En cuanto el comisario Gu conectó la llamada, pidió a los doctores del otro lado que colocaran el teléfono al lado de la oreja de Yun Hao. Aunque estaban un poco desconcertados por lo que el comisario estaba intentando hacer, aún así cumplieron.
—Yun Hao, Xiaoyun, tu esposa está bien. Tu padre acaba de llamar para decir que tu esposa te ha dado un hijo grande y sano. Finalmente tienes un hijo. He oído que se parece exactamente a ti. Más te vale despertar rápido o de lo contrario organizaré para que tu esposa se case con otro hombre y que tu hijo llame a otro hombre padre. Si no quieres esto, despierta ahora.
Los otros doctores, al escuchar las palabras del comisario, fruncieron el ceño colectivamente. ¿Qué demonios estaba pensando el comisario?
Con esta actitud, tus soldados estarán a la defensiva contra ti.
Sin embargo, un doctor notó un movimiento de Yun Hao y exclamó emocionado:
—¡Su mano se movió! Acabo de verlo.
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