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Pisotear los Cielos

Actualizaciones todos los sábados, en caso de haber alguna modificación puntual en el horario avisaré antes. ----------- Esta es una historia sobre yo reencarnando en un universo de Harry Potter, sin embargo ¿hasta dónde llegan las similitudes con la historia original? ------------- Estoy escribiendo la misma historia en Wattpad, así que si la estáis leyendo allí, no la estoy robando xD

ParagonDaoOfBS · Book&Literature
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81 Chs

Capítulo 24

El hombre, que tenía la apriencia de alguien con unos dieciséis o diecisiete años, retrocedió de un salto, evitando la nube de humo. Se puso en guardia esperando a que el humo se aclarara, puso su cuchillo delante de él para protegerse por si acaso.

Salió un chico musculoso y con el pelo negro y corto. Parecía extranjero y había una sonrisa sedienta de batalla clavada en su rostro.

-¡Lucha contra mí! -exigió Liam.

La mujer atada estaba temblando de miedo ante los dos hombres sobrenaturales. Era una muggle normal que, hasta ese día, no había creído nunca en superpoderes o cosas similares, sin embargo ahora lo tenía enfrente y temía por su vida.

El hombre sonrió, ahora volviendo a su sonrisa maníaca. Tenía rasgos asiáticos y vestía con ropas tradicionales de un maestro de kung fu.

-¿Oh? Parece que alguien ha aparecido... -dijo en voz peligrosamente baja, aún sonriente -. Parece que ahora hay dos víctimas.

Liberó su aura, ensanchando la sonrisa de Liam. Este chico estaba cerca del nivel de la Separación del Espíritu, sin embargo no liberó la suya ya que le daría información a su adversario.

-Parece que puedes resistir mi presión -comentó alegremente el chico asiático -. Mi nombre es Yung Xi, el mayor cultivador joven de toda China, prepárate para morir!

Después de decir eso, se lanzó a una velocidad increíble, agrietando el suelo donde había estado antes. Un observador normal no habría podido seguir sus movimientos, sin embargo Liam no era normal.

Yung Xi lanzó un golpe con el cuchillo que hizo silvar al aire mientras se acercaba al pelinegro. Liam sonrió y concentró magia en su mano derecha antes de lanzar un puñetazo para encontrarse con el corte mortal.

-¡Tonto! Nadie puede detener mi tajo con sus manos -exclamó Xi -. ¡Muere!

Para su sorpresa, ambos golpes se encontraron y chispas salieron del lugar de colisión, creando una pequeña onda expansiva que los obligó a ambos a retirarse. El chico Yung lo miró consternado.

-Eres bueno, no esperaba que resistieras tal ataque -alabó, ahora un poco serio.

-Tú tampoco eres para nada malo, mi intención era destruir ese cuchillo tuyo -devolvió Liam con su sonrisa cada vez más grande -. Ahora, sin embargo, es mi turno.

Dicho estas palabras, el joven Ravenclaw desapareció con pura velocidad, provocando que los ojos de Yung Xi se abrieran de pura sorpresa. Fue solo por su instinto que se cubrió su lado derecho, deteniendo el golpe de Liam. Aún que lo detuvo, fue mandado a volar y se estrelló contra un edifcio, atravesándolo.

Se levantó con los brazos entumecidos y solo tuvo un segundo de descanso antes de que su adversario estuviera frente suya, volviendo a intentar un puñetazo que se movía cerca de la velocidad del sonido.

Esta vez, sin embargo, pudo reaccionar ya que estaba preparado, lanzando a la vez un corte con el cuchillo. La pequeña explosión resultante de la colisión fue capaz de hacer temblar el edificio.

Liam dio las gracias a que puso algunos hechizos de barrera para evitar que los muggles notaran o se acercaran a la pelea, por supuesto lo hizo mientras estaba en la nube de humo.

Yung Xi desvió el golpe hacia un lado e intentó una patada que estuvo a punto de darle a Liam, pero la esquivó en el último momento dando un salto en el aire.

Esferas azules de magia pura aparecieron delante del asiático y fueron lanzadas hacia Liam. Este solo murmuró el encantantamiento de Danku y una barrera translúcida detuvo las esferas, que explotaron al contacto pero no la agrietaron en lo más mínimo.

Palabras salieron de la voca de Liam más rápido de lo que el oído puede entender y luego gritó su ataque.

-Hadō no 33: Sōkatsui -gritó, alzando su dedo.

