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Primer combate - Parte 3

Todas las cabezas en la arena de combate miraron a ambos combatientes con la respiración contenida.

Un silencio incómodo descendió sobre todos. Nadie podía creer lo que estaban viendo, sus ojos estaban pegados en la figura de Max, quien estaba tambaleándose tratando de levantarse luego de ser golpeado por Ryuji.

Un singular había conseguido golpear a un usuario de Aura.

Los únicos que se mantenían serenos eran los integrantes del Club de Rippers de 1er año, quienes tenían rostros satisfechos e iracundos. Chris, Ariana, Sara y las demás también parecía estar sorprendidos por lo que paso.

La mayoría solo había visto a personas con Aura pelear contra mismas personas con Aura; era lo más normal. El cierto estatus que se había creado volvió a las personas a hacer consientes de esa realidad, y ahora ese mundo se estaba desmoronando poco a poco por Ryuji.

-¿Qué me harás pagar? No me jodas. Solo tuviste suerte.

Una voz cargada de odio se escuchó.

Max, quien no podía dejar de fulminar con la vista a Ryuji, no sabía que expresión tenía en ese momento y se levantó escupiendo sangre.

Ryuji, quien no dejaba de mirarlo, se acercó con pasos cortos.

Mientras controlaba su respiración, se detuvo a unos pocos metros de Max y le pregunto con una cara inexpresiva y una voz solitaria.

-Aquella vez… ¿Al menos tuviste las agallas para golpearlo tú mismo?

-¿Qué…?

Ambos se encontraron levantados viéndose.

La expresión de Ryuji era calmada y serena, pero se reflejaba una ligera sombra tiñendo el marrón de sus ojos.

Ninguno de los dos se movía y Ryuji prosiguió hablando.

-Collins y tú eran amigos, y aun así lo dañaste de una forma que ya ni siquiera puede vivir una vida tranquila.

-¿Así que eso es lo que te contó, Jack? Si realmente piensas que le haces un favor defendiéndolo, pierdes tus energías. ¡Los tipos como tú que tratan de ser un héroe son unos imbéciles! ¡No hables de cosas que no sabes!

-Sí, tienes razón. No sé lo que paso y realmente no me interesa. Eso es entre ustedes dos, y yo no tengo por qué meterme en sus problemas, pero… esto es el ahora. ¡Y tú has hecho algo que no voy a tolerar, maldita basura!

Ryuji observó con furia y desagrado a Max, colocándose nuevamente en su postura de combate. Ante eso, una sonrisa cómica se reflejó en la cara de Max, preparándose también para avanzar.

-¡Eso es! ¡Al fin muestras una cara acorde a tus emociones! ¡No hay nada mejor que acabar con un tipo que se hace el fuerte!

La lucha se marcó de nuevo con el avance de ambos.

-¡Qué rápido! ¡¡Cerraron la distancia en un parpadeo!!

Frente a los muchos pares de ojos que los miraban, casi era imposible seguirlos con los ojos.

Los movimientos eran diferentes, tanto Ryuji como Max intercambiaban ataques en el más mínimo tiempo de encontrar una apertura.

Ryuji ya no solo esquivaba, lanzando golpes continuos para colocar una presión en su oponente.

Su mentalidad había cambiado.

Ya no era determinación lo que ardía dentro de él.

Quería acabarlo, lastimarlo, hacerle el mayor daño posible sin ninguna piedad.

Ryuji se había jurado a sí mismo a volverse fuerte. Tenía la mentalidad y las agallas suficientes para superar sus futuros combates.

Siendo movido solo con esa meta en mente, creía que podría lograrlo sin arrepentirse.

Entonces ocurrió eso.

No había ninguna necesidad, no había ninguna razón para que alguien fuese lastimado en su nombre.

En el agitado combate cercano, Ryuji era parcialmente golpeado por los ataques de Max. No había ningún daño remarcable, pero se estaba acumulando, cuanto más tiempo pasaba, más se llenaba de heridas su cuerpo.

Deliberadamente tomando una compostura atrevida y arriesgada.

Esto es un castigo.

Esto fue causado por su ingenuidad.

Si nunca lo hubiera conocido.

No. Eso no.

Si hubiese sido más atento, talvez-

No. Lo más seguro es que esto hubiese pasado de una forma u otra.

No había más nada que hacer.

Ni mucho que pensar.

Estaba cansado y harto.

Solo esta vez. Solo por esta vez. Voy a hacer cosas malas.

Hoy, Ryuji arreglaría las cosas con sus propias manos.

-¡HAAAAAAAAAAAAAAAAAH!

-¡¿Grh?!

Un grito estalló y como respuesta un chillido de sufrimiento.

Un gancho derecho se estrelló con fuerza contra la guardia arriba de Max. La potencia del golpe lo sacudió y lo desestabilizo.

Ryuji no lo dudo y dejo caer una cadena de golpes en su cuerpo haciéndolo retroceder. Un poco más, más allá, hasta casi llegar a la pared.

No dejo de golpearlo.

