2 Capítulo 2: Preparativos

Balios se vio algo nervioso por un momento, pero rapidamente se recompuso.

- Bien, coged a todos y salid, sacad las armas del subterraneo, no podemos perder la oportunidad - Luos, Barnabi, Lea y Gilbert, asintieron.

- Gilbert, ves a buscar a las demas hermanas y sus protectores, hoy no recaudaremos mas. Barnabi, ves con el, por si algun estupido acaba infeliz por el trabajo a medio hacer - Ambos se miraron y comenzaron a moverse, no sin antes, dejar a Balios, con Luos.

- Lea, tu ya sabes, ves a mi taller, alli estan las cajas con las ballestas, he hecho suficientes virotes, pero recordad el entrenamiento, no desperdicieis, pero recuerda avisar, sus vidas valen mas que la municion - Lea, entro a la habitacion de Belios, alli habia un trampilla que daba a un agujero oscuro, Lea uso un candelabro con apenas aceite, para iluminar.

Belios aparto a Luos, mientras le daba sus ordenes.

- Adelantate al valle, los agujeros deberian ya estar preparados, por Tolomeo y algunos hermanos pequeños, asegurate que todo esta listo y las trampas colocadas, el futuro de todos nosotros dependera de esta carga -

- Hermano mayor, si me voy nadie podra protegerte, deberias mandar a Lea - Luos miraba preocupado a Belios, pero este fruncio el ceño, agarrando la muñeca de Luos.

Cuando fue agarrado, Luos sintio como si su muñeca estuviera sumergida en la mas helada agua, el frio comenzó a perforar, llegando sin impedimento a sus huesos, poco a poco, se estaba extendiendo, provocando dolor y entumecimiento ligero.

- Hermano... - Luos, entendía el mensaje de Balios, el no le estaba haciendo daño a propósito, le mostro en que punto estaba siendo afectado por su enfermedad.

- Cada vez es peor, quizás, incluso logre recuperarme, pero solo si lo conseguimos - Luos no pudo decir nada, solo asintio.

Al verlo, Balios lo soltó, solo entonces el frio que quedo impregnado en los huesos de Luos, comenzó a desaparecer.

- Ves, corre, aprovecha la noche y ten cuidado, llévate el arco, no podemos dejar nada al azar - Luos corrió abajo, donde Lea estaba moviendo cajas, abrió una de ellas, donde un arco oscuro, de madera extraña y negra, junto a un carcaj con veinte flechas.

Tanto el carcaj, como las flechas, estaban finamente decorados, las flechas negras como el crepusculo con marcas grises que parecian nuves en movimiento.

Cuando Luos dejo su antiguo arco maltrecho y agarro el negro, su mano lo sujeto con firmeza.

Lea al verlo, entendio.

Suavemente toco el hombro de Luos.

- Lo conseguiremos hermano, cogeremos nuestro futuro, aun por la fuerza - Luos asintió, mientras acaricio suavemente la barbilla de Lea, ella le regalo una dulce sonrisa, cuando ambas frentes se tocaron, compartiéndolo todo.

El momento fue literal, solo un momento, pues no habia tiempo, pero ese segundo fueron horas para el par.

Balios se sento en su cama, estaba tiritando, pero intentaba no mostrarlo.

Su plan tenia que ser perfecto.

El anterior dueño del orfanato, lo usaba como punto de contrabando, cuando Belios lo mato, poco después, descubrió la trampilla.

Allí se encontraban cajas con algunas armas y munición.

Tambien algunos productos básicos como aceite, algunas telas, incluso alcohol.

Pero el verdadero premio, fueron herramientas y materiales, como plumas, cuerdas, cuero, hilo... entre otros.

Belios, al descubrirlo, se lo conto a sus hermanos mayores, estos estaban tan sorprendidos como el, ninguno nunca vio a nade transportar cajas aqui, pero alli estaban.

Balios tomo posesión de todo, vendió el alcohol a un comerciante viajero, el no hizo preguntas de donde un niño maltrecho, podía sacar el preciado liquido, solo lo cambio por algunos alimentos, estos obviamente, muy por debajo del precio de la bebida.

Pero Balios, no objeto, con ayuda de sus hermanos, oculto su compra, escondiéndola y racionándola, dejando que todos tenga lo justo y necesario, no solo para que dure mas, también para que ninguno se viese en buena forma, en un pueblo tan pequeño y desamparado, cualquiera podria codiciar la fortuna del otro, mas de unos niños desvalidos.

Incluso con las armas, en ese momento nadie sabia como usarlas correctamente, por lo que Balios preparo grupos que practicaban al amparo de la oscuridad.

También había otro problema, aunque podrían tomar control del pueblo, no podían hacerlo, el fuerte Mariolth, estaba relativamente cerca, sus guardias venían de vez en cuando, algunos creían que lo hacian para comprobar si ya habíamos muerto por el ataque de algún demonio.

Pero estas visitas continuas, aseguraba que no se podria hacer ningun motin.

Siendo asi, Balios tomo todo en cuenta, para aparentar su debida pobreza.

Aprendio a coser y hacer armas, esto estaba oculto de los mas pequeños, mientras que los adultos no podian desaparecer por días, de sus respectivos puntos de trabajo, siendo las únicas fuentes de "ingresos", dejandole la tarea al enfermo Balios, el cual, el pueblo sabia que permanecía en cama de sol a sol.

Aunque lento, con el tiempo, Balios fue capaz de sacar cierta maestría, nada realmente asombroso, pero suficiente.

Obviamente, no sabia manejar los metales, no tenia nada para hacerlo y aun si lo tuviera, no podría, haría mucho ruido, pero la madera y coser, fue mucho mas sencillo.

Preparo petos de cuero, un arco para Luos, aunque se podía ver, que su trabajo no era adecuado, pero no pudo darle nada mejor, los demás sabrían que el podía hacer armas y es ilegal en su pueblo, el siquiera tener armas de verdad, solo cazadores podrían tener algo.

Aunque esta norma era saltada en muchos casos, siempre que no sea un arma capaz, por ejemplo un cuchillo oxidado o un pico minero.

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