El malvado es el primero en quejarse

—Antes de que Feng Xingshen pudiera reaccionar —los ojos de Li Man se habían puesto rojos de ira—. Se remangó las mangas y quería pegar a alguien.

Él y Li Xuekai estaban originalmente preocupados por el futuro del proyecto. Justo cuando dijo: "Es nuestra culpa por ser demasiado inútiles", Liu Xi, que los había traicionado y elegido el proyecto de Li Xuelei, pasaba por allí con una caja de artículos. Al oír esto, dijo: "En efecto, son demasiado inútiles".

—¿? —Li Man.

—Es importante que una persona tenga autoconciencia. No eres más que un estudiante que aún no se ha graduado, y sin embargo, intentas estudiar la máquina de fuente de luz. ¡Te estás sobrevalorando! ¿Cuántos profesores en China han estado estudiando esto por tantos años? Si no vinieron a estudiar esto, es suficiente para mostrar cuán difícil es este proyecto. Dime, ¿por qué sigues aquí? —Liu Xiu colocó la caja en la mesa a su lado y lo miró fijamente.

—¡Eso no es asunto tuyo! —respondió Li Man con enojo.