SECUESTRO (II) (EDITADO)

"Solamente falté un día a la preparatoria y mira lo que sucede" – nuestro protagonista iba sentado en los asientos traseros de un auto mientras miraba la ciudad a través de la ventana.

Su rostro se veía un poco aburrido, como si la situación en la que estaban no fuera demasiado seria – "Y ese maldito de Ijin se llevó la única motocicleta que había"

Bueno, a decir verdad, la situación no era muy seria desde su punto de vista, pues no le afectaba aparentemente en nada. No obstante, estaba metido en este embrollo por su propia voluntad.

"No creo que debas quejarte de esta manera… es más, ni siquiera sé por qué Ijin te llamó"

Suk-joo, quien estaba en el asiento del piloto conduciendo el auto, respondió con un tono de voz un poco molesto. Y es que la actitud tan despreocupada de nuestro protagonista lo hacía sentir un poco exasperado.

"Bueno, se podría decir que Ijin y yo tenemos un pequeño pasado, uno que involucra unas cuantas cosas peligrosas, quizás por eso me llamó" – Robert respondió indiferentemente mientras seguía mirando las luces de la calle.

Suk-joo miró momentáneamente y en silencio el reflejo de nuestro protagonista por el retrovisor, para luego seguir conduciendo a gran velocidad.

Ahora mismo se estaban dirigiendo al puerto de Incheon guiados por la no tan confiable información proporcionada por Cha Dusik sobre el posible paradero de Shin Yuna, por ello es que estaban viajando a gran velocidad.

Y es que Shin Yuna, la nieta menor del presiente del poderoso SW Group, uno de los conglomerados más grandes del pais y que tiene diversos rubros de inversión como el de contratos militares con el gobierno Coreano, era un objetivo muy valioso para cualquier grupo que quisiera intentar sacar dinero pidiendo un rescate.

Por ello es que Suk-joo se había entrenado desde muy niño para poder proteger a Yuna, pues esa era la misión que se le había encomendado.

Durante años, Suk-joo había cumplido con su papel de protector y guardián, evitando varios intentos de secuestro tanto en la propia Surcorea como en el extranjero, siendo el último intento en EUA hace un año.

Sin embargo, ahora había fracasado en su misión de protegerla.

Por ello, para Suk-joo era de vital importancia poder encontrar el paradero de los secuestradores, no obstante, había un tema que no dejaba de dale vuelta en su mente.

¿Quién carajos eran Yu Ijin y Robert Lee?

Cuando volvieron de EUA e ingresaron nuevamente a la Shinan High School, se toparon con muchas sorpresas.

La primera de ellas fue que el matón número uno de la escuela, Cheo Gunner, había sido vencido por uno de los estudiantes extranjeros recién llegados, mientras que la banda de Ki-soo fue derrotada por el otro de esos estudiantes transferidos.

Tanto él como Shin Yuna se llevaron una sorpresa al saber que uno de esos estudiantes era en verdad el hermano mayor de Yu Dayun, una jovencita por quien Yuna había tomado aprecio dos años antes de que viajaran al extranjero.

Y fue aún más sorprendente el saber que el motivo de las peleas que estos estudiantes extranjeros tuvieron en la escuela se debían a las acciones de Kim Hee-jin, la hija de un político corrupto que había estado haciendo bullying con Dayun desde hace dos años.

No obstante, Suk-joo comenzó a pensar que todo esto era muy extraño.

¿No se suponía que el hermano mayor de Dayun había muerto hace diez años?

¿Cómo es que de repente aparece justo cuando la nieta el presidente del SW Group llega al Corea y se matriculan en la misma escuela?

Además, de los pocos videos que pudieron recolectar de una de las dos peleas mostraba claramente que, al menos uno de ellos, no era un amateur peleando.

Todo era muy extraño.

