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Capítulo 24: Escape

Editor: Adrastea Works

Flotando en lo alto del cielo en frente de un lado del puente de mundo, Lord Hadrion movió sus dedos, rastreando a cualquier criatura que cruzara en el puente de mundo. Su red invisible de partículas de rayos vibraba de vez en cuando, al indicar la presencia o movimientos de varios seres.

—Lord —la voz de Larah lo llamó mientras ella flotaba arriba en frente de él, de pie en lo que parecía ser un telar transparente y volador. Sus ropas revoloteaban con la brisa ligera mientras volaba, lo que le daba una apariencia casi etérea.

—Larah. ¿Ha habido algún cambio? —la voz de Hadrion era áspera, el agotamiento se dejaba notar. El mantener su campo eléctrico constantemente requería de su atención, e incluso si podía mantener sus niveles de energía, era increíblemente cansador en su mente. Las píldoras de luz no servían de mucho.

—Sí, Lord Hadrion. La protección que bloquea al dragón del Destino se está desvaneciendo, casi por completo. Será posible hacer una predicción en sólo unos minutos.

La emoción se elevaba, una emoción rara de parte de la normalmente apacible maga del Destino de clase Magnus Magister.

—Prepárate para ello de inmediato. Encontremos la perturbación y terminemos con este desastre —dijo, frotándose los ojos. Estaba listo para que este calvario terminase.

Larah asintió y se sentó en su telar flotante. Luego juntó sus manos, y comenzó a lanzar un hechizo.

Vagamente, a unos cientos de metros de distancia, se podía ver apenas una pequeña masa de sombra, oscilando dentro y fuera de la realidad, escuchando a escondidas la conversación.

..

La conmoción que la batalla con la maga de la maldición había provocado era relativamente pequeña. Gracias a la cubierta de árboles, y a la tranquila naturaleza de ambos de sus ataques, la batalla de Dorian con la maga de la maldición de clase Magister había pasado desapercibida.

Se las había arreglado para escapar de la escena de la pelea sin ser descubierto, dejando detrás los restos. No había tiempo para esconder algo o tratar de sepultar el cuerpo. También notó que siempre que usara sus llamas esmeralda menores, como con el jabalí del bosque, cualquier linaje dentro de la criatura sería quemado.

Dorian podía absorber un linaje en una variedad de formas que había encontrado por medio de la experimentación con los animales salvajes que había cazado. Simplemente podía comerse a la criatura y absorber el linaje comiéndosela. Simplemente podía hacer contacto con el linaje al tocarlo con la piel y absorberlo de ese modo. También había descubierto que podía concentrar su alma y extender una pequeña cantidad de energía hacia afuera, y absorber linajes a través de ese bucle de energía.

La manera más rápida era simplemente comerse a una criatura. El absorber linajes por medio del tacto tomaba tiempo para absorber cualquier cantidad, y el absorber linajes a través de un bucle de energía era agotador para su mente.

Se encogió de hombros, sacudiéndose los pensamientos acerca de linajes de su mente.

Sus llamas esmeralda menores eran muy fuertes, y peligrosas, pero también tenían sus desventajas. Se preguntó cuán poderosa sería la versión no menor de las llamas esmeralda.

Por la reacción de la maga, el hecho de que él fuera capaz de lanzar esas llamas mientras estaba en su forma de salamandra roja había sido algo en extremo asombroso. Se dio cuenta de que en el futuro podía servir como un arma sorpresa poderosa, con sus pensamientos sombríos.

A medida que avanzaba, acercándose al puente de mundo, comenzó a notar algo raro sucediendo alrededor de él.

Al principio, pensó que era sólo su imaginación, una imagen vaga en el rabillo de su ojo pero, paulatinamente, se percató de que el movimiento que estaba viendo era real.

Mientras corría hacia adelante, varias manchas oscuras de sombras parecían estarse torciendo y moviendo cerca de la tierra. Las formas en las que se transformaban eran aparentemente aleatorias, y estas extrañas distorsiones se movían con movimientos de saltos extraños.

Su corazón se le salió al ver esto, con su mente yendo hacia la gente que estaba persiguiéndolo.

«Actúa natural. Cálmate», pensó. Se obligó a relajarse, analizando la situación. «Lo más probable es que ellos no sepan que eres una salamandra roja. Como mucho, están buscando a un dragón bebé justo ahora. Probablemente. Enfócate».

Restableció su perspectiva, tranquilizándose a la fuerza. Esa mujer solo lo había atacado después de que había ocasionado un alboroto cerca de esa caravana. Era posible, e incluso muy probable que no supieran que era una salamandra roja. Con el tiempo encontraría el cuerpo de la maga… Pero no había tenido elección. Tenía que seguir moviéndose.

