Hiruzen no era hokage por nada, osea el había pasado 3 guerras mundiales Ninjās, no por nada era conocido como el profesor o el segundo Dios shinobi, siendo su Sensei y anterior hokage Hashirama Senjū el primero en ser conocido con ese nombre (Dios shinobi).
Él a pesar de tener una avanzada edad aún podía dar una buena pelea y posiblemente ganar, no es como que pudiera exigirse mucho a su edad, sabía que debía retirarse y dejarle el cargo a alguien más pero definitivamente no lo haría porque el único al que elegirían si el no tenía a un candidato ya selecto sería a su amigo Danzo y el hombre sólo pensaba en que su nieto putativo se convirtiera en un arma leal a la aldea y definitivamente no iba a permitir que le hicieran eso a Naruto. Por ello aún no se retiraba y le había aconsejado a Kakashi retomar su entrenamiento para alcanzar su anterior nivel y quizás superarlo a él pues este tomaría su lugar si en dado caso no encontraba a otro candidato para el puesto.
Aún así nada en su basta experiencia de vida le había preparado para tener a su nieto putativo frente a él junto a una chica peliblanca diciéndole que la magia existía, que ella era una bruja y que había venido a parar aquí debido a un portal dimensional.
Vale, el sabía que había más dimensiones, no por nada muchas veces había visto las batallas de su Sensei el Shodaime Hokage contra Madara Uchiha, quien de alguna manera se movía entre dimensiones pero aún así nunca logró vencer a su Sensei, pero de ahí a que se abriera un portal y trajera a alguien de otra dimensión a la suya era un tanto difícil de creer o quizás no pero de ahí a que la magia existiera y está niña asegurara que era real ya era mucho. Él no era un idiota como para creerse algo tan poco realista como lo era eso.
── Naruto ¿Qué significa esto? ──demandó serio.
── Si lo que estás pensando Jiji (abuelo-viejo), pero te juro que no es ninguna broma, dattebayo ──declaró el rubio.
── Señor, sé que esto puede ser confuso e irónicamente difícil de creer ──dijo la peliblanca soltando un suspiro── Pero le juro que es verdad, sino explique como es que puedo hacer esto ──dijo para con un movimiento de manos levitar algunos libros y hojas.
── Posees el elemento Jitōn, es muy raro pero fuera de lo común ──aseguró bastante sorprendido.
── ¡Aaaahhhh! ¡Por Merlín! ¿cómo le hago entender a este señor que no se trata de un elemento, aunque bueno, si puedo controlar los elementos a mi antojo pero esto es ¡magia! ──chilló Theo para si misma── ¡Ya sé! ──exclamó mientras chasqueaba los dedos.
Comenzó a palparse el cuerpo como buscando algo hasta que entre su extraña capa sacó algo del tamaño de una caja de fósforos, eso les pareció extraño a los dos Ninjās.
── Engorgio ──susurró el hechizo después de poner el baúl en el suelo, este empezó a agrandarse hasta tomar su verdadero tamaño y luego comenzaron a salir capa tras capa, siendo que eran los compartimentos hasta que se hicieron los 7 y el baúl se abrió.
Al momento de abrirse, entró en el y comenzó a encongerse pero enrealidad sólo bajaba por las escaleras para buscar lo que tenía planeado mostrarle al Hokage para que creyera lo que le dijo y no lo siguiera tomando por cosas u habilidades que ese mundo ya poseía.
Le estaba tomando más tiempo del que creía encontrar lo que necesitaba pero debía hacerlo de la forma tradicional porque no contaba con una varita con la que ayudarse, vale que era buena con la magia sin varita pero se quería dar un tiempo para calmar sus nervios, lo cierto es que el viejo Hokage a pesar de ser bastante manipulable, porque eso se notaba a leguas, el anciano exudaba poder por donde se le viera, el único problema era su confianza ciega, casi se parecía a Dumbledore, a excepción de que el viejo come caramelos de limón no era ni de cerca tan poderoso como el anciano Hokage.
