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CAPÍTULO 4- Un día de compras. Parte 1.

CAPÍTULO 4- Un día de compras. Parte 1.

Mi vida ha sido muy larga y difícil... Y también dolorosa.

He sufrido de todo, literalmente de todo. He visto cosas horribles en mi vida... Y ya me cansé de eso. Ya me cansé de vivir una vida llena de sufrimiento, tanto personal como ajeno.

Solo quiero vivir una vida normal. Tener amigos, tal vez una esposa y un bebé... Una vida tranquila.

—Es más difícil de lo que creí.

Si pudiera, viajaría al mundo 15 y viviría ahí. En ese mundo hay tecnología y no hay monstruos que me jodan la existencia cada semana... Pero solo puedo estar en otro mundo por un mes, y después debo regresar para recargar mi energía mágica.

Si viajo a otro mundo, por ejemplo un mes, al regresar a este mundo, debo estar un mes aquí para poder viajar de nuevo.

Es muy problemático, por eso decidí quedarme a vivir aquí.

—Estoy condenado a vivir encadenado a la magia.

Odio la magia. Tsk. Ojalá pudiera eliminarla, al menos de este mundo.

Suspiré y cerré los ojos, intentando relajarme.

—Madre, padre, si pudieran verme de nuevo, ¿me reconocerían?

Esa es una pregunta que nunca tendrá respuesta.

Lo que le hice a mi propia madre es simplemente imperdonable y asqueroso, y todo por culpa de la madre de Sant.

Sant, realmente no te odio, pero si me relaciono demasiado contigo, una parte de mí, que sigue escondida dentro de mi corazón, podría despertar.

Tengo miedo de volver a ser el mismo Dreimo del pasado.

No quiero ser el Dreimo del pasado... No quiero.

—Por favor, no quiero serlo.

Me limpié las lágrimas y abrí los ojos.

—Yuik, posiblemente seas mi última esperanza. Por favor, ayúdame a ser un humano... Ayúdame a ser una persona buena... Ayúdame a dejar de ser un monstruo.

No quiero ser un monstruo. No quiero.

Después de tranquilizarme, entré a mi casa y toqué la puerta del baño.

—Yuik, sé que no puedes hablar, así que golpea la pared una vez si ya terminaste de bañarte, y dos veces si vas a tardar más.

La golpeó una vez. Ya terminó.

—Te dejaré algo de ropa. No te preocupes, no miraré.

Cerré los ojos y abrí la puerta.

Dejé la ropa en el suelo y salí.

Le compré ropa. Compré lo primero que vi, pues no conozco la talla ni el tipo de ropa que a Yuik le gusta, pero al menos servirá por ahora. Mañana le compraré más ropa.

—Ah... Debo construir otra habitación.

Ahora que Yuik vivirá conmigo, debo hacer nuevas modificaciones a la casa, para que Yuik pueda vivir cómodamente conmigo y no se sienta incómoda.

~Toc toc toc~

Tocaron la puerta de mi casa y bostecé.

Espero que no sea una de mis antiguas compañeras acosadoras. No creo que puedan encontrarme, pero nada es imposible. Y considerando que mi suerte puede llegar a ser una completa mierda, que ellas me encuentren es bastante posible.

Abrí la puerta... Ah, es solo mi jefa. Una hermosa mujer de 40 años. Una mujer de la raza Sliper, pero prefiero llamarla mujer Slime.

Su cuerpo está hecho literalmente de Slime, aunque usa ropa normal. A veces olvido que hay especies muy raras en este mundo. Eso lo hace un mundo más interesante, pero también más raro, y eso arruina la normalidad que busco.

Su cabello de Slime es lindo. Debo controlar mis ganas de pedirle permiso de acariciarlo.

Ella es una mujer bastante normal, a diferencia de las mujeres que comúnmente me rodeaban en el pasado, y por eso me gusta trabajar con ella.

Mujeres Reinas Demonio, Diosas, Reinas, gobernantes supremas de alguna especie, cantantes famosas, actrices, bla, bla, bla. Un sin fin de mujeres de esa clase me rodeaban... Aunque... Yo las obligaba a estar conmigo... Y casi todas ellas terminaban muertas después de que me aburría de ellas... Ah, ¿por qué sigo recordando mi pasado?

Como sea. Mi jefa es una mujer que se ha divorciado dos veces y tiene un hijo. Es una mujer de 40 años bastante normal y promedio, sin tomar en cuenta su raza. Ser un bibliotecario me permitirá relacionarme con personas normales, por ende, yo también seré considerado normal y hasta aburrido.

—Hola, señorita Neik. ¿Qué puedo hacer por usted esta noche?

Ah, los nombres de los creyentes del Dios Rauk tienen nombres raros y cortos.

... Bueno, Dreimo es muy raro también, así que no tengo derecho de criticar los nombres de otros.

—¿Y los libros?

—¿Eh...? Ah... Ah... ¿L-los libros...?

—Sí, los libros. Me avisaron sobre tu llegada, así que supongo que ya los recogiste. ¿O me equivoco?

M-mierda, lo olvidé. ¡Olvidé ir por los libros! ¡Mi empleo está en peligro!

—B-bueno, y-yo...

—¿No hiciste lo que te pedí? ¿Por qué no fuiste? Te dije que fueras inmediatamente.

—P-pero ya fui. Acabo de llegar. Tuve suerte de haber viajado sin ningún inconveniente.

