La pared rocosa submarina en la base del continente no parecía tener nada especial, pero tanto Noah como Dreaming Demon podían ver que algo no estaba bien.
No había señal de inscripciones, pero notaron cómo ciertas rocas parecían más sólidas que otras. La pared no emitía aura alguna, y Noah apenas podía ver leyes en su tejido.
—¿Quieres llamar o...? —preguntó Flying Demon cuando comprendió que habían encontrado algo.
Noah miró hacia Dreaming Demon, pero esta negó con la cabeza antes de explicarse. —No puedo abrirla en silencio.
Noah se encogió de hombros y avanzó en ese momento. Su puño aterrizó rápidamente en la pared rocosa e hizo temblar toda el área.
Para sorpresa del trío, la pared no se desmoronó e incluso el lecho marino debajo de ella permaneció intacto. Noah corría el riesgo de crear grandes grietas si no controlaba su fuerza al caminar, pero esas rocas no se movían ni siquiera cuando usaba su verdadero poder.
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