44. Dominante

"El sexto tratamiento fue más suave que los otros.

La ventaja de haber alcanzado el nivel de un mago se mostró durante el proceso ya que Noah pudo ignorar casi por completo el inhumano dolor que tenía que atravesar.

Cuando su tiempo de convalecencia terminó, su Maestro lo envió abruptamente fuera de la mansión para completar misiones.

—Obtener la segunda runa podría ser difícil, pero deberías poder hacerlo. Por ahora, solo concéntrate en las misiones que te asigno —fue lo que le dijo a Noah antes de enviarlo lejos.

Noah completó las tareas habituales de defender aldeas de los ataques de bestias mágicas o cazarlas cuando sus manadas se volvían demasiado grandes.

No mucho después de que cumplió 13 años, se le entregó una misión aparentemente importante.

Consistía en escoltar una caravana noble desde la ciudad de Mossgrove hasta la mansión de Lansay.

Al parecer, la familia Lansay, una familia noble de tamaño medio, cometió un delito contra la familia Shosti y como castigo, además de una fuerte multa monetaria, tuvieron que enviar a su principal descendiente como un rehén político en la ciudad de Mossgrove.

Ahora que el castigo había terminado, el descendiente tenía que regresar a su mansión, sin embargo, eligió establecer una escolta antes de iniciar su viaje de regreso.

«Tengo la sensación de que me estoy metiendo en algún tipo de lucha política, ¿por qué el principal descendiente necesitaría una escolta de otra manera?», pensó Noah.

Noah fue el único de su mansión que aceptó la misión, pero un grupo de soldados y errantes ya se habían formado frente a la caravana de la familia Lansay cuando llegó.

Vestía su habitual ajustado traje negro con los dos sables enfundados en la espalda, y su cabello estaba recogido en una simple coleta.

Mientras se acercaba al grupo, los soldados miraron en su dirección y comenzaron a reírse y a burlarse de él.

—¿Qué haces aquí chiquillo, estás perdido?

—Eh, mira, esas son unas bonitas cuchillas, ¿por qué no me las prestas a tu tío aquí? ¡Te las devolveré después de que termine la misión!

—¡Esta misión no debería ser tan mala desde que un niño se presentó, jajaja! ¡Mira, se acerca a nosotros! ¿Estás loco, jovencito?

Noah entendió lo que tenía que hacer en un instante, pero no pudo evitar sentirse irritado por sus palabras.

«¡Cada maldita vez! ¿Cómo es posible que las personas débiles siempre sean tan estúpidas? ¡Estoy cansado de que me traten como a un niño!», se quejó Noah en su interior.

Se acercó a los soldados mientras soportaba sus burlas y cuando estuvo frente a ellos, simplemente extendió su mano frente a él en gesto de apretón de manos.

—Mucho gusto, mi nombre es Noah. Espero que podamos cuidarnos mutuamente —Noah sonreía inocentemente y tenía un tono de voz puro y claro, era la imagen perfecta de la inocencia.

Sus palabras provocaron otra lluvia de risas en el grupo de soldados mientras uno de ellos le devolvía el saludo.

—No te preocupes, chiquillo, cuidaremos bien de ti —el soldado casi no pudo contener su risa cuando pronunció esas palabras, sin embargo, su rostro se heló cuando sintió la presión que Noah ejerció con su agarre.

¡CRACK!

El soldado cayó al suelo con su mano rota aún en la mano de Noah y suplicó por misericordia.

—¡AHHHHH, por favor, me equivoqué. Por favor, déjame ir, me duele!

Los otros soldados seguían riendo pensando que se trataba de algún tipo de actuación de su amigo para burlarse del chico, sin embargo, sus expresiones empalidecieron cuando vieron el estado de la mano de su amigo cuando Noah lo soltó."

La mano estaba completamente blanda, parecía que no había huesos dentro de ella.

Noah dirigió su mirada hacia los soldados y señaló a dos de ellos.

—Tú y tú, creo que se burlaban de mí antes. Ven aquí, necesito felicitarte.

Aún mantenía la misma sonrisa inocente que antes, pero esta vez solo causó temor en los ojos de los testigos.

Los dos soldados miraron a su alrededor solo para darse cuenta de que el grupo se estaba alejando de ellos.

Uno de los dos intentó disculparse.

—Ehm, lo siento, no sabía cuál era mi lugar.

Noah simplemente sacudió la cabeza y declaró con una voz fría:

—Tu mano o tu vida, tú eliges.

El otro se enfadó y desenvainó su espada, gritando con fuerza.

—Si crees que tengo miedo de ti, estás equivocado. ¡Ven, quítame la vida si tienes el valor de hacerlo!

Noah se encogió de hombros y se acercó al soldado con expresión tranquila.

En ese momento, un hombre corpulento con una túnica verde y un emblema cosido en el área de su pecho izquierdo saltó entre ellos y se enfrentó a Noah.

—¡Dejen de hacer todo este ruido antes de que comencemos la selección para la escolta o tendrán que enfrentarme a mí!

El soldado con la espada en la mano se relajó al ver al hombre de la familia Lansay y bajó su espada, pero luego sintió que su visión giraba y luego descendía a la oscuridad.

Esas fueron las últimas cosas que vio.

Noah estaba junto a su cadáver sin cabeza con la mano levantada en dirección al soldado restante.

El hombre de la familia Lansay sintió un frío sudor corriéndole por la espalda cuando Noah desapareció por completo de su campo de visión solo para reaparecer detrás de él.

El soldado restante estaba petrificado de miedo, pero después de algunos segundos, logró poner su mano dentro de la de Noah.

¡CRACK!

Cayó al suelo con los huesos de su mano izquierda rotos pero no emitió ningún sonido, tenía demasiado miedo de enfurecer al monstruoso chico que tenía delante.

Todos los presentes tragaron saliva y juraron para sí mismos no mirar a Noah a los ojos en los días venideros.

Noah se colocó frente al hombre corpulento aún petrificado en el lugar y preguntó con una sonrisa en su rostro:

—Lo siento, ¿qué estabas diciendo?

Antes de que el hombre pudiera responder, una voz sonó desde la caravana y otro hombre vestido con las túnicas de la familia Lansay apareció.

—Debes ser el enviado de la familia Balvan, Guillermo no podría haber elegido un discípulo mejor. Soy Kevin Lam, jefe de los guardias de la familia Lansay, espero que puedas aceptar mis disculpas por el mal comportamiento de mi hombre.

Kevin era el hombre más robusto que Noah jamás había visto, medía más de dos metros y sus brazos eran casi tan grandes como la cintura de un hombre.

Noah sintió una leve sensación de peligro procedente de él, por lo que eligió detener su actitud dominante.

Se inclinó ligeramente y dijo con voz serena.

—Si es una petición del señor Lam, por supuesto que las aceptaré.