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Rujarquia Parte 1

Cuando Rujarquia era un Reino próspero y los clanes elementales protegían al Rey, Norcrania codiciaba las tierras fértiles del Reino. ¿Quién diría que un no y la posterior muerte del Presidente de Norcrania desencadenaría una extensa guerra con la llegada del nuevo gobernante? Setenta y cinco años después todo empieza a desbordarse para Rujarquia, el Rey está tan desesperado y la gente considera un suicidio unirse al ejército, aun así hasta el niño más rudo busca unirse. Tsuki siendo uno de ellos junto a sus amigos de la infancia, se une al ejército pese a las oposiciones de su familia. Conforme pasa el tiempo en la Academia militar ocurre un acontecimiento que la hace darse cuenta de la crueldad de la guerra. Pronto comenzará a cuestionarse si el objetivo de Kaleb, Presidente actual de Norcrania, es masacrar toda Rujarquia, o solo a los clanes por razones que el Rey y los clanes han estado ocultando. Buscará la respuesta a cada pregunta al par que se enfrenta al enemigo.

Lujan_Acosta74 · Fantasy
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Capítulo 4: Hora de partir.

Martes 5 de marzo, solo faltan 6 días para la Academia.

Tsuki estaba preocupada, pues no ha visto a Kori en ningún momento por las calles del clan, Mira no asistió al entrenamiento de hoy. La ansiedad le llegaba hasta el cuello en un punto que sentía que iba a vomitar.

En la mañana Aiko había ido a casa de su hermano a hablar con él, aún no le contó a su madre de que Mira no fue a entrenar. Estaba sentada en su cama doblando su nuevo uniforme que le llegó de la Academia, trataba de no pensar tanto en eso.

—Cleo, ¿crees que ellos estén bien? —Preguntó a su gata, quién simplemente respondió un "miau", se subió a la cama y se acurrucó en su regazo—. Mi pequeña consentida.

Respiró profundo y dejó a Cleo en su cama para salir y buscar a Rebecca, bajando las escaleras se encontró a su madre limpiando la mesa, por suerte estaba de espaldas.

Silenciosamente fue hacia la puerta y en cuando salió corrió lo más rápido que pudo, salió de las murallas del clan y bajo su velocidad ya que había mucha gente en el mercado, las lágrimas continuaban cayendo, se distrajo para limpiarse y chocó contra alguien, ambos cayeron al suelo.

Tsuki se sobo la cabeza y al levantar la mirada Shigo estaba igual que ella, este se sorprendió al verla con lágrimas en los ojos.

— ¿Tsuki?

—P-perdón —se levantó rápidamente y salió corriendo.

—Espera —gritó Shigo, ella no lo escuchó.

Llegó a la casa de Rebecca, esta estaba fuera de su casa hablando con sus padres, así que se detuvo e iba marcharse.

— ¡Tsuki! —exclamo, ella se volteó. — ¿Que sucede? —preguntó al verla con lágrimas en los ojos.

Estaban sentadas en la sala y Tsuki le contaba todo, ella la escuchaba atentamente y también estaba preocupada.

— ¿Le contaste a tu mamá? —Preguntó después de que terminara de hablar.

—No, irá a hablar con él de nuevo y, ¿si les hace algo?

—No pienses en eso —secó sus lágrimas —, ¿Qué tal si vamos a su casa?

—No creo que sea buena idea, Bec.

Suspiro y luego se fijó en una pequeña hinchazón no muy notable en la frente de Tsuki y preguntó:

— ¿Que te pasó en la cabeza?

—Choque con Shigo mientras venía.

—Auch —hizo una mueca de dolor. —Tengo noticias malas que contarte.

— ¿Que sucedió? —Preguntó, pensando que tal vez Rebecca se iría o la expulsarían.

—Hay protestas frente a la ciudad de Furui, ¿Recuerdas la vez que Hogomi nos dijo que el Rey iba a tener una reunión con los Norcranianos? —Tsuki asintió —Pues, hace unas horas se divulgo la noticia de que en aquella reunión él estaba planeando entregarle toda Rujarquia a Kaleb, ya que como los Norcranianos quieren matarlo para apoderarse, él quería dejarle todo a ellos para que no lo lastimen.

