webnovel

Capítulo 2

NARRA IDIER

Estoy tomando las clases de química. Mientras tanto, analizo la situación en la que estoy ahora.

-Tenga cuidado con la mezcla -me saca de mis pensamientos el profesor.

-¡Pareces distraído, con los químicos, no se juega joven! -me grita molesto.

-Ludmila, ayúdale hacer bien la mezcla-ordena el profe.

Ella viene hacia mí. Y comienza a mover varios químicos rápidamente. Sí que es experta en eso. Me quedé mirando sin saber qué hacer.

-He podido salvar tu compuesto a tiempo. Podías haber causado un explosivo, ¿qué se supone que estabas haciendo?

-Quería hacer un experimento con queroseno. Solo me distraje un poco.

-¿En qué estabas pensando? Sé que la locura no avisa, no te vuelvas un científico loco, por favor. Para rematar no usaste bien la mezcla que se supone que querías aplicar.

-Menos mal que me salvaste del aprieto, te lo agradezco. Seré más cuidadoso la próxima vez.

-No ha sido nada -me muestra una sonrisa mirándome disimuladamente.

-Te quería pedir disculpas si te incomodé al ayudarte, ya que te fuiste rápidamente.

-No te disculpes por todo,

solo me recordaste a una persona. Pero eso no importa ahora. Me siento apenada contigo, qué vergüenza.

-Descuida.

-Soy Ludmila, ¿y tú? -me estrecha la mano educadamente

-Idier -hago el mismo gesto

-Bienvenido, Idier -me muestra una sonrisa cálida mirándome tímidamente.

-Gracias-respondo de forma amable.

Nos dejamos de estrechar las manos y seguimos con nuestra labor.

Cuando miro hacia atrás para coger algo, veo aquella chica de nuevo. Está con la misma chica del salón de almuerzo, deben ser muy amigas.

Está tan concentrada en su experimento que ni se dio cuenta de mi presencia.

-Ludmila.

-Dime.

-¿Sabes cómo se llama aquella chica con el colgante de caballo dorado?

Ella mira hacia mi dirección y luego a mí; sonríe continuando con su trabajo.

-Hablas de Luli.

"Así que Luli, interesante nombre, carita de Ángel"

-¿Estás interesado en ella?

Me saca de mis pensamientos Ludmila

-No, ¿por qué lo dices?

-Por como la miras.

-Solo quería saber quién era, nada más eso.

Tocan el timbre.

-Terminó la clase. Así que nos vemos el jueves a la misma hora, y nada de llegar tarde -y se va el profesor ese.

Al salir el profesor, se levantan todos de sus respectivos asientos, casi huyendo del lugar como si hubiera un incendio.

Y mi vista en aquella chica se me pierde de repente. Por qué siento esa necesidad de buscarla cada minuto, eso no es normal en mí. Y no es mi tipo, solo es una niña y no debería perder mi tiempo pensando en tonterías.

-¡Te encontré! -me toca el hombro Íker, hasta que al final aparece.

-¿Dónde estuviste todo ese tiempo? No te vi en la mayoría de las clases.

-No me apetecía tomar algunas de esas clases aburridas... En fin, ¿qué tal te fue sin mí?

-No sabría decir, ¿y tú no me dirás dónde sales?, te noto un poco exhausto, ¿estuviste corriendo?

-Huyendo más bien, de un par de chicas. Por cierto, unas cuantas me ha pedido tu número. Ves brother, tan pronto ya tienes admiradoras.

-No quiero la presencia de chicas rodeándome, tengo otras cosas más importantes que hacer, por favor haz algo al respecto.

-No hace falta Bro, ya que tienen miedo acercarse a ti . Piensan que eres un chico malo, tu seriedad no ayuda -saca una risita al respecto, yo solo le miro alzando una ceja.

-Bueno Brother, hoy tendré una competencia, al menos ven a verme competir. Dejando a aparte lo de las chicas.

-En eso sí estoy de acuerdo.

-Pásame tu número y te mando la ubicación -dice Íker sacando su iPhone.

Intercambiamos los celulares

-Bien. Nos vemos esta noche a las 8:00 PM y no faltes.

-Allí estaré.

-Oye Idier, ¿puedo subirme a tu auto? Quiero que me acerques a una cierta dirección.

-Sube.

Tan rápido como entramos así es como arranco rápidamente el vehículo.

NARRA LULI

-Luli, todo está listo. Podemos irnos -me habla Bella acercándose a mí.

-Sobre el chico nuevo de la Comida, se fue con Íker por si querías saber.

No estoy prestando atención a lo que me dice, ya que me está subiendo un fuerte dolor de cabeza, solo quiero irme a casa.

-¿Luli estás aquí? -me mira preocupada.

-Perdón, ¿qué dijiste?

-Olvida lo de antes, ¿quieres acompañarme en la competencia de hoy? -pone ojitos.

-No puedo, lo siento, ya sabes que no me gustan esos lugares, además tengo que estudiar.

-Acabamos de comenzar con las clases no exageres con eso -cruza los brazos.

Al intentar decir algo, veo acercarse la persona que menos me apetece ver ahora.

