webnovel

CAPÍTULO 36- El viaje se cancela. Parte 1.

CAPÍTULO 36- El viaje se cancela. Parte 1.

(Pov- Dreimo.)

Desde que reencarné, solo he matado a 349 Dioses que intentaban matarme, creyendo que podrían matarme porque ahora era un simple humano. Pagaron con sus vidas ese gran error...

Ah... ¿A quién trato de engañar? Fueron más de 1,000 Dioses, tantos que ya perdí la cuenta, podrían ser más.

Cuando los maté, me sentí tan... feliz... Excitado... Mi cuerpo se ponía caliente... Yo disfrutaba de su dolor... Disfrutaba verlos pidiéndome piedad... Y eso me asustó. No quería volver a ser el Dreimo del pasado, es por eso que tomé la decisión de matar a mis enemigos de maneras rápidas, excepto a los violadores, a ellos los iba a torturar lentamente antes de matarlos.

Tengo miedo de volver a ser el mismo Dreimo que la madre de Sant creó... Tengo miedo...

—No quiero volver a ser el Dreimo del pasado.- Me dije a mí mismo, acariciando mis brazos.

Por alguna razón, yo... Yo quería... Yo quería volver a matar inocentes y violar... Cuando conocí a esas chicas, emociones placenteras inundaron mi ser... La misma sensación que sentía cuando mataba personas inocentes y las mujeres me... Me... No... No lo recuerdes, Dreimo... No lo hagas.

Yo... Yo quería verlas sufrir... Yo quería hacer sufrir a esas mujeres, incluso a Meimik... Yo... ¿Yo estoy volviendo a ser un monstruo?

—No... No quiero... No quiero.

Yuik, realmente necesito verte.

—¡Hana, deja de tocarme los pechos!

—¡Ahhhhhhhh! ¡No es justo, yo también quería tener pechos enormes!

... Las mujeres se están bañando en un pequeño lago, mientras yo estoy cocinando... Ellas están desnudas, pero ignoran mi presencia, o simplemente no les importa que las vea desnudas... Creo que lo que dije es lo mismo... Ya ni siquiera sé lo que pienso.

Tim, el pequeño niño, está durmiendo.

... Yo... Ah...

—Me doy tanto asco.

Ver a Tim durmiendo... Yo... quiero... No... No quiero...

Tantos pensamientos asquerosos invaden mi mente en este mismo momento...

Si fuera el mismo Dreimo del pasado, estuviera violando a las mujeres y bañando en agua hirviendo a ese pequeño niño para volverlo sopa y obligar a sus hermanas a comerse a su propio hermano...

Hice eso tantas veces en el pasado...

...

...

...

—¿Soy un monstruo...? ¿Lo sigo siendo?

Pero... ¿por qué me siento así tan repentinamente? Creí que esos pensamientos ya habían quedado en el pasado. No me había sentido así en mucho tiempo... No... Cuando conocía hombres con harem, esos sentimientos regresaban temporalmente, pero esta vez, regresaron solo porque sí, sin ningún motivo.

... Cuando esos sentimientos regresaban, mataba a los hombres que tenían harem, o si eran personas buenas, los obligaba a escoger a una sola esposa y a las demás las enviaba a otros mundos.

Tengo miedo de hacer una tontería.

En este momento, las estoy espiando usando magia. Sé que está mal, pero si no conozco cómo me siento, no podré saber cómo evitar sentirme así.

Verlas bañándose... Ver a Hana acariciando los pechos de su hermana... Sus pechos desnudos... Yo... Yo...

—¿Por qué?

Me limpié rápidamente las lágrimas y cerré los ojos... Mi mente creó distintos escenarios... Distintos posibles futuros.

En esos posibles futuros, yo las violaba, las torturaba, las mataba de cientos de formas posibles... Escenas que harían llorar de miedo a cualquier persona, pero a mí, solo me provoca... placer.

