Feral y a sus aleados, Hidekel atacó Feral con sus grandes colmillos amarillos, su velocidad fue tan sorprendente, que Feral solo le quedó defenderse con su escudo y con un golpe de este logro echarlo hacia atrás. Por otra parte el dios del vacío Soly atacó a neyel la cual lo repele con sus flechas dorados, las cuales al impactar contra el dios, se convertían en grandes aros que atrapan al grotesco dios.

La diosa del desapego Angi atacó a Jalber, pero este con un solo golpe de su mandoble le atravesó  el pecho, sin embargó ella logro poner su mano sobre el y quemó parte de su armadura hasta lastimar su piel, el dios de la duda el cual es semejante a un  ser humanoide de piel blanca, ojos rojo, sus manos y pies son de color negro, su rostro abominable es similar a un vampiro, tiene también un par de cuernos y dos alas, su nombre es Axas, el decide atacar a Nix. Ella convoca un gran  mandoble de dos filos, con el cuál lucha frente a frente con el dios.

La velocidad de ambos es impensable, recorren todo el campo de un lugar a otro, explosiones y efímeras chispas se dejá ver por la fuerza de los ataques. Axas se ve superado por Nix y se aleja, para luego de su boca exhalar una super llamarada que cubre todo el campo, Nix hace uso de su poder para repeler la gran llamarada logrando contenerla para después arrojarla hacia Axas, entonces el díos convoca una gran lanza de color morado, y cuando está por arroja unos diez Sesoidatam lo sorprende logrando sujetarlo, Axas forcejea con ellos pero estós no lo sueltan. Nix aprovecha rápidamente y con su mandoble de dos filos atraviesa el pecho de Axas, luego con una inmensa descarga de energía destruye el cuerpo de Axas, esté se resiste, pero la energía es demasiado, relámpagos y truenos se dejan ver por todo el reino, Nix se esfuerza como nunca y logra destruir el cuerpo físico del dios,. Provocando una gran explosión que hace retumbar todo el reino de los dioses.

Por otro lado el dios del olvido el cual es semejante a una gran criatura cuadrupeda, de color rojo, con un gran exoesqueleto de color blanco, con colmillos y grandes garras. No pose ojo, ni orejas ni nariz, su nombre es Soriel, con gran furia y comportamiento errático ataca a los Sesoidatam, estós le disparan con sus rifles, pero el frenético dios los embiste como si fueran muñecos, destruye a varios de ellos, al menos cincuenta Sesoidatam lo atacan al mismo tiempo pero el díos aparte de poseer una gran fuerza también tiene un enorme tamaño, no conforme con esto el dios abre su boca y un gran rayo de color violeta sale disparado.

Un rayo de energía poderosísimo en forma de cilindro barre con más de treinta Sesoidatam, en eso Aken con su poder de invisibilidad logra acercarse, de la parte posterior de  su Sesoidatam saca una lanza de energía divina y se la incrusta por un costado al dios, esté se enfurece mucho más y comienza a lanzar bombas de energía que hace retumbar todo el reino el cual a hora comienza a partirse. Entonces Maydeth esquiva todos los ataques con una agilidad sorprendente, da un poderoso salto y en la altura logra secar de la parte posterior de su Sesoidatam dos sable y también se los incrusta al dios, ambos logran herirlo, sumado a esto los Titanes Hermes y Delfos se suman a la lucha.

Hermes se multiplica en cientos de Miles de millones, todos y cada uno con su mandoble y juntos atacan con una cordinación perfecta. Delfos por su parte usa su lanza y dice:

—El cuerpo de los dioses es debil en la parte trasera del cuello, espalda y cabeza, ya que es en ese lugar es que concentra la mayoría de su poder.

Todos hacen un esfuerzo sobrenatural para derribar al frenético dios, pero este golpeas muerde y dispara sus poderosas ataques, destrozando a muchos Sesoidatam, las copias de Hermes también sufren mucho daño, hasta Delfos Maydeth y Aken, pero todos se esfuerzan mucho más y  logran atacar al mismo tiempo las partes débiles del dios, causando que su poder se desestabilice. Un último intento por parte de todos logra hacer que el díos sucumba y se produzca una potente explosión que extremese a todos los presentes, los Sesoidatam son golpeados por la fuerte explosión, Hermes queda gravemente herido mientras que Maydeth y Aken resisten la  explosión.

Por otra parte jalber acaba con Angi, y Feral lucha contra Hidekel dios de la entropia, el cual genera un gran orbe de energia, con esta ataca a Feral, sin embargó el con su escudo la resiste, para Lugo con su mandoble golpea el gran orbe y de un solo tajo la energía se difumina entonces Hidekel grita:

—¡Acabaré con tu vida con mi habilidad  especial! ¡¡Entoripi!!

Una gran onda de energía sale del cuerpo de Hidekel la cual se extiende a todas direcciones, la onda comienza a deteriorar todo a su alrededor como si se fuese desintegrando de apoco, el reino de los dioses comienza a deteriorarse, los presentes sufren el efecto de la habilidad de Hidekel. Feral siente un gran dolor en todo su cuerpo, su armadura carne y huesos se van deteriorando hasta que sus huesos también se vuelven polvo. Hidekel:

—¡Jajajaja! Solo eres un fanfarrón no tienes poder alguno para vencerme… 

En eso como un gran estruendo aparece una luz segadora qué contrarresta la habilidad de Gihon. La luz segadora se disipa y de ésta aparece feral, el cual sale ileso.

Hidekel:

—¡No es posible! ¿Cómo es que sigues aquí?

Feral:

—Mi habilidad especial es el milagro, no importa cuánto daño reciba yo siempre podré adaptarme,  evolucionar y superar  mi rival.

Hidekel:

—¡¡Bastardooooo!! ¡Te voy a destruir!

Concentra  todo su poder sobre Feral, pero esté levanta su mandoble, y le energía se disipa.

Feral:

—Una vez que realices tu ataque sombre mi, ya no tendrá efecto una segunda vez…

Feral Concentra todo su poder en su mandoble y da un poderoso tajo, una gran y poderosa energía cortante de color blanco brillante se manifiesta, la energía recorre el campo y parte el reino de los dioses en dos,el cuerpo de  Hidekel es destruído y su esencia divina fue absorbida por Feral.

Todos quedan maravillados por su poder, pero la alegría les dura poco, porque justo en ese momento, un gran temblor se manifestó, seguido de una poderosa luz dorada, de la cuál emanaba una fuerza que empujaba a los presentes, y de esa  luz se escucha una voz estruendosa:

—¡Dioses, Titanes, mortales! ¡Yo los acuso de traición a la creación y los declaró culpables! ¡Prepárense para su juicio pues el Inquisidor los jusgará!

En eso ante todos los presentes el Inquisidor se hace presenté…