—Es un imbécil —espetó Tsuki.

—De eso estuve hablando con mis padres afuera, además los comerciantes no pueden ingresar al Castillo debido a las protestas —finalizó.

Suspiró con enojo.

—Nos iba a entregar a la boca del lobo, debería haber un golpe de estado y así destronarlo.

—Sabes que ahora no se puede, casi todo los militares están luchando por mantener a los Norcranianos en su lugar —mencionó triste. —75 años de guerra y esto parece que nunca acabará —desvió la mirada.

—Oye —Rebecca se recompuso — ¿Qué tal si vamos a caminar? —Tsuki asintió y fueron a la puerta—. Mamá saldremos, en un rato vuelvo —avisó.

Aún pensaba en Kori y Miraiki.

Estaba anocheciendo, la ciudad poco a poco era iluminada por los adornos de luz, habían niños jugando, personas entrando y saliendo de los comercios y restaurantes.

—Tu hinchazón disminuyó —mencionó Rebecca mirando la frente de Tsuki.

—Eso es bueno —sonrió.

En algunos postes había hojas pegadas que tenían las últimas noticias sobre la guerra, era justo de lo que estaban hablando, Tsuki se detuvo a leer uno de ellos.

Ultimas noticias.

El Rey Einar II nuevamente planeaba hacer un trato con Kaleb, Gobernante actual de Norcrania para dejar toda Rujarquia en su poder, con las intenciones de que no lo lastimen a él y a su familia. Esta no es la primera vez.

Muchos dicen que es similar a aquella vez en la que el Rey Darius II quiso ceder más de la mitad del territorio Rujarco; además, de entregarles a los miembros de los Clanes y a los de la Etnia "Tesa Kuarahy'ã". En aquel entonces el pueblo se opuso a entregar a sus protectores y con la ayuda del Príncipe Erick de Furui y su mujer, lograron echarlos.

Lamentablemente años después, Kaleb regresó con un ejército más grande dispuesto a matar al Rey, a toda su familia, a los miembros de los Clanes y a la Etnia. En ese momento hay una multitud de gente fuera de las murallas de Furui, exigiendo que el Rey salga.

El día de mañana, el Rey iba a dar un anuncio importante pero decidió esperar a que los ciudadanos se calmen para dar el aviso.

—Solo falta que decidan traer a todas las bestias que tienen en Norcrania para aniquilarnos a todos —dijo Rebecca.

Tsuki vió como algunas personas se detenían a leer, obviamente ellos estaban igual de enfadados "6 días…" pensó, lo que sucedió la motivó aún más a su deseo formar parte del ejército.

Siguieron caminando, a veces se escuchaban las quejas de los ciudadanos, llegaron a la plaza, lugar donde los de la tribu de los ojos del sol se encontraban vendiendo sus bordados y demás; también estaba el Tío de Rebecca y sus primos.

—Iré a hablar con mi Tío, vuelvo enseguida —dijo Rebecca con su sonrisa característica

—Bien —respondió y seguía mirando las artesanías

Estaba tan distraída observando que chocó con alguien nuevamente, él estaba de espaldas y casi a la altura de Tsuki.

—Perdón.

El chico se volteó, era Shigo.

—Tsuki, e… —se fijó en su frente y también estaba roja como la de él —Perdóname a mí, debí mirar mi camino.

—Fui yo la que no estaba prestando atención así como ahora —Respondió ella sin poder dejar de mirar el cabello tan hermoso que tenía Shigo.

—Descuida —desvió la mirada —te busque por la ciudad, como vi que estabas llorando me preocupe —volvió a mirarla.

—Ah, no te preocupes estoy bien —respondió algo apenada.

— ¡Volví! —Exclamó Rebecca apareciendo detrás de Shigo —Oye, tú eres Shigo, no te agradecí por habernos ayudado a cargar las canastas.

—No hay de que —sonrió —, ¿tú eres…?

—Anahí-Rebecca Taylor —dijo con orgullo —, pero dime Rebecca o Bec, soy la mejor amiga de Tsuki.

Tsuki observó el cielo, ya era de noche y su madre no sabía que ella salió.

—Debo irme, mamá no sabe que estoy aquí.

—Bien, te acompañare —dijo Rebecca—, ¿Vienes? —Preguntó a Shigo y este asintió.

