-Dianne Foster, ha sido elegida como presidenta del consejo escolar.-Dijo el director.
Yo estaba ya cansada de que mi amiga destacara. Sí, era horrible. No quiero ser la típica amiga de la protagonista de esas que aparecen un par de veces en los libros y poco se saben de ellas. Quiero ser la jodida protagonista.
-Gracias chucus, por votarme, prometo poner la máquina expendedora esa que me dijisteis.-Dijo ella guiñándole un ojo a todos.
-Felicidades Dianne...veo que has ganado de nuevo.-Dije tratando de ocultar mi decepción.
Ya estaba cansada, no se cuantas veces intenté ganarla en cualquier cosa. Solo le podía ganar en estudios y eso era por relativamente muy poco.
-Alba, venga te nombro subpresidenta. Trabajemos por una escuela mejor.
Sí, estamos en medio de la nada, en un campo lleno de imbéciles. ¿Qué vamos a mejorar?
-Sí, Dianne daré mi mayor esfuerzo para todo.
En mi visión entraron varias chicas y chicos burlándose de mí.
Joder, es inaguantable, llevo relegada a un segundo lugar toda mi vida por su culpa, encima fingir mi amistad con ella es realmente agotador.
De esto tardé mucho tiempo en darme cuenta, cuando mi corazón estaba lleno de pureza. Pero ella lo llenó de celos y envidia.
Siempre he sido comparada con ella, en todo, ella es más guapa, más sociable, tiene una voz más bonita ¿Qué más?
Estos pensamientos siemore llenan mi mente. Sobre todo cuando consigue algún logro más.
-Dianne, creo que me voy para casa, no me encuentro bien.
-Oh, pobrecita, ¿Voy buscar alguna medicina a la enfermería?
-No hace falta, siempre te preocupas tanto por mí...Gracias.-Dije mientras mostraba mi sonrisa más encantadora.
Cogí mi mochila y me fui. La casa de mis abuelos estaba cerca. Pero casi nunca estaban.
Si la gente descubriera como soy en verdad tal vez se alejarían, pero lo dicho, es absolutamente su culpa.
Ella lo tiene todo, y si yo tengo algo, me lo roba inconscientemente.
Su familia la quiere mucho...yo ¿La tengo siquiera?
Después me "robó" a mi novio, él se enamoró perdidamente de ella y no pudo salir de su amor. Y así me quedé sin novio.
Mira, hablando del rey de Roma.
Él, el hijo de puta que me había dejado me estaba llamando.
-Alba, si quieres puedes venir, hoy vamos a la cafeta esta de la plaza, vamos casi todos, Dianne, Alan, Kalya...-Me dijo.
Al oír el nombre Dianne me entraron unas ganas enormes de golpear algo.
-No, sigo estando algo enferma.-Dije ocultando mi emoción agresiva.
Esa mujer, es realmente asquerosa.
De repente empecé a llorar, una impotencia enorme salió de mí. Tenía que salir de allí, de este pueblo, pero no encontraba oportunidad, pero si no la encontraba la haría.
Me puse un pijama invernal. Y empecé a investigar sobre mi familia.
Por lo que sé...mi padre es Adrián Fox y mi madre está muerta.
Empecé a buscar lo que pude sobre el caso y descubrí todo, mi padre en realidad no la había matado, si no que ella se había suicidado. Pero no especificaban nada más.
Bueno, da igual, eso se puede usar a mi favor.
En ese momento le envié un montón de mensajes a mi padre sobre que eran un cabrón por lo que había hecho y demás.
Me dejó en visto, pero sabía que eso le tenía que haber dolido, tal vez quiera aclararme lo que pasó...para ello tendrá que llevarme de este apestoso pueblo.
Lo siguiente que me pareció importante, fue parcticar mi actuación, no podría destacar teniendo una personalidad tan...tan falsa como esta que tengo.
Estuve los siguientes dos años practicando mi actuación como chica pura de campo que no conoce la ciudad, necesita ayuda y sabe llorar fácilmente.
Y así pasaron los años, Dianne no notó nada raro en mí, solo que parecía más feliz, y ella estaba muy contenta por ello.
-Alba, últimamente me recuerdas a un girasol, te ves mucho más alegre.-Me dijo Dianne.
-¿Lo notaste?-En mi mente estaba feliz, y no era por estar feliz, si no por que mi fachada era casi perfecta, y mi plan estaba casi perfecto.
-Alba, ven aquí, eres mi única amiga de verdad.-Me dijo a la vez que ma daba un abrazo de oso que axfisiaría hasta a Hulk.
Me dio mucho asco, no quería que ese bicho se me acercara..
-Yo también te quiero.-Dije con una sonrisa que parecía pura.
Y el día que esperaba llegó más pronto de lo que esperaba, bastante antes de que empezara cuarto, en primavera de mi tercer curso. Mi padre irrumpió en casa, sabía lo que pasaría, estaba preparada para ello. Este era el momento que llevaba esperando unos 6 años. Por el que había luchado incansablemente, el día que me convertiría la protagonista de mi historia, ya no viviría sublevada por ella.
Había ensayado esta conversación miles de veces, solo tendría que parecer molesta y pedir explicaciones.
Cuando me diga que iré a la ciudad, hacer como si mi mente se ha quedado en blanco.
Todo había funcionado a la perfección.
Y tiempo meses después estaba yendo de ese pueblo hacia la ciudad.
La casa era más grande de lo que me esperaba.
Al día siguiente decidí que debía fingir ignorancia sobre el lugar.
Vi una tienda y corrí hacia ella. Perdí el tiempo apropósito, si llegaba tarde a clase por lo menos destacaría como la chica torpe, y esas suelen causar ternura.
Cuando salí, vi a un chico, sin pensarlo empecé a correr oara chocarme con él, era Martín Motorola, el hijo de el de la marca de móviles. Por lo que sabía, era una persona muy religiosa que no le gustba demasiado el contacto físico, pero era amable. Era una apuesta arriesgada. Choqué contra él, en una facción de segundo, vi una mueca de disgusto en su rostro y decidí tomar una retirada rápida.
Sabía que mi nota tenía que ser buena a narices, por lo que tendría que destacar en el institutos, además según había estudiado, era un lugar donde las notas decidían tu clase. Tenía que estar con los más listos.
Seguro que entre ellos estaba Jhonatan Mondoñedo, absolutamente todo el mundo conoce a esta persona, y el que no, es que ha vivido en una cueva durante toda su vida.
Y estaba en lo correcto, era el número 1 y yo el 2.
Era perfecto, tal vez lo mejor sería hacer que no lo conozco para causarle algo de impresión.
Y así el plan me iba a la perfección, hasta que llegó en el grano en el culo, Daniela Lancaster, la novia de Jhonatan. En ese momento, me rendí con Jhonatan, esa arpía podría hundirme hasta el fondo.
Busqué otro objetivo, y ese fue Tyler
Pero después de unos días se dio cuenta de que realmente le gustaba ese chico y que no podía seguir así.
Pero no solo era él, si no todos, la apreciaban como era ella, no esa máscara de falsedad que se había puesto.
Y a día de hoy lo había conseguido hasta que volvió ella, Dianne.
[FIN DEL POV DE ALBA]
Nota de las autoras:
-Tengo que decir una cosa, Alba si lo habéis notado, se comporta de manera más indiferente a Daniela y ya no se mete tanto con ella, es decir, no le cae bien pero tampoco es que quiera arruinarle la vida.