-¡¡Golpea!! ¡¡Golpea!! ¡¡Golpea!! ¡¡Golpea!! ¡Ryuji está poniendo contra las cuerdas a Max!

Era una batalla sin igual y única. Podrían ser los primeros en la historia de ver a un Singular en una pelea de semejante calibre.

Algunas personas se encontraban atónitas, algunos tenían una mirada de terror, y algunos observaban en silencio.

El agudo sonido de los golpes chocando contra la carne se escuchó.

-¡Guh!

Un golpe al cuerpo. La constante e imparable arremetida de golpes le dieron una oportunidad y Ryuji lo golpea en el estómago.

Max exhaló con fuerza el aire que se escapó de sus pulmones.

Ese solo golpe hizo que retrocediera y volvió su cuerpo tembloroso. Incluso con su milagrosa defensa que sería el Aura, un ataque en el momento y lugar adecuado era perjudicial.

Con el rostro pálido, miro a Ryuji con el rabillo de su ojo con hostilidad.

¡Maldito Singular!

Ese pensamiento solo se quedó en su mente.

La batalla continua.

Ryuji, después de haberle conectado un golpe de lleno, Max tomo distancia por primera vez en todo el encuentro.

Estaba a pocos metros de la pared y Ryuji en pasos entrecortados avanzaba para acorralarlo.

Max deslizaba una mano por detrás de su espalda mientras caminaba hacia atrás.

Sin ninguna intención de hacerlo recuperar el aliento, Ryuji se lanzó hacia él y entonces…

-¡¿…?!

Un empuje hacia adelante. Dos bastones negros salieron.

El ataque fue rápido e inesperado. Solamente salvado por la gran vista y velocidad de reacción de Ryuji que pudo esquivarlo.

-¡¿Qué ha pasado!? ¡¿Esto está permitido!? ¡Max ha sacado otro bastón oculto de su ropa!

No había ninguna duda, Max Saifer había sacado un arma extra oculta. Al ser un bastón policial era fácilmente escondido en su camisa. Esperando el momento oportuno para sacarlo era su mayor as bajo la manga.

Sin embargo, el que haya sacado un arma extra en medio de la pelea, ¿podría ser considerado una falta en las reglas?

La decisión fue puesta en la persona que permanecía observando más cerca que todos.

El entrenador Alan Koznet quien estaba actuando de árbitro. Luego de ver y considerar lo que acaba de pasar, llega a la conclusión.

-Siempre y cuando no sea un arma u objeto del exterior, está permitido.

-¡Ha dado la señal de aprobación! ¡¡El arma escondida del combatiente Max está permitida!!

El aire pareció estremecerse.

El duelo entre ambos. El gran giro inesperado envolvió a los espectadores en un gran frenesí.

Ninguno se atrevía a desviar la mirada mientras el duelo se desarrollaba entre ellos.

Ambos contrincantes detuvieron sus acciones por un segundo.

-Así que tenías un arma oculta. Siendo tu no me sorprende mucho.

-Maldita sea, en serio eres una jodida rata escurridiza. ¿Por qué ninguno de mis golpes te alcanza? Bueno… no importa. Muérete.

-¡…!

Los ojos de Ryuji se estremecieron mientras veía el ataque de doble bastón de Max, era completamente diferente.

Ryuji se contrajo a sí mismo y fue forzado a ir a la defensiva.

De por sí, antes los ataques de Max cuando solo usaba un bastón ponían una gran presión. Hasta ahora, Ryuji ya se había acostumbrado y encontrado oportunidades para atacar también.

Pero ahora los ataques aumentaron su ferocidad, y no solo eso. Ahora tenía problemas para predecirlos.

Sin embargo, aunque Max tenía la ventaja de fuerza. Ryuji seguía siendo más rápido.

Pero aun así, se estaba dejando caer por la intensa oleada de ataques de su oponente. Esquivando solamente los ataques más violentos, y tratar de desviar los demás, recibiendo más daño en el proceso.

-¡¡¡Aaaahh!!! ¡¿Qué ha pasado?! ¡¡Ryuji está sufriendo por los continuos ataques de Max!! ¡¡Solamente le queda aguantar el castigo!! ¡¿Lo noqueará?!

Podían escucharse incontables burlas en las gradas mientras miraban a Ryuji acorralado por la continua lucha a favor de su oponente.

Ryuji se mordió el labio mientras aguantaba el castigo y observaba detenidamente los movimientos con más detalle de Max.

Se hacían varios arcos volando en el aire con cada ataque.

Se encontraba en una constante lucha para bloquear sus feroces ataques que ya casi ni podría sentir sus brazos.

Es fuerte. Lo admito.

Ryuji encontraba el momento adecuado para entrar en su contraataque.

Mientras reconocía la fortaleza indiscutible que tenía la persona frente a él.

Y eso hace que mi ira hacia ti sea más grande.

No había ninguna manera en la cual Ryuji dejaría que terminara las cosas así.

¡Te lo aseguro! ¡Esto no tendrá un final feliz para ti!

Concentrando toda su fuerza para evitar que la ira lo consuma por completo. La mirada de Ryuji no flaqueo y se preparó para terminar con todo.