Nora reflexionó sobre el momento en que decidió dejar su puesto en los ANBU.
—Cuando me di cuenta de que Kichirou era el verdadero líder, le pregunté a mi estudiante si estaría bien dejar la organización en manos de Kichirou —dijo Nora—. Tobirama, con una de esas raras sonrisas suyas, me dijo que ya me había demorado demasiado.
Así, Nora dejó oficialmente su cargo y, con el tiempo, comenzó a comprender la razón por la que había tardado tanto en hacerlo.
——Me di cuenta de que parte de la razón por la que no había dejado el cargo antes era por Kichirou —confesó Nora, su voz llena de una emoción recién descubierta—. Pero, al dejar mi puesto, pensé que ya no tendría excusa para verlo. Por primera vez, me di cuenta de mis sentimientos hacia él.
Nora explicó cómo se resignó a seguir adelante sin perturbar la vida de Kichirou, pero Kichirou, preocupado por ella, comenzó a visitarla con la excusa de asegurarse de que pudiera mantener una vida normal por su cuenta.
—Sin darnos cuenta, volvimos a realizar juntos aquellas actividades que disfrutábamos —recordó Nora, con una sonrisa en su rostro.
La historia tomó un giro dramático cuando Kichirou volvió de una misión gravemente herido.
—Uno de los kunais lo había alcanzado en una zona vital —continuó Nora, su voz temblorosa al recordar aquellos momentos—. Mientras lo atendían, pensando que no sobreviviría, me pidió que me casara con él si lograba sobrevivir.
Afortunadamente la situación se resolvió de manera inesperada gracias a la intervención del hijo de Hashirama y padre de Tsunade, un excepcional ninja médico.
—Cuando nos volvimos a ver, ambos estábamos muy avergonzados. Él estaba rojo como un tomate, pero yo fui quien terminó más roja después de darle un beso en respuesta —recordó Nora, riendo entre lágrimas.
—Tras nuestro casamiento, vivimos con tranquilidad —continuó Nora, una sonrisa cálida adornando su rostro. —Todo era armonía y felicidad. Pero un día, durante una visita rutinaria al médico, me llevé una sorpresa agradable: iba a tener un hijo.
Nora se rió al recordar la reacción de Kichirou al enterarse de la noticia.
—Cuando se lo conté, Kichirou se desmayó del shock. Al recuperarse, salió corriendo a gritar a todo el mundo que iba a ser padre —recordó Nora, su sonrisa creciendo al revivir el momento.
Los años siguientes estuvieron llenos de momentos memorables. Nora describió cómo su hijo creció en un hogar lleno de amor y risas. Compartieron picnics bajo los cerezos en flor, tardes de juegos en el río y noches de historias junto al fuego.
—Los años pasaron felizmente. Vimos a nuestro hijo crecer, jugar y aprender. Cada día traía su propia alegría y descubrimiento.
—Ver a Kichirou enseñar a nuestro hijo a pescar, o cómo se emocionaba cada vez que nuestro pequeño aprendía algo nuevo, era una alegría indescriptible —dijo Nora, sus ojos brillando con el recuerdo de esos días felices.
—Cada momento era precioso —dijo Nora, sus ojos brillando con el reflejo de esos recuerdos felices. —Aunque el mundo ninja seguía girando a nuestro alrededor, en nuestra pequeña burbuja de felicidad, encontramos paz y un amor inquebrantable.
—Cada día con ellos era un regalo —concluyó Nora, su voz teñida de nostalgia—. A pesar de las sombras de mi pasado, esos años fueron la luz de mi vida.
Nora continuó con su relato, su voz teñida de tristeza y remordimiento.
—Todo tiene un final, y el nuestro fue demasiado abrupto —dijo Nora, su expresión sombría—. Con la guerra estallando, Kichirou, como líder de los ANBU y un ninja importante en la aldea, tenía mucho trabajo. Cada vez pasaba menos tiempo en casa y llegaba con más heridas.
Nora habló sobre su hijo, que crecía y comenzaba a asistir a la academia ninja.
—Como hijo de un Senju, tenía responsabilidades sobre el apellido. Con la guerra acercándose, su entrenamiento fue duro. Al igual que su padre, nunca se quejaba, solo sonreía y trabajaba más duro.
Con el paso de los años, la guerra continuó y su hijo, ya graduado, entró en el peligroso y cruel mundo de un shinobi.
—Puede ser hipócrita de mi parte, después de todo, yo formé parte de ese mundo —continuó Nora—. Pero ver a mi hijo salir a matar o ser matado me dolía profundamente.
Kichirou había sido enviado a la zona de Mizugakure y no estaba disponible para ayudar. Nora recordó haber pedido a su estudiante Tobirama que protegiera a su hijo.
—No como estudiante, sino al menos para darle protección suficiente. Tobirama aceptó y junto a su grupo de estudiantes, que eran unos años mayores, avanzaron en una misión de escolta.
En ese momento, Nora apretó los puños con furia.
—Si solo lo hubiese mandado con un jounin normal, tal vez... —sus palabras se perdieron en un suspiro de frustración y dolor.
—Un gran grupo de ninjas renegados atacó al grupo, sabiendo que Tobirama estaría allí —continuó Nora, su voz quebrándose—. Mi niño, que carecía de experiencia, quedó paralizado por su primera muerte. El ninja al que había atacado había dejado varias etiquetas explosivas en su cuerpo antes de fallecer.
Nora tragó saliva, luchando por mantener la compostura.
—Ese día, lo único que recibí fue una bandana ensangrentada, entregada por un grupo de chunin —dijo con voz quebrada—. Ese... ese bastardo que prometió proteger a mi hijo ni siquiera apareció.