Por ello es que Shin Yuna conversó con Dayun para poder recabar información, pero lo único que pudo obtener fue una opinión positiva por su hermano y el amigo de su hermano, quienes la ayudaron en un momento en el que su vida estaba pasando por un infierno.

Además, Yuna pudo sacarle a Dayun información importante como el que Ijin se hubiera hecho una prueba de ADN para determinar si es que había compatibilidad sanguínea, o como que su propio abuelo hubiera reconocido de inmediato a Ijin.

¿Eso quería decir que el sujeto llamado Yu Ijin era en verdad el hermano mayor de Dayun?

Si esto fuera verdad no tendría nada de malo… el problema era que algunas cosas no cuadraban.

Cuando Suk-joo hizo una investigación más exhaustiva del pasado de Ijin, encontraron muchas incongruencias.

Cuando Suk-joo contactó con la escuela en el extranjero en donde Ijin supuestamente había estado y les envió el expediente, le dijeron que nunca habían tenido un estudiante con ese nombre ni con esa apariencia.

¿Acaso era mentira lo que Ijin había puesto en su hoja de vida para matricularse en la preparatoria en donde estaba Shin Yuna? ¿Por qué haría eso? ¿Qué es lo que estaba ocultando?

Esto hizo que Yuna dudara de Ijin e intentara advertirle a Dayun sobre el posible peligro que estaba pasando, por ello es que hoy fue a visitarla y salir a pasear por la calle para charlar sobre ello.

Suk-joo no estaba del todo de acuerdo con esto, pero aun así estuvo pendiente de Yuna y Dayun desde lejos mientras las vigilaba.

No obstante, la presencia repentina de Ijin hizo que se distraje por un momento, pues pensó que venía para impedir que Yuna hablara con Dayun, por lo que Suk-joo fue y lo detuvo.

¡Fue el momento en el que Yuna y Dayun fueron secuestradas luego de que un auto arrollara a los dos muchachos que estaban discutiendo!

Para cuando ambos se recuperaron del atropello, casi se van a los puños por que ambos sospechaban del otro como el causante del secuestro, pero luego de un momento, Ijin dejó el pleito de lado y se puso en contacto con dos personas para que le ayudaran con este tema.

Si bien todo era sospechoso, el ver el rostro decidido de Ijin y la actitud que estaba tomando para manejar esta situación de su hermana, hicieron que Suk-joo bajara su nivel de duda y cooperara para poder recuperar a Yuna y Dayun.

No obstante, el sujeto que iba en la parte posterior del auto era un asunto completamente diferente.

¡Robert Lee, un mestizo que ha vivido casi toda su vida en Rusia y que había tenido una breve relación con Ijin, era la única información que se podía obtener cuando se intentaba acceder a sus documentos del estado!

¡Ni siquiera el certificado ni el nombre de su escuela en Rusia se podían obtener pues todo estaba en blanco!

¿Cómo carajos fue acetado en la preparatoria entonces? ¿acaso ya no verifican la información que un estudiante debe tener?

¡Ni siquiera Shin Yuna, quien era la nieta del presidente del SW Group tenia ese nivel de restricción en su información!

¡Era como si se hubieran encargado de esconder todo lo relacionado sobre su identidad!

Pero ¿Quién estaba empeñado en ocultar la información de este chico?

Los únicos con el poder de hacer esto son… el propio gobierno de Surcorea, pero eso sería ilógico ¿verdad?

Si con Ijin Suk-joo tenía ligeras dudas, con Robert tenía una desconfianza muy marcada. Solamente permitía que viajara en el auto debido a la petición de Ijin, quien parecía confiar en dicho sujeto.

¿Qué tipo de relación podían tener estos dos?

......…

*Brrr, Brrr, Brrr*

De repente, un sonido vibratorio constante sacó de sus pensamientos a nuestro protagonista, quien estaba perdido mientras contaba los postes de alumbrado que iban pasando al costado de la autopista.

