960 ¡Buen Trabajo!

Los dos necios finalmente comenzaron su batalla.

*¡Bum!*

Un sonido resonó por la habitación. Cuando Pequeño Cuatro y Pequeña Flor se enfrentaron con la fuerza que intentaba formatearlos, sus caras se pusieron pálidas.

Pequeño Cuatro se volvió y miró a Pequeña Flor a su lado. Dijo en voz baja: —Pequeña Flor, gracias. Gracias por no renunciar a mí durante mi tiempo más peligroso.

Pequeño Cuatro extendió su mano derecha y empujó a Pequeña Flor. Pequeña Flor fue tomado por sorpresa y lo expulsaron del mundo.

Ese era el mundo de Pequeño Cuatro. Pequeña Flor hizo un gran esfuerzo para encontrar este mundo. Sin embargo, si Pequeño Cuatro quería que se fuera, podría hacerlo fácilmente, ya que ese era el poder de Pequeño Cuatro. ¡En su mundo, él era Dios! Desafortunadamente, el protocolo venía de su chip. No podía detenerlo.

—¡Hermano Pequeño Cuatro!

El grito enojado de Pequeña Flor resonó por todo el espacio.