Ambos acompañaron a Tsuki a casa, esta vez sí hubo conversación entre ella y el castaño.

—Perdón por no haber hablado contigo cuando nos conocimos… —Se disculpó ella.

—Descuida, yo tampoco me animé a iniciar una conversación —Entonces era tímido o antisocial por la forma en que lo dijo, le intrigaba saber más de él, y el castaño también quería saber de ella.

—Me sorprendí cuando tu tío mencionó que era del clan de la naturaleza y me sentí algo intimidada, ¡Ustedes son increíbles! —Expresó.

— ¡¿Qué?! Tú eres del clan de hielo, yo me impresioné y quise conocerte, pero no sabía cómo iniciar la conversación —Ambos se veían emocionados por conocer al otro, Rebecca pensó que sería mejor dejar que se conozcan y acto seguido vió que se quedaron atrás, se agarraron de las manos y decían al mismo tiempo lo mucho que deseaban conocer a alguien como el otro, ella sonrió de lado ante tal escena y le pareció tierno verlos así.

Estaban a unas calles cerca de la casa de Tsuki, Shigo, como aquella vez, miraba a Tsuki de reojo de vez en cuando. Ella estaba muy preocupa en llegar a su casa, probablemente su madre ya la está esperando con un castigo.

Koru salió de su casa y se cruzó con ellos, Tsuki y él se miraron fijamente, ella apartó la mirada para ver en la ventana de su casa, ahí estaba Cass, su tía, abrazando a Miraiki. Volvió a mirar al frente y continuó su camino.

Al llegar a su casa, Mika estaba sentada en las escaleras leyendo.

—Tsuki, mamá te estaba buscando —se levanta —, le dije que fuiste a ver a Rebecca.

—Gracias, en serio —dijo sonriendo aliviada.

—Nos vemos el lunes —se despidió Rebecca de Shigo y Tsuki.

Shigo en cambio solo se quedó parado junto a Tsuki después de que Mika entró a la casa.

—Adiós —volteó y se marchó.

Tsuki fue detrás de su hermana. Al terminar la cena, Aiko el regaño por haberse ido sin avisar y ella pidió perdón por eso.

A la hora de dormir, Tsuki se recostó en su cama observando el techo, Cleo acurrucada a su lado. Solo 6 días, de pronto se sentía nerviosa, una voz en su interior le decía que no vaya, cosa que siempre sucede desde que anunció que se inscribió en la Academia; sin embargo, ya no hay marcha atrás, compró los boletos, tiene el uniforme y su nombre ya está escrito en la lista de los nuevos reclutas.

No fue muy difícil conciliar el sueño, fue un día agotador, entrenando como siempre; por último antes de dormir pensó en Miraiki y Kori, durmió con la preocupación, siempre cuidó a Mira como si fuese su hermana mayor, a pesar de que Mira es 1 año mayor que Tsuki; aun así, se preocupa tanto por ella como por Kori.

Domingo 10 de Marzo, 16 horas para la Academia.

Por ser el último día en que los chicos estarían en Hinan, terminaron con los entrenamientos y decidieron pasarla como nunca con ellos.

Las protestas en el Castillo de Furui continúan, razón por la cual el Rey aún no ha hablado. Probablemente, en unos días, habrá escasez de alimentos en el Castillo, los comerciantes no han podido ingresar desde que las protestas iniciaron.

Había una reunión importante en el Cuartel General de Hinan, Hogomi ya estaba de vuelta.

—General Bradley, hay reportes de avistamientos de las bestias, 87km al sur de la ciudad —comentó un militar.

—Continúen la vigilancia al lado Sur, no queremos que vuelva a ver un ataque —ordenó Bradley.

— ¿Qué haremos con los prisioneros de guerra que capturamos hace meses? —Preguntó Dimitry, mejor amigo de Hogomi.

—El General Gunter ya se encargó de ellos hace unos días —respondió y se enderezó —, uno de ellos fue el que habló. —miró a Gunter y asintió con la cabeza, indicándole que hable.

—Vinieron en busca de la chica —se escucharon murmullos —, ella formaba parte de los jóvenes reclutas del Ejército Norcraniano, hay muchos más como ella, incluyendo Eoduun de clase 3 y 4; además planean reclutar a más.

