Capitulo 1

El mundo en realidad es espléndido, pero los humanos arruinan su belleza. --------------- --------------- 1 "Ah....ah....ah....." Suspiro tras suspiro salían de un callejón una noche del 15 de abril. "Porque..." Un suspiro ahogado salió del agonizante cuerpo del muchacho, mientras sus ojos se llenaban de lágrimas. "Yó.....estoy muriendo..?" "No quiero morir....no estoy listo para dejarlo ir..." El arrepentimiento golpeaba la poca voluntad que tenia, y apretando ambas manos se preguntaba como todo había terminado así. . . . . . 1 años antes... Siendo aproximadamente las 4 am de la mañana en la ciudad de los Ángeles California, ubicada en los estados unidos de América, el panorama se ve prometedor para cada uno de los habitantes de aquella ciudad tan grande y majestuosa. El amanecer se veía muy lejano todavía mientras que miles de personas permanecían durmiendo en sus plácidas camas, mientras que otras pocas se preparaban para empezar su día de la mejor manera posible, siendo uno de estos un joven de 18 años el cual se encontraba organizando sus materiales escolares para su primer día en la preparatoria. ~Bien, con esto debería ser suficiente para tener un excelente primer día de preparatoria~ Suspirando pesadamente el muchacho se moviliso por el pequeño cuarto que tenia, al que podia llamaba hogar , mientras se encaminaba dispuesto a entrar al diminuto baño que tenia para realizar su aseo personal. Perspectiva de Alex: Mi nombre es Alexander Collen, y soy un futuro estudiante de neurocirugia. Se que parecerá extraño que alguien tan joven se encuentre en un apartamento tan claustrofóbico, y completamente solo, pero esto no era más que la lamentable realidad que viven millones de adolescentes en estos días. Pero la razón tras mi situación actual no es una muy habitual. Se podría pensar que mi vida es producto del deseo de independencia que tenemos los jóvenes al alcanzar la mayoría de edad, pero... No importa, la verdad es que mi verdadero deseo nunca fue terminar así, con una vida tan solitaria. Mis padres murieron hace mucho años, esto sucedio mientras se encontraban dirigiéndose a la casa de mis abuelos, fueron sorprendidos por 2 asaltantes a mano armada dispuesto a tomar cada centavo que tuvieran en ese momento, pero para su desgracia mis padres no llevaban nada realmente de valor, causando la inexplicable ira de uno de los delincuentes, cosa que terminó llevándolo a presionar el gatillo y acabar con la vida de mi madre. Al presenciar tal acto inhumano, mi padre intento golpear al culpable, pero fue detenido abruptamente por una bala dirigida a su pecho, la cual termino acabando con su vida en tan solo un instante. Mientras el desvivido cuerpo de mi padre caía al suelo sin rastro de estar respirando ambos delincuentes salieron corriendo lo más rápido que pudieron, y no importo lo mucho que se exigió la captura inmediata de los asesinos, ellos nunca fueron aprendidos hasta el día de hoy. Todo esto se sabia gracias a las cámaras de seguridad ubicadas en la escena del crimen, las cuales fueron lo único útil, en las imagenes se podia ver un peculiar tatuaje de serpiente negra impregnada en el cuello de uno de los asesinos, pero lamentablemente hasta ahí quedó la utilidad de las cámaras puesto que aparentemente las demás grabaciones habían sido extraviadas por los encargados. Siendo sincero era obvio lo que había pasado, pero sin las pruebas suficientes para desenmascarar a los desvergonzados, y sin el dinero necesario para permanecer debatiendo el caso con un abogado, el caso fue cerrado como incompleto, y las investigaciones llegaron a su fin tan sólo 2 semanas después de la tragedia. Terminando de bañarme me movilise frente a mi pequeño armario del cual saqué las mejores prendas que tenía, me cambie apresurado con la mente más despierta que nunca gracias al agua fría. Mirando de reojo mi reloj vi que eran casi las 5 am de la mañana, por lo cual salí del pequeño edificio en busca de alguna tienda abierta para poder comprar algo de comida para mi desayuno, siendo honesto no contaba con mucho dinero, solo teniendo lo suficiente como para subsistir mientras que mis tíos me apoyaban pagando mis estudios y mis abuelos me brindaban parte del dinero que se les daba por su