El dolor y la ira de Nora eran palpables. La pérdida de su hijo en la guerra había dejado una herida profunda y permanente en su corazón.
Las lágrimas comenzaron a rodar por las mejillas de Nora mientras recordaba el doloroso momento de pérdida y traición. Yasuke, escuchando en silencio, se dio cuenta de la profundidad del dolor y la complejidad del mundo ninja, un mundo donde la guerra y la pérdida eran una constante dolorosa.
Mientras las lágrimas seguían fluyendo, Nora continuó su relato con voz entrecortada.
—Kichirou, al enterarse de la noticia de nuestro hijo, quiso volver inmediatamente —dijo Nora—. Pero sus responsabilidades no se lo permitieron, así que al final tuve que enterrar la bandana de mi hijo sola.
Nora esperaba que, con el fin de la guerra, finalmente pudiera llorar a su hijo junto a su esposo. Sin embargo, la muerte de Hashirama y la ascensión de Tobirama al puesto de Hokage trajeron consigo más cambios y responsabilidades para Kichirou.
—Tobirama se volvió más radical, más paranoico después de perder a su último hermano —explicó Nora—. Intentaba crear instituciones en la sombra y reprimir la fuerza de ciertos clanes, como los Uchiha.
Los pocos momentos que pasaba con Kichirou se veían empañados por la ira y el dolor que Nora sentía.
—Le culpaba tontamente por no haber estado allí —confesó Nora, su voz marcada por el arrepentimiento—. Él simplemente agachaba la cabeza y absorbía toda mi ira. Ahora me arrepiento. Si pudiera volver atrás, lo abrazaría, sabiendo que él también sufría.
Los años pasaron con una pesadez sombría. Luego vino el día que cambiaría todo nuevamente.
—Un día, Kichirou partió en una misión de rescate —continuó Nora—. Varios equipos de genin habían sido atacados por ninjas renegados. Le pregunté por qué iba, considerando su alto rango y responsabilidades. Él me dijo que eran los niños a los que teníamos que proteger, para que pudieran volver a casa y sus padres no tuvieran que sufrir.—relató Nora, su voz quebrándose.
La voz de Nora se quebró al llegar al final de su historia.
—Ese día, Kichirou no volvió, pero gracias a él, doce genin volvieron a sus hogares.
—Así perdí a mi esposo, pero él salvó a esos niños —concluyó Nora, las lágrimas aún fluyendo por sus mejillas—. Ese fue su legado, proteger a la próxima generación a cualquier costo, por eso decidí crear el orfanato de Konoha, para darle un hogar a todo aquellos que no lo tienen.
—¿Por qué odio a los shinobis? —comenzó Nora, tomando una profunda respiración—. Porque los shinobis son el corazón de un mundo que roba a las personas de sus vidas normales. Nos lleva a luchar, a matar y a sacrificar todo por causas que a menudo están más allá de nuestro control o comprensión.
Hizo una pausa, sus palabras cargadas de años de experiencia y dolor.
—Los shinobis son héroes para muchos, pero también son los arquitectos de tragedias para otros. Perdí a mi hijo y a mi esposo a causa de este mundo. Ellos dieron sus vidas, no por su propia elección, sino por las demandas y expectativas del camino del shinobi.
Yasuke escuchaba, capturado por la intensidad de sus palabras.
—En el fondo, los shinobis son solo seres humanos, atrapados en un ciclo de violencia y deber. Este mundo de shinobis, con su heroísmo y sacrificios, también está lleno de dolor y pérdida. Y esa es la razón de mi odio —finalizó Nora, su voz ahora más suave, pero aún cargada de emoción.
Nora miró a Yasuke con una mezcla de esperanza y seriedad.
—Gracias a tu demostración de habilidades frente a Tsunade, serás promovido a genin y convertido en un ninja —comenzó Nora—. Pero te he contado mi vida con la esperanza de que elijas no seguir este camino. Podemos bloquear tu chakra y permitirte vivir como un civil. Usaré lo último que me queda de influencia para ayudarte en esto.
Yasuke permaneció en silencio por un momento, reflexionando sobre la oferta de Nora. Finalmente, tomó su decisión.
—Agradezco tu preocupación abuela, pero he decidido seguir siendo un shinobi —dijo Yasuke con determinación—. Pero seré un ninja médico. Mi propósito será salvar vidas, no quitarlas.
Nora asintió, una expresión de resignación y respeto en su rostro.
—Entonces está bien —dijo suavemente—. Solo, por favor, déjame estar sola ahora.
Yasuke asintió, respetando su deseo. Cuando estaba a punto de salir, Nora le habló una vez más.
—Escucha Yasuke, tu madurez y seriedad me recuerda a Tobirama, por otro lado Minato que si bien puede parecer una idiota, es una persona que se puede poner seria en los momentos críticos, como Hashirama, espero que no tengais el mismo destino y podais vivir una feliz vida, pude perder un hijo y un esposo en mi vida, pero a cambio la vida me recompenso con decenas de nietos, a los que siempre cuidare, y por los que siempre estare para apoyarles tomen el camino que tomen—dijo Nora, su voz llena de cariño y preocupación.
Yasuke se detuvo en la puerta, volteó hacia Nora y asintió con una promesa silenciosa antes de salir de la habitación, llevando consigo las lecciones y el cariño de Nora, y un renovado sentido de propósito en su vida como futuro ninja médico.
Continuara...
Chicos el siguiente arco sera de en su totalidad sobre Yasuke, durante este quise sentar las bases de la historia, el circulo del protagonista, su motivacion y mas me disculpo si han sentido que hubo demasiado relleno por las historias de los personajes secundarios pero que mas quieren es un fanfic de Naruto si la obra original tiene relleno el FanFic debe tener relleno