—En las Montañas Ketsurein, han sido vistos varios de clase 3 y 4, suelen cazar animales en esa área —comentó otro militar.

—No creo que quieran unirse a los Norcranianos, saben que cuando los encontremos a ellos, serán sentenciados a muerte y será aún peor si se unen a ellos. —les recordó Bradley.

Es verdad que hay un grupo pequeño de Eoduun en esas montañas, cazan animales, cosa que no tiene nada de malo, salvo por algunas ocasiones en las que se han reportado que atacan a las personas que viven cerca de aquellas montañas.

—Mañana irán los nuevos reclutas a la Academia, debemos garantizar la seguridad de los chicos —propuso Hogomi.

—Es lo que haremos, por eso decidí que tu Tropa irán a hacer guardia —dijo el General Bradley —, confío en ti, son de los mejores y ellos estarán a salvo con ustedes, te lo dejo en tus manos Capitán Yoru.

—No lo defraudare, General.

El General Özdemir entró a la sala, él es General Supremo del Ejército de toda Rujarquia.

—Tuve inconvenientes para llegar a tiempo —se disculpó —, quería avisarles que yo estaré desde mañana acompañando a Sergei con el entrenamiento de los nuevos reclutas, solo serán los dos primeros meses.

—De acuerdo —dijo Bradley.

La reunión finalizó, todos menos: Hogomi, Gunter, Dimitry, Bradley y Özdemir se retiraron.

—Quiero hablarles sobre los nuevos reclutas —se sentó al lado de Hogomi —, probablemente ya conozcas a algunos de ellos Hogomi. —este asintió, Özdemir se dirigió a todos— Hemos contado a 14 reclutas provenientes de algunos de los 8 Clanes, otros 9 son niños "normales", sin poderes pero los más ágiles y con el entrenamiento militar pueden formar parte de la elite.

Así como Alina Sagitova, Dimitry Bortsov, Isaac James y el resto de tu equipo —miró a Hogomi, él es el único de su equipo que tiene uno de los poderes de los 8 elementos —, y… el resto de los reclutas, no tienen experiencia en combate, simplemente trabajan en el campo, son 32.

Un hombre alto, de tez morena ingresó a la sala, mientras el General Özdemir continuaba hablando.

—Esos son los que me preocupan, en los últimos años no tuvimos a tantos, con lo grave de la situación, necesito que sean más estrictos con los entrenamientos.

—Descuide, yo me encargaré de los nuevos reclutas —dijo el hombre.

—Instructor Sergei Bortsov —se levanta y lo saluda.

—Si me permite General Supremo, me gustaría acompañar a Hogomi para la seguridad de los reclutas y así conocerlos mejor, solo 2 semanas —propuso Gunter.

—Está bien, tiene mi permiso.

Hogomi lo miró extraño, conociendo a Gunter el nunca diría eso, como General de la Élite tiene mucho trabajo, pensó que tal vez se cayó de la cama al despertar y ya.

Lunes, 11 de marzo. 04:30am, 3 horas y media para la Academia.

Hogomi fue a su casa después de dormir un poco en el cuartel, acompañado por Alina y Dimitry.

—Fue fácil vencerlos en Akaiyumi —dijo Dimitry, feliz de que lograron terminar a tiempo.

—No tanto —Alina mostró su brazo fracturado.

—Uy, si, tienes razón —retiró lo que había dicho.

—Es extraño que Genkaku no haya estado con ellos, es confidente de Kaleb al igual que Trevor. —mencionó Hogomi.

—Probablemente no quiso participar de la pelea y ya, tal vez se enteró de que ahora eres parte de la élite y tenga miedo. —bromeó.

Hogomi rió un poco —Tal vez —llegaron a la casa de Alina.

—Bien, hasta aquí llegué yo —dijo dirigiéndose a la puerta.

—Alina —se detuvo —, ¿Tu abuelo sigue en el hospital? —Preguntó Dimitry.

—Si —respondió bajando la mirada con un nudo en la garganta —, los doctores dicen que… habrá que llevarlo a Jiyū para su tratamiento. —dejó escapar sus lágrimas.

Dimitry se acercó a abrazarla —Es lo único que me queda, aún no quiero perderlo —dijo ella.