pensión. Vivía una vida escasa de lujos a comparación de muchos jóvenes de mi edad, pero siendo sincero no tenía nada por que quejarme, porque la verdad siendo franco mi situación podría estar mucho peor si es que no hubiera tenido apoyo de mis familiares. Talvez ahora me encontraría viviendo bajo un puente rogando por limosnas cada noche en los barrios peligrosos de la ciudad. -Ah... De alguna manera mi familia se las han arreglado para ayudar a su despavorido sobrino y nieto, aun con sus propios problemas y deudas, no me han dejado solo. Realmente estoy muy agradecido con esas personas. Desde hace algunos años me había prometido el devolverles el favor algún día, convirtiéndome en una persona de éxito podría pagarles cada centavo que invirtieron en mi durante tantos años, pero por el momento mi preocupación principal es otra. En el corto transcurso que paso desde que sali de mi apartamento, e llegado a notar hace algunos segundos la presencia de una persona que sospechosamente no había dejado de seguirme desde que salí de mi apartamento, al principio pensé que sería una persona normal en busca de algo en particular, pero nunca pensé que lo que buscaba era mi dinero. Permanecí calmado durante todo este tiempo por el simple hecho de la mala situación en la que me encontraba, siendo franco si se me ocurriera salir corriendo la probabilidad de que el hombre tenga un arma de fuego y me diera un tiro directo en la cabeza era muy alta, después de todo era simple para alguien conseguir un permiso falsifica del control de armas de fuego si es que tenias los contactos correctos y la suficiente cantidad de dinero. Luego estaba la opción de encarar al hombre atrás mío corriendo el riesgo de ser acuchillado apenas gire la cabeza unos 90 grados, como había dicho anteriormente, me encontraba en una situación realmente muy mala. Teniendo en cuenta mis escasas opciones, si quería salir con vida de aquí tenia que seguir caminando hasta algún hospital o comisaría, si es que tenia la suerte de que mi asaltante sea lo suficientemente tonto como para permitirlo. Gire disimuladamente mis ojos hacia atrás para percatarme de que el hombre se había quedado quieto, siendo el responsable de tal acción la llamada que había recibido, a todo esto permanecí firme en la idea de seguir caminando como si nunca me hubiera percatado de su presencia, mientras que inconsciente mi mano derecha sostenía con fuerza el reloj que tenia en ese momento. Mire de reojo mi brazo ya enrojecido por la fuerza que habia ejercido. Solte con temor mi muñeca, encontrandome con un articulo bastante valioso, después de todo este reloj era el último recuerdo que tenía de mi padre. El sostener de esa manera su reloj era ya algo que había heredado de él hace ya varios años, cosa que solo hacía cuando sentía mucha ansiedad ante circunstancias como estas. Habiéndome alejado aproximadamente la distancia de 2 cuadras de aquel hombre solté un gran suspiro mientras tocaba ligeramente la zona en la cual se encontraba mi corazón. Vivir una experiencia tan cerca de la muerte no había sido fácil para mí, corriendo el riesgo de morir de la misma manera en la que murieron mis progenitores, el tan solo pensarlo me hacía estragos las emociones. O tal vez, había sido producto de la imaginación de un niñito asustado, incapaz de controlar sus emociones. No, no podía ser eso...¿Verdad? ... Mis pies nunca dejaron de caminar en dirección opuesta a la del posible asaltante, mientras intentaba tranquilizar el miedo que había estado ocultando hace unos instantesme me termine perdiendo entre las calles de la inmensa ciudad siendo aún las 5:15 am de la mañana. Estando más tranquilo del suceso que había vivido anteriormente me propuse a cumplir mi objetivo inicial en lo que me dirigía a una de las tiendas más cercanas. Mi dieta diaria constaba de alimentos embolsados o empaquetados, acompañados de agua pura para balancear el exceso de grasas saturas, pues el querer comprar alimentos realmente sanos era un sueño muy lejano para alguien como yo. Había tardado aproximadamente 20 minutos en conseguir mi comida, por lo cual ya me encontraba de camino a mi apartamento lo más rápido que mis piernas me permitían. Cuando por fin llegue a mi residencia entre apresurado, cosa