116 CAPÍTULO 63

La dolorosa vida de Ángel.

CAPÍTULO 63

-Grendis-

Ángel y sus compañeros están descansando y comiendo en medio de un hermoso valle verde.

—Apenas llegamos a Grendis, así que llegaremos a Desmolfer en una semana.- Dice Esmeralda.

Ángel siente un escalofrío y se levanta.

—Bueno, bueno, bueno, prepárense.- Dice Ángel.

—¿Por qué?

—Algo nos atacará.

Un enorme perro, con tres ojos rojos, pelo blanco y tiene una gema roja en su frente, sale del suelo. Mide como cinco metros o más, tal vez ocho metros.

—¡¡Comida!!- Dice con voz de mujer.

—Una perra, literalmente.- Dice Ángel.

Todos se ponen en guardia y Ángel se dirige a ella.

—Yo me haré cargo de ella.

La perra se dirige a él y Zero sale de su camisa.

—¿Me necesita?

—No te preocupes.

Se truena los dedos y sonríe.

—No te necesitaré.

La perra intenta golpearlo con su pata izquierda y Ángel la detiene con su brazo derecho.

—No eres fuerte.

—¡¡I-increíble!! ¡¡Realmente es usted, amo Marlego!!- Dice la perra.

Pone su cabeza en el suelo.

—Lo siento por atacarlo, sentí su magia y creí que era un farsante.

—No soy Marlego... Aunque Fetoca me dijo que tengo su magia... Solo tengo la magia de Marlego, no soy él.

—¡¡Eso significa que usted es el sucesor de Marlego!! ¡¡Mi deber es obedecer sus ordenes, amo!!

—Vaya, ahora tengo una perra gigante como mascota... Fetoca, ¿quién es ella?

—Es uno de los cuatro animales legendarios.- Dice Fetoca.

—¿Animales legendarios?

—Realmente no tienen nada de legendarios, son fuertes, pero no tanto. Se llaman así por qué a Marlego le gustó llamarlos de esa forma. Son sus mascotas.

—Vaya... Al menos me servirá para transportar cosas.

Salta y sube a su espalda.

—¿Sabes en donde están tus compañeros animales?

—Muertos, soy la única que queda viva.

—Está bien... ¿Qué puedes hacer?

—Soy buena para excavar, soy muy rápida y fuerte.

—Puedes ser útil.

Ángel voltea a ver a sus compañeros.

—¡¡Ahora regreso, iré a dar una vuelta!!

—¡¡¿A dónde lo llevo, amo?!!

—Da igual, solo corre.

—¡¡Sí!!

La perra empieza a correr y Fetoca, dentro de él, sonríe.

—Franmia apareció, lo que significa que el selló se rompió. Marlego, regresarás a este mundo muy pronto.- Piensa Fetoca.

-Escuela-

Ángel, Crismei, Golan y Rem están en la oficina del director.

—Los semihumanos regresaron a su hogar, los estudiantes siguen escondidos en el refugio subterráneo y Snar está muerto. Supongo que ya no debemos preocuparnos más.- Dice Ángel.

—Muchas gracias, Ángel.- Dice Rem.

—No fue nada... Aunque me duele un poco el cuerpo.

—Las heridas aún no sanan por completo, debes descansar, Ángel.- Dice Crismei mientras toma la mano de Ángel.

Ángel se sonroja.

—L-lo sé, pero no podemos descansar, debemos ir a Desmolfer.

—Debemos irnos.- Dice Golan.

—Sí... Rem, muchas gracias por cuidarme, realmente te lo agradezco.

—No fue nada, no te preocupes.

—Dile a tus hermanas gracias de mi parte, realmente me divertí con ellas... Las extrañaré.

Le extiende su mano y sonríe.

—Esta puede ser la última vez que nos veamos.

—¿L-la última?

—Sí... Sabes, siento que moriré pronto, así que quisiera despedirme adecua...

Crismei le da una cachetada a Ángel mientras llora.

—¡¡No digas eso, por favor!!

—¿C-Crismei?

—I-Izuke sentía lo mismo y murió... No quiero que mueras también... No lo soportaría.

Ángel acaricia la mejilla de Crismei.

—Yo soy como Izuke, estoy dispuesto a morir si eso significa salvar a las personas... Si Marlego vuelve, todo estará perdido... Así que por favor, prométeme que si llego a morir, me olvidarás y seguirás con tú vida.

Crismei abraza a Ángel mientras llora.

—Izuke me dijo algo parecido antes de morir... No quiero perderte, Ángel... No quiero... No quiero.

Ángel acaricia la cabeza de Crismei.

—Crismei...

Golan truena los dedos.

—Lo siento por arruinar este momento romántico, pero debemos irnos.

Ángel se aleja de Crismei.

—Luego seguimos hablando, vámonos.

Camina a lado de Rem y voltea a verla.

—Cuídate, Rem.

—Igualmente.

Sale de la oficina y mira sus manos mientras sonríe.

—Estoy dispuesto a sacrificarme por el bien del mundo... Será una muerte digna... Estoy satisfecho con mi vida, así que moriré sin arrepentimientos.- Piensa.

-Al anochecer-

-Grendis-

Ángel y sus compañeros están alrededor de una fogata. Franmia está acostada sobre el suelo durmiendo.

—Sebastián, tengo una duda.- Dice Rose.

—Dime.

—¿En dónde conseguiste a Nisa? ¿Por qué está dentro de la espada?

Ángel le da curiosidad y sus orejas se mueven.

—Es una larga historia... Así que me da flojera contarla.- Dice riendo.

—Hazlo.- Dice Ángel.

—¿Qué dijiste?

Ángel voltea a verlo y lo observa con una mirada seria.

—Te dije "hazlo", cuenta la historia.

Sebastián empieza a temblar.

—S-sí... ¿Han escuchado la historia de la princesa "Morpa"?

—Sí, es la princesa que desapareció hace cientos de años. Según la historia, ella contaba con una habilidad única, controlar las mentes con sus ojos.- Dice Silvia.

—Exacto... Nisa es Morpa, la princesa.

—¡¡¿Ella es la princesa?!!- Dicen todos menos Ángel.

—¿Ella es Morpa?- Dice Ángel.

—Verán, la princesa desapareció por qué un demonio intentó robar su habilidad. La princesa peleó hasta la muerte, pero misteriosamente, su habilidad no pudo ser robada por el demonio. El alma de la princesa misteriosamente quedó encerrada en su espada.

Saca su espada y sonríe.

—Esta espada pertenecía a la princesa, estuvo escondida en una cueva por años hasta que yo la encontré mientras viajaba por el mundo. La encontré en el continente dos en el país Isumei.

—¿Ella puede usar su habilidad?- Dice Ángel.

—No, solamente puede manifestarse físicamente y ayudarme a pelear. Ella no puede usar magia.

—Ya veo... Interesante.

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