-Creo que mi chófer ya llegó, nos vemos mañana -digo rápidamente caminando, Bella se queda con la boca abierta, pero no puedo parar el idiota de mi ex está siguiéndome.

Siento como agarra mi brazo consiguiendo que me detenga, le miro con ganas de querer matarlo, solo espero que no empeore mi dolor de cabeza con sus mentiras de siempre.

-Por qué eres tan terca, te lo dije un millón de veces que nunca te engañe. No soy ese tipo de chicos, lo nuestro era muy en serio. ¿Por qué no puedes entenderlo? ¿Quieres que te demuestre lo fiel que soy hasta qué extremo? Dime... Solo quiero recuperarte.

-No quiero que hagas nada. Solo quiero que te olvides de mí y sigas con tu vida, tu obsesión constante me saca de quicio.

-Pero yo te amo Luli. ¿Es que tú ya no sientes lo mismo?

-Ya no -respondo seca, hiriendo su hombría.

-¿Hay otro, verdad?, ¿Por qué de repente eres fría conmigo?

-Piensa lo que quieras y ya déjame -me suelto de su agarre bruscamente.

-Mi amor, espera...

-Deja de actuar como si seguimos juntos, Hugo... te recuerdo que mi padre es:

EL COMISARIO JEFE. Podría ir a denunciarte por acosador y Demente.

Y me voy dejándolo sin palabras.

Después de unas cuantas horas en el auto junto al chófer, llego en casa cansada, al menos se me bajó un poco el dolor de cabeza.

La imagen de aquel chico llega en mis pensamientos. Sus lindos ojos azules fulminantes mirándome con una cierta curiosidad. Sí que tiene algo de misterio, su rasgo facial es neutral, acaso es un amargado.

Creo que es la razón de mi interés por él. Me sale una sonrisa al pensar en las ideas que tengo que experimentar de ahora en adelante.

-Luli corazón, Cámbiate y ven a comer -dice mi Nana sacándome de mis pensamientos.

Ella me cuidó desde niña hasta ahora. Y sobre mi madre... Bueno, no quiero tocar ese punto incómodo. Beso, sus dos mejillas dulcemente. Al rato de eso, subo los escalones llegando por fin a mi cuarto.

Me baño lentamente, pensando en algunas cosas. No me demoré tanto, así que me limpio con mi toalla blanca el cuerpo, seguido de mi toallita pequeña seco mi lindo rostro.

Me pongo una blusa sin mangas de tono azul de persia, junto a un pantalón bastante cómodo de color blanco, sin olvidar en alisarme el cabello, me aplico rápidamente el maquillaje. Y todo lo que me falta, ya que tengo hambre y no me importa lo que use cuando estoy en casa.

Salgo de mi cuarto ya bajando los escalones tranquilamente, en un momento llego en la cocina. Mis ojos se abre de la sorpresa.

-¿Todo esto es mío? -pregunto al ver tanta comida.

-Claro corazón, sabes lo mucho que te consiento.

-Si lo que quieres es engordarme, no lo vas a conseguir. Aunque coma demasiado

no acabaré como la bruja de la sirenita, estás advertida -agrego ya acomodándome en la silla.

-No puedo creer lo que estoy oyendo -y se pone a reír a carcajadas mi nana.

De repente suena mi celular.

Solo ver de quién se trata, mi rostro cambia al de seriedad.

-Te dejo comer tranquila, corazón -se retira.

-¿Qué? -respondo fría

-¿Podemos vernos hoy en la cafetería?

-¿Para qué?

-Solo ven, no puedo hablarlo por teléfono.

-¿Es importante?

-Sí.

-Está bien, en media hora ya estaré presente.

NARRA IDIER

Hoy ha sido un día extraño. Tengo que llevarme bien con todos, así podré descubrir la causa de la muerte misteriosa de mi hermano. Seguro estaba metido en algún buen lío, con uno de esos pijos. Me pregunto qué fue...

La intriga desespera.

-Hijo, ya estoy aquí -informa mi padre cerrando la puerta.

Voy hacia él

-Tenemos que hablar, siéntate.

Me siento tranquilamente

-Alguien se llevó el cadáver de Idiomar. La situación está delicada.

-¿Espera... qué? ¿Lo sacaron de la morgue?

-Al parecer sí, no sé cómo pueden tener ese atrevimiento de robar un cadáver, justo cuando tu tío ya venía a realizar la autopsia profunda.

-Qué desagradable pa' , eso se está complicando si el cadáver ya no está.

-Lo tengo claro, pero no va a detener mi investigación, para mí es que hay más gente involucrada en este asunto y quieren impedir que sigamos con el caso.

-Es razonable, puede haber más de una persona moviendo las fichas para distraernos y conseguir que el caso se cierre -digo molesto

-Solo son pequeños obstáculos que nos estarán atravesando por el camino, eso no va a impedir que deje de investigar como lo dejó el actual detective.

-Ahora dime... ¿Qué tal te fue en ese instituto, ya conociste a la novia de tu hermano? ¿Ya tienes idea del ambiente por el que andaba Idiomar?

