webnovel

Capítulo 1: Traición

Nota: Todos los derechos de Naruto pertenecen Masashi Kishimoto, o aquellos quienes le sucedan legalmente en el futuro. Esta historia fue escrita sin fines de lucro, solo como medio de esparcimiento. No me demanden.

________________________________________________________________________________

Capítulo 1: TRAICION

Konoha, 7 años atrás…

El panorama que podía apreciarse era simplemente caótico. Gran parte de los edificios y casas estaban completamente destruidos, junto con innumerables incendios y explosiones. Los cadáveres podían verse esparcidos por todas partes, ninjas y civiles indistintamente, lo que indicaba que todo ocurrió tan repentinamente que no hubo tiempo para implementar adecuadamente el plan de evacuación. Actualmente una gran parte de Konoha se encontraba completamente en ruinas y el causante de toda esa muerte y destrucción, no había sido otro más que Orochimaru.

El antiguo discípulo de Sandaime, uno de los tres Sannin Legendarios y líder de la Aldea Ninja de Otogakure, se había tomado su tiempo para reorganizar e incrementar sus fuerzas luego de su fallida invasión en los "Exámenes de Chunin". Ahora, luego de algo más de tres años, había lanzado finalmente el ataque definitivo que tanto temía la gente de Konoha.

Los sobrevivientes de esta terrible batalla, estaban ahora alrededor de la persona que había logrado poner fin a esa carnicería y llevar la victoria al pueblo que lo vio nacer. Una persona que se había jugado la vida por proteger a Konoha y sus seres queridos, una persona que había logrado poner fin a la existencia del mismísimo Orochimaru, pero en vez de ser observado con respeto, agradecimiento o admiración, era observado con miedo y aprehensión, pero por sobre todo, era observado con desprecio.

Uzumaki Naruto estaba tendido en suelo tratando de recuperarse del tremendo esfuerzo que había realizado, mientras veía como la gente se iba reuniendo alrededor de él, guardando una prudente distancia. Al levantar la vista pudo ver a lo lejos a Sakura, que seguía llorando la muerte de Sasuke; también pudo ver a Shikamaru, Ino, Tenten, Lee, Kiba y los maestros de estos a la distancia mirándolo con temor, sin atreverse a acercase a él. Esas mismas miradas pudo verlas en los ojos de los demás ninjas de Konoha; miradas de miedo y en algunos casos desprecio y odio.

Naruto supo lo que significaban esas miradas, las había visto demasiadas veces cuando niño, pero nunca con tanta intensidad como ahora. Intentó levantarse para poder explicar lo que ocurrió, pero un kunai se clavó en una de sus piernas, arrancándole un gemido de dolor, imposibilitando que pudiera ponerse de pie.

— ¡¡Es un monstruo!! — gritó uno.

— ¿Lo vieron? El demonio salió de él. ¡¡Hay que matarlo!! — gritó otro.

— Hay que matar al niño Kyubi ahora. No podemos perder la oportunidad — gritó una mujer.

— Está débil. Es nuestra oportunidad. ¡¡Matémoslo!!

— ¡¡ESPEREN!! — gritó desesperado Naruto, mientras se quitaba el kunai de la pierna y se ponía trabajosamente de pie — Yo no soy Kyubi. Él está sellado dentro de mí, solo ocupé su poder. ¡Soy Uzumaki Naruto! — gritó el rubio.

— ¡¡Cállate Demonio!! — gritó un aldeano, lanzándole una piedra a la cara que lo botó de bruces al suelo.

— Todos vieron cómo se transformó. Es el Kyubi, es una amenaza — dijo el mismo sujeto incitando a los demás — Por años hemos tenido que aguantar a este monstruo entre nosotros y es momento de ponerle fin. Vieron lo que hizo, no podemos dejarlo con vida.

— ¡¡¡SI, QUE LO MATEN!!! — comenzó a gritar la gente.

Naruto estaba congelado escuchando y viendo como la gente de Konoha, la misma gente por la que había luchado arriesgando la vida, se preparaba para matarlo.

— Pero… yo… luché por ustedes… lo hice por Konoha — logró decir entre jadeos un exhausto Naruto, pero su voz se perdió entre los gritos de la gente.

"¿Por qué siempre tiene que terminar así?" se preguntó Naruto. Él había luchado para defender su hogar y a sus seres queridos de Orochimaru. Él jamás podría lastimarlos, porque pese a todos los malos tratos, él amaba a esa gente, amaba a Konoha y deseaba convertirse en Hokage para poder protegerlos, proteger la felicidad de todos. ¿Es que nadie podía entender eso?

Naruto cerró los ojos cuando las primeras piedras impactaron su cuerpo y no pudo evitar recordar cómo es que las cosas habían llegado hasta ese punto.

//FASHBACK//

Hace algunas horas la otrora pacífica aldea ninja de Konoha, había sido remecida por una gran explosión que botó buena parte de los muros que la protegían, por donde luego ingresó un ejército de ninjas de Otogakure, junto con numerosas serpientes invocadas de dimensiones descomunales, que fueron las principales causantes de la mayoría de los destrozos.

En un principio, Konoha fue tomada con la guardia baja por el sorpresivo ataque enemigo, que causó un reguero de muerte y destrucción, pero sin duda las bajas más dolorosas fueron infringidas por un grupo de ninjas de Otogakure, que se habían infiltrado con meses de antelación y que nada más comenzar el ata que desde los muros, se dedicaron a atracar blancos específicos.

La Academia Ninja fue el primer blanco, siendo atacada inmediatamente y quedando demolida casi por completo. Fue en ese lugar donde el querido maestro Umino Iruka, dio su vida valientemente protegiendo a los alumnos sobrevivientes al ataque, dándoles tiempo para escapar. El resto de los infiltrados fue por lo herederos de los clanes honrados de Konoka. Hyuga Hinata fue la primera en morir en medio de una emboscada, tratando de proteger a su hermana menor Hanabi, la que también cayó muerta antes de que llegara ayuda. Akimichi Chouji y Aburame Shino corrieron igual suerte, siendo asesinados también en una emboscada. Yamanaka Ino y Nara Shikamaru que se encontraban juntos en ese momento, lograron salvar la vida gracias a la intervención de Mitarachi Anko, que murió poco después por la gravedad de las heridas de la batalla. Inuzuka Kiba también fue salvado oportunamente, en esta ocasión por su Sensei, Yuhi Kurenai. 

Si Orochimaru pretendió socavar la moral de los ninjas de Konoha con esas acciones, lo que logró con esto fue todo lo contrario. Pasada la sorpresa inicial y conociéndose lo ocurrido en la Academia Ninja y la muerte de los herederos de clanes, la rabia y el deseo de venganza fue un combustible que sobrecargó aún más el espíritu de lucha de los ninjas de Konoka. 

Los ninjas de Otogakure ingresaban a Konoha en grandes cantidades, junto con escuadrones de ninjas mercenarios que tenían la libertad de saquear a sus anchas, pero no fueron capaces de capitalizar su ventaja. Los ninjas de Konoha lucharon con uñas y dientes para defender su hogar y sus seres queridos. Finalmente y pese a la inmensa mayoría numérica de los enemigos, estos fueron forzados a retroceder, siendo sometidos en algunos sectores. Aun así, pese al esfuerzo, la batalla no estaba ganada. Orochimaru seguía al frente de sus tropas, junto a Yakushi Kabuto, su leal mano derecha y a su aprendiz, Uchiha Sasuke.