—Va a estar bien —se acercó Hogomi para consolarla junto a Dimitry, los tres mejores amigos, Hogomi solo deseaba que ellos dos duren varios años más, nunca le agradó la idea de perder a alguien más.

Tsuki había terminado de colocarse su nuevo uniforme de la Academia, consistía en pantalones Azul marino, una camisilla negra con una camisa militar del mismo color que el pantalón, botas militares negras, la insignia de la Academia y la de recluta.

Aiko estaba abajo esperándola, con Mika y Khan. Apenas bajo las escaleras, Aiko miró hacia otro lado para disimular sus lágrimas, su hermana mayor se acercó a ella y sonrió un poco para después abrazarla.

—Cuídate, por favor —susurró, se contuvo y dejó ir sus lágrimas.

—Estaré bien.

Tsuki se dirigió a su madre y la abrazó, ella también dejó salir sus lágrimas, no podía creer que la niña que un día tenía en brazos ahora iría a la guerra y probablemente no volvería, se secó las lágrimas y abrazó fuertemente a Tsuki, entonces se rindió, decidió aceptar que su hija ahora es una recluta.

—Promete que volverás —Tsuki quedo sorprendida por un momento, es la misma frase que ella le dice a Shiroi cada vez que se va.

—Lo prometo —se separó y fue a la puerta, en ese momento Khan se aferró a ella.

—Tsuki, por favor no vayas, ¿Quién va a jugar conmigo? —Preguntó llorando amargamente.

—Khan te prometo que volveré pronto —Mika tomó a Khan en sus brazos y Tsuki pudo salir.

Shiroi ya estaba allí en la calle, con Rebecca, Khan seguía estirándose hacia ella, se despidió de su madre y su hermana.

— ¿Cuándo volviste? —Preguntó a su padre.

—Ayer en la noche, ya estabas durmiendo cuando llegué —mencionó.

En todo el camino hablaba con Rebecca, de vez en cuando esta le preguntaba cualquier cosa a Shiroi, Tsuki notaba que estaba nerviosa, la conoce muy bien y sabe cómo actúa estando nerviosa.

La Estación de Tren estaba casi vacía, había 2 chicos que también pertenecían al Clan Kottayama, ambos conocen a Tsuki y se llevan bien. A ella se le hizo bastante extraño que Shigo aún no venía, miraba a todos lados buscándolo.

Shigo llegó junto con Kageshi y Hogomi, ambos tenían sus uniformes puestos al igual que ella y Bec, admitía que el uniforme le sentaba bastante bien a Kageshi, en especial a Shigo, quién como siempre tenía el cabello largo y suelto.

—Que guapos —admitió Rebecca en voz alta.

—También me alegra verte —dijo Kageshi evadiendo el halago sonriendo.

—Solo faltan Kori y Miraiki.

Hubo un silencio.

— ¿Qué? —Miró a todos confundida.

—Ellos vendrán más tarde —respondió Shiroi.

Fueron a desayunar en el café de la Estación, mientras esperaban el Tren conversaban entre ellos, Tsuki no se incluyó en la conversación, solo observaba las vías del tren en desde su silla, sintió nostalgia al recordar cuando viajó con su Familia a Jiyū.

El tren llegó y Tsuki salió de sus pensamientos. Rebecca borró su sonrisa al ver el tren, respiró profundo y exhalo.

—hora de irnos.

Se levantaron y abordaron el tren, cada uno tenía sus boletos, claramente Shiroi se quedó en la estación, pues él faltó a la reunión por cuestiones de trabajo y pidió a Bradley que Hogomi lo reemplace en la vigilancia.

Miraiki llegó junto con su hermano y su padre, ella quería ir con Tsuki y los demás al verlos abordar el Tren pero su padre la detuvo. Shigo vió lo que sucedía pero no podía hacer nada, ahora sabe porque Tsuki siempre miraba con odio a Koru. Luego de lo que sucedió abordó el tren.

Tsuki se sentó al lado de la ventana y se despidió de su padre una vez que el Tren comenzó a andar. Él tuvo un mal presentimiento de que probablemente algo no estaba bien.

Los paisajes del viaje de ida eran hermosos, sería un viaje largo pero al menos lograrán llegar a tiempo.