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Naruto: Golpe de realidad.

¿Qué pasaría si Naruto hubiese tenido un golpe de realidad antes de ser adoctrinado y, en consecuencia, perdiese su ingenuidad? AU, mundo más realista con personajes más coherentes, sin alienígenas, power-ups sin fundamentos ni evangelizaciones indiscriminadas. NarutoxTayuya/Ino/Sakura.

Blass · Anime & Comics
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26 Chs

Cumpleaños

Un 10 de octubre, por la tarde, Naruto se encontraba solo en su casa, como de costumbre. Sin embargo, para su sorpresa, los aldeanos no lo habían molestado en absoluto por segundo año consecutivo, lo que le daba esperanzas de que las cosas estuviesen cambiando. Con el ánimo renovado, decidió planear su próxima travesura.

"Parece que últimamente están tratándome mejor. Esta vez optaré por algo más inofensivo... aunque probablemente sea porque he estado utilizando el hengue para pasar desapercibido. Pero eso no importa. Lo importante es que finalmente me han dejado tranquilo. A ver, ¿qué podría hacer? Mmm, meter laxantes por las tuberías... no, no, no, eso podría salir mal y no quiero lastimar a nadie. Mmhhhh, ¡ya sé! ¡Jajaja! Esta vez les sorprenderé... aunque, bueno, en realidad, siempre lo esperan, pero esta vez no verán venir esta, jijij."

Un rugido repentino interrumpió sus pensamientos.

"Grrrrrrrrrrrrrrrrr"

De repente, sintió un hambre voraz. "Uff, de repente me dio mucha hambre. Bueno, seguiré con esto después; voy a festejar comiendo un ramen en lo de Teuchi, jiji"

Cegado por la emoción, Naruto salió de su casa sin transformarse y, al poco tiempo de caminar, se dio cuenta de su error. Dubitativo, miró alarmado a su alrededor, pero no notó nada extraño. Aunque ligeramente confundido y algo ilusionado, continuó caminando tensamente hacia lo que, sin duda alguna, era su lugar favorito en todo el mundo.

"No logro acostumbrarme a esto", pensó mientras observaba cómo, justo en el día de su cumpleaños, los raritos parecían congregarse cerca de su casa. Por suerte, parece que eso estaba cambiando y no terminaba de saber cómo sentirse al respecto. Se sentía ilusorio que no le dieran una paliza por su cumpleaños; en un punto, incluso creyó que era alguna especie de tradición.

"Bienvenido, Naruto. ¿Qué quiere comer hoy mi cliente favorito?"

Naruto entró en la tienda de ramen de Teuchi, donde el aroma reconfortante del caldo hirviendo inundaba el aire. Se sentó en su lugar habitual, listo para disfrutar de su comida favorita y despejarse un poco.

"¡Lo de siempre, jiji!" respondió Naruto con una sonrisa, anticipando el delicioso tazón de ramen que le esperaba.

 

Teuchi asintió con una sonrisa y comenzó a preparar el pedido de Naruto con su habilidad característica. Mientras tanto, Naruto observaba con ansias, sintiendo el estómago rugir de anticipación por el plato caliente que se acercaba.

"Feliz cumpleaños, Naruto. Come cuanto quieras. Es mi regalo para ti", dijo Teuchi con una sonrisa.

Para Naruto, la tienda de ramen de Teuchi era lo más parecido a una familia que tenía. Sintió una oleada de gratitud y emoción al escuchar las palabras de Teuchi. "¡Gracias, Teuchi! ¡Eres el mejor!", exclamó Naruto con una sonrisa, apenas pudiendo contenerse de saltar en la silla, antes de sumergirse con gusto en el delicioso tazón de ramen.

"Y cumples 10, ¿eh? ¡Qué rápido pasa el tiempo! Pareciese como si fuese ayer cuando eras la mitad de lo que eres ahora."

"¿Si? no lo recuerdo del todo", respondió Naruto con la boca llena, dejando escapar unas risas mientras continuaba disfrutando de su ramen.

Naruto levantó la mirada hacia Teuchi con curiosidad mientras saboreaba un trozo de ramen. "¿Y no hay más clientes hoy? ¿Qué pasó?"

Teuchi suspiró mientras preparaba otro tazón de ramen. "Ah, la mayoría de la gente está en el festival para conmemorar la derrota del Kyubi, pero a mí no me gusta mucho eso", explicó con sinceridad.