Hatake Kakashi no perdió el tiempo y fue sobre Kabuto de inmediato, trabándose en un feroz combate con toda la intención de dar de baja de una vez por todas a ese problemático ninja. Por su parte, apenas Naruto divisó al Uchiha a la distancia, se lanzó a plantarle cara para exigirle explicaciones por lo que estaba haciendo. Obviamente el Uchiha no estaba dispuesto a hablar, por lo que se trabaron en un combate tan devastador, que todo mundo se alejó de ellos haciéndoles espacio, ya que al ser ambos discípulos de un Sannin, sus niveles de habilidad y ninjutsu eran tan impresionantes que estaban demoliendo todo el lugar. Aun así, en todo momento Naruto intentó hacer entrar en razón a su antiguo compañero de equipo, amigo y rival; llevándose nuevamente la frustración de que este no quería entrar en razón, enceguecido por su deseo de venganza y la oferta de Orochimaru de más poder y nuevos jutsus, con los cuales matar a su hermano Itachi. Luego de tres años de entrenamiento con Jiraiya, después de esa fallida misión de recuperación, nada había cambiado y Naruto no pudo hacer entrar en razón a Sasuke. 

Increíblemente el equilibrio de la pelea comenzó a cambiar cuando Sakura entro en escena, logrando desestabilizar lo suficiente al Uchiha, con sus monstruosos golpes mejorados con chakra y sus afiladas, duras y a la vez cariñosas palabras. Fue impactante ver a Sakura recriminando a Sasuke por todas sus faltas y su increíble estupidez, añadiendo que pese a todo eso, aún seguía amándolo. Esas palabras de Sakura terminaron por partir el corazón de Naruto, pero lograron distraer un par de segundos a Sasuke, dándole la oportunidad de asestarle un par de buenos golpes al Uchiha, que lo dejaron con una leve abertura. En ese momento Sakura se fue sobre su eterno enamorado con el que podría ser el golpe decisivo, pero dudó en el último segundo; en cambio Sasuke no lo hizo. 

Naruto lo vio todo como si fuera en cámara lenta. Vio dudar a Sakura en el último momento, dejándose totalmente expuesta a un contraataque. Vio como Sasuke captó la abertura y no dudó en aprovecharla para lanzar un ataque que de conectar, mataría a Sakura en el acto.

Lo siguiente ocurrió tan rápido que Naruto no tuvo una real conciencia de lo que hacía, hasta que ya estaba en movimiento. Nunca se había movido tan rápido en toda su vida. Tal vez fue el miedo de ver morir a Sakura, tal vez fue la adrenalina, tal vez el poder de Kyubi, o una combinación de todo lo anterior, solo supo que cuando fue consciente de sus actos, estaba encajando el más perfecto, compacto y poderoso Rasengan que jamás había producido en su vida, justo en el centro del pecho de Sasuke. El Uchiha lo vio venir en el último momento y se vio forzado a detener el ataque a Sakura para tener una oportunidad de esquivar, pero no fue lo suficientemente rápido.

Naruto perforó limpiamente el pecho de Sasuke con su Rasengan, como si estuviera golpeando un papel mojado. Su mano traspasó al Uchiha saliendo por su espalda sin ningún esfuerzo, para luego ver como su amigo y rival caía al suelo con la sorpresa y la incredulidad aun pintadas en su rostro. A un lado, Sakura estaba congelada, apenas creyendo lo que había pasado, hasta que luego de unos segundos reaccionó con un grito de desesperación llamando a Sasuke.

Sakura dejó que su entrenamiento médico se hiciera cargo y revisó de inmediato al vengador Uchiha, pero no había nada que hacer ante un perfecto agujero en el centro del pecho, que dejaba ver hacia el otro lado. Uchiha Sasuke, el vengador, había muerto. Sakura lloró desconsoladamente la muerte del hombre que amaba, abrazándolo y dejando salir fuera todo su dolor. En un inicio Naruto pensó que ella le gritaría y lo recriminaría, pero no hubo nada de eso. Ella simplemente abrazó al cadáver de Sasuke llorando su perdida. Él también estaba destrozado, Sasuke era más que un compañero de equipo, un amigo y un rival, lo consideraba como un hermano, por eso intentó tan fervientemente traerlo de regreso, por eso y por la promesa que le hizo a Sakura. Ahora había matado a su amigo, a su hermano, porque llegado el momento la vida de Sakura era mucho más importante. Sakura debía comprender esto y es por eso que no lo estaba recriminando.

Naruto sintió ganas de gritar, pero tuvo que guardarse su dolor y sus lágrimas ya que por lo que podía ver a la distancia, era evidente que su fuerza era necesaria en otro lugar. Muy a su pesar, el Uzumaki dejó a una desconsolada Sakura, no sin antes convocar a un ya crecido Gamakichi, para que vigilara y protegiera a la pelirrosa, mientras él emprendía rumbo hasta donde se desarrollaba la batalla principal.

Para ese momento Orochimaru se las había arreglado para dejar fuera de combate a Jiraiya y Tsunade apenas podía contenerlo. Fue en ese momento que Orochimaru usó un nuevo jutsu con el que creció hasta alcanzar casi 30 metros de alto, lo que además aumentó su poder a niveles monstruosos. Tsunade y los ninjas que peleaban junto con ella fueron fácilmente derrotados por Orochimaru, con una descarga de chakra que consumió todo a su alrededor. Ya no había nadie que pudiera hacerle frente, su poder estaba en otra escala.

Cerca de ahí, Jiraiya estaba sentado en el suelo, recargando la espalda contra la pared de lo que una vez fue una casa, sujetando a Naruto por el pantalón antes de que este pudiera avanzar.

— Ero-Sennin, te dije que no te movieras — reclamó el rubio y volvió a sujetar la compresa sobre la horrible herida que su maestro tenía en el abdomen.

El Sannin no pudo evitar una mueca de dolor ante el leve, pero doloroso movimiento. Apretó los dientes para contener el grito de dolor que quería escapar de su boca. 

El Sannin, herido al recibir un ataque casi directo de Orochimaru, en un movimiento que podría considerarse algo estúpido, para salvar la vida de un grupo de cinco chunin, supo que no lo iba a lograrlo esta vez. Había visto su parte justa de heridas en su vida de shinobi como para saber que solo le quedan unos minutos. Muchas cosas pasaron por su mente, arrepentimientos, cosas sin hacer; pero había algo más importante que todo eso, más importante que su propia vida, o su próxima muerte. 

— Naruto… ¿qué pretendes hacer? — logró decir Jiraiya, con mucho esfuerzo.

— Acabar con esto de una vez — respondió Naruto con decisión.

— ¿Usarás… ese jutsu? — preguntó el Sannin mirando al rubio con preocupación.

— No tengo otra opción. Si convoco a Gamabunta aquí, con el cara de serpiente con ese tamaño y nivel de poder, la pelea que tendremos escalará a un punto en que podríamos demoler lo que queda de la aldea. Ese Jutsu me dará el poder necesario para sacar a ese bastardo serpiente de aquí y llevarlo a un lugar donde tratar con él sin problemas — respondió el rubio Uzumaki.

— Naruto… si el contra-sello de ese jutsu se activa… tú…

— No te preocupes Ero-Sennin. No llegaré a ese punto. Recuerda que no pienso morir hasta convertirme en Hokage — respondió el rubio con una sonrisa de confianza, tratando de oculta la preocupación por la condición del viejo Sannin.