Sacó su smartphone del bolsillo y vio que tenía una llamada entrante de alguien con quien no había conversado en varias semanas.

"Hey abuelo, a los tiempos que escucho tu voz" – respondió Robert.

[Ya te dije que no me llames así mocoso, nunca tendría a un sujeto como tú como mi nieto] – al otro lado de la llamada se escuchó la voz de Kim Geun-joom, el Comandante General de las Fuerzas Armadas de la República de Corea.

"Si, si, lo que digas" – Robert sonrió – "Dime viejo, a que se debe tu llamada"

[Veo que te las ingeniaste, nuevamente, para eludir a tu escolta eh]

"Si te refieres a la escapada de ayer en la noche y la de hoy en la mañana, me declaro culpable. Sabes que no me gusta que me anden vigilando"

Robert respondió descuidadamente – "pero si te refieres a lo de ahora mismo, la culpa no es mía, es de Ijin… o mejor dicho, de la nieta del presidente del SW Group"

Si bien estas palabras parecían simples, tenían un gran significado escondido entre líneas.

Y es que cuando nuestro protagonista había decidido educar a Seon-joo, la dueña del gimnasio y luego poder llevarla a su departamento, ya había pensado como lo haría sin que los sujetos que lo estaban vigilando supieran de esto.

Robert no era idiota, sabía que ahora mismo no estaba a la altura de poder contra todo el aparato gubernamental y demás grupos económicos.

Si comenzaba a formar relaciones abiertamente con diferentes mujeres, estaría dando cabida a que tomaran a esas mujeres como objetivos para atacarlo.

Por ello es que ayer, antes de ir al gimnasio, salió de su apartamento con rumbo desconocido, atrayendo a todos los ojos curiosos que lo seguían.

Hizo un recorrido aleatorio, perdiéndolos por el norte de la ciudad. Esto lo hizo con el objetivo de sacarse de encima a todos esos molestos vigías y que no intervinieran cuando sacara a una inconsciente Seon-joo del gimnasio.

Luego de dejar a Seon-joo en su departamento, Robert regresó a su propia casa por la misma dirección en donde había perdido a sus vigilantes, haciendo que con esto pensaran que estaba tramando algo por dicha zona norte de la ciudad.

Esto sembraría dudas en ellos al querer saber cuál era el motivo por el que nuestro protagonista se perdía por dicha zona, y con un poco de suerte concentrarían sus miradas en ese lugar.

Par la mañana del hoy, cuando nuestro protagonista salió de su departamento con dirección a la escuela, volvió a tomar un camino distinto y se dirigió al norte de la ciudad, perdiendo nuevamente a todos sus espías.

Luego de ello se dirigió a la casa de Seon-joo para preparar el almuerzo.

Con estas acciones todos los que mantenían vigilado al muchacho comenzaron a mandar más espías a dicha zona de la ciudad para tratar de averiguar que es lo que tramaba Robert.

Para su regreso a pie, volvió a hacerlo por un camino desde el norte, con lo que todos sus vigilantes ahora mismo estaban casi seguros de que Robert estaba haciendo algo por esa zona.

¡Con esto nuestro protagonista había logrado desviar un poco la atención de todos hacia otro lugar!

Generaba una falsa expectativa y hacía que todos los que tenían un ojo sobre ellos estén concentrando sus ojos en un lugar aleatorio y lo dejaran hacer sus cosas hasta que pudiera ganar más poder.

[Algo así había escuchado, que la nieta del viejo Shin fue raptada… y que la hermana de Ijin se vio involucrada] – el general Kim respondió al otro lado de la llamada.

"Al menos los sujetos que pusiste a vigilar a Ijin te informaron rápidamente" – nuestro protagonista habló tranquilamente – "Cambiando de tema ¿a qué se debe esta inesperada llamada? Se que no es por haberme desaparecido ya que no esperarías hasta hoy"

[Jajaja, mocoso insolente, como siempre tienes algo de cerebro] – el general Kim se rió al otro lado de la llamada.