Naruto asintió comprensivamente. "Entiendo", murmuró. "Prefiero estar aquí, disfrutando de tu delicioso ramen", agregó con una sonrisa forzada. "De todas formas, el festival nunca ha sido mi cosa favorita", admitió, con un tono un poco melancólico.

Teuchi notó la expresión apagada de Naruto y decidió cambiar el tema de conversación para animarlo un poco más. "¡Mira lo que preparé para ti, otra porción!", exclamó, colocando el tazón humeante frente a Naruto. "¡Espero que te guste!"

"Naruto levantó la mirada y esbozó una sonrisa de agradecimiento. '¡Vaya, gracias Jiji!', exclamó sorprendido al notar el gesto amable. 'Siempre sabes cómo animarme', agregó, sintiendo una cálida sensación en el pecho mientras comenzaba a disfrutar de lo que ya era su sexta porción.

"Paaah! Estoy lleno", exclamó Naruto con una risa, dándose palmaditas en el vientre satisfecho. "Ya mejor me voy yendo, jiji. Está empezando a llover y ya es tarde", agregó, despidiéndose con un gesto animado antes de salir de Ichiraku y adentrarse en la noche lluviosa.

Caminando hacia casa, Naruto paseaba tranquilamente, silbando una tonada alegre con las manos descansando detrás de la cabeza. De repente, la lluvia empeoró radicalmente y se vio obligado a correr hacia su hogar. "¡Rayos, no debí relajarme tanto!" pensó, mientras esquivaba los charcos que se formaban en su camino.

Sin embargo, entre las gotas de lluvia y el aire fresco, Naruto no pudo evitar recordar lo delicioso que había estado su almuerzo. A pesar del contratiempo, una sonrisa juguetona se formó en su rostro, disfrutando de la sensación de libertad que le brindaba la lluvia mientras continuaba su camino hacia casa.

 

Perdido en el momento, el joven no percibía las miradas maliciosas que lo rodeaban; había confiado ciegamente en su entorno. Entre el chaparrón y la creciente oscuridad, las sombras de los lugareños se abalanzaron sobre él, tomándolo por sorpresa en medio de la noche. Apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando sintió un golpe punzante detrás de su cabeza. Su visión se nublaba y todo parecía tambalearse a su alrededor; la sensación gélida de su sangre deslizándose por su espalda era lo más helado que había experimentado.

"¡Ja, al fin te tenemos, demonio! Te hemos permitido presumir lo suficiente. Ha llegado tu hora", dijo un aldeano mientras clavaba su cuchillo en el abdomen de Naruto, mientras otros lo sujetaban por el cuello. Con su visión desvaneciéndose, lo último que percibió fue el frío toque del acero en su cuello y el amargo sabor a hierro en su boca, entre los susurros y risas de sus agresores.

Naruto despertó como si hubiera salido de una pesadilla, encontrándose en un lugar desconocido.

"Aaah... Aaah..."

Mientras intentaba calmarse, comenzó a explorar su entorno en la oscuridad.

"¿Dónde estoy? ¿Fue todo un sueño? ¡No! No puede ser, fue demasiado real..."

Mientras Naruto estaba perdido en sus pensamientos, la figura que estaba a sus espaldas decidió romper el silencio.

"No fue un sueño, muchacho. Te has ido."

Dando la vuelta lentamente, Naruto miró aterrorizado al anciano que estaba frente a él, acariciando su barba y mirándolo con seriedad, lo cual lo asustaba aún más.

"¿Me he ido? ¡No, no puede ser! ¿Qué ha pasado con mi sueño de convertirme en Hokage? ¿Qué ha pasado con vencer al emo? ¿Qué ha pasado con conquistar a Sakura?"

Naruto se encontraba perdido, incapaz de procesar la información. Era demasiado: morir sin lograr nada, sin cumplir sus sueños, sin familia, ni siquiera había llegado a ser Genin. Era abrumador para su mente ingenua que creía que el mundo era un cuentos de hadas.

"Si estás muerto, difunto, fallecido, desvivido", se rió el viejo con un tono jovial, mientras Naruto se sentía más confundido que antes. ¿Por qué el anciano se reía de su muerte? ¿Cómo podía cambiar de humor tan rápido? ¿Era bipolar?

"¿Eres... la muerte?" preguntó Naruto con cierto temor en su voz.

"Depende de a quién le preguntes, hohoho", respondió el anciano con una risa estridente. "Para ti, de hecho, todo lo contrario. Viendo que literalmente moriste, somos la única oportunidad que tienes de volver a vivir".

 

"¿'Somos'?" preguntó Naruto atónito, buscando a alguien más a su alrededor.

