Capítulo 49 – La Amenaza De Ataques De Largo Alcance

Una sonrisa fría agració los labios de Ling Qin. Si el oponente lo hubiera atacado como grupo desde el principio, ya hubiera sido un cadáver horizontal tirado en el suelo. Pero ahora, aparte del único hombre que había sido asesinado a tiros con la ametralladora tipo II, había terminado con éxito con las vidas de tres hombres con sus propias manos. Ya no era tan fácil para las cuatro personas restantes retenerlo.

Honestamente, el propio Ling Qin estaba muy sorprendido: ¿por qué no reaccionaba el vehículo flotante? La razón por la que había atacado con tanta furia era que quería eliminar a la mayor cantidad posible de oponentes antes de que el vehículo volador lo eliminara, para que Ling Lan tuviera más posibilidades de escapar.

En cualquier caso, Ling Qin estaba muy satisfecho con la situación actual. Estaba claro que algo había salido mal del lado de sus oponentes, y esto era extremadamente ventajoso para él. Desde la certeza de la muerte hasta la esperanza renovada de supervivencia, los ataques de Ling Qin solo se volvieron más feroces y poderosos.

Si vivir fuera una opción, ¿elegiría alguien morir? Ling Qin también quería vivir, quería ver a Ling Lan crecer, casarse y tener hijos. Todavía soñaba con el día en que pudiera sostener a los hijos de Ling Lan en sus brazos. Para este objetivo, Ling Qin extrajo todo el potencial interno que pudo de dentro de su cuerpo.

Ling Qin giraba de izquierda a derecha, evitando ágilmente todos los disparos salvajes del oponente. Utilizó el movimiento irregular para su efecto final, dejando a Ling Lan asombrada mientras observaba. Decidió entonces que si el chambelán Ling Qin y ella sobrevivían a esto, entonces ella debía pedirle al abuelo chambelán que le enseñe ese movimiento; era demasiado hermoso.

Dejando a un lado la evasión, los ataques letales de Ling Qin se volvieron aún más impredecibles. Su daga volaba por el aire con gracia como si estuviera bailando, y la misteriosa cuerda controlada por los dedos de su mano izquierda era aún más aterradora.

Cada vez que los hombres veían cómo se contraían los dedos de su mano izquierda, no podían evitar retroceder. A los hombres realmente no se les podía culpar por tener miedo: de los tres hombres que Ling Qin había matado, dos habían muerto a causa de esa delgada cuerda. No habían sido lo suficientemente observadores y habían dejado que la cuerda se enroscara alrededor de sus cuellos, y con solo un giro rápido, sus cabezas habían sido arrancadas de sus cuellos, sangre volando por todas partes. Eso solo sirvió para mostrar qué tan afilada era esa cuerda, y combinada con lo difícil que era ver, aparecía y desaparecía sin previo aviso, ¿cómo podrían no temerla?

Ling Lan lo miró con ojos codiciosos. Esa era sin duda una de las herramientas de matanza más sutiles. ¿Quién sabía que una cuerda tan delgada y sin pretensiones enrollada alrededor de la muñeca de Ling Qin sería tan aterradora? Ling Lan decidió que debía preguntar sobre los orígenes de esa cuerda más tarde, y si era posible, quería una propia.

La experiencia de ese día le había enseñado que el mundo en el que vivía era verdaderamente peligroso. Necesitaba trabajar mucho más para mejorar sus propias capacidades y diversificar las armas y herramientas que podía usar, ambas eran igualmente importantes.

Aun así, aunque la proeza de Ling Qin en matar a tres de los hombres podría atribuirse en parte a su extraña elección de arma y su propia fuerza individual, una gran parte aún se debía a la pura suerte. Ciertamente, la primera persona que mató fue el resultado de su cuidadosa planificación, pero las siguientes dos fueron solo oportunidades presentadas a través de los propios errores del oponente.

Si el líder del equipo no se hubiera movido para abandonar a su propio miembro del equipo, los otros miembros no habrían tenido tanto miedo de convertirse en el próximo sacrificio, todos optando por retirarse para protegerse a sí mismos en lugar de centrarse en atacar. En ese caso, Ling Qin no habría podido matar a dos hombres más en el caos, dando la vuelta el asunto.

Todo lo que se podía decir era que el equipo del oponente tenía un idiota, y desafortunadamente, este idiota era el líder del equipo con la autoridad para decidir si vivían o morían.

Afortunadamente, ese idiota no era un idiota al extremo, decidiendo cambiar sus órdenes a tiempo. Los cuatro hombres restantes se acomodaron rápidamente en la formación de un trapezoide invertido, cooperando entre sí para coordinar sus ataques y defensa mientras se enfrentaban al agresivo Ling Qin que corría hacia su cuarta víctima.