Cuando encontró lo que buscaba, salió del baúl y poso los objetos sobre el escritorio del anciano que junto a Naruto, le miraban con los ojos bien abiertos debido a la impresión de todo lo realizado por su persona.
── Esto es un pensadero y estos mis recuerdos, lo único que debe hacer es sumergirse en esto para poder verlos y entonces se dará cuenta de que lo que le digo es la absoluta verdad ──dijo vertiendo el contenido de los frascos en el interior del pensadero── Le juro que nada malo le pasará, señor ──declaró ante la duda reflejada en la mirada del anciano.
Tanto Gennin como Kage se observaron unos instantes antes de asintir y ambos sumergirse en los recuerdos que albergaba el pensadero.
["Lo primero que vieron al entrar fue una enorme explanada, dónde había tres hombres y dos niños además de un bebé, dos de esos hombres tenían el cabello blanco y uno de esos dos cargaba a la bebé, este estaba inclinado hacia los otros dos niños sonreían y hacían muecas a la bebé para hacerla reír.
El recuerdo cambió y se pudo ver a la niña de unos 5 años jugar con los dos chicos solo que estos tenían quizá unos 9 años, pero se notaba el amor que se tenían entre ellos, además, la niña estaba acompañada por dos criaturas, que fácilmente distinguieron como el Kyūbi y el Ichibi pero estos parecen ser como dos mascotas para ella.
La siguiente imagen que vieron era a la niña ahora una adolescente que lloraba al ver pelear a los dos chicos, más cuando uno de ellos decide marcharse dejando al otro con el anciano que se veía muy mal.
El siguiente recuerdo se presentó con ella siendo atravesada por una lanza eléctrica y una de hierro, con ambos hermanos asombrados por qué ellos eran quienes sostenían las armas.
La imagen cambio y ahora sé podía ver a la chica de nuevo pero esta vez siendo una niña de nuevo en los brazos de uno de los peli blanco que le sonreía y hacia muecas de cariño, lo que les asombró más fue ver qué en las espaldas de este había dos alas enormes y blancas.
El otro se veía intimidante pero en sus ojos había una calidad dada únicamente a esas dos personas, Naruto se sintió triste de repente y el Hokage pudo notarlo.
La escena cambió mostrando un mundo lleno de cosas raras que les sorprendió mucho pues las personas, al menos la mayoría hacia gestos de manos para hacer que las cosas flotaran y fueran en la dirección que querían, había otras que desaparecían y aparecían en otro lugar, eso asombro un poco al Sandaime pues se parecía mucho al Shūnshin y al Hiraychin del Yondaime Hokage, pero intuía que era algo que iba más allá de su entendimiento.
Las escenas siguieron pasando en las cuales podía ver el avance de la civilización de una arcaica como la de su aldea hasta una un poco más avanzada a tal punto en el que la bebé pasó a ser una niña de unos 3 años.
En todas esas etapas vieron guerras y muertes de cientos de inocentes por manos de personas que no poseían ningún talento como a los inocentes que mataban, en su mayoría niños, eso hasta que pusieron una barrera, en la cual según vieron, nadie que no tuviera el mismo don que ellos podía pasar ni mucho menos ver las distintas entradas que este poseía.
La última guerra que vieron, el villano había desaparecido después de lanzarle un rayo de luz verde a un bebé quien instantes antes había visto morir a su madre rogando por qué la matara a ella y que a él no le hiciera daño, eso dejó muy sensible al rubio que a pesar de su orgullo se dejó consolar por el Sandaime.
Luego de eso vieron como los padres de la niña morían a manos de los secuaces del enemigo caído y no conforme con eso también le habían asesinado a ella, eso fue algo que el Sandaime estaba acostumbrado a ver en las guerras pero no por ello dejaba de ser horrible.
