No podían ver el final del río y tampoco había puente. Además de cruzar el río, no había otra manera. Nadie sabía qué hacer.
—¿Alguien tiene un cuchillo? —preguntó alguien.
Las personas a su alrededor lo miraban con juicio en sus ojos. Estaba prohibido llevar armas afiladas como una daga o un cuchillo a un clan Meka. Una vez que fueran atrapados, sus armas les serían quitadas. Algunos de ellos no conocían esa regla y llevaron sus armas. Todo fue confiscado cuando entraron en la 23a división.
La persona que hizo la pregunta se dio cuenta de que había hecho una pregunta estúpida. Suspiró mientras miraba el árbol a su alrededor. Parecía que no podía usar los árboles.
Todos miraron el río aturdidos. Además de nadar, no había otra manera. Esperaban que su comandante del regimiento no criara ningún monstruo de agua.
Antes de pisar el río, arrojaron una piedra adentro. Nada apareció en la superficie.
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