que imite a la hora de comer, pues lo había hecho lo mas rápido posible en lo que mantenía a raya el tiempo que estaba tomando el realizar todas mis actividades antes de salir a mi preparatoria. Sin embargo al escucharse el fuerte sonido de una alarma de reloj, siendo especifico la alarma de mi reloj el cual marcaba que eran exactamente las 6 de la mañana. Deje caer el tenedor que tenia entre los dedos, y salí disparado a la estación de autobuses. -¡Maldición, tan pronto son las seis! Me queje para nadie en particular mientras la poca comida que alcanze a tragar se quedaba atorada en mi garganta. Acomodando rápidamente mi mochila en brazos rogaba a los cielos el no llegar tarde el primer día de clases. Mientras recorría la ciudad de los Ángeles a toda prisa me puse a meditar un poco de lo que había pasada hace tan solo 1 hora atrás y la sensación tan agridulce que sentía aun ahora mientras la sensación de ser perseguido recorría mi cuerpo desde mi garganta hasta la punta de los dedos de mis pies. Pero para mi buena suerte ese sentimiento no duro mucho mas cuando frente a mi me encontré con una de los buses que me llevarían a mi destino, por lo cual pague mi boleto y subí las escaleras del bus para acto seguido sentarme en uno de los abundantes asientos vacíos que habían. -Supongo que a estas horas la gente ya no se molesta en tomar buses Pasados 20 minutos desde que el transporte tomo rumbo a su destino vi con nerviosismo la entrada de la preparatoria la cual para mi desgracia se encontraba cerrada mientras era supervisada por los guardias del lugar. -!Esta es mi parada¡ Dije en desespero al conductor que por instinto paro de manejar permitiéndome salir corriendo en dirección a mi destino. Después de convencer a los guardias del lugar me encontraba recorriendo los largos pasillos desolados de la institución mientras me encontraba buscando mi salón de clases. Pero mientras ya estaba a tan solo unos pasos mas de mi salón me tope con un joven que se encontraba fuera del salón mientras sostenía su mochila con aparente desanimo en su mirada. -Al parecer que no fui el único que llego tarde el primer día de preparatoria. dije al desconocido joven frente a mi, el cual al escuchar mi voz giro rápidamente su cabeza a mi dirección. El lugar quedo en completo silencio por unos instantes mientras la atmosfera se volvía mas pesada cada segundo hasta que finalmente el joven frente a mi se propuso la idea de responderme. -Bueno....creo que tienes toda la razón. -Entonces....dime ¿Por qué no has entrado al salón? Pregunte mientras señalaba la puerta del aula. Girando la mirada el joven frente a mi se quedo callado por unos segundos hasta que con algo de vergüenza en su voz comenzó a hablar. -Lo aria si pudiera, pero lamentablemente ninguno de los dos podremos entrar hasta que llegue la hora de receso, es algo así como una de las normas de este lugar, lo vi en una de las pancartas colgadas en la entrada del lugar, seguramente tu los habrás visto ¿Verdad? Me quede en blanco al procesar la información. ¨Eh? !Que clase de preparatoria tiene reglas tan absurdas como estas¡¨ La verdad era que me habia encaminado en la idea de llegar lo más rápido posible que no pare a revisar los carteles que estaban colgados al momento de llegar. Viendo mi reacción, el desconocido frente a mi chasqueo la lengua mientras colocaba su mochila en su espalda. -Si que eres un cabeza hueca, como se te ocurre entrar a una preparatoria sin antes conocer a lo menos las reglas del lugar. Sus palabras chocaron conmigo, pero no me atreví a contradecir sus palabras. -Buenoveras, la cosa es que mis tíos fueron los encargados de inscribirme aquí, por lo tanto no tuve la oportunidad de leer las normas en este lugar. Mi explicación pareció darle gracias al chico, por lo que intenté manejar la situación de manera animada. -Esta bien, supongo que no fuiste lo suficientemente inteligente como para saberlo, no te culpo. Su voz era realmente molesta, pero me agrado el escuchar sus palabras. -Después de todo no todas las preparatorias tienen normas tan estrictas como las que hay aquí. Curve mis labios en una pequeña sonrisa. -Bueno, supongo que no. -Lo suponía, lo mejor será salir de este lugar, damos mas pena que gloria siendo los únicos