¡Están Equivocados, Completamente Equivocados!

—¡No! —exclamó Xue Xi y corrió hacia allí.

Justo cuando estaba a punto de agarrar la mano de Li Chun, Li Chun cayó al suelo.

¡Bang!

Un sonido sordo proveniente de abajo dejó atónitos a todos los presentes.

Xue Xi se quedó parada en la ventana y miró hacia abajo. Ella apretó los puños y su cuerpo temblaba ligeramente. De repente se volvió. Aunque la persona habitualmente distante no derramó ninguna lágrima, su expresión seria hizo hundir el corazón de todos.

Nadie esperaba que sucediera tal cosa.

El señor Guo dio un paso atrás nerviosamente. Tragó saliva y dijo con el rostro pálido:

—Ustedes lo vieron. Él saltó del edificio para incriminarme. ¡No tiene nada que ver conmigo!

Xue Xi soltó una carcajada al escuchar esto.

Ella miró al investigador:

—Profesor, ¿escuchó lo que dijo el Senior Li Chun?

Las piernas del investigador se debilitaron.

Ver desaparecer una vida ante sus ojos era algo impactante.

Por primera vez, todos sintieron que la muerte estaba tan cerca de ellos.