Del dedo apareció una corriente de llamas blancas que corrieron hacia Yung Xi. Las logró esquivar moviéndose a un lado, pero para cuando notó que Liam se había puesto detrás suya, solo le dio tiempo de girar un poco para recivir el siguiente ataque.

-Hadō no 63: Raikōhō -mumuró el pelinegro.

Se liberó una gran concentración de energia similar a un rayo que produjo un poderoso estruendo. Yung Xi escupió sangre antes de salir volando hacia el suelo y golpearlo, creando una densa nube de humo.

Liam aterrizó con un rostro serio en el suelo, aún no podía volar, ya que era un rasgo de cuando se llega a la Separación del Espíritu.

Yung Xi emergió un una herida grave en las costillas y sangre manando de su boca.

-¡Máldito seas! -gritó con voz ronca y ojos llenos de furia -. No esperaba tener que enseñarte esto, pero ahora iré con todo mi poder.

Luego de decir estas palabras, volvió a lanzar su aura, aunque esta vez estaba incrementando. Una espada larga china apareció en su mano. Tenía intrincados diseños de dragones en ella y emitía una presencia poderosa.

-Esta es mi Herramienta del Alma, su nombre es Longdao -rio peligrosamente -. ¡Arrepiéntete de haber nacido!

Giró la espada en su mano y lanzó un corte al aire. Cualquiera lo hubiera pasado por alto, pero Liam poseía la técnica del Ojo Mágico, así que pudo ver el corte de magia dirigirse a él a una velocidad inmensa. No se movió, en cambio solo mostró una sonrisa.

Una gran explosión se levantó en el lugar de Liam, Yung Xi se rio alegre de su victoria y, sin olvidarse de la chica, que se había desmayado, se giró para dirigirse hacia ella y continuar con lo que estaba haciendo.

Se detuvo y sus ojos se abrieron de horror. Bajó su mirada a su pecho y vio un agujero en donde debería estar su corazón. Tosió sangre y se arrodilló, tapando su herida.

-¿Có-cómo? -le preguntó a Liam, que ahora estaba detrás de él -. Mi Longdao crea una onda imposible de detener, aunque hubieras visto el ataque y te hubieras cubierto debería haberte matado.

Liam se burló, soltando un bufido.

-Simplemente lo esquivé -dijo con un tono plano.

Yung Xi se quedó paralizado ante eso.

-Mierda, no había pensado en eso -murmuró por lo bajo.

-De todas formas, continuemos el combate, sé que esto no te matará -dijo Liam.

Y, en efecto, Yung Xi sonrió y se levantó rápidamente, retrocediendo. Su corazón no desapareció por completo debido al ataque, así que simplemente continuó bombeando sangre de él usando su magia dentro del cuerpo mientras se curaba.

-De hecho, eres bueno -dijo Liam volviendo su posición de batalla.

Yung Xi, con Longdao en mano, se lanzó contra Liam mientras intentaba un tajo. Sabiendo que los ataques de esa espada eran inbloqueables, Liam usó su pie desde abajo para apartarlo con una patada giratoria. Seguidamente reforzó fuertemente su puño con magia y lo lanzó contra la cara del chico asiático.

Logró evitarlo curvando su espalda hacia atrás. Usó las piernas para intentar dar una patada doble mientras se impulsaba con una mano en el suelo, sin embargo rebotó.

-Bakudō no 8: Seki -murmuró Liam antes de moverse para alcanzar a Yung Xi, que volaba sin control debido al rechazo del hechizo.

Levantó la pierna e intentó una patada de hacha, pero Yung Xi maniobró en el aire de manera experta para agarrar su pierna y levantarla, golpeando a Liam contra el suelo y creando un pequeño cráter. Longdao volvió a aparecer en su mano e intentó un corte, que Liam evitó por poco rodando hacia un lado.

El ataque creó una grieta de unos quince metros en el suelo. Liam barrió las piernas de Yung Xi, que perdió el equilibrio, y le dio una patada, mandándolo a volar.

En el aire, las mismas esferas de antes aparecieron, pero esta vez eran muchas más y se lanzaron de manera parabólica, por lo que Danku no podría detenerlas todas.

Liam chasqueó la lengua antes de intentar evitar todas, sin embargo una le golpeó el hombro, creando una poderosa explosión que hizó que el joven escupiera un poco de sangre.

Aún así, no perdió la estabilidad y saltó usando magia en sus piernas para alcanzar a su adversario. Yung Xi no se lo esperaba, así solo tuvo tiempo de cubrirse con sus brazos del golpe de Liam.