ineptos que no pudieron llegar temprano en su primer día. No me dio tiempo de hablar, pues ya se estaba marchando atrás mío. -¿Qué?..Pero a donde se supone que vamos? Pregunte en lo que seguía sus pasos. -¿A donde dices? Pues al patio, será mejor estar ahí en la comodidad que sentados en el frio piso de este lugar. Dude en ir con él, pero al notar que no pararía decidí seguirlo. No tenía nada que perder. -Bueno, supongo que tienes razón. -¡Oh, Casi lo olvido! Si no es mucha molestia podrías decirme cual es tu nombre? Dije girando mi cabeza. -Mm?, Me llamo Rodrigo Williams ¿Y tú, cómo te llama? -Mi nombre es Alexander Collen, pero puedes llamarme Alex. -Entiendo, siéndote sincero esperaba que tuvieras un nombre mas estúpido que ese, pero supongo que me equivoque. -¿Eso crees? Después de eso tanto Rodrigo como yo pasamos todas las primeras horas en el patio de la preparatoria hasta que finalmente la campana sonó dando indicios de que era hora del receso. Teniendo la oportunidad ambos nos metimos rápidamente al salón de clases y permanecimos ahí hasta que todo el día escolar finalizo. -Si que fue agotador este primer día. Dije para mi mismo mientras soltaba un pesado suspiro. -Ni que lo digas, no pensé que los profesores dejarían tantas tareas el primer día. Una voz familiar justo al lado mío se escucho causandome un pequeño susto. Girando lentamente la cabeza pude confirmar mis sospechas en un instante ¡Era Rodrigo! -Je, creo que tienes razón. Ambos seguimos caminando hasta llegar a la salida de la prepa, donde nos despedimos y tomamos caminos separados. Al día siguiente volví a seguir la rutina del día anterior con la diferencia de que esta vez realizaría las cosas con más rapidez. Logré llegar con éxito a la hora establecida al salón de clases en donde me encontré nuevamente con Rodrigo, el cual para esta ocasión llevaba en su mano un peculiar cómic de alguna serie desconocida para mí. Al preguntarle al respecto, me dio una explicación algo vaga para mi gusto. Este no es un cómic como muchos pensarían, si no un manga, se los conoce así por su peculiar estilo de dibujo que tiende a ser en su mayoría diferentes a los de cualquier cómic, además de que al rededor del 99% de historias son de origen japonés, y no estadounidense como el de los cómics. Explicó Rodrigo mientras me entregaba aquel manga en mis manos. -Este manga en especifico es uno de los más increíbles que eh leído hasta ahora, aunque aun no lo termine de leer, la historia va por un rumbo muy interesante, sin mencionar que esta semana se publicará el final, las personas han estado hablando mucho sobre el. -De verdad? Dime, cual es el nombre de este manga? -Este manga se llama Demon Slayer, aunque me sorprende que no lo conozcas, después de todo a sido la primicia de los últimos meses ¿Acaso has estado viviendo bajo una piedra? -Algo así, dije mientras me reía ligeramente. -Que más da, si quieres puedes venir a mi casa después de clases, eh estado coleccionando todos los tomos del manga y te los puedo prestar para que los estés leyendo durante estos días, después de todo dudo que puedas encontrarlos en cualquier tienda, sin mencionar lo costosos que son. Dijo Rodrigo entregándome el manga que tenia en ese momento. -Me parece genial! Me vendría bien tener algo con lo que poder entretenerme estos días. Dije aceptando la propuesta de Rodrigo. Terminadas las clases ambos nos dirigimos a la casa de Rodrigo, a la cual no tardamos tanto en llegar por el transporte personal que lo esperaba a la salida todos los días. -Increíble! De verdad vives aquí? Dije mientras frente a mi divisaba una casa realmente enorme que fácilmente tendría la medida de 500m cuadrados. -Que puedo decir, soy afortunado de tener unos padres exitosos. Resoplo con orgullo Rodrigo mientras que con su mano realizaba señas indicándome que lo siga adentro de su mansión. El lugar no dejaba mucho que desear, tenía un gran espacio aún teniendo tantas cosas que la decoraban, teniendo muchos artefactos que nunca creí ver por mi mismo, las paredes pintadas de un hermosos color crema y tanto el suelo como el techo de la casa estaba construido de la madera más hermosa y refinada que había visto, siendo franco si tuviera una casa como esta no me molestaría en volver