Ex-Esposo, Nos Encontramos de Nuevo (1)

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En su vida pasada, se había enamorado a primera vista de Mo Yuchen a la tierna edad de trece años. Desde ese momento, él había sido el centro de su universo. Todo lo que hacía, lo hacía por él. Sin embargo, al final, todo lo que consiguió fue su repugnancia y frialdad, hasta el punto de que le prohibió dar a luz a su hijo.

Su Xiaofei simplemente no era favorecida por Mo Yuchen. A lo largo de sus cinco años de matrimonio, él nunca la tocó, ni siquiera una vez, hasta que ella recurrió a medidas extremas y lo obligó a pasar una noche con ella.

Como era de esperar, esa repugnancia se convirtió en odio y él la obligó despiadadamente a abortar después de enterarse de que estaba embarazada de su hijo.

—Una mujer de tu calaña no es digna de convertirse en madre —Mo Yuchen le dijo sin piedad antes de que fuera arrastrada por su gente a la sala de operaciones.

Ella podría ser una mujer odiosa, pero por su hijo, Su Xiaofei naturalmente sentía un amor inmenso por él. El vacío de su vientre una vez que su hijo fue abortado a la fuerza por su esposo era incomparable con la oleada de tormenta de odio que llenó su corazón después de eso.

¿Cómo podía matar a su propia carne y sangre solo porque la odiaba? Su Xiaofei no podía entenderlo.

La semana siguiente después del aborto, Su Xiaofei no había visto, ni siquiera la sombra de su esposo. Pensar que la despreciaba hasta el punto de estar dispuesto a matar a su bebé era demasiado para ella.

Después de eso, las acciones y la actitud de Su Xiaofei se tornaron peores, ya que se presentaba sin invitación en algunos de los eventos donde su esposo estaba presente y causaba un escándalo frente a los ojos del público cada vez que veía a Mo Yichen hablando con otra mujer, especialmente cuando era Ye Mingyu. Decidió hacerles la vida miserable, filtrando la noticia de su aventura en los medios.

Debido a esto, su relación estaba más allá de la salvación, ya que Mo Yuchen decidió divorciarse de esta mujer loca. Al escuchar su intención de divorciarse, Su Xiaofei no estaba dispuesta a firmarlo, porque sabía que solo beneficiaría la aventura de su esposo con Ye Mingyu. Podrían hacer su relación oficial fácilmente una vez que ella estuviera fuera de escena. Entonces, ¿cómo podría permitir que esa mujer le robara su papel como su esposa?

Obligarla a firmar los papeles de divorcio era como ofrecerle los largos tres pies de seda blanca.

La enfermera de turno que vino a revisarla vio que se había despertado e inmediatamente llamó al médico para entrar. Su Xiaofei —todavía un poco confundida de su situación actual— cooperó con todo lo que hizo el médico y respondió a sus preguntas con calma.

Después de determinar que Su Xiaofei se había recuperado, el médico le permitió ser dada de alta al día siguiente.

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—Señorita Su, usted tiene mucha suerte de que su amigo la haya traído de urgencia a la sala de emergencias. Si hubiera sido un poco más tarde, no estamos seguros de si podríamos haberla salvado a tiempo. En el futuro, por favor evite beber excesivamente. Todavía es joven y me temo que podría dejar efectos perjudiciales en su cuerpo si insiste en mantener este tipo de estilo de vida.

—Entiendo, Doctor. Limitaré mi consumo de alcohol de ahora en adelante —Su Xiaofei asintió en acuerdo. No tenía sentido hacerse daño a sí misma si esas personas podrían vivir felices tras su muerte.

Tan pronto como el médico y la enfermera salieron, la Tía Liu, quien había trabajado con su familia como una de las amas de llaves, llegó. Cuando Su Xiaofei finalmente se casó con Mo Yuchen, la Tía Liu había decidido jubilarse para vivir con su hijo exitoso y su esposa, que había dado a luz al primer nieto de la Tía Liu. En ese momento, Su Xiaofei no quería dejarla ir y quiso llevar a la anciana con ella a la casa de la familia Mo.

La anciana dejó lo que llevaba consigo y observó bien a su joven señorita. Al ver que la tez de Su Xiaofei estaba mejor que en su última visita, suspiró aliviada.

—Feifei, sé que te irrita mi sermón, pero esta anciana solo se preocupa por tu bienestar. La próxima vez, no seas impulsiva deshaciéndote de tus guardaespaldas. Si algo terrible te sucede, tu madre seguramente estaría devastada por ello.

Escuchando la preocupación de la Tía Liu, Su Xiaofei se reprendió por ser egoísta en su vida pasada. Como Su Xiaofei no estaba cerca de su padre y con su madre siendo una empresaria adicta al trabajo, raramente pasaba tiempo con ellos y siempre estaba acompañada por la Tía Liu y sus otros amas de llaves.

—Lo sé, Tía. No volveré a cometer los mismos errores —respondió Su Xiaofei.

—Es bueno que lo sepas —la anciana estaba complacida por la respuesta de Su Xiaofei, sin saber que la promesa que Su Xiaofei hizo no era solo acerca de su consumo de alcohol, sino también evitar los errores que cometió en su vida pasada.

Su Xiaofei recordó que su madre estaba en contra de su idea de casarse con Mo Yuchen. Quizás, Yun Qingrong sabía que el hombre no apreciaría a su hija. Además, debido a la traición de su propio esposo, temía que Su Xiaofei también sufriría el mismo dolor que ella experimentó.

Cuanto más pensaba Su Xiaofei en ello, más culpable se sentía por no escuchar las palabras de su madre. Incluso lamentaba haber discutido con Yun Qingrong y forzarla a aceptar su matrimonio con Mo Yuchen. Su Xiaofei no estaba segura de si su madre era consciente de que la única razón por la que Mo Yuchen aceptó su unión fue porque tenía la vista puesta en la riqueza que Yun Qingrong logró recaudar por sí misma después de ser desheredada por la familia Yun.

Justo cuando Su Xiaofei estaba a punto de comer el congee que la Tía Liu había comprado para ella, una persona familiar apareció en la entrada, captando su atención.

—¡Joven Maestro Mo! —la Tía Liu exclamó sorprendida mientras Su Xiaofei se mantuvo calmada porque esperaba la llegada de su traidor esposo hoy.

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