¿Pervertido?

Ya en la noche, en un lugar alto de konoha, había una persona que estaba siendo dada por la luz de la luna, pudiéndose ver que era mitsuki, el cual en su hombro había una serpiente cuyas escamas eran de color blanco y sus ojos de color amarillo eléctrico iguales a los de mitsuki, y al parecer, aquella serpiente transmitía una voz proveniente de otra persona la cual se comunicaba con mitsuki.

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-¿Qué te a parecido Boruto?. La voz salió de aquella serpiente, haciendo que mitsuki mirara fijamente en la luna con una pequeña sonrisa y algo de felicidad en sus ojos.

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-Él es increíble, aunque me estuve conteniendo, el también lo hizo, y aun así me derroto de un golpe. Todo se quedó en silencio, solo pudiéndose escuchar a las pocos paso de las personas que pasaban por la calle hasta que mitsuki hablo. Padre, creo que él es mi sol. Una sonrisa pequeña apareció en el rostro de mitsuki.

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ya al dia siguiente, shino habia preparado una fiseta para dar la bienvenida a mitsuki, el cual se sorprendió gratamente pero lo acepto sin ningun problema.

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la fiesta comenzó, todos estaban comiendo y hablando alegremente, mientras shino estaba haciendo un intento torpe para alegrar la fiesta no consiguiendo su propósito, pero aun así alegrando el ambiente con su patético intento.

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Al día siguiente, de camino a la academia, y no había pasado nada importante, pero de repente mitsuki apareció de la nada, haciendo que shikadai se asustara, pero le ofrecí unirse a nuestra caminata mañanera, lo cual, con una sonrisa y sin rechistar se nos unió a la caminata en la cual un silencio cómodo se formó entre nosotros, y caminando lentamente por la calle, un grito en una calle cercana hizo que nos alarmáramos y rápidamente nos dirigiéramos a la zona.

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al llegar, en aquella zona estaban sarada, sumiré y chouchou, las cuales estaban mirando seriamente a un chico de pelo largo, y al acercarnos a ellas les preguntamos que habia pasado.

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-Este chico nos estaba espiando. Dijo chouchou mirándome y señalándolo con el pulgar.

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Todos le miramos fijamente haciendo que se pusiera nervioso y hablara.

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-Lo siento, solo quería respirar el mismo aire que sumire.

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Sumiré por el miedo, se escondió detrás mío agarrando mi musculosa espalda con algo de fuerza mientras asomaba un poco la cabeza por mi hombro.

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-¿Qué mierda?. Dije en voz alta mirándole fijamente. Me considero un pervertido, pero de alta clase, a ti te consideraría de clase baja, no mereces el tiempo de nadie. Mi mirada se centró en el rostro bello de sumire, aquellos ojos púrpuras lavanda que te podrían dejar hipnotizados durante horas junto a su cuerpo en desarrollo, casi igual que el de sarada, pero con un trasero un poco más grande. No te mereces el tiempo de nadie, y menos de esta joven esculpida detalladamente por los mismísimos dioses. Sumire al escuchar mi comentario y mi mirada intensa sobre su rostro y cuerpo se sonrojó haciendo que aquel chico se enfadara y juntando mis comentarios de antes, estaba a punto de explotar, chouchou intervino.

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-Que tal si pruebas a confesarte, si nunca lo intentas, nunca sabrás sobre el resultado. Con esas simples palabras, chouchou convenció aquel tipo y se plantó delante mío.

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-¡aparta!. Intentándome quitar de un empujón de su brazo, no logro ni moverme un centímetro, haciendo que una mirada gélida se postrara sobre él, haciendo que se encogiera en sí mismo. Es una montaña o qué?. Se preguntó a sí mismo, retrocediendo dos pasos.

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Pero chouchou intervino, evitando que el problema escalara a mayores.

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-Boruto, apártate, deja al pobre chico confesarse tranquilamente. mi mirada se fijo en la suya, conectando mis ojos azules como el cielo con los suyos de color crema, lo cual hizo que se pusiera nerviosa. Es muy guapo. Pensó chouchou en su interior mientras un escalofrío recorría su cuerpo, pero su mirada de determinación no desaparecio.

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Viendo que chouchou no se iba a retirar, no tuve más remedio que apartarme con un suspiro de aburrimiento, dejando cara a cara aquel chico con sumiré.

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-Sumire, yo. Los ojos de aquel chico contenían vacilación y miedo al rechazo, pero en un momento de fortaleza, las palabras consiguieron salir de su boca. Tú me gustas, desde la primera vez que te vi, y te agradecería si quisieras ser mi novia. Sumiré quedo fascinada por sus palabras, lo que hizo que al chico le aumentara la confianza.

