N/A: Antes de que comiencen a leer, diré que mi descripción de los sucesos de la mansión serán directos, se hablara de la descripción de los zombies y sucesos grotescos palabra por palabra, haci que recomiendo que si no les gusta la escritura grotesca y sangrienta, saltarse este capítulo y los futuros en donde escriba que habrá contenido grotesco, aunque lo he aligerado mucho.
"Como me gustaría probar un cigarrillo ahora "Habló Paul, quien estaba caminando por los pasillos de la mansión Spencer, mientras sentía que la mansión se volvía más grande a cada momento, aunque podía ser la falta de comida, agua y el estrés que vivía al estar en todo momento alerta, que le estaba jugando una mala pasada.
Los pasillos se veían manchados de sangre, como película de terror, aunque ya estaba acostumbrado a tales escenarios. Pasar varios días lo volvió insensible a la sangre y al olor de putrefacción del aire, aunque los mínimos sonidos siempre lo ponían tensos, nadie sabía cuándo una criatura nueva aparecerá para devorarlo.
*sonido*
La sangre se volvía más escasa cuando más caminaba, tanto que los sonidos de pasos se escuchaban por los pasillos desolados que producían un eco al hablar, cosa que eran muy peligroso para los que querían sobrevivir.
"Seguro que la gente rica no sabe qué hacer con tanto dinero…..mira que construir una mansión tan grande solo como laboratorio, como me gustaría que me den algo de dinero y me voy de viaje con mi esposa"
Los pasos de Paul, resonaban por los pasillos cuando llego a una habitación, por pura suerte ya que ya estaba harto de tratar de memorizarse el camino, cuando siempre terminaba en otro lugar.
*gemido*
"¿Que mierda?"Dijo Paul cuando se encontró con otra clase de criatura, era roja como la sangre, mientras los músculos parecían más grandes y sobresalían por encima de su piel putrefacta, su boca no paraba de soltar vapor cuando levanto sus garras ahora parecidas a navajas antes de salir corriendo a por Paul.
¡Mierda!
Se sobresaltó Paul cuando sin esperárselo, casi es empalado por las garras de la criatura.
*Sonido*
*Sonido*
*Sonido*
Tres balas de pistola cayeron perfectamente en la cabeza de la criatura, cuando ni se inmuto y fue a por todo con Paul.
"¡Que le pasa a esta criatura!" se volvió a quejar Paul cuando guardo su pistola y saco su subfusil Halcón ML-57 de su espalda.
Era el arma más potente que tenía, haci que si no le hacía nada, no le quedaba más que morir ahí sin ver a su hijo por nacer.
*Sonido*
*Sonido*
10 balas de seguidas fueron disparadas al cuerpo y cabeza de la criatura roja, cuando se le veía más lento, la sangre comenzaba a salir con mayor velocidad de su cuerpo con cada bala que perforaba a la criatura roja.
"¡Esta criatura es inmortal o que!"
El sangrado al parecer había dejado de salir, del cuerpo de la criatura roja, cuando se demostró el nivel de regeneración monstruoso que presentaba.
"Bueno yo mejor me voy" salió corriendo Paul, cuando cerró la puerta, no podía acabar con la criatura, no le quedaba otra opción que escapar o terminaría siendo la comida de esa extraña criatura.
Los sonidos de la puerta siendo golpeada dejaron de sonar, cuando Paul dejo de correr, su corazón golpeaba a mil, mientras la adrenalina se disipaba de su cuerpo y la fatiga cubría su cuerpo.
"Sí que le dieron de comer a esas criatura, miera que resistirse balas de calibre 9 mm; 11,43 mm"
Paul cayó al suelo luego de su comentario, cuando la sangre comenzaba a caer de las heridas de garras que estaban en sus piernas, se notaba que esas criaturas rojas atacaban a cazar, ya que de no ser que se escapó habría muerto una vez que la adrenalina de su cuerpo se hubiera disipado.
*Suspiro*
*Sonido*
Paul se rasgó la ropa, cuando comenzó a hacer una venda improvisada, no tenía ningún botiquín de primeros auxilios, haci que tenía que esperar a que la sangre sellara sus heridas, para evitar más pérdida de sangre.
"Mira aquí tenia esta preciosidad…" se dijo Paul, cuando encontró su paquetito de cigarrillos y su encendedor.
El olor del cigarrillo inundo todo justo después, cuando Paul se relajó y comenzó a expulsar humo de la boca y nariz.
Por breves momento Paul, se olvidó de que estaba en un lugar de extremo peligro, cuando se hecho en el piso disfrutando uno de los 4 cigarrillos que aún le quedaban en la caja.
*Gemido*
"Mira que arruinar mi momento de paz" se dijo Paul, cuando se volvió a encontrar con la criatura roja, que comenzaba a venir a por él, haci que no tuvo más opción que salir corriendo nuevamente. Paul no supo a donde salió corriendo pero ahora se encontraba en una azotea que le permitían ver las vistas de lo que se veía como tierra y más tierra que tapaba la visión del hermoso cielo.
Todos estaban atrapados en el subsuelo y ahora era 100% asegurado.
"Bueno ¿Qué hacemos ahora…cavamos para salir? "El aire fuera de la mansión estaba sofocando a Paul, cuando grandes cantidades de polvo entraban en su nariz, haci que decidió entrar nuevamente a la mansión, solo que esta vez por otra puerta ya que no quería encontrarse con esa criatura roja, ya que no se le podría matar a menos que se encontraran con un arma más potente.
"Como desearía haber traído una escopeta "de todos los que estaban en el grupo el único que tenía la escopeta era Richard, pero el problema también era que no podían llevar muchas armas, ya que los volvía más lentos "No es como si fuera un juego para llevar varias armas" se burló Paul, cuando por el rabillo del ojo deslumbro dos hierbas en masetas al otro lado de una ventana de vidrio que lo llevaba a una habitación blanca, en la que se encontraban algunas balas al lado de las hiervas.
De una patada Paul rompió la ventana, cuando entro de un salto y cayó 2 metros que es lo que media la caía a la habitación.
*Sonido*
Se produjo un gran sonido con la caída de Paul, cuando la puerta comenzó a sonar con diversos golpes, se notaba que lo habían escuchado, pero para su suerte la puerta era de metal y resistiría.
"¿Qué es esto?" se preguntó Paul, cuando vio las extrañas plantas, una era verde y otra roja, se la llevo por las dudas Alan, sabia de paraqué eran cada uno.
La habitación se tranquilizó cuando los golpes de las criaturas dejaron de sonar "Bueno mejor descansare un momento aquí" se dijo Paul, cuando se estiro en la silla y tomo un botiquín para tratar mejor sus heridas de garras que tenían en las piernas y resto del cuerpo.
Vaya que le dolía cuando comenzó a apretar los dientes, al momento de sacar la tela que se había pegado a sus heridas, que comenzaron a sangrar de nuevo.
Del botiquín Paul saco una botella de alcohol que se hecho sin tacto a la herida que comenzó a dolerle...para después vendarse las heridas con algunas vendas que estaban ahí, era un tratamiento de novato, pero que se le podía hacer cunado nunca tuvo la idea de aprender primeros auxilios.