-La conocí, es muy simpática, tengo que convertirme en su amigo y ganarme su confianza. Así con el tiempo sacarle, la información que buscamos.

-Hay un grupo de chicos malos que mandan el insti, también son sospechosos, casi todos lo son. Ya veré como hago para descubrir en qué andaba, aparte de ser un corredor de esas carreras clandestinas, yo sé lo mucho que le gustaban. Aunque te decía que ya lo había dejado, pueda que descubra algo allí.

-No te metas en problemas, solo si descubres algo raro me lo haces saber, hay que ser muy prudente.

-Descuida.

-Seguiremos hablando más tarde, tengo que salir para arreglar el asunto de Idiomar con tu tío, cuídate hijo.

-Hasta luego.

-Buen hijo -dice papá saliendo por la puerta.

Llamada entrante Íker

-Dime.

-¿Qué tal brother, qué haces?

-Estoy estudiando.

-Pero qué espabilado -se burla desde el otro lado de la línea.

-¿Y tú qué haces?, aparte de hacer payasadas.

-Soy divertido, no un payaso de circo.

-Estoy cerca de mi amor platónico. La chica de mis sueños, "Bella". Es la única que no me atrevo acercarme de tantas que he conocido. Bro, ayúdame con ella, sé puedes hacerlo, tienes esa luz que me hace falta.

-¿Quién es Bella? ¿Y por qué debería ayudarte si no has hecho nada por mí?

-Qué mezquino eres, ahora quieres pagar favor con favor.

-Vamos a negociarlo bien.

-Brother, haré lo que me pidas. Ayúdame por favor.

-Lo haré, pero con una condición.

-No me importa la condición . Haré cualquier cosa por ti. En serio lo que sea.

-¿En serio lo que sea?

-Por supuesto, eso no quiero decir que te abuses de mi buen corazón. ah, por cierto, se me olvidó decirte que la chica que tanto mirabas perdidamente se Llama Luli, linda joya.

-Creo que ya me lo dijeron.

-¿Quién más te está pasando información aparte de mí? Yo que soy tu brother, ¿a ver dime quién es esa persona que se me está adelantado? -lo dice con humor.

-Muy gracioso, creo que no me puedo aburrir contigo.

-Pero tú no ayudas con tu cara neutral, quiero hacerte reír a carcajadas, a ver cuando lograré ese reto.

-Sigue intentándolo.

-Lo lograré. Pienso que te voy dejando, sigue estudiando, espabilado -saca una risita de las suyas y cuelga.

Solo me recordaste a una persona

Ese recuerdo llega a mi campo de visión, está claro que hablaba de mi hermano. ¿Me pregunto si su relación andaba en el mejor momento?... ¿Se amaban de verdad, o nada es lo que parece?. Algo en ella que me resulta extraño, pero bueno, por ahora no tengo casi nada.

Llega la noche

Estoy caminando en un callejón solo, pensando en mi posible movimiento, de pronto veo aquella chica adentrarse en la heladería. Reviso mi reloj, creo que tengo media hora para poder hablar con ella a ver que información pueda obtener.

NARRA LULI

Papá dijo que vendría en dos horas, así que lo espero mientras me pruebo un helado.

-Aquí tiene -me dice la encargada de la heladería dejando mi pedido en la mesa, y se retira de inmediato.

Al probarlo noto una mirada en mí, eso hace que me salga una sonrisa coqueta al notar de quién se trata.

-Luli -dice mi nombre con esa voz tan sexi, solo eso es lo que necesitaba para completar mi día.

NARRA IDIER

Su mirada se dirige a mí al pronunciar su nombre. Y eso me calienta de repente. Por qué tan solo una mirada perversa suya me pone de esa forma, esto no es normal. Es una niña y no es mi tipo, debería controlarme.

Me dirijo a ella sin darme cuenta de que estoy caminando.

-¿Puedo sentarme?

-Claro -me dice con dulzura, trasmitiendo esa voz angelical.

Me siento, y la observo comiendo su helado de una forma provocativa. Sin olvidar que su outfit me deja sorprendido, no sabría cómo describirlo, solo sé que me encanta, su lindo cabello suelto largo al descubierto. Puede verse linda pero...

-No me sorprende que sepas mi nombre, está claro que te lo dijo la viuda negra

-¿Quién es la viuda negra? -alzo una ceja intrigado.

-Ludmila, a pesar de vuestra colaboración en el laboratorio, podía notar como me desnudabas con la mirada, eso confirma que eres un pervertido -muestra una sonrisa y es notable sus hoyuelos. Así que se dio cuenta a pesar de que la veía muy concentrada en su experimento. "Pero qué lista"

-También me desnudaste con la mirada en aquella sala vacía, y no he mencionado nada Como que eres una pervertida. Además, no eres mi tipo, yo no trato con las niñas, solo podrías ser una de mis amigas. Eso sí.

Ella sonríe mirando a los lados, luego se acerca a mi rostro, pero, sin poco de vergüenza que hay gente alrededor  observándonos.

Se coloca en mi oído, y me susurra algo que no logro entender por completo.