Jiraiya no pudo evitar mirar con orgullo y admiración a su ahijado, solo pudiendo imaginar hasta donde podría llegar. Desgraciadamente no estaría aquí para verlo. Repentinamente una fuerte toz se apoderó de él, convulsionando y botando una gran cantidad de sangre por la boca.

— ¡Ero-Sennin, resiste! Voy por Tsunade-Bachan o Shizune-Neechan. 

Naruto se detuvo al sentir la mano del hombre en su hombro. Pese al intenso dolor y sentir como la vida se escapada de él, Jiraiya logró sonreír con orgullo al joven rubio frente a él, mientras las lágrimas se derramaban de sus ojos y caían por sus mejillas.

— ¿Ero-Sennin? — preguntó Naruto, confundido.

— Naruto, estoy seguro que tú… sé que serás el más grande… de todos los Hokages… y quiero que sepas… que estoy orgulloso… de haber sido tu padrino… y tu maestro — logró decir el Sannin con mucha dificultada ampliando aún más su sonrisa, para luego de esas palabras cerrar lentamente los ojos, mientras su mano caía sin vida del hombro del rubio.

Naruto sintió como su corazón se despedazaba de dolor, mientras apretaba los dientes con fuerza conteniendo las ganas de gritar. Su vista pronto se nubló y las lágrimas inundaban sus ojos. Jiraiya de los Sannin, el Ermitaño de los Sapos, su padrino, su maestro, había muerto. 

El Uzumaki se quedó inmóvil por largos segundos que parecieron horas sumido en su dolor, pero el sonido de la batalla que se seguía librando por las calles de Konoha, le hizo recordar que aún tenía un deber que cumplir. Mordiendo su dolor, el rubio se obligó a ponerse de pie y contempló el cuerpo inerte del hombre que no solo fue su maestro, también fue el padre que nunca tuvo.

— El cara de serpiente pagará por esto. Te lo juro Ero-Sennin… no, te lo juro, Jiraiya-Sama.

Con esas últimas palabras, Naruto hizo una respetuosa reverencia ante el cuerpo inerte de su maestro, que esbozaba una pequeña sonrisa en los labios. Con una última mirada al hombre que significó tanto para él, Naruto emprendió rumbo en dirección a Orochimaru, pero pronto debió detener su carrera, ya que a la distancia logró divisar a una apurada Shizune, ayudando a una lastimada Tsunade a ponerse de pie. 

— ¡¡Tsunade-Bachan!!

— No me digas Bachan — reclamó la golpeada rubia tetona.

— ¿Cómo estás? — preguntó preocupado el rubio, ignorando el reclamo.

— Estaré bien. El que me preocupa es Jiraiya. Lo vi recibir un golpe bastante feo al cubrir a un grupo de chunin que iban ser masacrados por Orochimaru — dijo la mujer ya de pie apoyada en Shizune.

Las palabras de Tsunade hicieron que Naruto se tensara de inmediato. Ambas mujeres notaron esto y no pudieron dejar de preocuparse. La cara cenicienta que tenía el rubio en ese momento era desconsoladora y sus ojos se habían humedecido mientras apuñaba con fuerza las manos mirando hacia el suelo. 

— Naruto, ¿qué pasa? — preguntó una preocupada Tsunade.

— Ero-Sennin, él… murió — fue la escueta respuestas del rubio Uzumaki.

Tsunade y Shizune quedaron de petrificadas, totalmente horrorizadas al escuchar esas palabras y observaron con incredulidad y pena al joven ninja ante ellas, que estaba con la cabeza gacha tratando de ocultar sus lágrimas. Hubieran deseado que esas palabras hubieran sido una broma más del ninja hiperactivo, una broma cruel, pero broma al fin, pero sabían no era así. Ambas mujeres sabían que era la triste y dura verdad. Jiraiya de los Sannin, el Ermitaño de los Sapos, había muerto. Shizune se llevó las manos a la boca acallando un gemido, mientras que la Hokage apartó la vista. 

— Jiraiya — fue todo lo que pudo decir Tsunade en un susurro, mientras las lágrimas escapaban de sus ojos sin poder contenerlas.

Pese a su propio dolor, la rubia Hokage contempló a Naruto con profunda tristeza. Sabía que el chico era el más afectado por la muerte de Jiraiya, ya que el viejo ninja había sido mucho más que un maestro para él. Había sido su amigo, su confidente y el padre que nunca tuvo.

Con el dolor de su alma, Tsunade apartó las lágrimas de su rostro con un manotazo. No podía sucumbir a sus emociones en ese momento, no podía mostrar debilidad, había algo mucho más importante a lo que prestar atención. Desvió la vista a un lado y vio al ahora gigantesco Orochimaru adentrándose en la aldea, destruyendo todo a su paso. Frunció el ceño con la ira burbujeando dentro de ella. Era hora de terminar con todo esto.

— Orochimaru pagará por esto Naruto, te lo aseguro — dijo la rubia con decisión — Shizune, reúne a todos los ninja que aún puedan pelear y…

— Orochimaru es mío — dijo Naruto de pronto, cortando a Tsunade a media frase, con una frialdad que le heló la sangre.

Cuando levantó la vista, ambas mujeres pudieron ver que los ojos de Naruto se habían teñido con un ligero tinte rojo, mientras que su rostro denotaba una determinación y frialdad nunca antes vista.

— ¿Naruto? — preguntó la Hokage, con cautela.

— Que nadie se meta en mi camino. Orochimaru es mío — demandó Naruto.

Luego de decir esas palabras, el rubio dio un rápido salto hasta el tejado de una casa a medio destruir, para luego comenzar a saltar por los techos de la destruida Konoha hasta donde se encontraba el Sannin Serpiente. Tsunade y Shizune estaban congeladas al percatarse de que ese no era el Naruto que ellas conocían.

— Shizune, reúne a todos los que puedan pelear y prepárense para atacar a Orochimaru — dijo nuevamente la rubia Hokage.

— ¿Qué hay con Naruto-Kun? — preguntó una preocupada Shizune. 

— Yo me encargare de él. Ahora ve y has lo que te dije.

La rubia no esperó la respuesta de su discípula y salió inmediatamente a la siga de Naruto. El chico estaba muy inestable por la muerte de Jiraiya y eso podría causar que el sello de Kyubi terminara por liberarse, si eso ocurría, sería el fin de Konoha. Por su parte, Orochimaru estaba ajeno a todo ese drama, totalmente embriagado en una orgia de destrucción, arrasando y matando todo lo que estuviera en su camino, pero su avance fue detenido repentinamente por un oportuno jutsu de viento.

— ¡¡FUTON, DAITOPPA!! (Elemento Viento, Gran Ruptura)

Una enorme y potente corriente de viento impactó de lleno a Orochimaru, causando que el ahora gigantesco Sannin Serpiente trastabillara y tuviera que sujetarse a cualquier cosa que estuviera cerca para no caer de espaldas al suelo, producto de la tremenda fuerza de ese jutsu de viento. 

— ¿¿Quién se atreve a desafiarme?? — gritó un furioso Orochimaru, una vez pudo recuperar el equilibrio.

— ¡¡Yo, Uzumaki Naruto. El próximo Hokage de Konoha!!