Tengo que imaginar eso, porque si no lo hago, tengo miedo de perder el control y hacerlo realmente.

—... ¿Esto es por culpa de la abstinencia?

Es cierto... Imaginar el dolor ajeno me hizo sentir un poco mejor... Cuando era un simple aldeano huérfano, me la pasaba trabajando para conseguir dinero para el orfanato en donde vivía, así que me esforzaba para salir adelante sin tener que depender de mi poder mágico, y cuando desperté el trabajo [Héroe], volví a matar.

Cuando era un pequeño niño, no tenía tiempo para pensar en eso, y cuando crecí, me volví un héroe y mataba todo el tiempo.

Y torturaba a los violadores para darles una muerte lenta.

Ahora que soy un bibliotecario, no puedo seguir matando, me prometí tener una vida lo más normal posible, pero por culpa de eso, la abstinencia me está afectando.

Es como cuando un fumador quiere dejar de fumar.

—Pero mi caso es distinto.

Y mucho peor. Es muy posible que me salga de control y pierda el control de mi propio cuerpo.

Si no hago algo, las mataré... Pero les haré cosas horribles antes de matarlas... No quiero... No quiero... Debo terminar con esto.

Tengo dos opciones.

Número 1: Seguir matando personas malas, pero eso solo provocaría que la vida normal que tanto quiero no sea tan normal. Quiero tener una vida pacífica, por eso me aseguré de que este mundo se desarrolle rápido, para que este mundo sea más pacífico en el futuro... Pero... Si sigo matando personas malas, me terminaré aburriendo y querré matar personas inocentes. No quiero sentirme así... No quiero.

Número 2: No matar y tratar de soportarlo. Solo estaré en este mundo hasta que Yuik cumpla 100 años. Una persona normal vive menos de 100 años. Si logro conseguir una esposa, o al menos más amigos, podré estar satisfecho con mi vida. Creo que adoptaré a un huérfano, para sentir lo que se siente tener un hijo. Tuve una hija con la madre de Sant, pero la maté y después obligué a la madre de Sant a comerse a nuestra hija como hamburguesas. Ese momento fue el punto más alto de mi crueldad, y no me arrepiento de nada. Me violó para tener a esa bebé, así que nunca la consideraré como mi primera hija... Creo que me desvié del tema... Ah... Mi personaje morirá a los 100 años, y después me casaré con Sant. Bueno, me casaré con ella si no me enamoro de Yuik o de otra mujer. La ruta harem nunca sucederá. Si me enamoro de Yuik o de otra mujer, le contaré mi vida completa, y si ella me sigue amando, le daré un cuerpo inmortal y viviremos juntos hasta que ella se aburra de estar viva, y cuando eso suceda, ambos moriremos juntos, sin arrepentimientos. Ella se irá al paraíso, y mi alma será destruida. Será el fin de mi vida, pero moriré feliz... Una felicidad que no merezco... Y posiblemente esa felicidad nunca la obtenga. Soy afortunado de tener a un verdadero amigo como Yuik y Sant, aunque Sant me recuerda demasiado a su madre, así que es un poco incómodo estar con ella.

Si no logro conseguir enamorarme de alguien, me casaré con Sant y... Y después no sé... No lo sé.

No quiero seguir matando, eso solo alimentaría a mi lado malvado. Si mi maldad aumenta, no podré controlarme. No quiero asustar a Yuik, no quiero que me tenga miedo... Y tampoco quiero hacerle daño.

Soy peor que los monstruos que destruyeron su vida. He hecho cosas tan horribles, que dejarían en ridículo a cualquier persona que se crea malvada. Más de 500 años siendo un asesino de Dioses, un corto período de tiempo considerando que los Dioses tienen un promedio de vida de 50,000 años, pero en ese corto período de tiempo, hice mucho daño, tanto que soy considerado el ser más odiado y repudiado por los Dioses.