a salir al mundo exterior. Caminando por la casa seguía a Rodrigo por su inmensa sala de estar pasando por la cocina y subiendo las escaleras al segundo piso, el cual estaba hecho de los mismo materiales que la parte inferior de la casa, hasta que por fin después de llegar al final del segundo piso nos detuvimos en una puerta semi abierta. Esta es mi habitación, déjame sacar mi colección en lo que tu puedes explorar el lugar libremente. Hablo Rodrigo mientras caminaba dentro de su habitación seguido por mi. "!Wow. Este lugar es 3 veces el tamaño de mi apartamento!" Pensé al ver frente a mi algo que solo podría divisar en mis mejores sueños juveniles, una cama de casi 2 metros de ancho y 3 de largo, acompañado de uno impecable mesa de noche que tenia como papel principal sostener la hermosa lámpara color rojizo, seguido de un inmenso armario que ocupaba fácilmente el sesenta porciento de toda la pared derecha, sin hablar de la hermosa alfombra blanca que cubría todo el cuarto, un hermosos y amplio escritorio y encima una increíble computadora de último modelo, y teniendo como cereza del pastel un amplio librero repleto de diversos mangas de distintas historias, junto a funcos de personajes animados, los cuales le otorgaban un mejor ambiente al cuarto si me lo preguntan. -Disculpa la pregunta pero, ¿Acaso tu familia es traficante de órganos? Pregunte sin temor a la respuesta o a la reacción que tendría Rodrigo. -Talvez....pero no lo sé y ni me importa. La habitación había quedado en un incómodo silencio mientras me replanteaba la estupidez que fue el hacer una pregunta como esa. -Aquí están... Murmuró Rodrigo mientras que con dificultad sacaba una peculiar caja rectangular, la cual posiciono en su cama. -Escúchame atentamente, en esta caja están las cosas más valiosas que hay, son mis amores, se irán a la tumba conmigo llegado el momento, pero.. !Como me enteré que algo les pasó, te juro que tu serás el siguiente! Entendió? -S..si.. -Bien, entonces puedes llevártelo cuando gustes, solo encárgate de guardar cada tomo en su lugar cuando lo termines de leer. Dijo Rodrigo en lo que colocaba la pesada caja sobre mis manos. -Lo tendré muy presente, no tienes nada de que preocuparte, además, te agradezco nuevamente por permitirme llevarme tus libro, aunque no me sean de gran utilidad, me mantendrán entretenido en los momentos aburridos. -No hay de que, para eso están los amigos. Seguido de eso Rodrigo me guió hasta el carro que nos había traído, y en lo que yo le explicaba al chófer la dirección de mi departamento me despedí de Rodrigo con su caja en manos. -Amigos eh.. Dije susurrando para mi mismo mientras replanteaba lo que quería decir. Aunque no parezca posible, durante la mayor parte de mi vida no eh llegado a tener a alguien que me considere su amigo, o por lo menos que yo lo considere alguien cercano sin contar a mi familia, y algunas escepciones, por lo cual la forma tan confiada en que me llamó amigo me hizo sentir extraño por la emoción tan nostalgica que sentí en ese momento. Pero algo era seguro, y es que apartir de ese día mi cercanía con Rodrigo se hizo más fuerte. En lo que nuestra amistad se fortalezia concorme pasaban las semanas, nuestra cercania no solo se vio limitada en el salón de clases o en las horas de descanso que nos daba la preparatoria, si no también en la casa de Rodrigo en donde pasábamos horas jugando Dragon Ball FighterZ, siendo uno de los pocos juegos que llegue a jugar, fueron momentos realmente divertidos mientras matábamos nuestro aburrimiento y a la vez inconsciente nuestras propias penas. Después de tanto tiempo juntos, aproximadamente seis meses de pura diversión, en una de nuestras conversaciones Rodrigo y yo hablamos de cosas personales, y fue ahí donde descubrí la mentira de la aparentemente vida soñada de mi amigo, según me contó,desde que es consiente, tiene las veces contadas en las que sus padres lo habían ido a visitar, pasando la mayor parte de su vida solo en su hogar. También fue en esas conversaciones en donde le conté a Rodrigo la trágica e injusta historia que pase de joven con la muerte de mis padres, por lo cual aun ante nuestras diferentes experiencias, no pude evitar comparar nuestras vidas de una manera tan similar, como si el