Esta confianza que tenían ambos al hablar se había cimentado en los meses en el que Robert pasó en el ejército, tiempo en el que fue poco a poco relacionándose más con el general Kim.

Obviamente, nuestro protagonista no era tan inocente y pensaría que se estaba ganado la confianza del viejo militar, solamente trataba de eliminar un poco la verticalidad en el trato y poder hablar tranquilamente, sin temas protocolares de por medio.

Del mismo modo, el general Kim sabía que Robert no era un muchacho ingenuo a quien podía engañar con una aparente muestra de confianza y que no se dejaría impresionar por cosas simples.

Por el momento, la buena comunicación entre ellos se basaba en la obtención de beneficios uno del otro, nada más.

[Se que harán un poco de alboroto al puerto de Incheon, solo espero que se moderen y no cometan estupideces]

"Bueno, eso no es tan fácil de prometer viejo, depende de cómo se porte la otra parte" – Robert respondió – " No hablo por Ijin, pero si se pone fea la cosa, tendré que hacer algo al respecto para ponerle fin al asunto ¿me entiendes verdad? Si puedo encargarme de la basura no sería malo"

Suk-joo, quien a pesar de conducir el auto estaba muy atento a la conversación que Robert tenía en estos momentos, no pudo entender qué diablos significaban esas palabras.

¿Ponerle fin al asunto? ¿Encargarse de la basura? ¿se refería al caso de secuestro o a algo más?

[Solamente no exageres mocoso] – fue la única respuesta del general Kim.

"Bueno, seré discreto" – Robert sonrió levemente – "Mas bien, quería pedirte un favor ¿Podrías decirle a presidente de SW Group que controle a su hombres y no nos tengan tanto recelo? Somos de los buenos"

Robert dijo esto con un poco de sarcasmo mientras miraba hacia adelante y sus ojos se encontraban con los de Suk-joo en el retrovisor.

[Je, quizás lo haga, quizás no, depende de cómo te comportes. Te hablaré en otro momento, hablaremos luego mocoso]

El general Kim soltó un suspiro gracioso, casi como burla, antes de terminar con llamada.

"Sabes que siempre me porto bien" – nuestro protagonista también sonrió irónicamente y guardó su smartphone una vez terminada la llamada.

Nuevamente el interior del auto quedó en silencio.

Robert solo se relajó en su asiento y volvió a mirar a través de la ventaba el ambiente exterior. Suk-joo se quedó em modo pensativo mientras trataba de adivinar quien diablos era la persona con la que nuestro protagonista había hablado.

Pero sea quien sea, no era alguien simple.

Por las palabras que había escuchado de Robert, la persona con la que hablaba era alguien que sabía exactamente lo que había ocurrido con Shin Yuna y Yu Dayun ya que, al parecer, mantenían vigilado a Ijin.

¡Y no solo eso, sino que también estaban vigilando al mismo Robert!

¿Quién podia hacer eso? ¿una persona influyente del gobierno quizás? Solo alguien que ocupa un cargo influyente podría hacer eso.

¡No obstante, tenías que tener un puesto realmente importante como para que le pidas hablar directamente con el presidente de SW Group!

Esto traía más preguntas que respuestas.

La familiaridad con la que Robert hablaba con dicha persona era evidente.

¿Qué diablos estaba pasando con este sujeto y con Ijin? ¿Quién era la persona misteriosa con la que Robert estaba hablando?

Suk-joo dejó de tratar de buscar respuestas en estos momentos y detuvo el auto ya que habían llegado a su destino. Ahora mismo debía concentrarse en cuál sería su siguiente plan de acción.

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NA: Que tal chicos, perdón por no publicar ayer, como algunos saben, el trabajo me absorbe mucho tiempo, pero me estoy dando un tiempito para poder escribir. Espero que disfruten de un capítulo corto pero informativo.

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