Tampoco estaba preparado para que del golpe destellara un relámpago negro. Sus brazos emitieron un crujido y el golpe también llegó al pecho. Aunque fue después de perder gran parte de su fuerza, el Destello Negro aún logró golpear las costillas de Yung Xi, sacándole una buena cantidad de sangre de la boca y enviándolo a estrellarse contra el suelo.

Liam cogió aire profundamente antes de impulsarse con magia contra el suelo, su puño en alto. Yung Xi logró esquivarlo por los pelos y se creó un cráter de unos veinte centimetros de radio desde donde golpeó Liam.

El joven Ravenclaw se levantó solo para tener que esquivar una gran cantidad de cortes de Longdao. Lo logró poniendo magia en sus piernas para moverse a una gran velocidad.

Yung Xi chasqueó la lengua y cubrió sus puños en magia. Aunque su control no se acercaba al de Liam y, por lo tanto, el aumento no era tan considerable, debido a su cultivo mayor su fuerza natural también era superior.

Ambos chocaron puños y este fue el choque más fuerte de toda la pelea, creando una corriente de vientos que agrietó edificios circundantes. Ambos sonrieron, aún con sus puños chocando, ya que estaban disfrutando la batalla.

Liam no había tenido nunca una batalla contra alguien tan igual a él, sus adversarios siempre lo habían superado por mucho o eran muy débiles. Contra el basilisco solo pudo ganar debido a la suerte de activar el Destello Negro.

Ambos fueron repelidos, pero volvieron a lanzarse el uno contra el otro, intercambiando golpes a velocidades terribles.

Las heridas que se creaban sanaban, pero otras aparecían al mismo tiempo. La resistencia mental tenía un límite y quien llegara primero a este, perdería.

Liam jadeó antes de conjurar una cadena con magia. Crear cosas de la nada consumía bastante magia, sin embargo lo necesitaba para su próximo ataque. Se movió rápidamente para llegar al lado de Yung Xi y lanzó un puñetazo.

El asiático respondió con lo mismo, sin embargo Liam cambió en el último segundo a una patada a la barbilla, que desequilibró a su oponente. Usó magia para controlar las cadenas y ató a Yung Xi, luego se echó hacia atrás y empezó a recitar hechizos.

-Bakudō no 61: Rikujōkōrō, Bakudō no 63: Sajō Sabaku, Bakudō no 79: Kuyō Shibari -primero, barras de luz dorada se clavaron en Yung Xi, inmovilizándolo, luego cadenas doradas lo envolvieron y, finalmente aparecieron ojo esferas negras a su alrededor, una de ellas cerca de su pecho.

-Tal hechizo de inmovilicación... -murmuró Yung Xi, impresionado.

-He disfrutado el combate, sin embargo ya es hora de que le ponga fin -dijo Liam de forma contundente.

Levantó un dedo y una liberó toda su aura, creando una presión aplastante. Yung Xi vio esto y suspiró.

-Parece que perdí -dijo en un tono bajo, mirando el cielo.

Endureció su mirada y miró a Liam.

-Tengo algo que advertirte, algo sobre un cultivador -empezó -. Si estás buscando oponenentes contra los que luchas, inevitablemente te acabarás encontrando con él. Antes dije que era el cultivador joven más poderoso de toda China, sin embargo estaba mintiendo, él tiene mi edad y, sin embargo, no pude hacer nada en su contra...

Los ojos de Liam brillaron interesados.

-Me derrotó al instante, ni siquiera lo entendí hasta que estaba en el suelo -continuó -. Su nombre... su nombre es Jin Ming, el mayor genio de China, ten cuidado si quieres desafiarlo.

-Gracias por el consejo -respondió Liam genuinamente agradecido debido a que le advirtieron sobre una posible amenaza, no era lo suficientemente arrogante como para no tomarla en cuenta -. Parece que te estás tomando esto bien.

-Soy un asesino, veo la muerte cada día, si no estuviera preparado para que me pasara lo mismo nunca hubiera asesinado a alguien -comentó solemnemente.

Liam asintió con seriedad.

-Bien dicho -después de estas palabras, Liam recitó un largo conjuro antes de pronunciar el nombre del hechizo.

-¡Hadō no 90: Kurohitsugi! -exclamó con todas sus fuerzas.

Un enorme ataúd negro envolvió a Yung Xi. Estacas hechas de pura magia aparecieron en la parte superior antes de empezar a deshacerse. Al final, solo quedó el cuerpo cubierto de huecos del cultivador chino.

Cayó con la mirada vacía, muerto mucho antes de tocar el suelo.

Fin del capítulo