Las puntas de cuatro pistolas se encendieron, arrojando innumerables haces de partículas en la dirección de Ling Qin, cegando los ojos de todos los observadores, incluidos los dos pilotos Meka que observaban de cerca los procedimientos allí.

—Cabeza, ¿por qué esos idiotas no disparan los cañones? —uno de los pilotos Meka se preguntó en voz alta. Se frotó los ojos borrosos: la pantalla del Meka mostraba lo que estaba sucediendo en vivo, por lo que sus ojos se cansarían de mirarlo durante demasiado tiempo.

Realmente no podía entenderlo, claramente había habido varias oportunidades realmente geniales para disparar esos cañones, pero los hombres simplemente dejaron pasar esas oportunidades, mientras que el vehículo flotante seguía flotando inútilmente allí.

El operador de Meka llamado Cabeza respondió.

—¿Quién sabe? Todo lo que tenemos que hacer es limpieza. Solo si esa gente falla, entonces dependerá de nosotros.

—Pero el oponente ya ha enviado una bengala: seguramente habrá refuerzos en camino. Si no resolvemos este asunto pronto, podremos ser descubiertos por la gente que se dirige aquí. Cabeza, ¿no habías dicho que los superiores no quieren que se revele nuestra participación?

—Eso es correcto. Si los superiores se enteran de que han fallado esto, tampoco lo pasaremos bien. Oh, qué diablos, hagámoslo. Dejaré esa molesta pulga saltando a tu cargo, asegúrate de obtener un tiro a la cabeza de una vez.

Después de que su subordinado le recordara las consecuencias, el operador llamado Cabeza cambió bruscamente de opinión y ordenó a su subordinado que eliminara a Ling Qin rápidamente.

—Lo tengo, Cabeza. Mírame mientras subo al escenario.

Finalmente, era hora de que él mostrara sus habilidades. El operador de Meka que había esperado tanto tiempo estaba extasiado. Él controló su Meka para que girara el enorme rifle de francotirador de largo alcance en su hombro derecho, y luego el Meka de 4 metros de altura se dobló en posición de medio arrodillado. Su brazo izquierdo metálico estabilizó el rifle, que tenía su vista dirigida a la ardiente evasión de Ling Qin.

Los movimientos del Meka no escaparon a la atención de Ling Lan. Desde que el chambelán Ling Qin había comenzado a luchar de frente con esos hombres, Ling Lan había estado vigilando a los dos Mekas, desconfiando de un ataque repentino. Ahora, viendo que uno de ellos se preparaba para disparar a larga distancia, sabía que estaban a punto de atacar al abuelo chambelán, pero no estaba preocupada.

En ese tiempo, mientras Ling Qin había estado luchando por su vida, ella no había estado perdiendo el tiempo. Después de mucho cálculo y estrategia, finalmente había encontrado una manera de manejar a los dos Mekas. Tal vez no era el mejor plan, pero era lo suficientemente bueno como para obstaculizarlos y retrasarlos.

—¡Pequeño Cuatro, levanta un vehículo flotante! Y luego calcula la trayectoria del ataque del Meka A.

Ling Lan había etiquetado al azar los dos mechas como A y B para facilitar la referencia al comunicarse con Pequeño Cuatro.

Siguiendo la orden de Ling Lan, uno de los vehículos no tripulados se levantó repentinamente del suelo, y ni siquiera un segundo más tarde, estaba a 2 metros sobre el suelo. Mientras tanto, frente a Ling Lan, había aparecido un mapa de la trayectoria del ataque del Meka A, con las coordenadas y la altura claramente marcadas en él.

—Mueve el vehículo flotante aquí—dijo Ling Lan con decisión, apuntando a un punto más cercano al automóvil flotante.

Antes de que sus palabras se desvanecieran, el coche flotante ya se había colocado en posición bajo el control de Pequeño Cuatro.

—Mierda, ¿qué demonios? Realmente está bloqueando mi línea de ataque.

Con resentimiento, el Meka A soltó su rifle de francotirador. El operador estaba extremadamente disgustado, esa había sido una gran oportunidad para disparar, pero había sido arruinado por el vehículo flotante.

—Probablemente no fue intencional, simplemente se movió ahí—el Meka B tampoco sabía lo que estaba sucediendo, pero aun así no dudó en consolar al Meka A—. No te preocupes. Déjame intentarlo esta vez.

Dicho esto, el Meka B comenzó a ajustar el ángulo de su propio rifle, apuntando a Ling Qin, que todavía estaba en la batalla contra los cuatro hombres. En cuanto a si su disparo golpearía a alguno de los hombres en el suelo en el proceso, eso no lo preocupaba.