¡Sin retirada!

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—¡Yang Luo!

—¡Pequeño Luo!

—¡Hermano Yang!

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—Su Qingmei, Qin Yimo, Prajna, Lin Qianyi y la Diosa del Destino gritaron. Tenían los ojos rojos y las lágrimas les empezaron a brotar.

—Hermano Yang…

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—Lan Xiaomeng ahogó sus sollozos mientras las lágrimas le caían por la cara.

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¿Qué tan graves eran esas heridas para que su cuerpo entero estuviera cubierto de sangre?

—¿Estará bien el Hermano Yang? —Bujie tragó saliva y dijo—. ¡Con solo mirar la escena en el cielo es suficiente para hacer temblar el corazón!

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—Xiang Kunlun miró al cielo y dijo—. ¿Es esta la tribulación del trueno? ¡Es realmente aterradora!

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Ahora mismo, su cultivo ya había avanzado a la fase intermedia del Reino del Santo Marcial.

Siempre y cuando pudiera entrar en el Reino del Santo Marcial perfeccionado, también tendría que trascender la Tribulación Inmortal de la Tierra.

No sabía si podría trascender en el futuro.

En este momento.