¡Puedo Perseverar!

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—Sólo podemos aceptar la apuesta.

Ling Lan se dio cuenta de que no tenía elección.

—Sí. Si quieres vivir, reza para que la Base Nebulosa salga rápidamente de la zona sin señal y los refuerzos lleguen pronto.

El Número Tres no dejó de atacar mientras hablaba con Ling Lan. Su asalto al Señor Jindao se volvió aún más feroz.

—Pídele a Li Lanfeng, Xie Yi, y Luo Lang que salgan primero.

Ling Lan no quería que sus camaradas murieran con ella.

Número Tres había tomado el control de su cuerpo. Por lo tanto, necesitaba dejarle hablar.

—No pienses en ello. No se irán aunque se lo digas —respondió Número Tres con certeza.

Ling Lan sabía que era la verdad. Desde que llegaron aquí, ya estaban preparados para vivir o morir con ella. Después de ordenar sus pensamientos, dejó escapar un profundo suspiro. Sólo podía esperar que su cuerpo fuera capaz de salir adelante hasta que llegaran los refuerzos. No quería morir con sus camaradas.