Orochimaru se sorprendió al escuchar esa declaración gritada a todo pulmón. Al buscar con la mirada en la dirección desde donde vino ese potente grito, prontamente pudo encontrar al ninja rubio de pie sobre el techo de un edificio a medio derruir, mirándolo con ojos desafiantes.

— Así que el niño-Kyubi vino para detenerme, kukuku — rió el Sannin con diversión. 

— Mataste a Jiraiya, mi maestro — dijo un Naruto furioso, mirando con odio al Sannin Serpiente — Juré sobre su cadáver que acabaría contigo — añadió apretando los dientes.

Las palabras del rubio no hicieron más que arrancar una sonrisa burlesca por parte de Orochimaru, que solo contribuyó a que la ira de Naruto aumentara un poco más.

— Así que ese viejo pervertido fue a hacerle compañía a Sandaime, kukuku. Me alegra saberlo — comentó con diversión Orochimaru — Pero dime niño-Kyubi, ¿realmente crees poder cumplir ese juramento que le hiciste a tu difunto maestro?

— Por supuesto. Nunca voy a retractarme de mis palabras. ¡¡Esa es mi camino ninja!! — respondió Naruto con fuerza.

Orochimaru frunció el ceño ante esa respuesta y le dedicó una mirada de odio al ninja rubio, reconociendo en esas palabras la "Voluntad de Fuego", que tanto profesaba su difunto maestro Sarutobi Hiruzen.

— De acuerdo. Si tanto deseas morir niño-Kyubi, entonces que así sea — dijo el Sannin Serpiente con desprecio en la voz.

— El único que morirá aquí hoy, serás tú, Orochimaru — declaró con fuerza el Uzumaki

Después de decir estas palabras, Naruto comenzó a formar sellos con las manos a una velocidad pasmosa. Orochimaru arrugó el entrecejo. Pese a la velocidad del rubio, podía ver claramente la secuencia de sellos y se extrañó al no reconocer esa secuencia específica. Nunca la había visto antes, por lo que no sabía qué jutsu pretendía usar el rubio Uzumaki. Justo en ese momento Naruto terminó la secuencia de sellos y miró con fuego en los ojos al Sannin ante él, antes de gritar.

— ¡¡KITZUNE AKUMA NO JUTSU!! (Técnica del Zorro Demonio)

Una repentina explosión de chakra color rojo rodeó el cuerpo de Naruto, comenzando a arremolinarse velozmente alrededor de él. El chaka era potente, oscuro, vil y retorcido, logrando que el propio Orochimaru se estremeciera por lo abrumado que se sentía. Pronto el chakra cubrió el cuerpo de Naruto como una mortaja, que comenzó a cambiar y crecer. En cosa de segundos la enorme construcción de chakra formó patas con enormes garras, una cabeza con el hocico alargado con poderosos colmillos, grandes orejas, con un cuerpo cubierto por pelaje de color rojo anaranjado, a la vez que le crecían nueve colas que meneaba salvajemente de un lado a otro.

— Esto… no es posible — logró decir un incrédulo Orochimaru, mientras contemplaba sorprendido y horrorizado a Uzumaki Naruto, ahora transformado en Kyubi, el legendario Zorro Demonio de Nueve Colas. 

Cuando Shizune y un gran grupo de ninjas de Konoha alcanzaron a Tsunade en la azotea de un edificio, quedaron tan sorprendidos y horrorizados como el mismo Orochimaru. Ante ellos estaba la peor de todas sus pesadillas hecha realidad: "Kyubi"

— Esto no puede estar pasando — dijo un impactado chunin, cayendo de rodillas al suelo.

— Debimos matar al mocoso zorro cuando tuvimos la oportunidad — dijo otro, igual de impactado.

Tsunade frunció el ceño al escuchar esos comentarios y le dedicó una mirada de muerte al par de ninjas, mientras dejaba escapar algo de su instinto asesino, logrando que todos los presentes en el trecho se tensaran de inmediato. Un lastimado Kakashi, gracias a la dura batalla en la finalmente dio cuenta de Kabuto, era uno de los ninjas que había llegado con Shizune, logró reponerse lo suficiente al instinto asesino de la Hokage y al opresivo chakra del Kyubi, para acercarse a la rubia.

— Hogake-Sama — dijo Kakashi, llamando la atención de la rubia — Esto quiere decir que el sello…

— ¡NO! — fue la firme y terminante respuesta de rubia tetona — El sello de Kyubi no está roto. Aunque no lo parezca, sigue siendo Naruto.

Todos los ninjas presentes en la azotea miraron sorprendidos a la Hokage por esa afirmación.

— Pero Hokage-Sama. ¿Es que no está viendo eso? ¡Es Kyubi! El zorro demonio está libre. ¿Es que no siente su chakra? — reclamó un alterado chunin señalando el gigantesco zorro ante ellos.

— Es verdad Hokage-Sama. Yo pelee contra Kyubi cuando atacó Konoha. Jamás en mi vida podría olvidar ese monstruoso y diabólico chakra. ¡Es él, es Kyubi! — dijo desesperado un Jounin.

— ¡¡SILENCIO!! — demandó la mujer con fuerza dándole una mirada furiosa al par de alterados ninjas — Kyubi no ha sido liberado, lo que ven es obra de un jutsu que creo Naruto.

— ¿Un jutsu? — preguntaron todos, incrédulos.

— Sí, un jutsu — afirmó la Hokage — "Kitzune Akuma no Jutsu"

Mientras esa discusión tenía lugar en una azotea cercana. Naruto/Kyubi avanzó lentamente quemando el piso a cada paso que daba, producto el corrosivo chakra que había tomado la forma del gigantesco zorro. Un sorprendido Orochimaru, no pudo evitar retroceder al sentir el monstruoso chakra y la sed de sangre que emanaban del enorme zorro de nueve colas ante él, que lo miraba fijamente con dos gigantescos ojos llenos de odio, que eran como brazas incandescentes. 

"Ese maldito mocoso liberó al Kyubi para vencerme. Está más loco que yo" pensó desesperado Orochimaru, sintiéndose abrumando por el potentísimo y corrosivo chacka cargado de odio y deseos de muerte, dirigido exclusivamente a él.

— Tú… espera. Yo no estoy en tú contra — dijo el Sannin, levantando las manos en un intento de aplacar al enorme zorro que avanzaba hacia él — Yo quiero destruir Konoha al igual que tú. Mira toda la destrucción y muerte que causé. Puedes unirte a mí y vengarte de esta maldita…

Las palabras de Orochimaru fueron acalladas por un potente y siniestro gruñido por parte del zorro, que resonó por gran parte de Konoha, helando la sangre de todos los presentes, haciendo temblar a algunos y en otros casos, llorar de miedo. 

 — ERES MAS TONTO DE LO QUE PENSE, CARA DE SERPIENTE — dijo de pronto el zorro, con una voz grave y rasposa, que retumbó con fuerza por todo el lugar.

— ¿Qué? — solo pudo preguntar el aludido, sorprendido de que ese particular apodo saliera de las fauces de gigantesco zorro frente a él.

— YA TE DIJE QUE YO SERE EL PROXIMO HOKAGE. ¿ACASO UN HOKAGE DESTRUIRIA LA ALDEA Y LA GENTE QUE SE SUPONE DEBE PROTEGER? — preguntó el zorro en un gruñido.

Tanto Orochimaru, como todos los ninjas que se habían reunido alrededor para observar aterrados el regreso de Kyubi a Konoha, quedaron congelados al oír esas palabras. Por su parte, Tsunade sonrió con orgullo.