sintiera lo mismo que yo sentía en ese entonces, el estar solo era algo que el conocía al igual que yo, lo cual por alguna razón me hizo sentir algo de simpatia hacia mi amigo. Aparte de todo esto, durante estos seis meses me daba el tiempo de leer los mangas que me había prestado, los cuales leía de tres a cuatro veces por semana por el escaso tiempo libre que tenía por la preparatoria y las salidas a pasar el tiempo con Rodrigo, pero aun ante las distracciones había podido leer gran parte de los mangas, llegando a la etapa de la fortaleza dimensional, en donde se decidiría el final de la obra. Aunque el final del manga se había publicado hace más de un mes, me mantuve alejado lo máximo que pude de cualquier tipo de spoiler, para poder ver por mi mismo el final del manga. Durante este tiempo no solo me centre en leer el manga de Demon Slayer o jugar con Rodrigo como forma de distracción, si no que me centre en explorar los diferentes géneros de animes que me mostró Rodrigo, los cuales eran las adaptaciones de los mangas a episodios audiovisuales. De los cuales encontré uno el cual me pareció muy entretenido, y que obviamente debía ver si había estado jugando su video juego durante tanto tiempo, precisamente me refería a Dragon Ball super. Y, aunque no me hubiera visto las series pasadas de Dragon Ball z, puedo decir que sin dudas me pareció una de las mejores historias que eh visto junto a la de Demon Slayer. Fuera de eso me mantuve constante en mis deberes como estudiante realizando mis actividades diarias con normalidad, siendo exactamente lo mismo hoy 30 de agosto, un día muy especial, por el hecho de que hoy era el cumpleaños de Rodrigo, que cumplía 18 años. En estos momentos me encontraba recorriendo las calles de la ciudad en busca de un obsequio para Rodrigo, siendo aun las 5 de la mañana, no había muchos establecimientos abiertos a esta hora, pero seria la única oportunidad que tendría para darle un regalo sorpresa a mi amigo, puesto que ya había sido invitado a su casa para celebrar su fiesta jugando video juegos y comiendo enchiladas con bebidas azucaradas, y como suceso final comer juntos un rico pastel de cumpleaños. A palabras de Rodrigo el no tenía muchos amigos a los cuales pudiera invitar, y nuestro primer encuentro en el primer día de preparatoria fue simple casualidad. Y por encima de eso, sus padres no podrían asistir una vez más a su cumpleaños, ni siquiera porque hoy se volvería un adulto oficialmente, aun no tenían tiempo para su único hijo. Era realmente increíble lo inconscientes que podrían ser algunos, de estar frente a ellos les daría de gratis mi franca opinión. Sin embargo, al ver a mi amigo, pareciera que no le interesaba mucho, o por lo menos así lo hacia parecer frente a mí. Después de indagar por todos los lugares posibles de la ciudad logré encontrar un buen regalo para Rodrigo, siendo un funco de uno de sus personajes favoritos de anime, el cual era el retrato de un personaje llamado Rudeus Greyrat, a palabras de Rodrigo era su personaje favorito isekai del anime de Mushoku tensei, por lo tanto no tuve mejor idea que regalarle un funco de este personaje. Teniendo un buen regalo asegurado corrí a toda prisa a la preparatoria antes de llegar tarde nuevamente. Al llegar salude a todos mis compañeros en lo que felicitaba a Rodrigo por sus 18 años, al llegar la maestra todos nos sentamos en nuestros pupitres y el día transcurrió con normalidad hasta la hora de salida, en donde junto a Rodrigo fuimos en su transporte en dirección de su casa, en donde apenas llegamos nos dispusimos a empezar viendo un nuevo episodio de Dragon Ball super. Acaso Goku podrá dominar el 100% del ultra instinto? Dije mientras el capítulo 130 de Dragon Ball super finalizaba. Eso creo, después de todo las personas no hablan de otra cosa que no sea eso. Dijo Rodrigo mientras apagaba el televisor. Después de terminar de ver el episodio procedimos a jugar juntos video juegos mientras comíamos pizza y algunas bebidas. La tarde transcurrió con gran ánimo hasta llegar a la parte central en donde cantamos y comimos juntos finalizando el día con éxitos. Siendo las 9 pm de la noche nos despedimos mientras me dirigía a mi hogar. Ahí fue cuando después de 20 minutos en los que me había