Capítulo 122: La existencia de los mitos

—El propietario del BMW se quedó atónito cuando a Basil Jaak no le importó nada de él, Basil era impresionante o un tonto sin miedo. Entre estas dos posibilidades, el propietario del BMW sospechaba que Basil era lo segundo.

El propietario del BMW se burló:

—¿Te arrepentirás?

—¡Cállate! ¿Quieres que te dé otra bofetada? —replicó Basil con confianza.

Ya que el oponente era de la Pandilla del Sol Celestial, no había necesidad de mostrar respeto. La relación ya había estallado, por lo que estaba listo para darlo todo.

El propietario del BMW cerró la boca de inmediato, realmente temía que Basil pudiera abofetear su cara hinchada otra vez.

—¡Hey, señor Bancroft! ¡Soy Jacky! Bua...me han golpeado en la calle. ¡Ven rápido! —Llorando abiertamente en la calle como un hombre adulto, Basil se quedó confundido, preguntándose si le había golpeado demasiado fuerte.