— No puede ser — dijo un impactado Orochimaru, en comprensión — ¿Tú eres…?

— UZUMAKI NARUTO, EL NINJA DE KONOHA QUE TE VA A PATEAR EL TRASERO, OROCHIMARU — fue la respuesta del gigantesco zorro demonio, mientras enseñaba sus afiladísimos colmillos. 

Luego de esas palabras, Naruto/Kyubi saltó rápidamente sobre Orochimaru, a una velocidad que debería ser imposible para su tamaño, tomando fuera de guardia al gigante Sannin, dándole un potente empujón que lo lanzó cientos de metros hacia atrás, acercándolo a una gran sección derribada del muro que rodeaba Konoha.

— ¿Qué significa esto Hokage-Sama? ¿Qué es el "Kitzune Akuma no Jutsu"? — preguntó un impactado Kakashi, sin quitar la vista de la pelea que sostenía Naruto/Kyubi contra Orochimaru.

— Luego de pelear contra Sabaku no Gaara, en la fallida invasión hace unos años atrás, Naruto empezó a buscar la forma de liberar todo el poder Kyubi sin perder el control, como le ocurrió Gaara al tomar la forma de Shukaku — comenzó a explicar la Hokage, sin apartar la vista de Naruto en la forma del gigantesco zorro demonio y continuó — Pese a su intento de contactar al zorro y llegar a una especie de acuerdo con él, este no accedió a ayudar, por lo que después de trabajar con cientos de Kage Bunshin estudiando Fuinjutsu todos los días durante años, Naruto logró crear y completar el "Kitzune Akuma no Jutsu". Este jutsu duerme la conciencia de Kyubi y luego remueve parcialmente el sello que lo contiene para liberar todo su poder y tomar su forma para pelear.

— ¿Cómo es que pudo idear semejante jutsu? — preguntó Kakashi, incrédulo.

— Ya conoces a Naruto. Pero ese jutsu… — dijo Tsunade con preocupación — Vamos, no podemos quedarnos mirando. Tenemos que cuidar que Naruto no exceda su tiempo límite.

Después de decir esas palabras, la Hokage comenzó a saltar por sobre los edificios en dirección a la pelea, siendo seguida inmediatamente por los ninjas junto a ella.

— ¿Qué es eso de tiempo límite? — preguntó Kakashi, alcanzando a la Hokage.

— Naruto solo puede mantener el "Kitzune Akuma no Jutsu" por diez minutos. Si sobrepasa ese tiempo, Kyubi despertará y tomará el control — respondió una seria Tsunade.

— Ese tonto. No debió usar semejante jutsu sabiendo el riesgo que conlleva — se quejó Kakashi.

— Es por eso que creo un contrasello — añadió la rubia — Antes de que Kyubi se despierte, este contra-sello se activará y… matará Naruto.

— ¿Lo matará? — preguntó una horrorizada Shizune.

La Hokage estrechó los ojos ante esa pregunta; la misma pregunta que ella le hizo a Jiraiya cuando regresó a Konoha con Naruto, luego de su viaje de entrenamiento y le contó los detalles sobre este jutsu y cómo pese a la protestas del Sannin, el rubio siguió adelante su proyecto con ayuda de sus Kage Bunshin. Obviamente ella había reprendido a Jiraiya por permitir semejante locura y a Naruto por idear tan peligroso jutsu, más aun con las consecuencias que conllevaría exceder el tiempo límite para usarlo. Ese mismo día ella decretó al "Kitzune Akuma no Jutsu" como un Kinjutsu (Técnica Prohibida) y le prohibió a Naruto terminantemente usar ese Jutsu. Obviamente Naruto no cumplió su orden. 

La rubia tetona apartó eso de su mente. No era momento de recriminaciones. Debía centrarse en la batalla que tenía al frente. Ya habría tiempo de golpear a una pulgada de la muerte al rubio atolondrado cuando todo esto terminara. Suspiró con cansancio y le dedicó una mirada a unos expectantes Shizune y Kakashi. 

— El contrasello es un seguro para retener a Kyubi. Ata al zorro a la vida de Naruto. Si muere, el zorro muere con él — fue lo único que respondió Tsunade, para luego detener su avance sobre un edificio que milagrosamente seguía en pie, pese a que el Sannin y el zorro gigante habían pasado por ahí.

Un fuerte grupo de Jounin y Anbu, que habían dejado la batalla en la cuidad, al ver que las fuerzas enemigas estaban en su mayoría en retirada y que el resto de sus compañeros tenían la situación controlada, acudieron rápidamente junto a su Hokage, algunos en el techo del edificio donde esta se encontraba, o en los edificios cercanos, para poder tener una buena vista de la batalla y entrar en acción a la orden de su líder. Entre los ninjas junto a la Hokage que se encontraban los amigos de Naruto, los sobrevivientes de lo que una vez fue conocido como "Konoha 11"

— ¿¿ESE ZORRO ES NARUTO?? — preguntó un histérico Kiba.

— Se lo acabo de escuchar a la Hokage — dijo Shikamaru — Kyubi, el zorro demonio que atacó Konoha hace años, está sellado dentro del cuerpo de Naruto y ahora él tomó su forma y su poder por medio de un jutsu.

— Increíble — dijo un impactado Kiba.

Mientras los ninjas de Konoha se reagrupaban, Orochimaru estaba perdiendo la calma. Había luchado los últimos minutos con todas sus fuerzas realizando cuanto jutsu podía imaginar, pero nada de lo que hacía surtía efecto. Cualquiera fuera el jutsu que usara, este simplemente se desintegraba antes de siquiera tocar a Naruto/Kyubi, por efecto del monstruoso chakra que lo rodeaba. Incluso su quería espada Kusanagi no fue rival para el potente chakra del zorro. Cuando lanzó un ataque para cortar y envenenar al mocoso Uzumaki, la hoja de la espada simplemente se derritió al entrar en contacto con la construcción de chakra con forma de zorro.

Naruto/Kyubi, por el contrario a todo lo que se pudiera esperar de él, estaba tranquilo y en completo control, enfocado únicamente en devolverle a Orochimaru algo de todo el dolor y sufrimiento que había causado, por lo que en vez de usar jutsu para atacarlo, usó únicamente las garras de Kyubi. Luego de unos minutos de lucha, la ropa de Orochimaru estaba hecha jirones, además de estar cubierto de rasguños por todo el cuerpo, algunos realmente profundos y que sangraban profusamente, junto con partes de la piel chamuscada, por causa del corrosivo chakra del zorro.

En este punto la pérdida de sangre comenzó a hacer efecto y la vista de Orochimaru se nubló por momentos, causando que este bajara la guardia una fracción de segundos. Naruto/Kyubi vio la abertura y atacó. Solo le bastó un coletazo de una de sus nueve colas para que uno de los brazos del gigantesco Orochimaru saliera volando y se desintegrara antes de tocar tierra.

Orochimaru gritó de dolor y sujetó su muñón con su ahora única mano y miró con odio al enorme zorro que lo miraba con una sonrisa llena de afiladísimos dientes, mientras se alistaba para rematarlo. En ese momento Orochimaru supo que estaba todo perdido. La invasión, que en un inicio había marchado según lo planeado, había sido contenida tal cual ocurrió años atrás. No podía sentir a Sasuke o Kabuto por ningún lado, por lo que supuso que debían estar muertos. Maldijo por lo bajo. Sin alguien que los dirija, lo que quedaba de sus fuerzas estaban ahora desorganizadas y en pánico. Es así como todas sus bestias invocadas habían sido tratadas, lo que quedaba de sus tropas luchaban sin ninguna estrategia y otros comenzaban una desorganizada retirada. En cuanto a él mismo, en su condición actual le era imposible ganar la batalla.

