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Capitulo 5: Hola

*Harley*

—¿!Crees que puedes escapar de mi!?

—!Alejate!

Perseguía a Azrael por los techos de los edificios, justo como Selina conmigo, no me importaba el dolor de mi tobillo, quería saber si era verdad lo que escuché.

»!Recarga! ¡Recarga de una puta vez maldita cosa!

Tenía que apreaurarme, sabía que desaparecería justo como esa vez, aceleré como pude, pero Azrael tomaba un poco de más ventaja cuando sentía cerca el atraparlo.

Arroje el gancho e hice que logrará sujetarse de su pie derecho, puse los míos en el borde del edificio donde estaba para detenerlo.

—!Mío!

Pero no pensaba que fuera más fuerte que yo, logro hacerme ir hacia enfrente y soltar el gancho, sentí vértigo al mirar hacia abajo, no había forma ni escalera de incendios para sujetarme, tampoco la inercia me ayudaba.

»!Mierda¡

—!Madre!

Sentí que algo me sujetaba de la cintura y cubría mi cuerpo, el impacto al suelo fue fuerte, escuché aire salir de quién me salvó, así como su dolor al quejarse.

—¿Estás bien?

—Si, pero creo que me lastima más tu codo en mi costado

Lo quite rápido, mire más detenidamente a este sujeto, me aparte un poco.

—¿Quien eres realmente? Pensé en preguntarte lo que escuché antes… ahora… ¿Es verdad?

Azrael me miró o al menos lo pareció.

—Fue un impulso, solo eso… no le tomes importancia

—¿En serio le dices a alguien eso cuando escucha algo sumamente importante?— pregunté molesta

Él solo levantó la mitad del cuerpo, era claro que no tenía más escapatoria, intento hablar pero lo detuve.

»No, si algo he aprendido de estar en este mundo de locos, es que no quiero hacer un Flashpoint o lo más cercano a eso, pero solo pido una cosa… ¿Puedo ver tu rostro?

—…

Se quitó el casco, lo que vi me hizo sentir una conexión como nunca antes la había sentido, una conexión que no sabía que tenía, menos con alguien así que nunca en mi vida había sentido,  toda mi mente que siempre había estado sin control, parecía estar tan en calma con solo verla, que casi me hizo llorar.

—Hola…

La toque de las mejillas, no sabía que más hacer, mire sus ojos, pase las manos sobre su cabello, no sé cómo, pero sentía que al instante, podía saber todo de ella, pero no podía. La dejé y di la vuelta.

—Bien, eso es todo, no preguntaré, no diré nada, así que es mejor que te vayas

La escuché levantarse.

—Realmente… quisiera decirte todo, pero…

Sentí su abrazo, no podía resistir más, quería dar la vuelta y hacer lo mismo, pero si lo hacía, tal vez todo en ese momento arruinaría lo que tenga que suceder.

»Te extraño mucho, lo siento si la próxima vez, tenga que pelear contigo, pero tengo que hacerlo

Me soltó y después no escuché nada, sabía que había desaparecido como antes. Busque en mis bolsillos y el pañuelo no estaba ahí, solo pude sonreír.

—Bien hecho, niña