despedido, mientras rebuscaba entre mis bolsillos fue cuando me di cuenta que me había olvidado de darle mi regalo a Rodrigo. "¡No puede ser, como pude olvidarme de algo tan importante!" Pensé mientras recorría el camino de regreso a la mansión de Rodrigo sin ver por donde caminaba corrí por medio de la pista sin voltear a la derecha o izquierda, siendo este mi mayor error. El sonido de una bocina de carro invadió mis oídos mientras la potente luz de un camión cubría toda la pista. Mi rostro quedó congelado junto a mi cuerpo entero, mi mente se quedó en blanco mientras esperaba mi final. Pero en el instante en que moriría fui empujado a un lado del carro por alguien. El sonido del repentino choque termino disipando la tranquilidad del lugar, provocando que voltee ligeramente la cabeza con la mirada perdida en lo que intentaba procesar lo que acababa de pasar. Con el panoraba borroso producto del aturdimiento producido por el choque, no fui conciente de lo que estaba frente a mi por unos segundos. Para mi propia desdicha, no estaba preparado para la imagen que había frente a mi. Mis ojos se abrieron de par en par dejando mi pupila como un pequeño punto negro en medio del vacio, tal cual se encontraban mis pulmones al no poder respirar con normalidad. El shock producido por la repentina emoción me impidio pronunciar palabra alguna en el corto laptus de tiempo que permanecí parado. Pues frente a mi, se encontraba tirado en el suelo la espantosa figura de un muchacho de no más de 20 años. ¨N....No.. puede ser..¨ Quería decir más, hacer mucho más, pero simplemente no pude. Mi corazón se encontraba bajo una fuerte presión, y un poderoso nudo cubría mi garganta evitando que salieran palabras con facilidad. Alex... El murmuró que Rodrio realizo con sus últimas fuerzas me saco del shock, permitiendome correr en su dirección. Intente alcanzarlo con mis manos, pero no fui capaz de tocarlo. Su cuerpo estaba desecho, y no serviria llamar a los paramedicos, pues el conductor lo había hecho segundos atrás. ¨Ro..Rodrigo...¨ Sus ojos cristalinos lograron reflejar lo que su boca no fue capaz de pronunciar. El dolor que estaba sintiendo mi amigo no logro apasiguar mi propio dolor. ¨Lo lamento..¨ Su voz desecha atravezo mis oidos, provocando un dolor aún mayor. ¨!No te disculpes, fue mi culpa por no mirar por donde caminaba¡¨ Tras tocer unas cuantas veces, la condición de Rodrigo no estaba mejorando, y sus ojos poco a poco empezaban a perder su tono negro, y se volvia grisaceo. El sentir que mi amigo estaba muriendo no me dejo ordenar mis pensamientos con claridad, en ese presiso instante, aunque no fuera yo el afectado pude ver pasar millares de experiencias vividas junto al hombre frente a mí. La ultima acción que hizo Rodrigo como muestra de vida fue tomar mi mano con fuerza, mientras que a lo lejos se escuchan las cirenas de ambulancia. Inconsientemente, mis ojos dejaron caer una lagrima tras sentir el cuerpo de Rodrigo, el cual estaba, completamente frío. . . . . Tras la muerte de Rodrigo se llevó a cabo un funeral a las afueras de la ciudad, lugar al que desafortunadamente no fui invitado al no ser reconocido por ningún familiar. No podia evitar sentirme culpable por su muerte, y el como me miro por ultima vez perseguia mis sueños, materializandoce en pesadillas constantes que atormentaron mis noches durante las primeras semanas. Tras lo ocurrido, las cosas dentro de mi vida dieron un giro de 180 grados, aun tenia los mangas de Demon Slayer que le pertenecían a Rodrigo, pero ya no tenía a nadie con quien pasar el tiempo, pero aun más importante había perdido a un amigo, y todo había sido culpa mía. El tiempo transcurrió rápido después de eso, los meses fueron años rápidamente, en donde me mantuve alejado de los demás aparte de mi familia. Me concentraba en mis propios problemas con la universidad, en donde había decidido estudiar la carrera de neurocirujano, la cual sustentaría con la ayuda de una beca universitaria. Teniendo ya 20 años de edad, me había mudado hace mucho tiempo de mi antiguo departamento a uno más cerca del centro de la ciudad, en donde me encontraba ahora estudiando para el examen final que tenia. Supongo que será suficiente por hoy. Me dije a mi mismo mientras cerraba el