"Ya cállate y deja de hablar, mocoso. O Voy a tener que educarte en el tiempo que estés aquí. Mmm... viendo que parece que no hay una sola persona responsable en tu vida, esta vez te lo voy a dejar pasar", dijo el anciano esta vez con más seriedad, frunciendo el ceño.

"Ahora escúchame, soy tu ancestro, específicamente soy tu tatara-bisabuelo, o algo así y eso es mucho, considerando que los Uzumaki vivimos 200 años siendo mediocres. Soy el primer Uzumaki, yo creé el fuinjutsu, y todos los demás son meras imitaciones, hohoho", el viejo miró a su alrededor disimuladamente y luego añadió en un susurro: "Pssss, no le digas a los otros que te dije eso", guiñándole un ojo.

Naruto lo miraba con cara de asombro, pero luego se dio cuenta de lo que eso significaba: ¡tenía familia! ¡No lo habían abandonado! La felicidad que sintió fue tan abrumadora que incluso olvidó la situación en la que se encontraba. Sus ojos brillaban como estrellas y no pudo contenerse. Comenzó a saltar dando vueltas alrededor del viejo, haciendo preguntas sin parar mientras gritaba y lanzaba cantidades abundantes de saliva en todas direcciones.

"Entonces, ¿conociste a mis padres, ji-ji? ¿Eres más fuerte que el Hokage? ¿Tienes jutsus geniales para enseñarme? ¿Conociste al Primer Hokage? ¿Eh, eh? Oye, ¿qué es el fimjutsu? ¿Tengo familia viva? ¿Eh, eh? ¿Te gusta el ramen? ¿Cómo sabes que eres mi tararara-abuelo?"

El viejo ya estaba perdiendo la paciencia. Aunque ni él entendía sus cambios de humor, creía que este estaba justificado. No pudo contenerse y tuvo que darle un correctivo para que se callara.

"Ay, no tenías que hacer eso, viejo", dijo el niño algo cabizbajo, haciendo pucheros y mirando al suelo mientras pateaba el aire.

"¿Viejo? ¿Dónde está el 'ji-ji'? Si me vas a decir otra cosa, que sensei tendrá que ser 'ji-ji'", dijo mientras acariciaba la cabeza del niño y lo miraba tiernamente. El niño volvía a encontrarse perplejo ante sus cambios de humor.

"No, mocoso, no conocí a tus padres, y el único que hablaba algo sobre ser Kazekage era el nieto de un amigo mío... dame un momento, viví muchos años, me cuesta recordar hasta mi nombre. Por eso aún no te lo he dicho. A ver, a ver... Ah, sí, Cachiramas, lo recuerdo. Sí, cuando yo ya estaba así de viejo, él aún se cagaba encima, así que no tengo nada que decir de él, además de que era más tonto que tú. Lo vi un par de veces más y después me morí, no recuerdo cómo, habrá sido de aburrimiento.

"Ah, ahora que lo pienso, recuerdo que tenía un amigo... Maaa.. maa ...Madera! o algo así, sí. Entre tú y yo, creo que eran amantes... Es decir, supuestamente se odiaban, pero construyeron una aldea juntos y luego volvieron a pelear. ¿No te parece sospechoso? Yo he tenido muchas amantes y muchas hacían esas cosas... ¡Sé cómo funciona, niño, no me mires así! ¿En qué estaba? Ah, sí, ya lo otro que me preguntaste, no me acuerdo, y lo que te iba a decir tampoco..."

"Jiji es Hokage".

"¿Qué?"

"Ah, sí, ahora recuerdo", dijo el viejo con un cambio repentino en su expresión.

Su semblante se tornó serio mientras dirigía su atención hacia Naruto.

"Mira, Naruto, yo no soy el único aquí. El tiempo que tenemos es limitado. Podré enseñarte algunas cosas, pero otras tendrás que aprenderlas por tu cuenta. Concéntrate, esto no es un juego, no habrá otra oportunidad. La razón por la que estamos aquí es debido a una técnica única de nuestro clan, conocida solo por los diferentes líderes que hemos tenido a lo largo de la historia, y yo fui su creador. Esa técnica, por supuesto, es el fuinjutsu, no 'fungutus' o cualquier cosa que hayas mencionado", dijo el anciano con un deje de indignación, moviendo su mano como si espantara moscas.