Mientras Dorian se dirigía hacia el puente de mundo, pasó directamente por un par de esas extrañas sombras retorcidas. La oscuridad parecía darse la vuelta y hacerle zoom, de una manera amenazante.

En el momento en que vio esto inmediatamente levantó su pecho en un gruñido, manteniendo sus garras en el aire. Activó su habilidad de garras de fuego mientras lo hacía, cortando hacia la sombra.

En lugar de chocar con él, la sombra se congeló, y luego parecía girarse alrededor, alejándose de él e ignorándolo.

Dorian le gruñó de nuevo por si acaso antes de disminuir su habilidad, con sus ojos aguzados.

«Actúa como una salamandra roja», pensó, arrugando su nariz. Pisoteó con sus patas algunas veces antes de volverse a la dirección del puente de mundo. También dejó escapar algunos gruñidos que helaban la sangre.

Justo así, logró con éxito evitar la detección de las distintas sombras que se extendían por el suelo cerca del puente de mundo.

En lo que parecía muy poco tiempo, Dorian logró llegar a la base del gigantesco puente de mundo, una sabana larga y extensa con hierba verde brillante, con algunas colinas bajas o bosques pequeños dispersos.

Mirar hacia el puente de mundo era increíblemente desorientador. Era un enorme pilar de tierra que se levantaba hacia arriba, en un portal de aspecto caótico donde el espacio en sí estaba roto en los límites.

Cuando llegó a la base, Dorian sintió que la gravedad comenzó a cambiar. Su cuerpo entero se estremeció cuando la dirección cambió hacia abajo, transformándose para estar al centro de ese enorme puente de mundo.

La sensación era increíblemente inquietante, y una experiencia que Dorian nunca había sentido antes.

Al mismo tiempo, tuvo una sensación pesada y amenazante, como si estuviera a punto de ser golpeado por un rayo. Sus ojos se abrieron aún más cuando se dio la vuelta, tratando de centrarse en la amenaza.

Después de un momento, no pasó nada. La misma sensación amenazante estaba ahí, pero nadie era visible en su campo visual. Sin importar lo que hiciera, la sensación permanecía sin cambios y no apareció nada.

Después de unos instantes, gruñó y luego continuó avanzando, intentado actuar casualmente como una salamandra.

..

Hadrion siguió analizando a cualquiera de las criaturas que se desplazaban hacia el puente de mundo, con los ojos alerta. El campo eléctrico continuaba alejando a las bestias débiles o que se asustaban fácilmente, dejando solo a aquellas que eran valientes o escogían ignorarlo.

Sintió a un fuerte condor de hierro de al menos clase Caelum volar en el lado opuesto del puente, retorciéndose un poco cuando entró en contacto con su campo. Algunos ciervos de primavera de clase Terra se movieron en manada y rápidamente huyeron del puente, escapando del campo eléctrico.

La mayoría de las bestias débiles habían huido del puente, su campo eléctrico los asustaba.

Sus ojos se entrecerraron brevemente mientras examinaba a una salamandra roja, una particularmente fuerte y poderosa, escalando el puente solo a unas pocas millas de distancia de él. Notó que era bastante raro ver a una salamandra roja que lograra crecer tanto. Debía estar al menos en la clase Terra, quizás incluso en la clase Caelum.

Su concentración fue interrumpida cuando Larah intervino,

—¡Estoy consiguiendo una lectura… estoy consiguiendo una lectura! —su voz estaba eufórica. Los ojos de Hadrion se entrecerraron mientras apretaba sus puños, un indicio de emoción surgió en él.

—Está cerca del puente… La protección casi se desvanece… ¡está a punto de romperse! —pronunció sin aliento, con una luz blanca brillando en sus ojos.

..

Dorian respiró hondo y luego se armó de valor. Se giró detrás de él una vez e inclinó su cabeza ligeramente. Agradecido no solo por tener una segunda oportunidad en la vida, sino por las diversas personas y cosas que había encontrado o experimentado. Incluso las malas.

Hoy había sido un día difícil, pero parecía que era uno en el que podía alejarse en una sola pieza.

..

—¡Lo tengo! ¡Lo he roto! —gritó Larah, y luego se enfocó inmediatamente en lanzar su predicción, siguiendo las líneas del Destino que conectaban con Dorian.

—Rápidamente, señala la ubicación del dragón —instó Hadrion, con pequeños relámpagos negros empezando a formarse alrededor de su cabeza. Le echó un vistazo a la salamandra roja de nuevo, concentrándose en lo último que había detectado.

—Estoy tratando… casi allí… —respondió ella, levantando sus manos. Débiles símbolos aparecieron en el aire.