El Jinchūriky no estaba mejor, pero lo que le sorprendió a ambos fue que ver como el cuerpo de la niña se convertía en cenizas y después de que los sujetos se fueran, entre las cenizas, las cuales se movían, una mano sobre salió y las cenizas se volvieron a alzar creando un mini tornado y una vez este se disolvió abrieron grande los ojos pues era la niña pero ahora con alas y lloraba aferrada a los cuerpos de lo que ellos sabían eran sus padres.
Luego fueron testigos del crecimiento y crianza de ambos niños, el como estos fueron a la escuela en ese enorme castillo dónde les enseñaban a dominar lo que ahora sabían era magia, el como se comportaban fuera de su casa y como eran dentro de esta.
Lo que sorprendió mucho al Hokage fue ver como el chico rubio parecía ser algo y que al parecer estaba enamorado del que se había declarado su enemigo y el como este sufría después de las cosas que le hacía o decía y también le vieron muy enfermo y por como iban las cosas no iba a acabar bien hasta que los adultos hicieron una especie de ritual en la cual un lazo dorado salía del cuerpo del chico y se anclaba en la chica que ahora contaba con la edad con la que estaba en la oficina del Sandaime.
Vieron como el enemigo que se creía muerto resurgía y así un sin número de sucesos en los cuales sabían que a pesar de estar del lado de los malos no era elección de ellos y la razón por la que estaban ahí era para proteger a sus padres.
Pasaron a lo que parecía ser el desenlace de la guerra, vieron como los padres de los chicos morían protegiendo (la mujer a un pelirrojo idéntico a otro, lo que les decía que eran gemelos... El hombre protegiendo a otro de ser atacado por una bestia mitad hombre) pero lo que los desgarró fue ver como el rubio se interponia entre el calvo con cara de serpiente y el chico al que amaba, más al ver cómo este contra atacaba sin ponerle atención en lo más mínimo al chico, el cual era acechado por otro hombre bestia.
El grito que emitió la chica al notar el estado de su hermano detuvo por momento la pelea en el sector en el que está se encontraba, tomando a los que la acorralaban y rompiendoles el cuello y a uno de ellos hacerlos traspasar el muro de concreto sólido pero lo que les asombró e hizo estremecerlos fue ver la transformación que la chica había sufrido y más al ver cómo se lanzaba sobre el hombre bestia y ensartar sus dedos pulgares en los ojos de este y partirlo a la mitad mientras rugía.
La escena cambió y vieron la vida solitaria que la chica había tenido que vivir por al parecer años, dónde aprendió muchas cosas entre ellas: cocina, sastrería, manualidades muy bonitas y sobre todo el manejo de criaturas que no creían que existieran y si lo hacían era únicamente en cuentos de hadas y princesas.
Eso hasta que un día le llegó una carta y está tuvo que ir a un lugar muy enorme dónde había criaturas enanas de un aspecto escalofriante, ahí le dieron un objeto que ella vio con esperanza. Le hizo girar y cuando esté comenzó a hacerlo hizo que la arena del reloj diminuto que había en el extraño objeto callera conforme este a su vez giraba.
Con asombro y estupefacción vieron el contorno del ambiente alrededor de la mujer cambiar y ver cómo la mujer volvía a convertirse de nuevo en la niña que se encontraba esperando por ambos en la oficina del Hokage"]
∆
Estaban en completo silencio y es que aún no salían de su asombro de todo lo que habían visto recién, sin duda ni con todo el entrenamiento del mundo el Sandaime hubiera imaginado alguna vez que algún día conocería a una bruja ni mucho menos le dijeran que la magia realmente existe.
── Ahora ¿sí me cree de que la magia realmente existe? ──soltó la peli blanca con un tono de pesadumbre.
El solo pudo asintir pues no sabía que otra cosa más hacer a parte de esa. Sin duda nunca nadie lo preparo para una situación tan bizarra y extraña como esa.