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UN DÍA COMO CUALQUIERA

Una mañana como cualquier otro donde el sol deslumbraba el amanecer y las brisas leves se notaban apenas en el horizonte. A veces era raro distinguir la luz del día, pues había la posibilidad de que el cielo estuviese nublado ya sea por el efecto invernadero, entre otros factores, siendo la polución quien impedía mostrar la suave y delicada luz que resplandecía el sol del día, era raro poder gustar de un clima acogedor.

Las calles se mostraban caóticas. Una congestión vehicular que daba dolor de cabeza el solo imaginarlo, eso era algo normal, era la hora punta. El sonido al claxon se había convertido en algo tedioso y trillado, la gente caminaba como de costumbre hacia sus trabajos, muchos de ellos eran monótonos que no distinguían nada, pero ese era el rumbo de la vida; trabajar, dormir, alimentarse, y darse un poco de tiempo para el placer, esa era la rutina de varios.

La historia que os cuento más sucedió en una ciudad semejante a New York, una metrópolis sorprendente o mejor por detallarlo os diré que fue una ciudad de tamaño sorprendente, los edificios rasgaban los cielos y la gente era competitiva, mas los empleos eran escasos.

Profesionales con títulos deambulaban de oficina en oficina, sus papeles o mejor dicho su cartera de trabajo "CV" era manoseado a antojo por entrevistadores con ansias para poder explotarlos, las sucias manos de éstos rasguñaban cada hoja y que decir de su minuciosa mirada atenta y astucia al hacer un sin fin de preguntas todo para sacar el máximo partido (¡darás tu vida a la empresa sin importar lo que te ocurra!) SIN IMPORTAR LO QUE FUERA, EL DINERO MANIPULABA TODO...

A veces tenían que transcurrir por otros medios para sobrevivir, ya sean desde trabajos con un sueldo miserable o otros donde los explotaban para luego no ser remunerados, la vida era dura y había que ingeniárselas para seguir adelante.

A la vez había millonarios dueños y propietarios de grandes empresas con acciones que obtenían ganancias millonarias, solían invertir en la bolsa, otros ganaban suciamente. Así mismo habían de aquellos honestos que sabían manejar sus empresas teniendo empleados complacientes.

La vida era una competencia donde los más astutos y arriesgados, solían tener más posibilidades de salir victoriosos.

Pues dado a conocer ello, ahora nos vamos por dentro de la ciudad donde se hallaba un edificio que aparentaba una fachada extravagante, en aquel luhar trabajan unos tipos con habilidades sobresalientes, era una división secreta encargada de proteger a la ciudadanía y velar por su seguridad. Su prioridad fue diezmar a; corruptos, democráticos que atentaban contra la humanidad, grupos étnicos ya sean terroristas que ponían en riesgo a la ciudadanía.

En este plantel no cualquiera podía ser digno de ser miembro, solo entraban los mejores, sus habilidades eran puesto a prueba cada día y muchas veces los resultados eran inéditos o perdidas inesperadas.

Era una organización secreta que ocupaba gran parte en muchos países y prestaba sus servicios al estado y como prioridad era veedora de la seguridad ciudadana.

De aquel establecimiento precedía un hombre desconocido, llevaba un traje negro y con seguridad tenía encargado hacer su trabajo, muchos de ellos trabajan en centros de inteligencia, o contra inteligencia, tenían permiso para ejecutar en varios ámbitos, sus estudios psicológicos eran avanzados y sus habilidades en cuarto a cuerpo destacaban consiguiendo resultados sorprendentes, tanto como manejos de armas y otros.

Menfis(Vins)

Su nombre era Menfis conocido como Vins, un miembro élite que tenía acceso a varias restricciones, era serio ante su trabajo, no mostraba piedad alguna y su objetivo se centraba en su mirada no perdiéndolo de vista.

Allí Menfis subió a un vehículo de color negro, llevaba las lunas polarizadas oscuramente, el vehículo era un sedán clásico, al cual hizo rugir el motor intensamente arrancando hacia un lugar destinado, la congestión vehicular como de costumbre atrasaba las horas, pero eso no significaría abandonar la misión, la hora era lo de menos así que continuo hacia su rumbo llegando a un aparcamiento de coches, Menfis, bajo de su automóvil dirigiéndose hacia un elegante restaurante de una planta, el día era caluroso así que sería ideal una sombrilla en la mesa para cubrir la luz del día, Menfis se encontraba cómodo en una silla de cristal junto a la mesa, el ambiente era agradable pues le acompañaba una variedad plantas lo que convertía el lugar en uno refrescante, por decirlo no estaba mal.

