Desperté en las suaves y cálidas sábanas, y estiré mis brazos para luego girarme, observando a Mike dormir. Estaba tan tranquilo, y verlo así me transmitía paz. Sonreí al recordar la noche anterior, pero el sonido del timbre me arrancó de mis pensamientos. Yo fruncí el ceño y me levanté, colocándome la bata de dormir y dirigiéndome hasta la puerta. Al abrirla, mis ojos se abrieron.
- ¿Rob? ¿qué haces aquí tan temprano?- pregunté, extremadamente confundida.
- ¿es cierto?- preguntó.
- ¿qué cosa es cierta?- dije yo, sacudiendo la cabeza.
- ¿tendrás un hijo con Mike?- aclaró. Yo lo observé, para luego suspirar.
- Así es, si.- respondí.
- ¿por qué no me lo dijiste antes?- me observó, y yo aparté la vista, avergonzada. No quería decirle que no le había contado por temor a esta misma situación.
- No lo sé.- dije finalmente.
- No me mientas, Hannah.-pidió, alzando un poco la voz.
- ¿qué sucede aquí?- preguntó Mike detrás mío. Yo me volteé a verlo, y luego devolví mi vista a Rob, quién lo miraba con cierto enojo.
- ¿hace cuánto que saben esto?- nos preguntó. Yo no me atreví a responder, por miedo a que empeorara las cosas.- ¿¡hace cuanto!?- insistió, elevando la voz.
- Diez semanas.- respondí en voz baja.
- Diez..- dijo Rob, pero luego se detuvo.- ¿y no se pudieron dignar a simplemente dejármelo saber?- exclamó.
- Rob.- lo interrumpió Mike.- estas situaciones no ayudan a Hannah. Creo que deberías irte.- pidió.
- ¿así serán las cosas ahora? ¿no me contarán nada y me alejarán de sus vidas?- preguntó Rob. Yo me acerqué a él, negando con la cabeza varias veces.
- Claro que no, Rob. Eres una parte sumamente importante de nuestras vidas. Por supuesto que no te alejaremos. No pienses eso.- pedí yo.
- ¿entonces por qué es lo que vienen haciendo?- preguntó él. Yo no supe que responder; tenía un punto al decir que no le contábamos las novedades últimamente.
- Ya debes irte.- insistió Mike.
- ¡tú cállate!- exclamó él.
- ¡Rob!- llamé a modo de regaño.
- ¿tienes algún maldito problema?- preguntó Mike, acercándose a él. Sabía que estaba empezando a perder la paciencia rápidamente.
- Mike...- traté inútilmente de llamar su atención, sujetando su brazo con una mano.
- Tú eres mi maldito problema.- respondió Rob, igualmente a punto de estallar.
- Oigan, no peleen.- pedí, pero parecía que nadie me escuchaba.
- Si tanto te molesto, entonces deja de entrometerte en mi puta vida.- contraatacó Mike.
- Oigan.- volví a llamar, alzando un poco la voz, pero parecía inútil.
- ¿tú vida? ésta no sería tu vida si no me hubieses robado a mi chica en primer lugar.- respondió Rob. Yo lo observé; no creí que después de tanto tiempo aún siguiera molesto o dolido por lo que había pasado. La voz de Mike hizo que mis pensamientos se desvanecieran.
- Pues, adivina qué, ya no es tu chica, es mi mujer.- exclamó Mike, y eso fue suficiente para que Rob estallara. Tomó la camiseta de Mike y tiró de ésta, empujándolo contra la pared. Yo reaccioné y corrí a separarlos.
- ¡ya basta!- pedí, sujetando el brazo de Rob, pero él fácilmente se liberó de mi agarre, encestando otro golpe en Mike.- ¡deténganse!- pedí nuevamente mientras observaba a Mike posicionarse arriba de Rob, imposibilitando su movimiento y descargando todo su enojo en él.- ¡Mike! ¡basta!- pedí, con las lágrimas de angustia saliendo desenfrenadamente. Rob logró liberarse y arremetió contra él, nuevamente haciéndolo caer. Intenté otra vez separarlos, pero un brusco movimiento de Rob hizo que yo cayera al suelo. Instantáneamente, ambos se detuvieron.
- ¡Hannah!- oí la voz de Mike, quien corrió hacia mi. Él me ayudó a sentarme.- Hannah, ¿estás bien?- preguntó preocupado. Cuando reaccioné, una ola de enfado me invadió. Yo me levanté rápidamente y me crucé de brazos.