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-No. fue la sencilla respuesta de sumire, la cual hizo que toda la confianza ganada de aquel chico se perdiera en unos instantes y se derrumbará en el suelo.

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-Aquí se ha podido captar en primera persona como el corazón de alguien se rompe en trozos. Una gota de sudor cayó por todos excepto mitsuki.

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-¿No debería estar muerto entonces?. Pregunto con un tono inocente.

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-Es una ironía mitsuki. Rascándome el cuello, mire a mitsuki de forma extraña, a partir de ahora debería de enseñarle de que trata el sentido común y como socializar mejor.

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chouchou al ver aquel chico deprimido se le acercó y se agachó a su altura, y removiendo su bolsa de patatas en su mano izquierda, saco una y se la ofreció, algo raro en ella.

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-Ten, suerte para la próxima vez, las cosas no salen siempre como uno quieren. Una sonrisa amigable apareció en el rostro de chouchou.

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lentamente, aquel chico levanto la cabeza y miro en dirección a chouchou, fijándose en la patata que sostenía su mano, de un bofetón la aparto y con furia se levantó.

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-¡No quiero nada tuya gorda!. Y sin más, se fue de la calle con una mirada desolada y de rencor.

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-Suspiro, ¿que os esperabais?. Mi pregunta llegó a los oídos de todos que al escucharla se encogieron de hombros, y decidiendo tomar el camino a la academia, sumire, sarada y chou chou se nos unieron a la caminata, esta vez siendo remplazado aquel silencio cómodo por diferentes tipos de cumplidos y piropos que fueron dirigidos a las tres chicas de parte de boruto, lo cual hizo que un ambiente agradable se formara y shikadai suspirara. Vaya molestia. Murmuro por lo bajo, viendo mi interacción con las tres chicas y no sabiendo como podía sobrellevar el coquetear con tantas a la vez, en su mente las mujeres era seres que podían provocar miedo hasta el hombre mas poderoso, tomando como ejemplo a su madre y mientras tanto mitsuki, a un lado de boruto, siguiéndole y viendo todas sus interacciones con algo de curiosidad. Shikadai, ¿boruto siempre es así?. shikadai suspiro de molestia. Sí, siempre es así.

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al llegar a la academia, las clases comenzaron, hoy era día de teoría sobre fundamentos ninjas y sobre la historia de la creación de konoha, todavía retrataban a madara como un villano, aunque lo era, no remarcaban que gracias en parte a su ayuda, konoha es hoy lo que es, debido a su poder y al clan uchiha, pero dejando el tema de historia aparte, ya estábamos a punto de irnos, y el profesor shino nos había encomendado una tarea a mi, sarada, sumiré, chou chou, la cual era encontrar materiales de limpieza debido a que en un descuido, habíamos esparcído 4 botes de ketchup por todo él salo, no me pregunteís que había pasado, ni yo lo sabía, pero al final nos había mandado a limpiarlo.

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Mientras caminábamos tranquilamente por los pasillos, unas puertas gigantes de acero me separaron de sarada y el resto, haciendo que me quedara confundido.

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-Ya entiendo, aunque algunas cosas cambien al anime manga, algunas por defecto seguirán igual, como por ejemplo este gilipollas intentando secuestrar a sumire siendo influenciado por aquel chakra morado. Sabiendo perfectamente lo que iba a pasar, decidí subir al tejado donde unos minutos después de que yo llegara, apareció aquel chico junto a sumiré que la estaba agarrando por la parte de atrás del cuello.

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-Hola. Fueron mis simples palabras haciendo que aquel tipo se percatara de mi presencia.

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-¿Qué mierda haces aquí?. Su pregunta me hizo sonreír, y una mirada gélida que contrastaba con mi sonrisa apareció en mi rostro, y repentinamente mi jogan apareció pudiendo ver el aura morada que lo rodeaba.

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En un rápido movimiento, saco un kunai de su manga y apuntando a una zona vital, lanzo el kunai en dirección a mi cuello que fue contrarrestado por otro kunai lanzado de parte de sarada.

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-Buena puntería sarada. Una sonrisa apareció en mi rostro, alagando la puntería de sarada, haciendo que esta sonriera con una sonrisa complaciente por mis palabras.

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-Mierda. Dijo aquel chico al ver que venían sarada y chou chou detrás suyo, así usando un jutsu de camuflaje, ocultándose en el entorno.