¡Quince!

"¡Déjame ver!—Prajna sacó su teléfono e introdujo una serie de caracteres—. Se conectó a la web oscura y encontró la publicación con la recompensa sobre Yang Luo, antes de leer los comentarios.

—Yang Luo también se acercó.

—Habría estado bien si él no se hubiera acercado, pero una vez que lo hizo —Yang Luo vio un destello de blanco nieve a través del cuello de Prajna—. El cuerpo superior de la chica era demasiado voluptuoso, y uno de los botones de su camisa estaba desabrochado.

—Después de navegar un rato —el rostro de Prajna se puso pálido—. —Ya está, es un gran problema. Hermano Yang, ¡esto se ha convertido en un gran problema! —dijo con miedo.

—Sí, es realmente un gran problema.—Yang Luo contestó inconscientemente.

—¡Ah!—Prajna siguió la mirada de Yang Luo e inmediatamente exclamó—. Rápidamente se cubrió el pecho, y su rostro bonito se puso rojo.

—Uh…—Yang Luo sonrió incómodamente y dijo—. Vi que tus botones estaban abiertos y quería recordártelo.