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NECESITO TENERLO

La multitud se sorprendió mientras los ojos de todos se centraban en Nicole. Román miro a Nicole confundido.

- ¿Para qué quieres eso?

Nicole curvo los labios.

-Se ve genial, ¿no crees?

-No lo creo. Se ve como una pipa de tabaco común y corriente… ¿Qué tiene de genial?

Nicole noto la mirada de Quinn e Ingrid sobre ella, así que sonrió ligeramente y no evito el contacto visual con ellas. El dúo de madre e hija Ferguson se sobresaltó. Sabían que Nicole reconocía la pipa de esmeralda.

En ese entonces, Quinn le había pedido a Nicole que limpiara el salón conmemorativo sola una noche. Quinn saco deliberadamente la pipa de la caja fuerte y la coloco en un estante alto con la esperanzad y que Nicole chocara accidentalmente y la rompiera. Si eso ocurría, el viejo amo Ferguson definitivamente echaría a Nicole de su familia. Sin embargo, Nicole fue lo suficientemente inteligente como para no tocarla.

Si no fuera por la camera de vigilancia del salón conmemorativo, Quinn la habría roto ella misma y habría inculpado a Nicole. Desafortunadamente, su plan fracaso porque el viejo amo Ferguson valoraba más esta pipa que su propia vida.

Por lo tanto, Quinn no volvió a encontrar otra oportunidad. Esta vez, el dúo de madre e hija Ferguson robo la pipa de esmeralda y la puso en subasta porque Ingrid había perdido su reputación cuando Nicole le dijo a todo el mundo que Ingrid había robado el collar Ensueño para apostar. Después de que Ingrid volviera al país, fue humillada repetidamente por Nicole, hasta el punto de que estuvo a punto de ser excluida del círculo de la gran elite.

Ingrid quería volver a involucrarse entre el circulo de las damas de la alta sociedad y encontrar una oportunidad para volver a ser el centro de atención. Como joven dama de la familia Ferguson. Ingrid debía ser siempre el centro de atención.

Este banquete de subasta benéfica era una buena oportunidad para ayudar a Ingrid a recuperar su imagen y mantener su persona como dama de la alta sociedad. Esta era la ocasión más adecuada.

Por eso, Ingrid le rogo a su madre que tomara en secreto la pipa de esmeralda de su abuelo para subastarla. El valor de la pipa de esmeralda era suficiente para hacer resaltar a Ingrid. La gente que conocía su reliquia familiar no se atrevería a pujar por ella por miedo al viejo amo Ferguson. Los que no la conocían tampoco pujarían por ella, así que su plan era perfecto. Lo sacaría y pujaría ella misma como espectáculo para recuperar su reputación.

Sin embargo, Ingrid y Quinn nunca pensaron que se encontrarían con Nicole aquí. Quinn estaba ansiosa ya que Nicole claramente no había contenido el precio de su oferta. El límite de ellas era solo 10 millones de dólares porque las dos no tenían ningún poder en la familia Ferguson. Solo recibían una cantidad mensual y no tenían muchos ahorros propios, así que era lógico que no podían seguir pujando.

La llegada de Nicole fue completamente inesperada. Quinn ya había asumido que, aunque alguien pujara por la pipa de esmeralda, nadie superaría los 10 millones de dólares. Incluso si alguien lo hiciera, nadie tendría las agallas de enfrentarse a la familia Ferguson.

Sin embargo, Nicole era diferente. Ella vino por ellos.

- ¡10 millones de dólares a la una! -los ojos del presentador se iluminaron mientras gritaba. Ingrid tiro con nerviosismo de la ropa de Quinn y le susurro algo. Quinn también fingió estar tranquila y se dio la vuelta para mirar ferozmente a Nicole en señal de advertencia. Nicole levanto las cejas, sonrió levemente y miro el objeto que estaba en el escenario. - ¡10 millones a las dos.

El presentador miro al público, pero nadie decía nada. No se atrevían a competir con la señora Ferguson para quitarle el protagonismo y tampoco querían malgastar el dinero en una pipa de esmeralda que no podían conseguir.

Los ojos del presentador recorrieron la sala y vieron que Quinn levanto su paleta de oferta.

-11 millones de dólares. -Quinn se mostró tranquila y serena.

-12 millones de dólares. -le siguió Nicole. Ella quería poner a prueba su paciencia.

El teléfono que tenía en la mano sonó. Nicole miro el número de teléfono y supo de quien se trataba a pesar de que no lo decía el identificador de llamadas. Curvo ligeramente los labios y se mostró reacia a contestar. Incluso bloqueo a Ingrid mientras estaba en ello.

-13 millones de dólares. -volvió a decir Quinn. Se veía notablemente incomoda en su asiento.

El presentador pareció entender que esto era un juego entre ambas partes y el ambiente en la sala empezó a ponerse tenso. Él dijo en voz alta:

-Bien, 13 millones de dólares. Señorita, ¿quiere pujar de nuevo? -Nicole no respondió, por lo que el presentador pensó que se había rendido. - ¡13 millones de dólares a la una! ¡13 millones de dólares a las dos!

Quinn e Ingrid soltaron un suspiro de alivio.

- ¡15 millones de dólares! -Nicole interrumpió inmediatamente antes del último llamado.

Los ojos de Quinn se hundieron. Ella bajo la cabeza para hablar con Ingrid. Sin dudarlo, Ingrid parecía haber tomado una decisión importante.

- ¡20 millones de dólares!

Incluso Román se puso nervioso y miro a Nicole.

- ¿Necesitas ayuda?

Nicole sonrió y arqueo una ceja.

-No, esto no es nada para mí. -ella volvió a levantar la paleta. - ¡30 millones de dólares!

La multitud estaba agitada. A Nicole ya no le importaba asustar a Quinn e Ingrid poco a poco. Ella quería que dejaran de pujar. Las luces parpadeaban y brillaban sobre los rostros pálidos y sombríos de Quinn e Ingrid.

- ¡Bien, 30 millones de dólares a la una! ¡30 millones de dólares a las dos! -nadie en la sala hizo ruido. Nicole sabía que había ganado. - ¡30 millones de dólares a las tres y vendido! Felicitaciones a esta joven. La recaudación se donará a la Escuela Primaria de la Esperanza.

La multitud comenzó a aplaudir y finalmente se rompió la atmosfera sofocante y tensa. Nicole saludo a todos con una sonrisa cortes y sonrió ampliamente a las dos mujeres que tenía delante.

Después de saludar a todo el mundo, Nicole y Román se dirigieron a los bastidores para reclamar el objeto. Como era de esperar, Quinn e Ingrid seguían sin rendirse y la están esperando allí.