La ciudad está un poco lejos, es un viaje de dos días en carruaje, pero puedo mentirle diciéndole que fui en un caballo muy veloz.

—¿En serio? Entonces dame los libros.

—Espere, por favor.

Entré rápidamente a mi habitación. Lo que haré no es normal, pero es una emergencia.

—[Teletransportación. Ciudad Carmei.]

Un portal apareció frente a mí.

—Me prometí nunca usar magia al menos que sea necesario, pero esto es una emergencia.

Entré en el portal.

Después de viajar y regresar, le entregué los libros a mi jefa.

Afortunadamente me los entregaron rápido, así que no tardé mucho tiempo. Mientras mi jefa no pregunte nada sobre mí a la empleada de la otra biblioteca, no sospechará.

—Tome. Y perdone, tenía planeado entregarlos mañana, por eso no llegué a la biblioteca.

—Ya veo.

Tentáculos salieron de su espalda y tomaron los libros.

—Buen trabajo, nos vemos mañana.

—S-sí. Adiós. Hasta mañana.

Ella se fue y cerré la puerta.

Ah... Lo logré.

Mis piernas comenzaron a temblar y caí al suelo de rodillas.

Perdí casi todo mi poder mágico cuando derroté al Rey Demonio. Usé una gran cantidad de energía mágica curando a Yuik y convirtiéndola en Vampiro. Y ahora usé la magia de teletransportación... Mierda, es la primera vez en años que me siento tan cansado.

Necesito un buen descanso... ¿Eh?

Alguien me tocó el hombro.

—¿Eh?

Levanté la mirada y vi a Yuik, usando la ropa que le di. Una sencilla ropa para dormir.

—¿Te gustó? ¿Te sientes cómoda?

Ella dijo sí con la cabeza.

—Me alegro. No sabía tu talla, así que compré lo primero que vi. Se te ve bien.

Me levanté del suelo y suspiré.

—Ah... Me duele la cabeza. Vamos a dormir. Mañana me bañaré. Realmente tengo mucho sueño.

Yuik asintió.

Hoy fue un largo día. Espero que Yuik pueda descansar cómodamente.

Y si no puede dormir, tendré que modificar sus sueños. Algo drástico, pero necesario para que Yuik pueda descansar.

Puse una almohada en el suelo y estiré los brazos. Solo hay una cama, así que dormiré en el suelo para que Yuik duerma en la cama. No puedo permitir que ella siga durmiendo incómoda en el suelo.

—Puedes usar la cama, yo dormiré en el suelo.

Ella dijo no con la cabeza y apuntó el suelo con su dedo índice. ¿Eh? ¿Ella no quiere que yo duerma en el suelo? Wow, realmente es una buena persona. Me conmueve el corazón.

—¿No quieres que yo duerma en el suelo?

Ella dijo no con la cabeza.

Lo siento, Yuik, pero no podemos dormir juntos, eso se podría malinterpretar, además de que no podrías dormir cómoda con un hombre en la misma cama que tú, y tampoco permitiré que duermas en el suelo.

—Ah... Por favor, usa la cama. Aunque no lo parezca, el suelo es más cómodo para mí. Por favor, usa la cama... Ah, que sueño.

No soporté más el sueño y me acosté en el suelo.

—Buenas noches. Descansa. Que sueñes cosas lindas.

Hoy fue un buen día para mí. Conseguí una nueva amiga. Una chica pura, que intenta salir adelante con su vida a pesar de haber sufrido un infierno en vida.

Yuik, eres una persona buena, tú no mereces sufrir, y yo me aseguraré de que no vuelvas a sufrir... Aunque me cueste la vida.

Cuando Dreimo se quedó dormido, Yuik observó con nerviosismo la cama. "¿Está bien que yo use su cama? ¿No se enojará conmigo si la ensucio?" Ella se preguntaba eso. Su mentalidad de esclavo no se va todavía, pues sigue sin poder creer que su vida realmente haya cambiado.

Ella observó dormir a Dreimo.

—Ah...

Se tapó la boca, pues recordó que no podía hablar.

Quería agradecerle por darle un lugar para dormir, así que escribió una nota y se la dejó sobre su pecho.

—G-gra... G-gra...

Solo con decir esas palabras se cansó demasiado y se detuvo para recuperar el aliento.

Con un último esfuerzo, tomó aire y habló.

—G-gracias.

Tímidamente y con todo su cuerpo lleno de nerviosismo, ella se acostó sobre la cama.

Observó todo a su alrededor. No había nadie más. Solo estaban ellos dos en la habitación. Una linda habitación y una cómoda cama.

Ella tenía miedo de que Dreimo la viole mientras ella duerme, pero se arrepintió de pensar eso por dos razones.

Número 1: Dreimo es el hombre más fuerte que ella ha conocido. Si él quisiera, él la hubiera violado sin problemas, pero no lo hizo.

Número 2: Él le dio comida, le devolvió las partes de su cuerpo que perdió, y ahora le dio una cómoda cama. Desconfiar de la persona que hizo tanto por ella sería una falta de respeto.

Decidió confiar en él y dormir.

Ella cerró los ojos y unas lágrimas salieron de sus ojos.

Por primera vez en mucho tiempo, Yuik durmió sin miedo de ser violada.

Durmió sin miedo de ser torturada.

Durmió en una cama y no en el suelo.

Por primera vez en mucho tiempo, se sentía un ser humano y no un objeto.