..

Dorian dio sus primeros pasos hacia el puente de mundo.

Le parecía que, si estaba siendo honesto, era como si estuviera caminando hacia adelante con normalidad. La gravedad se sentía igual, en una dirección descendente hacia el centro del puente de mundo, y la sabana se desplegaba frente a él, con una apariencia pacífica. Ahora que estaba cerca, podía ver algunas líneas irregulares que lo cortaban, remanentes de las infrecuentes tormentas espaciales que muy raramente se extendían hasta la base del puente de mundo.

Comenzó a avanzar con pesadez, quitándose la sensación inquietante de que estaba a punto de ser alcanzado por un rayo mientras se internaba en el puente de mundo.

..

—¡Aquí está! Él está…

Larah hizo una pausa. Su boca torcida y su mirada de confusión eran visible debajo de la luz blanca en sus ojos mientras abría su boca, sin salir nada de ella.

Los ojos de Hadrion se enfriaron, los rayos negros desaparecieron de su cabeza.

—¿Él está qué? —preguntó Hadrion, frotándose las manos.

—Según el Destino… El dragón de escamas verdes todavía está a una docena de millas de distancia —continuó, con una mirada oprimida en su cara—. Al menos el Destino indica su última ubicación fue a esa distancia de aquí, hacen unos minutos, quizás horas. Las líneas en el Destino son particularmente confusas, y complicadas. Es muy confuso… no tiene sentido.

Larah levantó sus manos sin convicción, la luz blanca se desvaneció de ellas. Hadrion suspiró, y luego volvió a ocuparse de su campo.

—Mantén tu concentración y no te desanimes. Es una bestia de clase Dominus, está destinada a ser difícil de encontrar.

..

Dorian sonrió victoriosamente cuando la sensación de rayos sobre él, a punto de alcanzarlo, se desvaneció.

¡Lo había conseguido!

Levantó la vista hacia la sabana que se desplegaba y comenzó a correr hacia adelante, ansioso por entrar completamente al puente de mundo. Mientras estuviera aquí, el Destino funcionaría de manera extraña y sería capaz de escapar fácilmente.

Se había ido a explorar este universo, con la misión de volverse lo más fuerte posible, de modo de poder cumplir con su moral. Sus ojos brillaron con determinación.

Arriba de él, o quizás, directamente en frente de él, oscilaba el portal que conectaba el puente de mundo con este planeta, una masa ondulante de rupturas espaciales.

Dorian lo estudió mientras avanzaba, con los ojos alerta.

..

—Señor Eren… —la voz de Laura era tranquila mientras hablaba, temblando. Se estremecía sobre la espada voladora del titán, con los ojos hacia abajo.

—¿Laura? Laura.

Eren levantó la vista de su búsqueda en el bosque de abajo, girando su cabeza lentamente. Quizás inconscientemente, se tensó mientras la miraba.

—¿Qué pasa? —su voz era tranquila y firme.

—He revisado el Destino de cada uno. Sus subordinados titanes están bien, así como Mayne. Greta, sin embargo…

Hizo una pausa, con su voz temblando.

—Qué pasa —su voz no contenía un rastro de júbilo, sus ojos se clavaron sin emoción en Laura.

—Su Destino… ya no puedo leer su futuro. Su hilo… ya no está. No obstante, tengo su última ubicación.

Laura tragó saliva, mientras su cuerpo comenzaba a temblar. Los ojos de Eren se abrieron aún más. Sus puños temblaron mientras un aura pesada comenzó a rodearlo. Una docena de emociones pasaron por su cara mientras su boca se torcía en un gruñido. El rostro de Laura se sonrojó a la luz de esto, como si estuviera a punto de colapsar.

Con la misma rapidez, esta aura fue contenida, controlada fuertemente por Eren mientras daba un paso adelante, sosteniendo a Laura.

—Shh. Shh. Está bien.

La forma en la que hablaba era extraña, con su tono extrañamente calmado. La agarró suavemente, dándole palmaditas en la cabeza con delicadeza. Sus ojos permanecieron inexpresivos.

—Está bien —continuó—. Llévame hasta ella.

..

Larah suspiró, la frustración llenaba su corazón. Ella simplemente no podía entender las señales que el Destino le estaba dando cuando se trataba del dragón de escamas verdes que estaban cazando.

Sin embargo, justo cuando estaba a punto de intentarlo de nuevo, sus ojos brillaron de un color púrpura, y se congeló de manera abrupta. Procedió a arrodillarse en su telar flotante de inmediato, con su voz llena de respeto cuando captó la atención de Lord Hadrion.

—Acabo de recibir una orden directa del Cuartel General.