libro que tenía frente a mi. Tome un poco del dinero que tenía y salí en busca de algo para comer, eran las 8 pm de la noche en la ciudad de los Ángeles California, cuando salí de mi hogar. Recorriendo la ciudad entre a uno de los minimarker de la ciudad, en donde compre algunos snacks para comer, pagando todo salí de la tienda y recorrí las calles durante todo el tiempo que pude mientras intentaba apartar mi mente de los problemas que había pasado durante estos últimos 2 años. La muerte de Rodrigo había pasado hace ya mucho tiempo, su casa había sido vendida hace años, y terminé quedándome con la colección completa de Demon Slayer que me presto Rodrigo poco antes de su muerte, pero no importo lo mucho que había pasado, la pena de recordarlo seguía vigente en mi mente. ¨Será mejor volver a casa.¨ Seguí el camino de regreso a mi departamento en medio de la noche sin prestarle atención a nada en especial. Por favor déjeme ir! Se escucho la voz de una mujer cerca de mi posición. Tranquilízate mujer, esto será mas rápido de lo que te imaginas.. Dijo un hombre desconocido mientras se aproximaba cada vez más a la joven mujer. Cuando escuche los gritos de la chica decidí acercarme al lugar de donde provenía el ruido, y fue cuando los vi, un hombre de apariencia adulta estaba acorralando a una joven estudiante de no mas de 15 años de edad. "Debes estar bromeando" Pensé mientras sigilosamente me acercaba al hombre frente a mi. Pero para mi mala suerte la joven se percato de mi presencia y volvió su mirada rápidamente hacia mi, cosa que no ignoro el abusador, el cual en un movimiento rápido saco de entre sus bolsillos un arma de fuego apuntando en dirección a mi pecho. ¨Tks..¨ Pero que curioso, no esperaba encontrarme con alguien a estas horas de la noche, lástima que hoy no sea tu día de suerte. Deja ir a la niña, no tienes que hacer nada de esto, simplemente puedes irte de aquí sin dañar a nadie. Dije alzando los brazos cuidadosamente mientras a la vez me acercaba más y más al hombre. ¨¡Déjate de tonterías niño, más vale que no des un solo paso más!¨ Frunciendo mi rostro ante la clara falla de intentar conversar al hombre de hacer lo correcto permanecí quieto por unos segundos a tan solo 1.5 metros de distancia del agresor, fue entonces cuando me abalance precipitadamente en contra del abusador. ¨¡Corre!¨ Grite lo más fuerte que pude en lo que caía sobra el hombre y el arma se disparaba contra el suelo. Al escuchar la orden la joven salió corriendo en cuanto vio la oportunidad en lo que comenzaba a forcejear con el desconocido . ¨Ahg, !Suéltame maldito mocoso!¨ El arma de fuego yacía en el suelo al lado de nuestros pies, por lo cual el hombre agarro el arma con suma dificultad y al instante disparo 3 balas en dirección a mi estómago. El ruido fue escuchado por toda la manzana y las patrullas cercanas no tardaron en dirigirse a nuestra posición. "Maldito demonio.." Pensé en lo que mantenía mis manos sobre mi estómago. Al escuchar lar sirenas de policía el hombre misterioso salió corriendo a toda prisa en dirección a su auto, el cual estaba frente al callejón, y salir a toda marcha en dirección opuesta a la escena del crimen, cosa que los policías no ignoraron y lo persiguieron por donde se fue, sin siquiera percatarse de mi presencia. Tirado en el suelo del callejón el dolor se intensificaba cada vez más mientras la sangre no paraba de escaparse de mi cuerpo. Fue ahí cuando llego a mi los recuerdos mas significativos, que habían llegado a marcar mi infancia y juventud en la corta vida que había tenido. "Es verdad" Al sentir como mi sangre inundaba mis pulmones, no pude evitar el soltar lagrimas. "Así...así es como sucedió.." El tiempo transcurrió sin que nadie se preocupase en ver en el callejón, ni siquiera la joven a la que salve volvió con ayuda. Conforme pasaban los minutos el dolor disminuía, pero el miedo a la muerte no hacia mas que nublar mi escasa visión del panorama. "Parece que este es mi fin..." Dije susurrando para mi mismo mientras poco a poco comencé a cerrar mis ojos ya carentes de luz. De proto todo quedo en silencio y frente a mi solo había oscuridad que no hacía más que sostenerme en lo que parecia ser un vacio inconmensurable Capitulo 1: Mundo cruel

PREV INDEX Next