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Cuando se hace la noche

Bzzzzzzz

Bzzzzzzz

¿Ya son las 6?— pensé mientras cogía el móvil para revisar los mensajes y me preparaba psicológicamente para otro día más en la universidad.

¿Dónde estás el examen va a comenzar ya?— ¿Qué? un examen sorprendido por el mensaje del unico amigo que tengo en el grado de la universidad, Gabriel no suele bromear mucho y menos con cualquier cosa que tenga que ver con los estudios, abrumado por la situación mire la hora.

10:35— en ese momento me rendí no tenía ni las ganas ni las fuerzas para siquiera presentarle algún tipo de excusa a alguien, ¿por qué porque me está pasando todo esto a mí es esto, alguna clase de broma, algún juego retorcido del destino, es esto la señal final para rendirme ante todo y dejar la carrera?

Supuse que sí, y simplemente me quedé en la cama arrepentido por haberme quedado la noche anterior repasando hasta tarde y sintiendo como se me caía el mundo encima.

Me quedé acurrucado, pesaroso por todo lo que me estaba pasando hasta que decidí salir y comer algo con lo poco que tenía en el bolsillo para tratar de despejarme la cabeza.

Saliendo por la puerta vi al vecino del piso de al lado— ¿esta noche cenamos juntos como dijiste el otro día?- Basilio simplemente me respondió— Si claro John, pásate por aquí a las 9, escríbeme si llegas tarde o te surgen otros planes—.

Mientras hablábamos me rugió la tripa y John dijo— bueno, veo que tienes prisa— le interrumpí— si te escribo luego para el plan de cenar juntos—.

Bajé las escaleras y salí del edificio, entonces por saliendo por la puerta me encontré con una situación muy extraña, algo surrealista que pensé que era simplemente un delirio generado por el cansancio y el estrés de los últimos días, había una señora mayor hablando con ¿una especie de hombre lobo con traje?

Una imagen terrorífica tenía la cabeza deforme y una especie de tentáculo tocando le la cara a la señora.

En ese momento me caí al suelo del susto y parpadeé al mirar de nuevo esa vista ya no estaba, había desaparecido el monstruo, ahora simplemente había un hombre de mediana edad trajeado el cual me estaba mirando con una cara extraña que no sabría decir que quería transmitir. Me giré planteándome si estaba loco, si de verdad estaba despierto, o si realmente ya me he vuelto loco del estrés.

El señor se acercó hacia mí-¿estás bien joven?— el señor muy amablemente me preguntó, lo cual no era realmente extraño, pero tras haber visto es alucinación ni me apetecía responderle ni estar cerca de él, así que, hice lo mismo que haría cualquier persona racional ante una situación paranormal, huir.

El resto del día continúo de manera normal, me fui a los árcade y me pasé hasta el almuerzo en la calle, después de eso fui al piso de Gabriel a ver si podía comer ahí y volver a mi edificio únicamente a cenar y comer, pero no todo puede ir siempre como uno planea, si bien en camino a casa de Gabriel sentí algo raro, algo intangible atravesarme como una especie de escalofrío, miré hacia la dirección de la que sentí esta sensación y ahí lo encontré aquello que hizo de mi vida todo un infierno y me ha dado cuenta de que realmente no sabemos lo que es un problema hasta que vemos a la muerte a los ojos.

El callejón era lo típico un callejón sin salida con un par de contenedores pero yo vi algo extraño una especie de luz que me atraía como si yo fuera una especie de polilla aún sin yo darme cuenta de la situación me desvíe y camine hasta el fondo del callejón hasta que llegué al final de este fue entonces que salí de esa especie de trance en el que me encontraba, miré hacia atrás y todo cambió el día se volvió noche y todo el callejón parecía otro lugar un lugar raro como ninguno del que yo haya leído ni visto en ninguna película.

Aun así, todo se quedaba atrás en comparación a la criatura entre los nuevos y más lujosos contenedores, si tuviera que describirla se trataba de una foca, pero poseía características impropias como un par de piernas y un tamaño muy grande incluso para esta especie, en definitiva que todo había cambiado a mi alrededor y me encontraba al lado de algo que solo podría identificar de mi vida diaria con un vagabundo.