El Sannin miró con un profundo odio al ninja rubio con la forma del Zorro de Nueve Colas y juró que lo haría pagar y sabía cómo, ya que aún tenía un as en la manga. Lo que estaba por hacer lo dejaría extremadamente débil e incapacitado por un tiempo, pero esa jugada le aseguraría acabar con el mocoso Uzumaki de una vez por todas. 

Naruto/Kyubi se congeló al ver como Orochimaru comenzaba a formar sellos con una mano. Eso era algo que nunca había visto hacer a nadie fuera de Haku. Se extrañó también por la secuencia de sellos, que al ser realizados con una mano, no era posible de reconocer. Entonces el Sannin finalizó la secuencia de sellos y esbozó una sonrisa torcida. 

— Muere junto a todos los que no pudiste proteger, mocoso Kyubi — escupió Orochimaru, al momento en que su cuerpo comenzó a acumular todo su chakra, mientras que su cuerpo se inflaba como un globo.

Sobre el techo del edifico donde estaba Tsunade, un herido Sarutobi Asuma era sostenido por una preocupadísima Kurenai, mientras Shizune usaba su ninjutsu médico para curar una feísima y profunda herida en su hombro derecho. Pese a su dolor, Asuma reconoció la técnica, la había visto una vez hace muchos años en una misión que salió mal. Fue el único sobreviviente, solo porque era el más distante del ninja que ejecutó la técnica y pudo saltar en el último momento a cubrirse tras una gran roca a pocos metros de él, pero no sin recibir fuertes heridas. Ahora, viendo como el gigantesco Orochimaru tomaba más tiempo en ejecutar la técnica y la cantidad de chakra que estaba reuniendo, supo que el Sannin iba a llevar las cosas a un nuevo nivel. 

— ¡Tsunade-Sama! Conozco ese jutsu — dijo un herido Asuma entre dientes, llamando la atención de la Hokage, que volteó para mirar al herido Jounin, esperando una explicación — Es un jutsu de autodestrucción. Va a estallar y llevarnos a todos con él.

Los ojos de Tsunade se abrieron en sorpresa y espanto, mientras que todos los que estaban cerca para escuchar, sintieron un escalofrió ante las palabras del Jounin. Por su parte y pese a la distancia a la que se encontraba, Naruto/Kyubi también pudo escuchar las palabras de Asuma, gracias a sus ahora sensibles oídos de zorro.

— ¡¡NO LO PERMITIRÉ!! — rugió Naruto/Kyubi con una atronadora voz, causando que los más débiles de los presentes y algunos de los que habían luchado contra el zorro demonio hace tantos años, se desmayaran del terror al escuchar ese rugido y ver la cara de furia que mostró al decir esas palabras.

Naruto/Kyubi corrió directo hacia el cada vez más hinchado Orochimaru, que seguía acumulando chakra, listo para estallar en cualquier momento. Cuando estuvo sobre él, abrió las fauces y lo atrapó en un férreo mordisco, que arrancó un agónico grito de dolor cuando el Sannin sintió como esos afilados colmillos atravesaban su carne y como el corrosivo chakra que había tomado la forma del zorro, comenzaba a quemar su piel. 

Orochimaru gritó de rabia, ira y dolor, pugnando por liberarse, mientras su piel se chamuscaba por el contacto de la gigantesca construcción de chakra, al tiempo que Naruto/Kyubi, en un par de saltos estuvo fuera del destruido muro de Konoha. El Sannin esbozo una leve sonrisa mientras algo salía de su boca disparado como una flecha.

Lo que acababa de hacer era una verdadera locura, pero era la única opción que le quedaba al Sannin Serpiente. Pese al enorme tamaño que tenía en ese momento y la monstruosa cantidad de chakra puesta en ella, se las arregló para realizar su jutsu de Muda de Piel Humana, dejando atrás su cuerpo gigante como la piel de una serpiente, saliendo desde la boca con un cuerpo totalmente nuevo en su tamaño normal, aunque totalmente debilitado. Aun así, tenía la fuerza suficiente para alejarse rápidamente y por su tamaño diminuto en cuanto al gigantesco zorro, escapar sin ser visto no sería un problema; o eso pensó Orochimaru, cuando su escapada fue detenida al chocar con una gigantesca cola, la cual hizo que su nuevo y aun debilitado cuerpo comenzara a quemarse por el chakra corrosivo del Zorro.

Orochimaru giró la cabeza para mirar de frente a Naruto/Kyubi con un odio infinito, mientras que este le devolvió una mirada de determinación inquebrantable, con una sonrisa zorruna llena de dientes afilados.

La explosión fue monstruosa e iluminó por completo el atardecer en el País del Fuego y remeció todo en cientos de kilómetros a la redonda, mientras que lenguas de fuego salían despedidas en todas direcciones, consumiendo todo a su paso.

En Konoha, todos salieron volando producto de onda de choque, que terminó por derribar todas las construcciones que estaban en mal estado. Muchos ninjas encontraron la muerte al ser alcanzados por estas lenguas de fuego, mientras que otros lograron cubrirse a tiempo, aunque también recibieron algunos efectos de la monstruosa explosión.

Una vez pasado los efectos de la explosión, los ninjas que habían logrado sobrevivir salieron de sus escondites, solo para encontrarse con un panorama caótico. El gran muro que protegía Konoha, salvó a la aldea de una destrucción total, pero la entrada principal y el gran boquete que había hecho la fuerza invasora y por el que había saltado Naruto/Kyubi con Orochimaru, era otra historia. Literalmente todo había sido arrasado, casas, edificios, parques, árboles, todo había desaparecido, lo único que quedaba eran enormes llamas que consumían los restos y por lo que se apreciaba, también consumían el bosque que circundaba la aldea ninja. A simple vista la destrucción era tremenda y tardarían mucho tiempo en recuperarse por completo.

Luego de unos cuantos minutos asimilando la completa destrucción que los rodeaba, los sobrevivientes se miraron unos a otros sin saber qué decir, entonces una pregunta se formó en sus mentes: ¿Habían ganado? Esa era la pregunta que ninguno se atrevía a realizar en forma audible, entonces el suelo comenzó a retumbar.

Todo mundo se puso en alerta inmediata y pese a sus heridas, se prepararon para luchar. Los temblores de impacto se iban haciendo cada vez más fuerte y eran causados por poderosas pisadas que se dirigían directo hacia ellos. De pronto entre las enormes llamas que lo consumían todo, se pudo divisar una enorme silueta, que poco a poco se fue haciendo visible. La respuesta a la pregunta no formulada había sido respondida, habían ganado y el ninja que había salvado a Konoha regresaba para dar testimonio de ello, solo que no fue recibido con vítores y aplausos, por el contrario, fue recibido con miradas de terror.