Y no puedo olvidar todo lo que hice en mi pasado. Pasé la mayor parte de mi vida torturando, violando y destruyendo vidas por simple diversión, y solo me detenía para comer... Y mi comida consistía en restos de Dioses... Niños... Bebés... Yo... Yo...

—Yo no merezco esta vida.

Sé que no la merezco, pero tampoco la desperdiciaré. Sé que nunca podré arreglar lo que hice en el pasado, pero es por eso que no debo intentar arreglarlo. Debo disfrutar mi nueva vida lo más que pueda, no debo pensar en el pasado... Y es por eso que tampoco debo volver a ser el mismo de antes. No puedo volver a querer hacerle daño a una persona inocente.

Si sigo matando, me aburriré y querré hacer algo más divertido, y si eso sucede, perderé el control y mataré a personas inocentes... No quiero volver a ser el Dreimo del pasado, es por eso que no puedo seguir matando.

... Mi erección no está bajando... Mi deseo por violarlas no desaparece de mi mente... Quiero matar a este pequeño niño... No puedo permitir que esos pensamientos me dominen.

... Yuik...

—Yuik...

La primera persona que me considera un amigo verdadero.

La primera persona que siento que puedo confiar.

Ella y yo tenemos el mismo pasado, por eso me siento tan cómodo con ella. La única persona que puede comprender cómo me siento.

—Yuik, quiero verte.

Necesito hablar con ella... Necesito... Necesito verte para sentirme mejor.

Eres la prueba viviente de que puedo ser una persona buena. P-puedo cambiar... Deseo cambiar...

—Yo... quiero cambiar... No quiero ser una mala persona...

Quiero ser una persona buena... No quiero ser malvado... No quiero.

—Yuik... Definitivamente hoy regresaré a casa.

Adelantaré el plan.

... Ya usé mucho el hechizo de insonorización, mejor lo desactivo.

Ah... Necesitaba desahogarme.

... Ahora, bien... Terminemos con esto.

Mientras Dreimo ponía en marcha su plan, Yuik estaba barriendo la biblioteca, pero no con la misma energía de siempre. Ella se sentía bastante desanimada y triste, pues no solo Dreimo extraña a Yuik, ella también lo extraña. Estar sin Dreimo le incomodaba mucho, pues se siente protegida a su lado, pero ella sabe perfectamente que, si Dreimo decidió viajar sin ella, significa que él sabía que ella estaría a salvo, así que no se siente asustada ni se siente en peligro, simplemente extraña a Dreimo y quiere verlo de nuevo.

—...

Mientras pensaba en Dreimo, se dio cuenta de la presencia de la estudiante ciega, que intentaba alcanzar un libro.

Yuik se siente incómoda con las personas, pero recordó como Dreimo ayudaba a esa estudiante a aprender a leer los libros para ciegos, y se dijo así misma: "¡D-debo ayudar a las personas que lo necesiten también!"

Ella admira a Dreimo, así que quiere ser igual que él, siguiendo los mismos valores que ella cree que Dreimo tiene.

Yuik se acercó hacia ella y tomó el libro que ella quería alcanzar.

—T-toma...

—M-muchas gracias, señorita.

Ella se alejó caminando con el libro y Yuik siguió barriendo, sintiéndose feliz por haber ayudado a alguien.

Sant, que estaba sentada sobre la mesa, observando a Yuik mientras se comía una rebanada de pizza, se sintió amenazada, pues incluso a ella le pareció adorable ese comportamiento de Yuik.

—¡Hmmmh! ¡No es justo! ¡Ella no es virgen, no puede ser más adorable que yo, una mujer que no ha sido tocada por ningún hombre!

Siguió comiendo mientras se quejaba, hasta que sintió un gran poder mágico, que hizo que se atragante con un pedazo de pizza.

Cuando logró escupir ese pedazo, se levantó y sonrió alegremente.

—¡Hahahahahaha! ¡Necesito ver esto!