Al momento se aproximó una simpática mujer, era la camarera o moza del restaurante quien le ofreció en una cartilla varios platillos aperitivos u unas bebidas caras. Menfis, simplemente eligió una limonada al coñac, su bebida preferida... pasaron unos minutos cuando sonó su móvil, cogiéndolo y aceptando la llamada entrante respondió en estas palabras. -Entendido! ''Cerro el móvil y guardándolo'' dejo una propina más el costo de la bebida en la mesa y se marchó sin una palabra.

Caminando varias cuadras, llevaba un pequeño maletín oscuro, su vista perspicaz notaba cualquier detalle o algo extraño en las calles fijándose en un edificio ingreso evitando ser visto por varios, subió por las graderías hasta un piso determinado, evitaba usar el ascensor para que las cámaras no lo grabaran, tenía que ser cauteloso, llego al último piso y observo a su alrededor, especialmente al edificio de enfrente donde ya hacia su objetivo, segundos pasaron cuando abrió su maletín, llevaba puestos unos guantes negros, saco un larga vista y hecho a mirar como espía.

Observo que al frente había una junta o fiesta privada de miembros que festejaban un cumpleaños, la mayoría de éstos manejaban millones y joyas de valor sorprendente, eran políticos, empresarios con acciones millonarias, otros eran conocidos de farándulas y así entre otros, allí compartían información, sus benévolos planes se escuchaban mientras hacían una cortina de humo distrayendo a muchos, uno de estos era de primordial importancia para la agencia.

Menfis, al momento saco varias partes de un arma y las unió en un par de segundos, era un rifle similar a la de calibre cincuenta, con una munición capaz de traspasar el cristal brindando, los minutos pasaban y él estaba alerta ante todo, hasta que de pronto su objetivo apareció en su mirada, llevaba un saco blanco y vestía un traje a color azul oscuro, sus joyas relucían. Se hallaban cuatro tipos, estos eran sus guardaespaldas quienes observaban supuestas amenazas y se encontraban alertas ante cualquier suceso en destinada fiesta.

No podías dispararle al objetivo frente a todos, eso ocasionaría caos y pánico, tenía que ser discreto y paciente, esperar el momento preciso era lo indicado...

El objetivo socializaba con varios miembros del club, de pronto apareció una mujer hermosa y seductora acercándose paulatinamente hacia el objetivo, entre sonrisas charlaron y rieron juntos. Las bebidas no hacían falta aquel lugar. La mujer lo seducía y lo excitaba, mientras tanto los guardaespaldas del objetivo eran eliminados uno por uno sin que nadie se diera cuenta.

Minutos transcurrían lentamente.

El objetivo finalmente era persuadido por la mujer, quienes abandonaron la fiesta, subiendo a una planta distinta del mismo edificio, ingresaron ambos a una habitación elegante y empezaron a acariciarse así mismo a quitarse las prendas que llevaban, la mujer lo seducía con sus encantos, y claro el hombre quedaba rendido en sus bajas pasiones, sigilosamente la mujer sacaba un arma con silenciador sutilmente entre sus piernas, disparándolo en la frente con un leve sonido a silbido, el objetivo estaba muerto. "La mujer era parte de la agencia".

Menfis sabía del plan y su misión era velar por la seguridad de la mujer, mientras tanto ella se retiraba del lugar sigilosamente llevando unos archivos muy importantes.

Vins, concluyo con su trabajo eliminando a los guardaespaldas, guardando su arma se levantó y se marchó naturalmente caminando hacia su vehículo aparcado, para luego recoger a la mujer y marchándose ambos a un rumbo desconocido.

...

"Su misión está cumplida". La víctima fallecida era un político con relaciones narcotraficantes y armamento ilegal, llevaba datos de investigación biológica muy importante, era considerado una amenaza y por tal motivo fue asesinado, siempre andaba rodeado de guardaespaldas y ocultándose como si hubiera un traidor que le prevenía cada vez que querían atraparlo, habiendo pocas posibilidades para matarlo. Sus bienes fueron embargados y sus contactos más cercanos junto a sus empleados fueron arrestados en una prisión no común a todas, hoy el tipo no contó con suerte.

Trataron de identificar a la mujer que socializaba con la víctima, pero era en vano, las cámaras de vigilancia que grabaron el momento preciso se hallaban apagadas y no pudieron identificar al asesino, los investigadores de criminalística o forenses no dieron con una respuesta, ni una huella, ni un cabello que pudiese delatar al asesino, más que decir la división de criminología estuvo allí también, no pudiendo hallar un motivo ni la razón por los hechos... solo confirmaron que se trató de un caso entre políticos, un ajuste de cuentas con asesinos profesionales, el día concluyo con un democrático menos.