La imponente figura de Kyubi, caminaba lentamente entre las enormes llamas, mientras movía sus nueve colas de un lado a otro. El fuego parecía no molestarle, por el contrario, le daba una aire salvaje y demoníaco, sumado al opresivo, vil y retorcido chakra que manaba de él, fue suficiente para hacer que algunos corrieron despavoridos, otros se desmayaron por el miedo, mientras que otros no se podían mover de su lugar, reviviendo en su mente el ataque que Konoha recibió hace años por el zorro demonio. Por su parte, los más jóvenes, habiendo conocido la verdad durante esta batalla, miraban impactados y totalmente aterrados al enrome monstruo que habitaba dentro de Naruto. Solo que el monstruo no los atacó, por el contrario, el monstruo les habló.

— SE TERMINO — dijo con una profunda voz que le heló la sangre a todos.

En ese momento la gigantesca construcción de chakra comenzó a perder la forma y empezó a girar sobre sí misma, mientras se iba disolviendo y disminuyendo progresivamente hasta que desapareció completamente. El Kyubi se había ido, en su lugar se encontraba un demacrado y agotado Uzumaki Naruto, respirando aceleradamente y manteniéndose apenas en pie. El ninja rubio levantó la vista para hablar, para decir algo, pero se congeló.

Él había luchado contra Orochimaru, él había sacado al Sannin Serpiente de la aldea, impidiendo que explotara dentro destruyendo y matándolos a todos, él había luchado por ellos, para protegerlos a todos, para proteger la aldea, pero ahora, una vez más recibía esas miradas, las mismas miradas que le daban los aldeanos cuando era niño, las mismas miradas que le daban en sus cumpleaños, cuando, llenos de oído y rencor, lo buscaban para golpearlo, apalearlo y patearlo a una pulgada de la muerte, en la tradicional "cacería al niño zorro". 

Naruto cayó de rodillas al suelo con el corazón destrozado. Él había luchado y arriesgado su vida para proteger a esta gente, pero pese a ello, las miradas que le daban le dejan muy claro lo que iba a pasar a continuación.

— ¡¡Es un monstruo!! — gritó uno, haciendo que estallara el inferno.

Un descorazonado Naruto cerró los ojos, entregándose a su destino.

//FIN DEL FLASHBACK//

Una lluvia de kunai, shuriken y senbon cayó sobre un demacrado Naruto, que a duras penas pudo protegerse la cara cruzando los brazos frente él. Al apartar los brazos, pudo ver su cuerpo convertido en un alfiletero. El dolor comenzó a registrarse dejándolo aturdido, haciendo de paso que comenzara a ver todo lo que ocurría frente a él en cámara lenta.

La gente gritaba, mirándolo con odio y desprecio, comenzando a lanzándole cosas y escupirlo. Algunos se envalentonaron lo suficiente como para adelantarse y patearlo. Vio a la distancia a sus amigos, observándolo con el terror aun pintado en sus rostros, por lo que ninguno de ellos hacía nada por impedir lo que ocurría. Fue en ese momento que sintió un corte atravesando su costado, que lo hizo gritar de agonía con los ojos desorbitados por el dolor. Era el Ninjato de un Andu que se le había clavado en un costado.

Naruto aulló de dolor, sentado precariamente en el suelo, convertido en un alfiletero humano. Trató de sacar el Ninjato de su costado, apretando los dientes por el dolor, pero entonces, por sus ojos entreabiertos pudo ver una sombra moverse frente a él. Presa del dolor pudo abrir un solo un ojo, viendo a un enorme Jounin avanzando hasta quedar justo frente a él, comenzando a realizar una secuencia de sellos que él conocía demasiado bien. Era uno de los jutsu favoritos de Sasuke. Solo pudo cerrar los ojos y esperar su destino.

— ¡¡Katón Goukakyuu no Jutsu!!(Elemento Fuego, Gran Bola de Fuego)

De un momento a otro, todo el cuerpo de Naruto estaba cubierto por el fuego. Intentó ponerse de pie, pero solo logró quedar de rodillas. Levantó las manos frente a su rostro y pudo ver como las potentes llamas imbuidas de chakra, chamuscaban y consumían su piel. No supo cómo, pero por alguna razón no sentía dolor. Al levantar la vista y ver la multitud, se encontró una multitud de ninjas gritándole insultos, mientras que otros saltaban de alegría al ver como se quemaba vivo, pero había algo que todas esas personas tenían por igual, una mirada de odio y desprecio hacia él. Fue en ese momento que Uzumaki Naruto, comprendió que su sueño jamás se cumpliría. No importaba cuanto se esforzara, esa gente jamás lo aceptaría como Hokage. Su sueño había muerto. Naruto lanzó un desgarrador grito de angustia y dolor, pero no de dolor físico, su dolor provenía de su corazón destrozado por la misma gente que él deseaba tanto proteger.

Tsunade corrió hacia donde estaba una gran multitud de sus ninjas reunidos. Acababa de despertar, luego de quedar aturdida producto de la tremenda explosión que sacudió toda Konoha, solo para encontrar conque a poca distancia había un alboroto de un grupo que parecía estar en una especie de linchamiento público. Escuchó un grito desgarrador y supo de inmediato quién era el que estaba siendo atacado: Naruto.

La Hokage se abrió paso a empujones lanzando por los aires al que estuviera en su camino, hasta llegar donde estaba Naruto y lo que vio le heló la sangre. El rubio estaba envuelto en llamas con el cuerpo cubierto de Shuriken, Kunai, Senbon y un Ninjato atravesando su costado. Estaba de rodillas gritando desesperado con los brazos en alto, mirando al cielo, como pidiendo una explicación por lo que estaba pasando. De pronto, una columna de chakra rojo lo envolvió girando alrededor de él. Los Shuriken, Kunai y Senbon salieron de su cuerpo al igual que el Ninjato, cayendo a sus pies para que luego la columna de chakra desapareciera, dejando a un irreconocible y horrorosamente quemado Naruto, de rodillas en el suelo con los brazos cayendo sin vida al costado. 

— ¡¡NARUTO!! — gritó la Hokage y corrió hasta él, seguida de una horrorizada Shizune.

El chico no respondía, la única señal que daba de vida era el temblor de su cuerpo. Naruto estaba tan horriblemente quemado, que Tsunade no sabía ni como tomarlo para no causarle más daño. Finalmente se armó de valor y lo tomó en sus brazos, ante la mirada de todos los presentes, que solo deseaban rematarlo.

— ¡¡Mataré a cualquiera que intente otra cosa contra este chico!! — fueron las palabras de la Hokage, dichas con tal intensidad y furia en su voz, que hizo retroceder a todos, los que le abrieron paso sin oponer resistencia cuando ella se encaminó al hospital con Naruto en brazos.

________________________________________________________________________________

Naruto estuvo inconsciente por una semana, con su cuerpo totalmente quemado. Nadie antes había sobrevivido a esa clase y extensión de quemaduras, solo el inmenso poder de Kyubi, había permitido mantener con vida a Naruto, e increíblemente ya mostraba signos de comenzar a recuperarse, pero sería una recuperación larga y dolorosa.

Al abrir los ojos, Naruto se encontró con un entorno desconocido. Estaba recostado en una cama en una habitación que no era la suya. Intentó moverse, pero el dolor lo recorrió por todo el cuerpo impidiéndole cualquier movimiento; un dolor insoportable, pero aun así, apretó los dientes obligándose a no gritar. El dolor le había hecho recordar todo lo que había pasado, como había peleado por Konoha y como después la misma gente que había protegido, se volvía en su contra para matarlo.

