Un Breve Recuerdo.

14 minutos tarde, pero hey, mejor tarde que nunca.

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Tink.

Tink Tink.

El choque del acero contra el acero resonó en el campo de entrenamiento 7.

Una figura de cabello plateado con una máscara de anbu atacó sin piedad la débil defensa de la persona frente a el.

El cabello azul cristalino se movió salvajemente mientras la espada bloqueaba todos los ataques entrantes por la otra espada corta.

Sin embargo un tajo vertical atravesó su defensa, y su cara de sorpresa fue evidente.

Pero antes de que el corte se conectara la persona sonrió. Su cuerpo estalló en una neblina helada.

Haciendo uso de su experiencia el anbu retrocedió rápidamente fuera del alcance de la niebla de hielo, pero una figura ya lo esperaba allí.

"Rugido Odigur".

La mandíbula hecha de hielo de un gran lobo y el sonido de un aullido provocado por el hielo fue audible.

El anbu chasqueo la lengua y se dio la vuelta para estar frente al ataque. "Estilo de Fuego: Bala de Fuego Flama de Dragón". Las llamas en forma de dragón salieron de su máscara como si esta no estuviera allí en absoluto y chocaron contra la mandíbula de hielo.

Ambos chocaron por unos segundos antes de que ambos ataques se neutralizaran entre sí.

Lo que dejó ver a un joven Kojiro agotado y jadeando mientras estaba sentado en el suelo.

Kakashi se acercó a el y le tendió la mano, la cual el atrapó sin decir nada. "Mm, tu control de chacra está aumentando considerablemente, ese kekkei genkai de hielo es es bastante fuerte para estar a la altura de un jutsu de rango B". Dijo con un asentamiento.

"Gracias, capitán". Dijo Kojiro mientras se inclinaba levemente.

Sacó una máscara de su bolsa ninja y se la puso, su forma era parecida a la de una hormiga.

Dos figuras más bajaron desde unos árboles cercanos.

Ambas de cabellera negra.

"Buen día, Shisui, Itachi". Dijo Kojiro con su voz serena ya habitual para ellos, los dos asintieron.

"Te estás volviendo mejor en el manejo de tu hielo, casi me recuerdas a ese clan de la niebla". Dijo Shisui mientras lo alababa.

"Si, es algo sinceramente sorprendente, ya eres un genio con ellos jutsu, agregar un kekkei genkai solo te vuelve un monstruo". Le dijo Itachi con lo que era una sonrisa que se podía sentir a través de su máscara.

Kojiro puso los ojos en blanco detrás de la máscara. "Mira quien habla, Itachi, el prodigio milagroso. Y Shisui, el genio de la técnica del parpadeo. Ambos del clan Uchiha con el ojo sharingan, posiblemente el mejor kekkei genkai de este mundo.". El sarcasmo fue suficiente para hacerlos encogerse de vergüenza por lo menos.

Shisui no se encogió por mucho tiempo. "¿Que tal si vamos a comer algo de barbacoa y luego pasamos por unos dulces?" Dijo con ánimo.

Kakashi sacudió la mano y desapareció en un shunsin.

Shisui se encogió de hombros y todos se fueron a la barbacoa mientras charlaban, claro que primero se quitaron todo lo que pudiera relacionarlos con anbu.

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Kakashi sostuvo su mirada en el horizonte mientras la oscuridad comenzaba a tomar el lugar de la luz.

Naruto, Sasuke y Sakura observaron a su sensei a través de la puerta semi abierta, ninguno de ellos se perdió que su sensei estaba más deprimido de lo usual, aunque más que deprimido ese podría ser su comportamiento habitual.

Naruto fue el primero en quitar su cabeza de allí, sus ojos mostraron resolución y sus puños se apretaron con fuerza.

Sin mirar atrás se alejó de ese lugar, ante las miradas de sus compañeros.

Cuando Naruto salió de la casa de Tazuna la noche ya estaba callando casi completamente, así que de alejo rápidamente hacia el bosque.

Era hora de entrenar para el, y aunque no le guste, tendría que hacerlo, sacó un papel de su bolsa ninja.

En el, estaban las instrucciones escritas de dos jutsu, un entrenamiento físico, entrenamiento de control de chacra con clones y variaciones de ataques que puede usar.

Apretando el papel, se mordió el labio inferior, por el que bajo algo de sangre. "Esta es la única vez en la que seguiré tus consejos, pero nunca más… ¡Nunca más!" Se dijo con un gruñido fuerte, invocando clones.

Rápidamente los clones comenzaron a intentar subir a los árboles, siguiendo las instrucciones de la hoja.

Eran muchos clones, y cuando uno desaparecía Naruto instintivamente sabía lo que había hecho, y también los otros clones, por lo que progresaron rápidamente.

Uno de sus clones fue a buscar a sus compañeros, ya que en el final de aquel papel decía algo. "Recuerda que el trabajo en equipo te llevará más lejos que seguir tu solo, pero una vez que vas tú solo por el camino, no hay marcha atrás".

Naruto gruño, "¡Solo espera por mi, hermano!" Se dijo con odio, dejando completamente de lado su actitud característica.

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Hace un par de horas.

Luego de la humillación del equipo 7.

Kojiro reapareció en una casa vacía, junto a él, Sabuza y Haku parpadearon, luego se alejaron un poco, totalmente tensos.

"Entonces, ¿de que quieres hablar?" Pregunto Sabuza, indicándole a Haku que no hiciera ningún movimiento.

Kojiro dejó de actuar con total frialdad y volvió a su comportamiento sereno.

Luego se sentó en una silla y puso su codo derecho sobre su muslo derecho, igual con su mano izquierda. Los miro detenidamente con los ojos brillando en azul. "Iré directamente al grano, quiero que vengas a mi lado, a la tierra del hierro, junto con tu pupila, se te dará un lugar en donde no tendrás la necesidad de esconderte y podrás moverte con libertad". Dijo seriamente.

Ambos se sorprendieron por esto, pero aún así, Sabuza sabía que nada en esta vida era gratis.

"¿Y que es lo que deseas a cambio?" Dijo en un tono severo, su cuerpo listo para la batalla a pesar de sus heridas, Haku estaba en medio de una delgada línea, entre atacar y pensar.

Kojiro los notó a un kilómetro de distancia y se rió por por lo bajo. "Esta vez, no hay trampa, solo tengo una condición, plántenles cara al equipo de Kakashi Hatake, si pueden ponerlos en peligro, entonces están dentro". El cuerpo de Kojiro comenzó a hacerse borroso una vez terminó de hablar.

"Y como no es justo que solo ellos estén al máximo, los curare". El cuerpo de Kojiro desapareció al terminar.

Pero pronto ambos sintieron un golpe en el pecho, Sabuza quedó inconsciente, pero Haku solo se sintió extrañado, no pudo escuchar lo que dijo al final.

Pero viendo a su inconsciente mentor, rápidamente se lo llevo hasta su base para tratarlo.