"Son técnicas de sellos, esencialmente, consisten en programar el chakra y otras cosas, si eres lo suficientemente hábil. Puedes lograr que se activen de una cierta manera ante ciertos estímulos o la falta de ellos. Todos los líderes hemos dejado parte de nuestra conciencia y chakra en este sello, que se transmite por sangre indefinidamente hasta que se activa. Y lo hace cuando el último miembro de nuestro clan que transporte todas las características de nuestra línea de sangre, está en peligro mortal o logra morir, como tú lo hiciste..."

El anciano observaba a Naruto, quien se esforzaba al máximo por contenerse, levantando la mano mientras giraba sobre su trasero, tratando de llamar la atención. Viendo que no podría hacerlo por mucho más tiempo, suspiró para calmar su impredecible temperamento y le permitió hablar con un gesto.

"Inocentemente preguntó: '¿Qué es una línea de sangre?'" Ante esta pregunta, el anciano no pudo hacer más que mirar estupefacto...

"Bueno, y eso es una línea de sangre", comentó el anciano. "Básicamente, nuestra línea de sangre tiene diferentes características. La más inútil es el pelo rojo, y la mejor es que nuestro cerebro simplemente comprende el fuinjutsu como el de nadie más. También tenemos otras habilidades, como vivir más tiempo y otras nimiedades. Pero..." —en este punto, el anciano comenzaba a agitarse y sus ojos a inyectarse de sangre— "...a nadie le importa eso. Lo que realmente importa es el fuinjutsu. Con el fuinjutsu, puedes lograr cualquier cosa, incluso burlar a la muerte. ¿Te ha quedado claro? ¡Eso es lo que realmente importa, dime!" ¿Qué es lo más importante?

"El fu-fuu-fuunjitsu", dijo Naruto emocionado, como si lo hubiera pronunciado correctamente.

El característico sonido del impacto de una frente contra la palma resonó en toda la oscuridad.

"¿Cómo hiciste eso?" preguntó curioso Naruto...

 

"El asunto es que el sello se activa cuando la última persona con la línea completa está en peligro, como es tu caso una vez más. Esto significa que el clan está al borde de la aniquilación, y para evitarlo, creé el sello. Una de sus funciones es evitar que te mueras por completo. Tus heridas eran demasiado graves incluso para curarlas con el poder de tu huésped. Tu cuerpo no puede manejar todo el chakra necesario para curarte, así que básicamente te pusimos en estasis, asegurándonos de que tu cerebro recibiera suficiente oxígeno para no atrofiarse más de lo que ya estaba. Ahora solo queda esperar a que te cierren las heridas para que dejes de desangrarte y podamos ocuparnos de estabilizarte. Recemos para que todo salga bien y no te quedes tocado para siempre."

Después de escuchar esto, Naruto mostraba una expresión de terror digna de una ópera.

"Cof Cof. Bien, deja de asombrarte por todo, aún no has visto nada. Para terminar con el tema del insignificante sello que salvó todo mi legado, cuando despiertes, notarás que básicamente todas las características del clan Uzumaki se activarán en ti. Antes de que hagas otra pregunta tonta, la razón es simple: no usamos el sello todo el tiempo porque nos consumirá a nosotros y nuestro chakra cuando se termine de cumplir su función, y habrá que empezar de cero.

Además, lo hacemos porque no podemos permitir que la última esperanza de nuestro clan sea menos que excelente. Por eso mismo estamos aquí, aunque no los veas, todos los líderes del clan a lo largo de la historia influyeron en esto. Dado que soy el más perron aquí, me tomé la libertad de ser el primero en mostrarte cariño. Hohohoho. Mi especialidad es el fuinjutsu, soy el usuario más poderoso de fuinjutsu que jamás haya existido. Solo tengo eso para enseñar y mi sabiduría adquirida tras haber vivido..... muchos años."....

"Bueno, esto es AU por razones que explico en el auxiliar de Objetivos generales. Todo lo que está cambiado probablemente fue a propósito, a menos que haya una inconsistencia; entonces avísenme porque me dan cáncer. Si ven otro tipo de errores avísenme. Cualquier otro tipo de crítica constructiva fundamentada es bienvenida. Gracias. Estoy intentando que la historia sea medianamente seria, así que no va a haber cosas raras como un Sasuke mujer y similares. Si pido que no me escriban en un párrafo, no lo hagan porque les voy a cagar borrando el comentario. O_C

PD: Esto lo empecé para mejorar y porque ya me leí todos los fanfics que me gustaban, en español y en inglés. Ideas sobran, lo que falta es tiempo jaja. Disfruto bastante haciendo esto, así que voy a terminarlo sí o sí."

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