Desvió los ojos a un lado, hacia la ventana de su habitación y pudo ver la montaña con las caras de los Hokage, iluminadas por la luz de la luna. Inmediatamente sintió un gran dolor en su corazón al recordar que lo había perdido todo. Había perdido su hogar, sus amigos, su sueño. Un sueño que lo había acompañado desde su más tierna infancia, un sueño por el que había luchado día a día, un sueño que había muerto el día en que se había jugado la vida por salvarlos a todos, el día en que fue repudiado, el día en que fue atacado, el día en que le prendieron fuego con un jutsu Katon, el día en que quisieron matarlo.

Una rebelde lágrima escapó de uno de sus ojos, pero fue rápidamente atrapada por las vendas que cubrían su quemado rostro. ¿Qué sería de él de ahora en adelante? ¿Qué puede hacer una persona que lo ha perdido todo y ya no tiene nada por qué vivir?

— No quiero entrar — escuchó decir una voz al otro lado de la puerta.

— No hay alternativa. Fue una orden de Hokage-Sama — dijo otra voz.

— No lo entiendo. ¿Por qué tenemos que cuidar a ese maldito monstruo?

— Porque somos enfermeras y aunque no nos guste la idea, es nuestro trabajo — dijo la segunda voz, para luego añadir — Mira, yo tampoco estoy contenta con esto de cuidar al niño Kyubi, pero si no lo hacemos, nos meteremos en problemas con Hokage-Sama.

— Entonces atiéndelo tú — estalló la primera voz.

— Olvídalo. Es tu turno amiga, atiéndelo tú — dijo la otra voz con algo de diversión.

— ¡Mierda! Esta me las pagas... maldito demonio.

Naruto tenía los ojos abiertos de par en par. Cada palabra dicha por esas enfermeras fue como un kunai clavándose en su espalda. Había tal desprecio en esas palabras, que se sintió enfermo. Entonces la puerta del cuarto se abrió e ingresó la enfermera que en un inicio no quería entrar, obligada de mala gana a cumplir con su trabajo, sin percatarse de que Naruto estaba despierto.

— Maldito Kyubi, ojalá y te hubieras muerto, monstruo del demonio — murmuraba con desprecio la enfermera, acercándose de mala gana a chequear el estado de Naruto.

Al escuchar las palabras de la mujer, la mente de Naruto fue inundada de recuerdos. Recuerdos de todas las veces que fue insultado, humillado, golpeado y por sobre todo, las veces que intentaron matarlo cuando era pequeño. Pudo recordar claramente las miradas de desprecio de la gente, la misma mirada de desprecio que tenía la enfermera que se suponía debía cuidar de él. 

"¿Qué puede hacer una persona que lo ha perdido todo y ya no tiene nada por qué vivir?"

"Buscar un nuevo motivo para seguir adelante"

"¿Qué motivo podría ser ese, si ya lo has perdido todo?"

"El único que queda… LA VENGANZA"

La enfermera dio un salto cuando se dio cuenta de que un par de ojos azules la miraban con intensidad. Intentó gritar, pero no pudo hacerlo, ya que una mano vendada la sujetó firmemente por el cuello, impidiendo que el grito saliera de su garganta. La mujer vio con terror, como esos ojos azules se teñían lentamente hasta quedar completamente rojos.

________________________________________________________________________________

Tsunade se paró en el marco la puerta de la habitación, quedando impactada y horrorizada al ver su interior. Las paredes y ventanas estaban manchadas con sangre y los restos de la desafortunada enfermera estaban esparcidos por toda la habitación. Sintió que el estómago se le revolvía, pero logró controlar las náuseas. Dio un par de pasos dentro de la habitación, cuidando de no tocar ni pisar nada. Todo era terriblemente irreal, como sacado de una novela de terror. No podía concebir cómo Naruto sería capaz de semejante atrocidad. El chico alegre y escandaloso, que gritaba a los cuatro vientos que sería Hokage, jamás podría hacer algo semejante… entonces lo vio.

Tsunade sintió que sus piernas flaqueaban y que su vista se nublaba por causa de las lágrimas. Ahí, sobre una silla junto a la cama, estaba el protector frontal con el símbolo de Konoha y el collar que ella le había dado a Naruto años atrás al perder una apuesta con él, un collar con un gran significado para ellos.

La mujer se acercó, tomando el protector, el collar y los apretó con fuerza contra su pecho, cayendo de rodillas al suelo, llorando amargamente ante la mirada sorprendida de los pocos presentes. Lo que ocurrió en esa habitación no había sido solo un asesinato, había sido un mensaje, un mensaje para Tsunade y para toda Konoha.

Con la muerte de esa mujer, se había marcado el fin de una etapa y el comienzo de otra. El Naruto alegre y escandaloso que todos conocían, había muerto en esa habitación, a la vez que nacía un nuevo Naruto, uno con un sueño muy distinto al de su predecesor, un Naruto que no se detendría ante nada, hasta lograr su objetivo.

— Perdóname Naruto… perdóname por no llegar a tiempo — logró decir Tsunade, entre las lágrimas y el llanto.

Una horrorizada Shizune y dos estoicos Anbu, fueron los únicos testigos del llanto desgarrador de la mujer, una mujer que lloraba por la muerte de quien había llegado a querer como un hijo, una mujer que lloraba también, por no haber podido evitar en nacimiento de un ser con el corazón envenenado por el odio y el dolor.

________________________________________________________________________________

Un joven estaba parado en lo más alto de la ladera de piedra, donde estaban esculpidas las caras de los Hokage, observando la destruida Konoha. Estaba cubierto con una larga capa con una capucha que mantenía sobre su cabeza, aun así, se podía ver que su rostro estaba cubierto de vendas y que poseía unos fríos y penetrantes ojos de color rojo. Desapareció tan repentinamente como había aparecido y nadie notó su presencia.

Continuará...

________________________________________________________________________________

Notas del Autor: Hola a todos, aquí traigo el primer capítulo de esta historia, que tal como dice el título, nos muestra la traición de la que fue objeto Naruto.

Si bien siempre me pareció loable la determinación y fuerza mental de Naruto, para seguir adelante con su sueño, pese a toda la mierda que recibía día a día, no podía dejar de pensar qué se necesitaría para romperlo. Creo que lo que se describe en este capítulo cubre bastante bien ese punto. Por un momento pensé que podía haberme pasado con la reacción de todos al ver regresar a Naruto/Kyubi luego de su batalla, pero también es cierto que muchos de los que estaban ahí, lucharon contra Kyubi cuando atacó Konoha, perdiendo amigos y seres queridos, albergando odio y resentimiento, que solo fue fomentado durante años por el mismo pueblo de Konoha, que en su conjunto siempre despreció a Naruto por lo que cargaba.

Este capítulo nos mostró hasta donde pudo llegar Naruto para proteger a su gente preciosa, hasta donde podía llegar por proteger a la aldea y la gente que siempre lo despreció. También vimos cómo fue traicionado por la gente que protegió, aplastando sus sueños y destrozando su alma. Naruto se rompió y Konoha va cosechar lo que sembró.

Espero me sigan en el próximo y último capítulo titulado: "Venganza"

Saludos y nos leemos.

P.D.: Kitsune Akuma no Jutsu (Técnica del Zorro Demonio): Esta técnica aparece en el piloto que dio origen al manga de Naruto y consistía en liberar el poder de Kyubi a la vez que Naruto tomaba la forma de un zorro de nueve colas. Este jutsu lo adecué un poco para este fic, así que no es totalmente fiel al que aparece en el piloto.